59 LATERCERA Viernes 31 de julio de 2015 Sociedad Cultura Terremoto de Valdivia de 1960 y La Vida es Sueño inspiran dos estrenos R Hoy debuta La respuesta en el Teatro del Puente, de Franco Toledo, sobre la tragedia en el sur. R También Sueño americano de Manuel Ortiz, en Teatro Sidarte, basada en Calderón de la Barca. RR La respuesta ficciona los momentos posteriores a la tragedia de 1960. FOTO: T.D.P. HAZTE SOCIO www.hogardecristo.cl Pedro Bahamondes Ch. Pasan de las 3 la tarde. Es domingo 22 de mayo de 1960, y Valdivia acaba de desplomarse. En cuestión de horas se sabrá que el terremoto costó la vida de casi 2 mil personas y dejó a otros 2 millones damnificados. El sismo 9,5° pasará a la historia como el de mayor intensidad en el mundo registrado hasta la fecha. A pocos días de la tragedia, el historiador chileno-español Leopoldo Castedo viajó al sur del país en ruinas. El remezón había obstruido el desagüe del lago Riñihue, y alguien debía frenar el ímpetu de la naturaleza. Los afectados esperaban una respuesta de las empresas y del Presidente Jorge Alessandri, que tardaría en llegar. Al año siguiente, Castedo presenta su registro: La respuesta, el mismo documental que ahora motiva la última obra de Franco Toledo (Amansadura), que esta tarde debuta en el Teatro del Puente. Los hechos ya fueron consignados. Le sigue la ficción: dos mujeres sobrevivientes (interpretadas por Andrea Olivari y Jacinta Langlois) La respuesta Sueño americano Del 31 de julio al 30 de agosto, en el Teatro del Puente (Parque Forestal s/n). Viernes y sábados a las 21 hrs., y domingos a las 20 hrs. Entrada general $6.000, tercera edad $4.000, estudiantes $3.000. Del 31 de julio al 16 de agosto, en Teatro Sidarte (Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Barrio Bellavista). Jueves, viernes y sábados 20.30 h., y domingos 19.30 h. $5.000 general y $3.000 estudiantes y 3ª edad. que merodean entre escombros, son abordadas por un grupo de reporteros, encarnados por Rafael Contreras (Zoo), Guilherme Sepúlveda (Los justos), Pablo Manzi (La mala clase) y María Paz Grandjean (Las tres hermanastras). Lo que quieren, aunque sin decirlo, es hacer de la tragedia un espectáculo que brinque a la gran pantalla. Ambas serán filmadas en sus casas, en calles vacías y buscando a sus familiares perdidos. De la sorpresa que les provoca la presencia de cámaras que siguen sus pasos, pasarán a la risa y el llanto. Ya a inicios de los 60, sentirán que sus vidas fueron invadidas por los medios de comunicación. mortalizará por su solitario desgarro. Ahora, dirigida por Manuel Ortiz (Los 99), y con Nicolás Fuentes, Gonzalo Durán (Recabarren) y Ana Laura Racz (El año en que nací), llega al Teatro Sidarte reconvertida en Sueño americano. Es 2015 y Segismundo permanece prisionero, pero ya no en una torre de marfil, sino en un apartamento de un ambiente. En su cautiverio sueña con amores, éxitos y fracasos, también con los anhelos de un país que intenta despegar. Mientras duerme, el se encuentra con su amante, un hermano que es diputado, una extraña prostituta y su padre detenido desaparecido. Segismundo podría ser cualquier ciudadano del Chile actual. “Trajimos a Segismundo a nuestro tiempo, lo encerramos y nos preguntamos cuáles serían los sueños que lo persiguen hoy, y así aparecieron nuestros propios sueños, los de una generación que nace en dictadura y crece en la ilusión de un sueño americano importado”, concluye su autor y director, Manuel Ortiz.b Reescribir un clásico En 1635, el sacerdote y escritor, Pedro Calderón de la Barca, estrena La vida es sueño en España. Un año después, el texto aparece en el primer tomo de sus comedias, aunque está lejos de serlo: Segismundo, su protagonista, es el alma reprimida que pasa de la sed de venganza a la crueldad y, finalmente, a un gesto de humanidad que lo in-