Els dijous del Centenari del naixement d’Orson Welles 26 de novembre de 2015 | Horari: 20.00 i 22.30 h. The trial Cineclub (El procés,1982) Orson Welles Sinopsi Quan un home es desperta pel matí, es troba que la policia ha entrat a la seva habitació i l’arresta, després d’acusar-lo d’haver comès un crim. Fitxa artística Anthony Perkins ......... Joseph K Orson Welles. ............ advocat Romi Schneider.......... Léni Jeanne Moreau .......... Senyoreta Burstner Fitxa tècnica Director ................Orson Welles Guió .....................Orson Welles basat en la novel·la homònima de Kafka Música original .....Jean Ledrut Fotografia .............Edmond Richard Muntatge ..............Yvonne Martin Durada .................118 minuts País ......................França Pese a ser un encargo y una adaptación de la famosa novela de Frank Kafka El proceso, resulta paradójicamente altamente representativa de la coherencia de la obra de Welles. Su mezcla de cine negro y estética neo expresionista, así como su reflexión sobre la culpabilidad intrínseca del ser humano y el papel privilegiado de lo falso (o la mentira), remiten a sus primeros films, al tiempo que dejan entrever la evolución formalista que culminará con Fraude (F por Fake, 1973). Barroquismo angustioso. El proceso Si no conociéramos la complicada génesis de la película, podríamos considerar que era inevitable que Orson Welles adaptara, en algún momento de su carrera, El proceso, una de las obras más conocidas del escritor checo Frank Kafka. El universo claustrofóbico y barroco, la mala conciencia existencial de sus personajes o el peso de una fuerza superior y exterior son temas esenciales que aparecen tanto en el libro de Kafka como en la filmografía de Welles. Pese a todo, el creador de Ciudadano Kane ha conseguido mantener su inconfundible estilo a la hora de enfrentarse a un texto enigmático, denso y hermético. El resultado es que El proceso de Welles se aparenta más a una película de estilo policiaco y trama onírica que a un verdadero film metafísico y absurdo como podría haberlo hecho un Michelangelo Antonioni, por ejemplo. Una apuesta que queda clara desde el comienzo. Como explica en su artículo Antonio Castro, el cineasta norteamericano empieza la película con la famosa leyenda que Joseph K. (y el lector) sólo descubre en el capítulo IX de la novela. De esta manera, la parábola “Ante la ley”, como se conoce al texto, se presenta como el prólogo de una especie de cuento en el que la realidad, la ficción y la imaginación se mezclan sin complejos. Una diferencia bastante notable con el texto de Kafka en el que el sinsentido de la cotinianidad más cercana nunca se puede justificar por explicaciones externas o artificiales. La fuerza transgresiva e inquietante de las obras de Kafka se esconde justamente en esa mezcla de realismo y extrañeza. No es exactamente el caso en esta película en la que la voz en off (y la referencia al libro) del propio Orson Welles parecen insisitir más en la dimensional ficcional del pacto con el espectador. La estética del dibujo animado confirma esta tendencia. La película se abre con una sucesión de 18 viñetas, a cargo de Alexandre Alexeieff y Claire Parker, que explican cómo un hombre llega al umbral de una puerta que representa la ley. Después de esperar toda su vida a que el guardián le dejase pasar, éste le confiesa que esa entrada era exclusivamente para él antes de “cerrarla definitivamente”. Con una estética muy sobria y un trazo liso y simple, Welles parece marcar desde el principio su referencia al cine expresionista alemán (Lang, Murnau) que tanta importancia tendrá a lo largo de su película. Esta introducción de corte indudablemente clásico, acompañada por el leitmotiv musical que estructurará la obra (el Adagio de Albinoni), se puede interpretar de muchas maneras. De esta forma, la estructura tradicional del film (con un prólogo y un apólogo interpretados por un coro) recuerda a las tragedias griegas en las que existían las mismas convenci- ones. Y la impotencia de Joseph K. ante una estructura desmesurada e insensible (llámese la ley o el destino) remite claramente al caso paradigmático de Edipo. Pero Welles también insiste en la dimensión onírica de su fabula cuando avisa que “la lógica de esta historia es la lógica de un sueño, una pesadilla” al encadenar el final de la introducción con el principio de la película, en la que vemos cómo el protagonista abre los ojos. Extret de: Dirigido por... Núm. 402 (dossier especial Orson Welles). cines IMPERIAL Cineclub Sabadell