N Ú r a .1 7 3 . TRAGEDIA E N CINGO ACTOS, T IT U L A D A ; P O L I N I C E , O LOS HIJOS DE EDIPO. T R A D U C ID A P O R D O N A . S. PERSONAS. J o c a s fa , A n tíg o n a » P o U n tce. E te o c le . Creon, A c o m p a ñ a m íe n t9 . "La 'E scena p a s a en T e h a s t los tr e s p rim e ro s A c to s en e} p a la c io d e jE d ip o ; e l c u a rto en u n t e m p l o ; y e l q u in to en la p l a z a , ju n to d la s p u e r ta s d e la c iu d a d . A C T O P R IM E R O . E l te a tr o r e p r e s e n ta u n m a g n ífico sa ló n en e l p a la c io d e T e b a s. ESCEN A PR IM E R A . J o c a s ta « A n tíg o n a . .A, J o c a .J ^ T i ú ^ o n t i , tó sola entre mis hijos, tú sola, entre esos frutos de on incesto, el nacimiento criminal desmiente?, . y das á aii dolor algún consuelo. D e E dipo y o m u g e r , á un tiem po , y madre, de madre el nombre horrorizar me siente; mas si lo escucho en ta piadoso labio, casi me es agradable y lisonger'*..,. O b i si â tas dos h:;rni3ao$ , hijos mios, me atreviese á no m btar : oh! ¡si â los cielos, y hasta el oído de los sacros Dioses elzar osase mi culpable asento ! y o jes rogara e n t o n c e s , q u e volvieran CQ m í SQ justo y su trem endo ceno. A n t( g . Para t i , m adre mia , en el O lim po se acabó la piedad. T ira n o el cielo DOS aborrece á t o d o s : cu an do basta de E d ip o el n om b re á producir el fiero martirio de sus hijos > que colpables fuimos al concebirnos en tu seno, y aun antes de nacer y a co ndenados.... ¿ por q u é lloras ? oh madre I aquel m o ­ mento, aquel día fatal en q u e nacimo% era de llanto , y de d olor á un tiempo. A y mísera de l i ! los grandes males qU3 has visto y padecido , sr-n ligeros, si á los males atroces <e c om paran que aun tienes qoe sufrir : m a y o r to r » m entó te opfim irá; Eteocle y Polinice, que hijos y hermanos de su padre u err'n , pruebas aun de !o q u e son no han d a d o . J o c , Pruebas, si, de im piedad con ese ciego 2 Comedia n n í v a , pacíre ínfcllzl h u m a n o s cnmínDics, q u i:n con f je rz a miyoT p u e d e tenerlo? ¿por qué, por qué oa son con mas d e u c h o J o c a . ¿Y q u é no vivó y o ? i p o d rá o sos d e csia mocire cruel los enemigo«, furias q u e para «.iempre los perdió en su sano? r o m p e r , estando de los dos «n m sd io ? n.' b j y en mí otro ca‘t go, que este llanto, fih I no me robes la esperanza mia ! e 'c s a pena h mi deÜto horrendo. por mas que su>jne de la fim a el ecrv; C u a n d o infeliz el inocente E d ip o , qne Adastro mi^mo con su tropa viene p riro d o de la l o z j de i{if‘inia opreso, de Pojiaice á sostener los fueron. abandonado de sus propios hijof, P >r mas q u í altivo y pertinaz se siente y condenado á tu morval de 'p e c h o , Eteocle «íu el tr o n o ; en m í , en mi p e ­ cho, doble horror sentirá , por h iber sido pod.e V hermano de sus hijos mt-smcs. en mi üanto , en mi cólera se janta A n i í ^ T ú lmagin?6 tu <uerte v> »ru-oia, Dna fuerza cnpcz de contenerlof, c o ntem plando de E dipo Iqí totmentr>‘; O irám e el R e y sobeibio scriminatle mas é l , tiun ] u e e n sos lóbi\’ga‘: cavernas su te f juta j i en v a n o : oirsme ct fieto la muerte l o m e , sin cesar gimiend •; Polinice aeordíirle, que ha nacido ounqne del llanto en la perpetua noche en esta m i‘«na Tiíbas: que so asero 5Ui ojos hayo se^jultado, es menos pretendo ar;iqüi!ar; eiránm