b R11 LATERCERA Domingo 31 de julio de 2016 RR Augusto Pinochet y José Piñera en 1986. RR José Piñera presentando su nuevo sistema de pensiones, con Pinochet siguiendo el discurso atrás. ma, aunque había un equipo detrás. También apoyaban el fallecido ex ministro de Odeplan Miguel Kast, sobre todo en un principio, y Sergio de Castro, ministro de Hacienda. Piñera, antes de que empezara la discusión para cambiar el sistema previsional, iba a visitar a Matthei y a los generales de la Junta a sus oficinas. Era un trabajo de lobby previo, de preparación, para cuando la Junta Militar lo recibiera formalmente junto a sus asesores para discutir el tema. Matthei recuerda que, de antemano, estaba a favor de cambiar el sistema antiguo. Y lo recuerda así: “El sistema era operado por señores designados, quienes invertían el dinero. Te ofrecían casas, lo que se prestaba para abusos. Por ejemplo, yo, que nunca tuve pitutos, nunca saqué una casa fiscal. Un compañero de curso mío, que hoy está preso y era yerno de un general de Ejército y en la caja trabajaba una de sus cuñadas, sacó tres casas fiscales. Y un jefe mío sacó cinco casas. El sistema se prestaba para influencias de familias. Así era para los que tienen pitutos. Para los tiesos de mecha, nada. Y yo era tieso de mecha. Nunca quise deberle un favor a nadie, porque me lo iban a cobrar”. Claro que había un problema. El Ejército, con Pinochet incluido, estaba totalmente en contra de que los fondos fueran administrados por privados. En las actas queda registrado que Pinochet, quien era partidario de que las pensiones las manejara el Banco Central, tenía miedo de que el poder empresarial creciera al punto de que se transformaran en los “dueños del país”. Pinochet sospechaba profundamente de los empresarios y así quedaba escrito en el acta 398-A del 14 de octubre de 1980: “Como se acaba de expresar, yo también estoy de acuerdo con el sistema en cuanto a que debe modificarse la Ley de la Previsión”, decía Pinochet. “Eso lo he manifestado constantemente. Pero también he dicho que no estoy de acuerdo en el problema ese de que los capitales vayan a la parte privada. En realidad, no discrepo de ello, sino que me choca, por estimar que los señores empresarios aún no están en capacidad para administrar 97 millones de dólares mensuales”. Luego preguntaba: “¿Quién administrará la plata? Eso me produce alergia, porque también sé que hay varios señores, que se están haciendo millonarios en este país, que han enviado gente a estudiar el sistema, porque desean operar en él. También estoy consciente de eso”. Además, muchos militares tenían cargos -¿En qué parte del mundo existe este sistema?-, preguntaron los generales. -En ninguno-, fue lo que respondió José Piñera. Piñera, antes de que empezara la discusión para cambiar el sistema previsional, iba a visitar a Matthei y a los generales de la Junta a sus oficinas. El Ejército, con Pinochet incluido, estaba totalmente en contra de que los fondos fueran administrados por privados. en las antiguas cajas de pensiones, lo que generaba más anticuerpos. Martín Costabal, miembro del equipo formado por José Piñera y en esa época era un Chicago asesor del Ministerio de Economía, recuerda que los marinos estaban más abiertos al cambio y que ellos bromeaban “que el proyecto estaba siendo trabado por la “marea gris”. Costabal era parte de un equipo que incluía a Hernán Büchi y Alfonso Serrano, subsecretario de Previsión Social. Hoy recuerda que por más de un año, comenzando a principios de 1979, el equipo se reunía dos veces por semana y que se repartían diferentes tareas para dejar el proyecto a punto para que José Piñera lo presentara. La idea ya había estado insinuada en El Ladrillo, el libro de principios de los 70, que terminaría delineando la política económica a seguir por el régimen militar. En su libro sobre la reforma, El Cascabel al Gato, José Piñera recuerda que el triunfo del gobierno en el plebiscito constitucional de septiembre de 1980 fue interpretado por las autoridades militares como un espaldarazo a la marcha del gobierno, lo que le dio pie para plantear su reforma de manera más SIGUE EN PAGINA [12] 3