Estudio Ecográfico de los Traumatismos del Pene Poster no.: S-0447 Congreso: SERAM 2012 Tipo del póster: Presentación Electrónica Educativa Autores: C. Zevallos, M. J. Ruiz Lopez, G. A. Gonzalez Alvarado, J. Oñate Celdran, N. Martinez Molina, C. M. Aleman Navarro; Murcia/ES Palabras clave: Genital / Aparato reproductor masculino, Telerradiología, Educación, Inflamación DOI: 10.1594/seram2012/S-0447 Cualquier información contenida en este archivo PDF se genera automáticamente a partir del material digital presentado a EPOS por parte de terceros en forma de presentaciones científicas. Referencias a nombres, marcas, productos o servicios de terceros o enlaces de hipertexto a sitios de terceros o información se proveen solo como una conveniencia a usted y no constituye o implica respaldo por parte de SERAM, patrocinio o recomendación del tercero, la información, el producto o servicio. 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Página 1 de 8 Objetivo docente Describir los hallazgos ecográficos que se presentan en los traumatismos del pene con la finalidad de establecer un diagnostico preciso, para contribuir a la elección del tratamiento más adecuado siendo este médico o quirúrgico según el caso. Revisión del tema Los traumatismos del pene son lesiones infrecuentes que se asocian con lesiones uretrales en un 20 a 30 % de los casos, representando la fractura de los cuerpos cavernosos el 33 al 58 % de los traumatismos. Existen varias formas de clasificar los traumatismos, siendo la clasificación más útil en la práctica diaria la que tiene en cuenta el tejido afectado, dividiéndola en lesión del tegumento, cuerpo cavernoso y cuerpo esponjoso de la uretra. Teniendo en cuenta la integridad de la piel la podemos dividir en lesiones abiertas o cerradas, siendo estas últimas más frecuentes. Los traumatismos cerrados los podemos dividir en: 1.-Fractura de los cuerpos cavernosos: Esta suele ocurrir al aplicar una fuerza anormal y tangencial al pene en erección durante la relación sexual, pero hasta un 3 % puede darse por un traumatismo directo con el pene flácido. La fractura implica un desgarro en la túnica albugínea, que es una capa fibrosa que envuelve a los cuerpos cavernosos y cuerpo esponjoso. En estado de flacidez esta túnica mide 2,4 mm, pero durante la erección se adelgaza hasta 0,25 mm, por lo que es más frágil. La fractura suele comprometer a un solo cuerpo cavernoso (75% de casos), siendo el derecho el más afectado, ubicándose en la cara ventral y en sentido transversal. La lesión se puede extender a la uretra entre un 8 a 30 % de casos, y se debe sospechar su compromiso cuando la fractura de los cuerpos cavernosos es bilateral. En cuanto a la clínica el paciente suele referir haber escuchado un crujido, seguido de la perdida de la erección, dolor, hematoma y si la uretra está afectada puede evidenciarse sangrado por el meato uretral. En la exploración física puede palparse algunas veces el defecto o rotura en el pene, una desviación o incurvación hacia el lado opuesto de la lesión y si la fascia de Buck está intacta un hematoma limitado al pene. Aunque el sangrado en estos pacientes suele ser limitado es importante dosar la hemoglobina, para tener una referencia basal. La ecografía en estos casos representa una herramienta útil y rentable, que nos permite visualizar la solución de continuidad de la albugínea, y también al hematoma que frecuentemente está asociado, como una colección hipoecogénica adyacente a la zona comprometida y un aumento de grosor y ecogenicidad de las cubiertas del pene. Página 2 de 8 2.-Las lesiones vasculares pueden comprometer a la arteria o vena dorsal superficial o profunda y arteria cavernosa. Las lesiones suelen producirse durante la relación sexual por compresión de los vasos contra las estructuras óseas circundantes de la vagina. La clínica es semejante a la de la fractura de los cuerpos cavernosos, con la que se debe hacer diagnostico diferencial. En estos casos el eco-doppler y la ecografía en modo B es útil para valorar la integridad de las arterias cavernosas y venas peneanas así como para asegurarnos de la integridad de las estructuras del pene. 3.