e entrambos infeliz que no td. La e-ccna horrible» maldecir su funesto nacimiento: q u e se prepara en sa pa'acio mesmo, ni á las atmas vendrán , sino.Us tiñea « p arta J o del m u n d o , y de los hombres en esra «;angre maternal primero. tal vez ocuiiQ le será ; (5 al menos A n t i ¿ . Si me qu eda algún r a y o de espe« n o vera el tflite con paternos oj«s ranza, lo que has de ver j ios infelices restos y o en quien no reivia solamente espeto: d e v u e '.tn sangre, b a r b a r o s , impíos, él tuvo siempre el corazon mas noble, eQCú-rnIz'id’s , y en vengan-o ardiendo» que no p u d o m udar tanto el destierro, dcMroirie entre sí. Llegó á so colm o cuanto el largo imperar habrá m u dad o y a el fiSferno re n c o r; y no sabemos, ei de sü hermano. f! ts m ? y o r en sos pechtíS criti.i ;ales, J o c a . C o n of.'cto ciego ó lo Sv'd de la sa n g re , ó la del Reine. m a y o r virtud en Polinice admiras; V e íI o :! d D ’o s ü i.verlos... batallando... mas y o enire ta n to con áo lo r no v6© y o l no será jamas. Solo el deseo á Eteocle en so cu!pa de^pojorse, vi'^a tie n e , y la esperanza ansiosa cotno á su hermano , d^l filial respeto. d e apagar con mis lágrimas el fuego E l no se ha unido sin asenso mío de la discordia a tr o z , que los desune. á una odicsa exrr3ng:ra en himeoeo: A ntíg> Los Monarcas seo dos, u no es el ce­ él á la m adie Tebas no ha insultado, tro. ci se ha acogido à los contraiíos pu€« Q . c poedes esperar 7 6 madre mia ! blo '. J o c . Q u e cumpla a J a cual su juram entr, A n t í g . El la fortuna , los negados pactos, él un penoso y bárbaro destierro, J u r i r o n a m b o s Solamente el u r o ja promesa cum plió, c u a n d o su herm ano 00 tu v o q u e sufrir. ¡ Ah , madre mía! cuál sea de los dos el mas perverso, lo huella infame , recogiendo el pieclo d e SQ p í r i u r i o , y de su fe violada cuál tenga mas virtud , con harta p«aa Polinice en tan b ir b a r o destietrr, lo vais á cooocer eo breve tiempo. f o r z a d o á mendigar de clima en clima el socorro de pueblos extrmjieros. ESCENA IL i Q u é fin ha de poner á sus furores c o a n d o $e ve privado del Im perio? "Eteocle , J o c a s ta , A n tíg o n a . . « N i c<5mo q a e tr á d a d o p p t la fuerza E tf9 C , Y j viene en l i j , y a viene Polimce L o s h ijo s d e E d i^ 9 . , y a ti e a e sqnel q o e to cariño tierno E-^e n u d o ejsscrable , qne lo enlaza prioiero usurpa , y lo verás j no como á ios contrarios del T t b i n o pueblo, le vio Tebas salir en o tro lieaipo fea roto y a los víiicoios anriga :s, humilde hijo desterrado y solo; q a e !e unieron con'nígT en otro tiempo. no como él en pacífico sosiego J o c a . Es m i h ijo , es mi hijo a u n , y y o Je m e vl6 volver á m í , cuan do pedia amo: á mi herm ano Iq silla del Imperio, q uizá postrado al mviterral acento, £ i se ofrece à nosotros con la p om pa él también le amará. La furia to y a d s un enemigo , reclamando ei cetro veré si p a e d o serenar primero. a rm a d o en m u e r t e , destruir ansiando N o te apartes un p u n to de este siiic, los patrios m u ro s, los sagrados templos^ (|ue y o entre tanto á su presencia vuelo. y hasta los L ares, y el palacio en d o a * de ESCENA III. vió de la vida el resplandor primero, este palaci-) q u e llorando habitan C reo n , 'E teocU » J o c a s ts y A n tíg cn ¿ \. sus p adres, sos hermanos y sus deiido?. Y en ta n to la violencia es sa esperanza, Creon* A d o n d e , hermana , los veloce» pa­ la espada s» razón. sos J o c a . Sagrados cielos ! pretendes dirigir ? y a no h a y senderos y es vurdad ? y i la patria amenazao* q u e te co n d o z ja n . Las cerradas puerta' d o.... mtirarias son contra el Argivo acerc; M teoc, fise no es y a Teban O ) es extrangey los T é ja n o s muros , rodeados ro; p o r todas partes de soldado«, v.