Historia antigua de la península coreana. Breve acercamiento

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Historia antigua de la península coreana: breve acercamiento
Julio López Saco
Desde una perspectiva histórica, Corea ha sido siempre muy homogénea y uniforme,
presentando muy escasas diferencias étnicas, raciales y lingüísticas. Desde tiempos
prehistóricos, la unión como pueblo coreano se centró alrededor del sagrado cráter del
Monte Paektu, todavía venerado en la actualidad tanto por coreanos como por los
manchúes. Los primeros indicios de actividad humana datan de unos 500.000 años. En
el Neolítico y en la Edad de Bronce se produjo una estrecha relación entre la cultura
coreana y aquella de poblaciones vecinas del noreste de Asia. Este hecho es
específicamente visible en las similitudes existentes en objetos de uso doméstico, como
los cuencos de alfarería, puñales en forma de laúd (del tipo de los empleados por los
pueblos de las estepas), cinturones y diseños geométricos de origen siberiano,
Los distintos pueblos de los que hoy en día descienden los coreanos comenzaron a
distinguirse de los demás asiáticos, especialmente de los chinos Han, arraigándose en un
territorio cuya frontera terrestre natural con China se situó desde antiguo en los ríos
Yalu y Tumen.
El origen de Corea se asocia históricamente con la creación del denominado reino
antiguo de Choson, fundado hacia 2330 a.e.c. por la mítica figura de Dangún1. El
estado, cuya capital se estableció en la actual capital de Corea del Norte, Pyongyang, se
fundamentaba en la cultura del bronce y se organizaba como una federación de
poblaciones. Apreciado como una figura legendaria, Dangún era considerado el nieto de
los cielos. Su veneración llegó a ser tan relevante que en la actualidad todavía cuenta
con un templo erigido en su honor en Pyongyang. Bajo su reinado, el antiguo reino de
Choson desarrolló el cultivo del arroz y dio inicio a una cultura y una sociedad agraria.
Sin embargo, tras la muerte de Dangún, Choson se dividió y los distintos grupos de la
región comenzaron a instalarse en varios asentamientos, originando de este modo
diferentes ciudades-estado que lucharon entre sí por su supervivencia así como por su
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Otros fundadores míticos de Corea fueron Hwanin y Hwanung. La historia de la fundación del reino
antiguo de Choson se encuentra relatada en el clásico Dongguk Tonggam.
supremacía. Bajo una fuerte influencia de la cultura china, tres ciudades-estado
consiguieron dominar el territorio peninsular propiciando el comienzo del periodo
conocido como Los Tres Reinos de Corea; esto es, Koguryo, Paekche y Silla. Se trata
de una época organizada según un sistema feudal y orientada por la religión y la cultura.
Estos tres reinos estuvieron muy influenciados por la cultura china y japonesa, un factor
que promovió la rápida expansión del budismo, el confucianismo e, incluso, el
chamanismo.
La influencia China en la cultura coreana tiene una dilatada historia, que se hizo más
evidente con la ocupación militar en 108 a.e.c. del noroeste de Corea por gentes del
Imperio Han. Los chinos establecieron bases militares en el territorio coreano, entre las
que destaca Lo-Lang, cerca de la actual Pyong-yang. Desde esta base, se expandieron
por la península coreana ciertas técnicas, como la fabricación de cerámica y la fundición
de hierro. En el período de los Tres Reinos, se desarrolló una cultura centrada en la
sociedad noble. En este período la actividad artística evolucionó en dos campos de
expresión: la construcción y decoración de tumbas y el arte budista.
En un principio se destacó el reino de Koguryo2, cuyas tropas derrotaron (612) a
invasores chinos en la Batalla de Salsu. Sin embargo, unos años después, en 676, fue el
reino de Silla3 el que acabaría absorbiendo los reinos de Koguryo y Paekche, dando
inicio a la denominada primera unificación de Corea.
De los Tres Reinos, fue Paekche el más activo en el despliegue hacia el exterior. A
mediados del siglo IV, cuando la dinastía Dong-Jin de China se había debilitado,
Paekche avanzó hacia Liaoxi y Shandong. También apuntó hacia ciertas provincias de
Kyushu. En tal sentido, Paekche llegó a consolidar un gran radio de influencia,
conectando China y Japón con la península coreana. Paekche envió a Japón monjes,
arquitectos y constructores de templos, así como artesanos del arte budista.
