Pol y Clarita Solà i Barragàn corriendo por Sésamo Aventura, en Port Aventura. En la otra página, la familia al completo paseando en velero por la costa de Cambrils. FIN DE SEMANA / Tarragona Divertirse como un niño no tiene edad Viajar con niños, sean tus hijos o no, tiene bastantes ventajas: te recuerdan lo mucho que te gustaban los parques de atracciones y siempre están dispuestos a pedirse un helado contigo. Esa sonrisa de felicidad no tiene precio. Al menos así es como transcurren los días, entre delfines y montañas rusas, en la Costa Daurada de Tarragona. Texto: Gema Monroy / Fotografías: Alberto Heras S Según un reciente estudio realizado por mí misma (aunque casero es fiable), a los niños lo que de verdad les gusta es poder correr, gritar y revolver a su antojo, seguir sus impulsos, vaya, y comer patatas fritas y helados. Los padres, aparte de que se coman todo lo que hay en el plato, si no “no hay helado”, en vacaciones lo único que querrían es estar en un sitio donde sus hijos sean felices, no molesten a nadie y, por favor, que no se descalabren. Así podrían relajarse, disfrutar de un día de playa, quizás ir a un spa. Suena Viajar niñocosn a deseo imposible, pero puede ser un sueño real. Por eso Clarita y Pol han convencido a sus padres de irse a pasar un fin de semana largo a la Costa Daurada, en el litoral de Tarragona, y ahora están eligiendo sabores en la heladería artesanal Raffa Gelatti, frente al Balcón del Mediterráneo de la ciudad de Tarragona. Dicen que desde este paseo mirador “se ve el reflejo de la ruta que va desde Mallorca a Sicilia y más allá”. Recorre parte de la costa de la capital hasta el famoso anfiteatro y su recién estrenado parque, construido al modo de FIN DE SEMANA si pides tu “pasaporte tarraco” podrás sellarlo en cada monumento de tarragona. quizás hasta ganes la gimkana, los viernes y los sábados. los antiguos jardines romanos. Y de ahí hacia arriba, las murallas, la ciudad antigua, la catedral, las plazas arboladas y los bares de vermut. Si pides tu “pasaporte Tarraco” podrás ir de aduana en aduana sellándolo en cada monumento. Esta visita merece, sin embargo, regresar otro día, un viernes o un sábado, cuando haya gimkanas por la callejuelas empedradas de la ciudad. Ahora mismo el plan de Clarita y Pol no puede ser mejor: van con sus padres camino de PortAventura. El perfil de las grandes atracciones de PortAventura es un rasgo emblemático del skyline de la Costa Daurada. Se ve casi desde cualquier rincón, desde el mar, desde la autopista, hasta desde el Priorat, alimentando una jubilosa emoción mucho antes de llegar. ¡¡Hala, mira!! Los raíles de la montaña rusa Shambhala, plateados como las cumbres nevadas del Himalaya en las que se inspira, se enredan entre los rojos y azules del Dragon Khan, que parece un juego de niños en comparación. Shambhala es realmente alta: 78 metros. En la primera caída, la más larga y pronunciada, se precipita a 134 kilómetros por hora. Es la nueva atracción de De izquierda a derecha, paseo por el centro modernista de Reus; playa frente a Le Méridien Ra Resort & Spa; cariño entre viñedos en La Boella; y la catedral de Tarragona. Las piscinas se funden con el mar en el Lumiere Golf & Beach Club de Salou. Arriba, el anfiteatro romano de Tarragona. esta temporada y bate varios records: es la montaña rusa más alta, rápida e impresionante de toda Europa. Los gritos de desahogo de adrenalina también se escuchan en la distancia. La gente se lo pasa muy bien en PortAventura, y eso se hace sentir en los alrededores e, incluso, más allá. El año pasado, el centro vacacional recibió 3,7 millones de visitantes, el 30 por ciento de ellos extranjeros. Aun sin haber estado, los chavales se saben el nombre de las atracciones de memoria y lo tienen claro. Pol quiere subir al Dragon Khan, por supuesto, con sus loops imposibles. Era la favorita del parque hasta que abrió el Shambhala. “Y a Furius Baco, al Tutuki Splash, a la Cobra Imperial...”, continúa el niño. Furius Baco alcanza 135 kilómetros por hora en solo 3,5 segundos y, en un momento de su recorrido, cruza el lago de la zona que recrea un pueblecito mediterráneo. En su día también batió records, igual que Hurakan Condor, una caída libre desde casi 90 metros. Clarita es demasiado pequeña para estas atracciones, pero parece que la desilusión le dura poco y disfruta de lo lindo pasando del Far West de la ‘fiebre del oro’ a la exótica Polinesia, montándose en las tacitas chinas que giran en torno a la tetera FIN DE SEMANA Las dos atracciones favoritas del parque: Shambhala y Dragon Khan. A la derecha, Clarita en el delfinario del Aquópolis. AuN SIN HABER ESTADO, LOS NIÑOS SE SABEN LOS NOMBRES DE LAS ATRACCIONES DE PORTAVENTURA de MEMORIA,TIENEN CLARO EN DÓNDE QUIEREN MONTAR Arriba, el Furius Baco de Port Aventura y, a la derecha, Pol y Clarita en los jardines del hotel Gold River. y volando con las mariposas saltarinas del Sésamo Aventura, la zona dedicada a los niños de menos edad que se estrenó el año pasado. Además, como huéspedes del hotel Gold River, uno de los cuatro hoteles con los que cuenta el