*mos. y al ^ & y A d r a s to , q u e l e dió sd hija, H ó r r id a vista....! Polinice en fanto, dejando á sus espaldas ios guerrero«, en ricom pensa le d atá este Jmpario. Si es que te agrada desde e! alta torre acerca solo à la ciudad : se para; mirar eyal huella de la patiia el senOf y alzando la vi éra sobre el y e lm '', snbe , y verás en íiri de nn hijo suyo DOS asticnde una m ano , y con la otra los estandartes ho n d e a n d o el viente; baja la p unta del desnudo acero. sube , y verás un rápido torrent« E n aqu«&te ademan p id e , q u e á él solo de Árgivas srma^ inund an do t \ sae!% se conceda la entrada en esre ptieb!*; J o c a , i N o te lo dije y o , (jue á tantos nom bra á so m adre , y abrazarla , dlíe, males que es su conato , y su niíjyor de«eo. le arrastrarla tn furor violento ? E ( ío c . Deseo ‘inguia ! ¿ y arm.ido el b .az o B te o c . C o n tra mi hermano á com batir a a pide esírecharse t n el materno tf n o > aspjroj J o c a . ¿Y por qué l ú , C r e o n , no le has á T cbas solo defender y o quiero. mandado J o c a . N o á Tebas , á ti solo con las ai«** las armas d eponer en e) m om ento? mas sabes m* c o rjz o n : no y a abrazarle, ni aun tolerar e;i mi presencia f u e Jo pide , 1o qoe negantes á sa? megos, á UQ hijo ingrato , que á iu hermauo B te o c . R uegas no fueron, no j fueron man* mismo datos, le atreve á r ir e n a z ir ccn el acero, en negra injuria y artificio envpelios, y á e5ta madre cB gir. p o rq u e y o á obedecerlos me negare: y o , qtte vivo en el T r e n o com o dueño, Creon* Son sus pa ibras y no acostumbro cbe de te r.... mas sea to d o pnz y a m i'tad. N ’ & *rs guerreros cual él pretenda en su delirio ciegr', con desenfreno militar vogammo, él mismo , de la fe que le he jurado, se Íes ve destruir el campo nu^stio: OIS libra para t e m p r e c o a sos hecho;« oi flvcha p o r el aico despedida^ 1* 4 Comedia nueva, se ha seií'Udo s a n scoar : to d o es so> üego. D u e rm e n las diestras sobre el sncho es­ cudo; y poi el cnmpo en repetido acento se oyi“ GQ confuso m u r m u r a r , que grita: P eiz d los hijos d e l te b a n o p u eb lo . JE,(í0 C‘ P a z <l v:iSotros; pero paz leifible, precursora de s a n g re , y de Irimentos. ¡ C o n que á mi solo Polinice anuncia guerra m ottall puesbien ;la guerra acepto y o solo. A n í í ^ . Mas sus voces te han brind ado taaibieo la p az : oigámosle primero. J<Ka, Q a e entre so lo , q u e venga : en ejte íitio y o misma he de escachar sos sentímlen« tof: ni tú lo impedifás. £ ie o c . C o m o no vet)ga con él la traición ni el fingimiento...» A n t f g . Jam as las conoció. £ te o c . ¿ D e q u é lo sabes? ¿parece que sus íiiim o s secretos llegas tú á penetrar ? J o c a ^ \ A y hijo mió í ¡ó c uánto y cuán mortífero veneno, en tu fiera expresión , mal encerrado se deja traslucir! venga al momento» v « íig a , y d epenga entre los brazos mios las armas y el furor. V a i n o i al tem p lo , q u e rid