-Contusiones: Se producen por una fuerza externa cuando el pene está en estado de flacidez y hay una rotura de vasos cutáneos, manifestándose clínicamente por hematoma y edema de la piel o tegumentos del pene, los cuales se pueden extender al escroto o piel del abdomen. En estos casos la ecografía nos serviría para visualizar el aumento de grosor de la las partes blandas del pene y/o hematoma superficial y descartar otras patologías. 4.-Rotura del ligamento suspensorio: Se produce en las flexiones del pene hacia abajo cuando éste está en erección. El paciente refiere haber oído un chasquido con dolor súbito en la base del pene. Ecográficamente se puede evidenciar una colección hipoecogénica a ese nivel, correspondiente a un hematoma. Los traumatismos abiertos tienen manifestaciones clínicas evidentes, cuya intensidad y extensión dependerá de la energía, mecanismo del agente agresor y de la cantidad de tejido y estructuras afectadas. Siendo de suma importancia descartar el compromiso uretral. En estos casos la ecografía tiene un papel secundario. Por lo tanto la ecografía va a tener utilidad en la rotura o fractura del pene (Cuerpos cavernosos) que representa el 33 al 58 % de los traumatismos, las contusiones, rotura del ligamento suspensorio, hematomas, trombosis venosa, afectación de la uretra y algunos traumatismos abiertos. Así pues, el ultrasonido es una buena exploración en la valoración inicial del traumatismo peneano y en su seguimiento. Además su realización nos puede ayudar a decidir entre un tratamiento médico y uno quirúrgico. Ella nos orientará también sobre la necesidad de completar el estudio con otras técnicas, fundamentalmente la resonancia magnética. Se exponen a continuación, los casos de traumatismos del pene registrados en el Hospital General Universitario Reina Sofía entre los años 2005 al 2010 y se describen los hallazgos ecográficos encontrados. Dentro del periodo indicado se registraron 5 casos de traumatismo del pene. Los 5 casos fueron de fractura del cuerpo cavernoso derecho, asociado a hematoma adyacente. La edad promedio de nuestros pacientes fue de 33,5 años. Ninguno tenía antecedentes de importancia y presentaban valores de hemoglobina dentro de lo normal. Los 5 pacientes relataban que durante el coito sintieron y/o escucharon un chasquido, seguido de pérdida Página 3 de 8 de la erección, algunos tuvieron dolor y otros no. Decidiéndose a acudir a consulta por los signos inflamatorios y hematoma de la región peneana-escrotal. El diagnóstico clínico de todos los pacientes fue de fractura de cuerpo cavernoso, realizándose una prueba de ultrasonografía en 3 de ellos. Los hallazgos ecográficos del paciente con aumento de tamaño del pene y hematoma dorsal fueron: Importante engrosamiento de la túnica albugínea desde la base del pene y por la cara lateral derecha, con una colección hipoecoica con ecos mixtos en su interior dorsal al cuerpo cavernoso derecho. FIG Nº 1. Otro paciente con clínica semejante al anterior, es decir un hematoma principalmente en la porción derecha del pene, en las imágenes ecográficas presentaba una colección hipoecoica de ecos heterogéneo adyacente al cuerpo cavernoso derecho, y en el cuerpo cavernoso derecho una solución de continuidad en su superficie ventral, que se comunicaba con el hematoma, todo ello muy sugerente de la rotura a ese nivel. Y también se visualizaba cambios inflamatorios difusos en el tejido blando superficial. FIG Nº 2. Nuestro tercer paciente con fractura de pene presentó un hematoma que llegaba al escroto y en las imágenes ecográficas presentaba material de ecogenicidad intermedia en el tejido celular subcutáneo en el margen derecho de la base del pene, sugestivo de hematoma, en íntimo contacto con la túnica albugínea ligeramente irregular. FIG Nº 3. Los 5 pacientes fueron intervenidos quirúrgicamente de urgencia, hallándose la rotura del cuerpo cavernoso derecho. Se procedió en todos los casos a la evacuación del hematoma y sutura del cuerpo cavernoso comprometido. Images for this section: Página 4 de 8 Fig. 1 Página 5 de 8 Fig. 2 Página 6 de 8 Fig. 3 Página 7 de 8 Conclusiones La ecografía en los traumatismos panéanos es la primera técnica de imagen a usar, ya que es muy accesible, tiene bajo coste y es fiable en el diagnostico de las lesiones, orientando al especialista a optar por un tratamiento conservador o quirúrgico, favoreciendo la recuperación precoz y evitando así las complicaciones. Página 8 de 8