EL MONUMENTO A LA MEMORIA DE LOS MAESTROS M. en S. P. ESTELA ORTÍZ ROMO CRONISTA DEL CELe. Se inició la colocación de la primera piedra de este simbólico monumento para festejar el Centenario del Instituto Literario del Estado de México en 1928. El Arq. Vicente Mendiola y el escultor Ignacio Asúnsolo diseñaron la estructura del monumento, que llevó el nombre de “Juventud y Senectud” siendo la modelo su propia esposa, mujer egipcia de 28 años. En la parte central, el monumento tiene la forma de un faro, porque esa fue la idea que surgió del Consejo Directivo del Plantel para los diferentes actos del Centenario. Entre sus alegorías figuran la estrella de seis picos, símbolo de dualidad, y la serpiente que se devora a sí mima y que representa la eternidad. El monumento se encuentra ubicado sobre la banqueta de la esquina noroeste del Edificio Central con la escultura de la mujer joven orientada hacia la calle Instituto Literario, y la de la mujer anciana hacia la avenida Juárez. La primera tiene de fondo el jardín y el frente majestuoso del Edificio, y la segunda da a la cara poniente del mismo, con el bello conjunto que ocupa una amplia banqueta y que forman trece jardineras, bancas de hierro forjado que llevan las siglas del ICLA-UAEM y lámparas que dan a la composición un toque provinciano y tradicional. Este complejo se vio complementado por el jardín interior que separa al Edificio Principal, del Área Administrativa, donde se colocaron las Estatuas de Sor Juana y de Horacio Zúñiga, así como los bustos de Morelos, Juárez, Felipe Sánchez Solís, Isidro Fabela, Gustavo Baz y Adolfo López Mateos, sobresaliendo el de Ignacio Ramírez Basilio cuyo nombre ostenta desde 1994, la plazuela a la que se abre el Teatro de Cámara, y con puerta enrejada a la calle de Gómez Farías. El monumento a la memoria de los maestros fue utilizado como emblema de la administración del M.A.E. Uriel Galicia Hernández.