a hija ; y de I04 santos Dioses im plorem os la paz que n o tenemos.... ¿ p o r m í p re g u n ta ? ¡id olatrado hijo! ¡ c u á n to tiempo hace y a q u e 00 te veo ! eo mí sola tal v e a , en mi tern ura, en lo im poííial de mi cariño inmenso t u gloria toda y su esperanza fo nda, ñ a s bien q u e en el valor de sus gaerre* ros. ■El es mi hijo en fin: él es tu herm anoj y y o juez de los dos : l a n z a , te ruego, Janza al olvido por u n breve instante..., ,vual á los m uros de su patria ha vuelto: i^'.cnerdfi solo á la m emoria twya de T ebas salió : su Je'c o n so e lo , y c u r a t o a a d o v o por la Grecia erran­ do, ¿ p ts a f so m ism o jaramente...» mira en él un mortal d e sre n tn ra d o , u n piín cipe, un h sim a n o , un compañeto. ESCENA IV . ' E te o c le y C reon. C on que ese infame Polinise piensa aíerrar mi v a lo r, y con sus fieros obligarme á ceder? ¡en so osadía ha de ser t a l , que á mi palacio mesmo se venga s o l o , y vencedor se aclame, publicando mi eterno vilipendio ! ¿piensa tal v e z , que so presencia sola y a ha bastado á triunfar de tod o un p u e ­ b lo ? C reon. Bien lo previó la perspicacia mia, dC'de que u fa n o , y de arrogancia lleno, T id e o á RO'nbre d i ese herniüoo vino á reclamar la posesion .del reino. Su amenaza fe ro z : las expresiones q u e unió al mensage : su ademan sobecbi: : t o d o , to d o á mis ojos descubría de Polinice el criminal intento. Enton.'es , mil pretextos m endígaüdoj arrancarte quería el común cetro; y ahora sin reparo abiertamente para siempre jamas quiere tenerlo, arrojándose á to do , y si es preciso, abriendo con tu sangre los lenderos, E te o c . Preciso fuera dcrc-imarla toda; que es lo mismo mi v id a , que mi itape-» rio. ¡ S ú b d ito hacerme y o de mi enem igo! ¿ subdito de ese hermono que aborrezco, y (.^e desprecio aun mas ? ¿ y o que ea el m u n d o ninguno digno de igualadme encuen­ tro....? V i i fuera y o , si la imperial diadem a pudiese separar del pensamiento: n o debe un soberano de su trono c a e r , sino con é'. Alli en el centro, ba;o la cima de sus altas ruinas es donde encuentia , al despedir sn a* liento, gloiiosa muerte con glo'iosa tam ba. Creon. En sí, s e ñ o r , t<rgcn¿raise veo L o s hijos de E díj} 0. 5 !a vil traición con generoso esfuerzo con la m r m a g ra rd e z a y po deiio habrás de combarir ? < no es por ventura el inclito vali r de tQS ohuelos. ese aleve traidor ? ¿ q u é pensamientos D e h'jo de E-Jipo el infiimado nombre h o y al seno de T rb a s ie hcn t n i d o ? por ti se mire de esplendor cubierto. ¿ P o r q u é anuncia la paz con el acero? U n soberano vencedor no deja ¿ P o r qué no m b ra % &u madre desde el otra fj.n-3 á los siglos venideros, cam po? q u e su heroico venear. él viene solo à seducir so pecho, Eteoc. Aoii no he vencido. cual y a sedujo á la parcial hermana* Creon. T e engnñas 5 has vencido no te« Conjuraciones y tremendos rlt*gos miend e sto y viendo , se ñ o r; y xú , indeciso, "Eteoc. ¿ Q j é vale esa lisonja ? es tal mi I los dejarás cumplir sin precaverlos ? suerte, ' E te o c . N o d u d e s , que la tregua en daño que entre las dudas de la lid no tengo su y o m js certiduoibie q u e m! fuerte brazo; ni ya espirar sino venganza puedo. va á convertirse. Solamente h u y e n d o CreoH, Anii eres R e y ; fiJe liJad te ¡uro, libr.Trse puede á mi teriible encono. A ninguno