UT 85 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 6 Inhabitación: enseñanza de los Padres (ejemplos): San Basilio: obra “El Espíritu Santo”. Son numerosos los pasajes en los que dice que el bautismo deifica por la acción del Espíritu Santo. San Agustín, De Trinitate, 15, 18, 32: 32 por el Espíritu Santo “se difunde en nuestros corazones la caridad de Dios, por la cual nos inhabita toda la Trinidad”. San Cirilo de Jerusalén, Catequesis, 22, 3: 3 “Cuando participamos de la Eucaristía, experimentamos la espiritualización deificante del Espíritu Santo, que no sólo nos configura con Cristo, como sucede en el bautismo, sino que nos cristifica por entero, asociándonos a la plenitud de Cristo Jesús”. UT 86 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 7 Inhabitación: en el Magisterio: León XIII, Enc. Divinum illud munus (1897); (1897) Pío XII, Enc. Mystici corporis (1943). (1943) Juan Pablo II, Enc. Dominum et vivificantem (1986), 58: 58 “Dios uno y trino se abre al hombre, al espíritu humano. El soplo escondido del espíritu divino hace que el espíritu humano se abra, a su vez, ante la apertura salvífica y santificante de Dios”. Idem: Idem “Por el don de la gracia, que proviene del Espíritu, el hombre entra en una vida nueva, es introducido en la realidad sobrenatural de la misma vida divina y se hace morada del Espíritu Santo, templo viviente de Dios (...). El hombre vive en Dios y de Dios”. UT 87 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 8 Con la inhabitación de la Santísima Trinidad en el alma, estamos en la senda que nos conduce a la Trinidad inmanente. El Hijo, revelado en la carne y en la debilidad, nos conduce al Padre a través de la acción santificante del Espíritu Santo. Los medios más significativos para llegar al Padre son la oración y la santidad. El Padre nos ha hecho “hijos en el Hijo”. Se trata de una divinización o deificación consistente en participar de la naturaleza divina. UT 88 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 9 CCE 2565: 2565 “En la Nueva Alianza, la oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo (...). Así, la vida de oración es estar habitualmente en presencia de Dios, tres veces Santo, y en comunión con Él”. La vida de oración es un trato amoroso y confiado con cada una de las Personas divinas. San Josemaría, Amigos de Dios 238: 238 “La oración es el fundamento de toda la labor sobrenatural; con la oración somos omnipotentes y, si prescindiéramos de este recurso, no lograríamos nada”. UT 89 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 10 Para llegar al Padre, santidad personal: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5, 48). 48 Mensaje de San Josemaría: todo cristiano está llamado a santificarse en la vida ordinaria. Recogido en Lumen gentium 40: 40 “todos los cristianos, de cualquier clase o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección del amor”. CCE 2634: 2634 Jesucristo “es el único intercesor ante el Padre a favor de todos los hombres, de los pecadores en particular”. UT 90 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 11 Jesucristo está en la Iglesia. Dominus Iesus 16 (Cong. Para la Doctrina de la Fe, 2000): “constituyó a la Iglesia como misterio salvífico: Él mismo está en la Iglesia y la Iglesia está en Él; por eso, la plenitud del misterio salvífico de Cristo pertenece también a la Iglesia, inseparablemente unida a su Señor”. Jesucristo está en la Eucaristía: con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, como fruto del sacrificio eucarístico. La Misa es “acción divina, trinitaria, no humana. (...) Se entiende que la Misa sea el centro y la raíz de la vida espiritual del cristiano” (San Josemaría, Es Cristo que pasa 86. 87). 87 UT 91 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 12 Juan Pablo II, Novo Millennio Ineunte 38: 38 “Ciertamente, Dios nos pide una colaboración real a su gracia y, por tanto, nos invita a utilizar todos los recursos de nuestra inteligencia y capacidad operativa en nuestro servicio a la causa del Reino. Pero no se ha de olvidar que, sin Cristo, ‘no podemos hacer nada’ (cfr. Jn 15, 5)”. 5 El Espíritu Santo, Dador de vida, impulsa a comunicar a los demás la vida divina, para que sean más libres y felices, para hacer de la tierra un espacio de comunión fraterna, un cielo. El apostolado consiste en ser testigos del Amor. UT 92 de 92 ECONOMÍA DIVINA - TRINIDAD INMANENTE, 13 San Josemaría, Conversaciones 58: 58 “La llamada de Dios, el carácter bautismal y la gracia, hacen que cada cristiano pueda y deba encarnar plenamente la fe. Cada cristiano debe ser alter Christus, ipse Christus, presente entre los hombres”. San Josemaría, Amigos de Dios 220: 220 “El Cielo es la meta de nuestra senda terrena. Jesucristo nos ha precedido y allí, en compañía de la Virgen y de San José -a quien tanto venero-, de los Angeles y de los Santos, aguarda nuestra llegada”. Gozar de la vida trinitaria.