supuesta contaminación o influjo perturbador del maestro, además de que sería ingenuo pretender hacerse a ambientes de educación y conocimiento plenamente esterilizados y puros. En el ámbito del Constructivismo se coincide en poner especial énfasis en el Alumno como centro de los procesos “cognitivos” y de enseñanzaaprendizaje (trabajo-aprendizaje), en cuanto a ¿qué se aprende, qué construir o qué pensar?, ¿cómo se aprende o procede la construcción? y ¿cuáles son las condicionesconcretasdecadaaprendizaje?,yporque el “maestro” de limita a propiciar estas condiciones favorables a los cambios: cambio conceptual, cambio en los materiales cognoscitivos (contenidos) y cambio en los procesos de aprendizaje. Pero si el Aprendizaje es por naturaleza un fenómeno social que no se reduce a ser simple informaciónconcentrada,nisedesencadenamerced a mapas mnemotécnicos, al “constructivismo” le faltaría dar cuenta del papel jugado, además de caberlealmaestrociertaresponsabilidaddepropiciar las condiciones favorables para el desarrollo del proceso de aprendizaje o descubrimiento, por otros aspectos como los nuevos conocimientos que también podrían adquirirse y producirse merced a la multiplicidad de los diálogos interactivos, siendo que aprender también es un proceso determinado por la interactividad entre el individuo y su entorno o contexto instruccional, de por sí complejo, y que comprender un determinado conocimiento también puede ser el resultado de ejercitar y aplicar relaciones y extrapolaciones. El fundamento del aprendizaje, como el de la comprensión, no estaría exclusivamente en tener que partir de “descubrir” ideas centrales, sino además en desplegar procesos “práxicos” (práctica-teoría-práctica) en los que la experiencia adaptada por sendas circunstancias nos ratifica que la marcha del conocimiento hacia la comprensión se debe a que la teoría ilumina la práctica y la práctica alimenta la teoría, proceso este que nos lleva a encontrarnos con las ideas centrales tan sólo mucho después de haberse desencadenado. Ciertos principios pedagógicos, relacionados con la concepción“constructivista”de la enseñanza y el aprendizaje, se fundamentarían en: El nivel de desarrollo del alumno (psicológico); el aprendizaje significativo (psicológico); el aprender a aprender (psicológico); el cambio de esquemas (psicológico); la actividad del alumno (psicológico); el Maestro como potente mediador en el proceso de aprendizaje significativo del alumno (psicopedagógico); el Maestro y su idea intuitiva del aprendizaje (psicopedagógico); el Maestro y su concepción de los contenidos y los objetivos (psicopedagógico); la personalidad del Maestro como elemento esencial de la eficacia docente (psicopedagógico, enseñanza tradicional); la conducta del Maestro como variable central del intercambio didáctico (psicopedagógico, enseñanza por objetivos); el pensamiento del Maestro como variable mediadora del sistema aula (psicopedagógico, perspectiva cognitiva de los procesos de enseñanza); el pensamiento del alumno como proceso generador de significados (psicológico, concepción constructivista del aprendizaje escolar); el contexto del aula como matriz del intercambio didáctico (psicopedagógico, dimensión comunicativa y social de los procesos de enseñanza aprendizaje); el aula como un sistema complejo de comunicación (psicopedagógico, investigación y construcción de conocimientos); construir el conocimiento escolar (psicopedagógico, investigación del alumno interactuando con el medios); el tipo de comunicación que establece el Maestro con sus alumnos (psicopedagógico); el proceso interactivo de construcción colectiva de significados entre Maestro y Alumno (psicopedagógico), entre otros temas educacionales. El sentido y significado de cuando decimos que son los estudiantes los que producen el aprendizaje, mas no a los profesores que sólo les correspondería ambientar o aprestar las condiciones favorables, se encuentra en los diferentes estudios sobre el “aprendizaje significativo”. Éstos los podríamos sintetizar en aquella célebre máxima de David Ausubel (1968), ya citada, consistente en que el más importante factor, entre todos los que influyen en el Aprendizaje, es “lo que el alumno ya sabe”.980 Si el Maestro no ha participado en el diseño de la propuesta curricular que tiene que aplicar, además de que en esta no se reflejan sus intereses, fundamentos e Intenciones, podría percibirla como un producto ajeno, lo 980 Ausubel termina su máxima con el contundente “averígüese esto y enséñese consecuentemente”, en PORLÁN, Rafael. “Constructivismo y Escuela”. Editora Diada, España, 1995 Para ser Antropogogo 1097