fiar su muerte quiero: p-’r r a í , por t o d o s , sí : yo t t p rom eto, qoe ames de sujetarnos a! tirane?, ello es debida solo à aqueste brazo. todas en tu defensa moriremos, t Q u é furia ha de poder en aquel pecho herir tan fcarte cual la furia mía? y cu.indo isexorabie la fortuna {(rotegiese al traidor , en el incendio, C reon. Cedo , s e ñ o r, ese rencor inmenso 6 en medio las cenizas de la p itria à la certeza de mejor venganza. tan solo reinará ; m a s si tu pecho E te o c . Los medios roas atroces, mas abier­ de tus ñtles Víisailos c o n do lido tos se Inelin-a á la p ie d a d , el pensamiento son ios qoe á mí tan solamente sgrsdao, en guerra abierta y general no pongas. C reon. T ú debes elegir los mas secretos, Perezca solamente aquel perverso, qoe e- Polinice poderoso en armas. q a e amenaza lu vida. Asi lo exige E te o c . I Pues qué no tiene Tebas s b s guer­ tu salvación ; asi io está pidiendo reros ? la püblícB saiud. S» que un hermano Adi asto tiene aon ma?. Llega á n o ­ ten diá por et delito m a s horrendo sotros de un hermano la muerte ; pero ¿acaso la guerra con un paso ^an violento, dirá menos crnel , 6 injusta menos que morir solo en ta defensa es dado. e n Monarca á la gu-?rra asoladora ? E te o c . i Mas q u é digo d e T c b a s ni guerre» Eteoc. ¿Y qué deseo y o ? ¿ qué ansio ? kqué ros ? espero, a n o es mi he rm a n o , y yo so y uno. sino venir i singular batalla, Creon. <Y piensas y acabar con mi herm ano en el m om eoque á duelo singular en cam po abierto to ? te será d ad o provocarle , estando el odio que me írrita y engrandece, laadre , hermana « soldados ^ com pade» el odio es tan antiguo en este pecho ros, c o x o mi vida ; y sin c e s a r, odiando todos en torno de él t mas que á so propia vida , le conservo. E te o c . H asta encontrarle Orean. T u vida es nuestra vida , y no lo sa­ me abrirá cpmpo el iracondo acero.bes: Creon. Con la empresa la fama perderíaSy no halla nunca el valor mas digno asien­ y Tebcs míima tan e noim e exceso to cobíirá de baldea. q u e el corazoo de uq R e y ; pero la i ü - E te o c . i Y acaso Tebas fio verá e oa baldoo mi ñngimieoto Ì 6 Comedia Crean. O m a l , 6 nanea lo stfbrán , si íia* J o c a . H-oy habrá tan bárbara c o n tie n ges daj inocencia y virtod. ¿ N o fbe prim ero i mas coál será so térm ino ? en los hados Polioice invasor, y fjiso hermano ? está y a escrito; y el O lim po solo tal le mantenga el artificio nuestro. es qaien puede llegar á penetrarlo. E te o c . fil arÉíido ! y cuál Ì { O h si fueras cual tú me lisonjeae! C reon, A cargo mío esta sola esperanza me ha q u e d a d o .... q u e d a su egecucion. Sobre m i zelo ¿ y lo puedo creer? < y a l R e y scbcrbi® v iv e , y descansa ; y lograrás el triunfo venció por fia mi doloroso llanto ? si escuchas solamente mis consejos. q u e sea.«., pero resta en sus furores Conducirle á una paz engañadora apaciguar de Polinice arm ado antés de todo procurar debemos. el iracundo corazon. N o p n e d o T ú miéntela también ; que s<joi le q u e * bseer m a s : lloraré : y o iré m e z e la n Í9 de amenazas y slíplicas á on hijo. sin ningún cam peón : despues haremos» T ú sabes que no so y en mi q ueb ra n to q u e ese tíaidpr en la traición p e re 2ca. madre á par de las otras. Mi delito» E te o c . Sí 5 coa .tal que perezca » y que y o y la razón á mi dolor vedaron el cetro un respeto a