LAS ORACIONES SUBORDINADAS Las proposiciones subordinadas desempeñan una función dentro de la proposición principal. Me gusta que llueva mucho Sujeto Quiero que me compren un coche Compl.directo Existen tres clases de subordinadas según realicen la función de un sustantivo, un adjetivo o un adverbio. Me agrada que te esfuerces tanto (tu esfuerzo) Tengo un compañero que trabaja mucho (muy trabajador) Llegaron cuando habíamos terminado la cena (tarde) Subordinadas sustantivas En la oración desempeñan funciones propias de un sintagma nominal: sujeto, CD, suplemento, etc. El nexo más frecuente es la conjunción que, también si en oraciones con significado disyuntivo (Dime si vienes o vas), dubitativo (Me pregunto si estará en sus cabales), interrogativo (No sé si me estás escuchando). También pueden ir yuxtapuestas –sin nexo- con adverbios o pronombres interrogativos (interrogativas indirectas). No sé dónde lo puse, dime quién te lo ha dado. Subordinadas adjetivas Realizan la función de los adjetivos. Complementan a un sustantivo de la proposición principal al que llamamos antecedente. Adoptaré al niño que me sonríe Se unen a éste por medio de: - Pronombres relativos: que, quien, el cual, la cual y sus plurales. - Adjetivos relativo- posesivos: cuyo, cuyas… - Adverbios relativos: donde, como, cuando. Sólo si tienen antecedente. Esta es la plaza donde nos conocimos. (Lo compré donde me dijiste no es adjetiva sino adverbial puesto que no hay antecedente). Estos relativos sirven como nexo entre la proposición principal (PP) y la proposición subordinada (PS), pero también tienen una función anafórica ya que reproducen al sustantivo antecedente. Los relativos reproducen el significado del antecedente, pero no su función: Me gusta ese coche que vimos en la tienda. (El antecedente ese coche desempeña la función de sujeto en la PP, mientras que el relativo que además de funcionar como nexo es el CD dentro de la PS.) El antecedente normalmente es un nombre pero también puede ser un pronombre, adverbio, proposición, etc. Clases de proposiciones adjetivas: Especificativas: Limpiamos las habitaciones que estaban sucias. Sin pausas (sin comas), sólo limpiamos las sucias. Explicativas: Limpiamos las habitaciones, que estaban sucias. Entre pausas (con comas), todas estaban sucias. A veces el relativo no lleva antecedente, entonces funcionan como subordinadas sustantivas: Los que acaben pueden irse. No hay antecedente por lo que se trata de una proposición adjetiva sustantivada en función de sujeto de la principal. Subordinadas adverbiales Las subordinadas adverbiales desempeñan la función del adverbio. Se distinguen dos tipos: subordinas adverbiales propias y subordinadas adverbiales impropias. Las subordinadas adverbiales propias son las que pueden ser sustituidas por adverbios de lugar, tiempo y modo. También llamadas circunstanciales, pueden ser: De lugar: nexo donde, a veces precedido de preposición. Dirigió su mirada a donde se oían gritos. De tiempo: nexos cuando, apenas, mientras, etc. Llegué cuando dejaba de llover. De modo: nexos como, según. Lo hice como supe. Las subordinadas adverbiales impropias son las que no se pueden sustituir por adverbios. Existen varias clases: Causales: nexos porque, pues, puesto que, ya que, como (verbo en indicativo), etc. Lo compré porque me gustaba mucho. A veces la causa se debe a la intensidad de algún elemento de la proposición subordinada: No estudia nada de vago que es. Me duelen los pies de tanto como he andado. Consecutivas: nexos tanto…que, por tanto, por consiguiente, luego, así es que, etc. Pienso, luego existo. Es tan alto que no cabe por la puerta. Condicionales: nexos si, como (verbo en subjuntivo), con tal que, etc. La proposición subordinada recibe el nombre de prótasis y la principal, de apódosis. Si quieres estudiar medicina, tendrás que sacar buena nota. Concesivas: nexos aunque, a pesar de que, aun cuando. Aunque no quiera iré a la fiesta. Comparativas: nexos más…que, menos…que, tan…como, etc. Me gusta más el jamón que la langosta. Finales: nexos para que, a que, a fin de que, etc. Vengo a que me paguen.