parque temático, no tienen que esperar colas, pues disfrutan de “pase express”. Pero si algo le falta a PortAventura son animales. Por eso el Delfinario del Aquópolis, en la playa de La Pineda, muy cerca del parque temático, es otro de los lugares favoritos de Clarita y Pol. Una respiración contenida y un “ooohh” conjunto se escucha cuando Betty, Aiko y los demás delfines mulares recorren la piscina sosteniéndose sobre su cola. Cuanto más alta es la voltereta, más fuerte es el aplauso. A todos nos dan envidia los cuidadores, que se tiran a la piscina con los delfines y se dejan impulsar por ellos, bien asidos a su aleta. Al finalizar el espectáculo, los que quieren pueden acercarse más a los delfines hasta el borde de la piscina y hacerse una foto con ellos. Clarita y Pol se colocan corriendo los primeros. Después de un par de días comiendo con las manos llega el momento de sentarse a almorzar en condiciones. El restaurante de La Boella (Autovia Tarragona-Reus, km 12, La Canonja, tel. 977 77 15 15; laboella.com), una finca con un idílico hotel de solo 13 habitaciones, es perfecto para un almuerzo tranquilo entre viñedos y olivares. Pero quien busque algo más mundano, un buen chiringuito de playa quizás, y aprovechar para darse un chapuzón en el mar, pocas localidades de la Costa Daurada reúnen una mejor oferta que Cambrils. Con su aire afrancesado y su atmósfera aún de pequeño pueblo, Cambrils se jacta de una merecida fama de buena mesa. Tiene más de 200 restaurantes en los que, según aseguran, “es imposible que te equivoques porque en todos se come muy bien”. Esta garantía se la dan unos excelentes productos de la huerta (la actividad agrícola es parte importante en la economía, donde aún se va en familia a recoger el melocotón), el pescado fresco y el mejor aceite de oliva, D.O. Siurana, cien por cien de aceituna arbequina. Es el único que utiliza la chef Carme Ruscalleda, que ya lo ha puesto de moda en Japón. Aparte de tan rica oferta culinaria (que también incluye espaguetis con tomate y escalope de pollo), el gran atractivo de Cambrils es el moderno centro náutico que comparte con su vecina, aunque tan diferente, Salou (Passeig Miramar, 5, tel. 977 36 05 31; clubnauticcambrils.com). Sólo por su escuela de vela, el año pasado pasaron más de 2.000 chavales, pero los papás de Pol y Clarita no aspiran tanto a convertir a sus hijos en lobos de mar como a compartir con ellos un paseo (y una siesta) en velero. FIN DE SEMANA Vestíbulo de Le Méridien Ra. Abajo, jugando en La Boella, y en la cocina del restaurante del club náutico de Cambrils. “Los niños pueden tocarlo todo”, explica la guía nada más entrar en el Centro Gaudí, “de hecho, deberían tocarlo todo”. Suponemos acertadamente que los mayores también. Menos mal, porque es imposible no echar mano y comprobar cómo funcionan las imaginativas maquetas de Gaudí. Caracoles que son escaleras, lagartos que en realidad son fuentes... El Centro Gaudí (Pl. Mercadal, 3, tel. 977 010 670; gaudicentre.cat), en las plantas superiores de la modernísima oficina de turismo, es el único centro de interpretación dedicado al genial artista, que nació y vivió en Reus hasta los 16 años. Da la sensación de que la localidad, en la que continúan funcionando los comercios de toda la vida, no ha cambiado demasido desde entonces. El agradable sabor de boca que deja Reus –gracias en parte al menjar blanc y al patís rus, ricos dulces a base de avellana negreta, denominación de origen local– impregna también la granja escuela de Sara y los niños pueden tocarlo todo en el centro gaudí. suponemos acertadamente que los mayores también. y menos mal, porque resulta imposible no hacerlo. Jesús (tel. 977 751 629; diadegranja.com). La pareja ha decidido formar familia en una granja, con caballos islandeses, conejos, simpáticas cabras, el perro Gustavo... y anima a todo el que quiera pasarse y tomar algo en su terraza. Está en una pradera con tirolinas y diversiones para todas las edades, por lo que es normal que aquí se celebren muy felices cumpleaños. El de Clarita es dentro de poco, y sus padres ya han tomado nota. Los viñedos y montañas del Priorat, y la ilusión de visitar el pueblecito de Siurana, por donde no circulan los coches, quedan pendientes para la próxima, así que, como decía Gaudí “mañana venid pronto, que haremos cosas muy bonitas”. CUADERNO DE VIAJE Encontrarás ideas para tu viaje en la web del Patronato de Turismo de la Costa Daurada (costadaurada.info). DÓNDE DORMIR En uno de los cuatro hoteles de PortAventura (portaventura.es) es lo mejor para los días de visita al parque. El Gold River, el último en abrir, es también el más tranquilo. Luego te recomendamos una de las 13 habitaciones del hotel y restaurante La Boella, rodeado de viñedos, y una dosis de hedonismo en Le Méridien Ra Beach Hotel & Spa, (lemeridienra.es). Su spa tiene un fantástico circuito termal y tratamientos ayurvédicos. DÓNDE COMER En el restaurante Hoyo 19 (menú, 19€), dentro del campo del Lumiere Golf, y en cualquiera de restaurantes de Cambrils. El del Club Nàutic Cambrils (clubnauticcambrils.com) es excelente.