g u a r d a r » que no merezco. no deje de (.empuñar » un breve espacio C reon. Lo vuelvo ^ repetir; serena el llauto: el odio y ,el furor de n tío del ptch o te prom eto esconder. m a y o r deseo de una p az dichosa Creon, Pues sin tardanza jamas se ha vi to en el guerrero cam po, y o artificioso , recorriendo el pneblo í í e aquí Eteocle. T u cariño trionfc: v o y de la paz á propagar los gritos; y la empresa c oion a » i q u e y o be dado l a a buen principio y ta a feliz. pero tú de la p az á los acentos n o b¿s d e creer. Amigos y enemigos ESCEN A II. te es forzoso engañar á a a micmo tiem* po; y mas que de DingUrQOj d e to madre J o c a s í4 pf E teo c le. b o y las sospechas .alejar debemos. J o p a s t. | 0 h h ijo ! y a llegó aquel m om ento afortenado» en que expongni^ á la presencia mia» ACTO SE G U N D O . sin reacor., la razón de vuestro agravio. J u e z me hace entre los dos naturaleza, ESCEN A PR IM E R A . y o , mas que padie^ coa acento blande p u e d o hacer resonar dentro tu pecho J o c A S ta y Creon. el sacro nom bre » y el amor de herma* no, q u e has p o d id o olvidar. C reon. Cese y a tu d olor. Aqueste día, E te o c . ¿ Y lo recuerda que anunció de la guerra los estragos, Poliaice mejor ? él es hermano tai vez su luz no esconderá en la noche» cual c i o d a i a n o ; herm ano co m o hijo; sin que vuelva Is p az á los Tebonos. herm ano com o subdito y vasallo: Plorror tan grande á la discordia fiera pu ed e infundir con elocuente Ubio q u e cumpla á un tiempo sus deberes. d e Eteocle en el alma » que , rendido» ^ o c a s t . Todo?, esta p ronto á cumplir lo que ba jurado» sino el deber de sú b d ito y vasallo, com o su herm ano la altivez deponga» te es d a d o enum erar. T u fe te nom bra y venga á tu preseocis supUcaado. (ttbdito » y y o te miro sobersoo. 7 L&s h 'jo s ds Edipa. I A! oírte nombro«* s ú b d ito ÚQmb\asÍ me tuera d a d o serenar to liante í I E*- por venuira mss ilnstiC y claro p e to mi suerte es tal , y ion tremendq, el líuilffl fatal de R e y p e r ju r o ^ que d o n d e quiera que dirijo el paso, • "Eteoc. N o hay título mas v i l , si €s des­ va conmigo la cólera del cielo. preciado. A y madre...! fqué de lágiimas acaso I Q a ié o ms apartó del {aramento mío, no te debo aun costar ! siiio sns armas , di? übre he jurado: Joca O ! nüocasea! libre quicr® cumplir. Si por vileza véanse n o tsu o s r jin derram ando dejara y o mi trono abandonado, lágrimas de p la c e r , no de toím ento. y éi lo oütípara íin defensa , ¿ c ó m o V e n , hijo mío , veo : llega á lu her­ me atreviera despues à reclamarlo ? m ano, J o c a . Ya tu fje rz a y valor conoce el hijo mío también : h-jo querido mundo,... á par de ti. Si mi dolor amargo haz que corra tu fe de labio en labloj deseas consolar , plàcide escuche y no o:tentes jamas la negra pe m p a h o y rus calici 1$: amigable mono d e eso virtud feroz contra un hermano. estiénde^e g zoso , y á tu seno,.,. M uéstrate gronde , generoso y pio: E te o c ¿ A d ó n d e intentas penetrar, ío ld a €SEa m a d r e no i m p l o r a con su llanto do ? de On hijo otra v i r t u d , i Acaso piensas no c onozco esas armas j di, ¿quién eresf que no es digna v i r t u d de un soberano? eres tú a<saso mi inocente herm ano ? E te o c .