¿CÓMO NACEN LOS AGUJEROS NEGROS? EL HORIZONTE DE SUCESOS Es conveniente y oportuno recordar que según las últimas teorías científicas, un agujero negro es una región del Espacio-Tiempo de la cual nada, ni siquiera la Luz, puede escapar debido a la enorme intensidad de su fuerza de gravedad (densidad infinita). La primera deducción es que si la gravedad fuera tan grande (densidad infinita) que ni la luz pudiera escapar, entonces el “agujero negro” atraería y absorbería en forma creciente a todas las partículas y cuerpos cercanos (?) y lejanos (?) aumentando progresivamente su masa, y haciéndose un cuerpo supermasivo y creando un gran desorden en el Universo. Lo que verdaderamente ocurre es que las partículas que conforman el agujero negro poseen velocidades fantásticas y muy superiores a la velocidad de la luz y funcionan con un movimiento continuo y permanente en todos los órdenes, modos y formas, direcciones y sentidos, entera y completamente, en armonía con el movimiento del Universo. De esta manera, el agujero negro produce un remolino (rotacional) que genera una gigantísima fuerza centrípeta que atrae a todos los cuerpos o partículas cercanas o lejanas (?). Así, si bien la fuerza de gravedad es enorme, no genera ningún desorden en el Universo. Ahora bien, el “horizonte de sucesos”, que, según algunos científicos, corresponde a una onda luminosa de choque procedente del interior de la estrella y que permanece retenida alrededor del agujero negro, es erróneo puesto que si se supone que existe una fuerza de gravedad de intensidad infinita entonces la onda de choque no podría salir del interior del agujero negro. El horizonte de sucesos se produce debido a que los cuantos o fotones de la luz procedentes del Universo, chocan con las partículas del agujero negro que poseen velocidades superiores. Al chocar ambas partículas se libera una energía, parte de la cual es absorbida por la fuerza de gravedad (fuerza centrípeta) del agujero negro y la otra parte genera el “horizonte de sucesos” que está conformado por miles de millones de billones y más de partículas y ondas que ulteriormente también son absorbidas, pero cuyos efectos si pueden detectarse. Como la luz y partículas del Universo llegan al agujero negro en forma continua y permanente, el fenómeno es también constante. De igual manera, el “remolino” (rotacional) generado por las enormes velocidades de las partículas del agujero negro produce una gran fuerza que hace que los cuerpos, astros o planetas tiendan a moverse en espiral, lo cual explica el fenómeno denominado “galaxias en espiral” en cuyo centro se supone existen agujeros negros, como por ejemplo la estrella Cisne X-1. Asimismo, el agujero negro se forma cuando una o miles de millones de partículas, fotones o cuantos de luz se curvan en su trayectoria por el Universo Sextidimensional “Espacio-Tiempo-LuzPensamiento” y dicha curva se va transformando en una trayectoria en espiral. En esas condiciones, dichas partículas van concentrándose cada vez más y aumentando su velocidad generando a su vez una enorme fuerza centrípeta y atrayendo otras, sinnúmero, de partículas u ondas hasta convertirse en un cuerpo superconcentrado y con una gran densidad. Así, las partículas se mueven a velocidades superiores a las de la Luz, generando los fenómenos ya descritos.