Después de la unificación de los Tres Reinos, las relaciones entre Silla y la dinastía
Tang china se estrecharon. El reino envió muchos estudiantes a la corte Tang con la
misión de importar su cultura. En este período se difundió la tecnología en campos
como la astronomía, la ciencia militar y la medicina.
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Los principales referentes arqueológicos de Koguryo (37 a.e.c.-668) son la tumba de Changgun-chong
(la Tumba del General), Muyong-chong (el Mausoleo de los Danzantes y los Cazadores), Ssangyongchong (el Sepulcro de Dobles Pilares) y Kangso-daemyo (la Gran Tumba). A esta época corresponden
las más logradas estatuas budistas, como la figura dorada del Boddhisatva Maitreya sentado y la imagen
de los Tres Budas de Mae, en Sosan.
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El dominio de Silla sobre Corea y Manchuria originó el Período de los Estados del Norte y el Sur.
Las luchas internas se mantuvieron un tiempo. Wang Geon, un general del reino de
Silla, fundaría el reino de Koryo, nombre inspirado en el ya, en la época, desaparecido
reino de Koguryo. De ese apelativo deriva el actual nombre del país. Después de un
período de bonanza económica e intelectual, el reino de Koryo fue invadido en el siglo
XIII por los mongoles descendientes de Gengis Khan. La identidad nacional no fue
recuperada hasta 1392 a partir de la fundación del segundo reino de Choson4.
Koryo mantuvo intercambios de misiones y comerciales con la dinastía Song. A China
fueron enviados estudiantes y monjes. Uichon, por ejemplo, estudió allí las doctrinas
budistas y a su vuelta trajo consigo textos sagrados. Uitong se convirtió en el fundador
de la secta budista Chontae-jong en China. Koryo exportó a Song oro, plata, ginseng,
pinturas, lacas con incrustaciones de nácar, planchas con motivos florales, mientras que
de Song importó seda, libros y medicinas. En el período de la dinastía Koryo, también
gran número de comerciantes árabes trajeron mercurio, especias y corales, y Koryo
envió, en correspondencia, oro y seda. Fueron abundantes, asimismo, los intercambios
culturales.
En el período de la dinastía Koryo, el budismo experimentó un impulso decisivo bajo la
protección del Estado y con el apoyo de la aristocracia. Por su parte, la arquitectura en
madera coreana crea las primeras edificaciones de este tipo en la última etapa de la
dinastía. Entre éstas son famosos los pabellones (Pabellón de Kungnak del templo
Pongchong-sa en Andong, o el Pabellón Taeung del recinto sagrado Sudok-sa en
Yesan).
El confucianismo acabaría convirtiéndose, no obstante, en la filosofía socio-estatal
predominante, formando una elite intelectual que tendría el control de la sociedad.
Además de la adopción del alfabeto coreano (Hangul), este reino estableció un sistema
aristocrático coreano conocido con el nombre de yangban. El yangban dividía a la
sociedad en diferentes estamentos según su riqueza y prestigio social. Se consideraban
yangban a los que, además de contar con un ancestro yangban, aprobaban un examen
organizado por el gobierno y demostraban capacidades intelectuales suficientes para
dirigir las tierras. Esta suerte de sociedad de castas derivada del neo confucianismo,
establecía reglas precisas para tratar a las personas de rango superior, hecho que influye
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Es el reino más próspero de la historia de Corea. Se mantuvo activo hasta 1910.
todavía hoy en la desigualdad social que sufren algunos coreanos, en particular las
mujeres.
El orden social de esta época estaba dictado por la pureza de los yangban, educados,
exentos de pagar impuestos y de prestar servicio militar. En definitiva, las influencias
china y japonesa transformaron una sociedad inicialmente agrícola en otra de clases que
apostaría por el ulterior desarrollo tecnológico e intelectual.
Referencias bibliográficas básicas
León Manríquez, J.L. (Coord.), Historia mínima de Corea, CEAA, El Colegio de
México, México, 2009
Nahm, A.C., Korea: A history of the Korean people, Hollym, edic. Seúl, 1996.
Tae-hung Ha, Guide to Korean Culture: National History and Cultural Features, Apa
Productions Ltd., Hong Kong, 1981.
Retrato de Dangún, Siglo XIX
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