^ N o es digna , n o , si de cemor es Qo ; q u e espada y cora z a , escudo y y e U m o, breves serin mis voces ; entre tanto atavíos DO son con que adorn ad o q a e él me dará , si p u e d e , á tu presen­ venga nn hermano á otro. cia P o lin . ¿ Y quién de hierro razo a de su? enormes atentado?, me vistió sino líí ? responde s Goaodo CoiíOcerás entonces que Eteocle vino à pedir la posesion del trono tiene el alma real : verás q a e am o T id e o , á nombre d e tu mismo hermano* mas el honor, que el trono y que ía vida. ¿trajo ( r e s p o n d e ) el iracundo acero, ó la oliva pacífica en la m a n o ? ESCENA III. á él se dieron palabras p o r el d i ^ pero en 1p noche infiel le prepararon D ic h o s y P o lin ic e , miíerte alevosa á sn partir. C a y e ra el infeliz en ella , si so brazo J ú c a . \ H ijo p o r ta n to tiem po deseado, fuera menos valiente. Lo que hizo y en vano co mí dolor».! j q o é al fin te entonces la traición «on mi enviado, veo...! me es^á manifestando q u e á las armaf ¡q o e a! fifi te estrecho en mis amantes respeta solamente t a palacio. brazos...! J o c a . V i v e tu madre en é l , y m ie n tr « c uánto lloié por tí...! dim e si tornas vi/a eon índole mejor. ¿ T ú has preguntado, ¿ c ó m o paedes nooibrarte d e sa rm a d o ? tú ansiabas p o r tu madre...? A q u í ia mira tu e s o n d o , m íra lo : mi pecho, tienes. estas entranas mías que albergaron ¿ V ie n e s i deponer entre sas manos ja n ta m e u te i los do'..,.« pero él se obs­ el peso formidable de tu queja ? tina, ¿ vienes, dime por fin , vienes- acaso se Opone a onestros cándidos abrazos^ á ssr consolador de mis fjtigas, y parece q u e dice en sn silencio <5 destructor de m h dí)l!entes a n os? q a e estás e o m o cootrari* entre co o tra « P o lin ,O h i |si cnal lo deseo el akna tuia fios. € C o m ed ia E teoc. Y no esperes de m í ai p s z , oi tregüas, si p rim e ro , la cólera amansando, no cbres tu pensamiento ; si primero n o exponen el derecho t n qne has füQ dado To.ver á T e b a s , cua! f¿roz guerrero, sitn do tolo an vasallo , on ciudadano. P o lín . Al qne solo es la fuerza su derecho, mal expusiera el mió sino arm ado. T o d a Grecia lo s a b e , ¿y tú lo ignoras? i y pcedes á mí mismo preguntarlo ? y o lo diré; reinaste ; y y a no reinas. E te o c , T ú sabrás si y o reino , temerario. f*olin. De R e y el nom bre y la diadema tiene?; no la fama y la fe de soberano. Y o , que no soy perjuro , sin violencia volví mi trono , fenecido el ano: ¿ n o juraste lo mismo al recibirlo ? y o c u m p l í : cumple tú lo que has jura* do. M i herencia p!do : si la d a s , a) p o n to en mí verás un cariñoso hermano: si (a niegas , verás un enemigo im placable y atroz ; sencillo y claro be aqui mi p ensam iento: el m u n d o , el cielo ju n to s están en mi favor clamando; y el cielo, qoe escuchó tu juramenco, dará mas fuerza i mi valiente brazo, y el castigo al perjuro. E te o c . El mismo cielo, que estás en tus delitos invocando, mira coo odio las fraternas armas. V í c 'i m a caiga de su ardiente ray o el que primero las em puñe. P o lín . A leve! ^ y ahora el nombre de herm ano entre tos labios resoena ? ¿ y a h o r a , que á la infanda guerra me 6'tá tu inmensa iniquidad forzando, sientes horror ? ¡ tú mismo aquel impío, q o e no se horroriz&ba perjurando 1 quien faltó al ju r a m e n to , ese el primero las armas e m p u ñ ó contra su hermano: lu y a es la g u e rra , p é i ü d o ; ú ; toyos, t u y o s soa los delitos* tiu e v a . J o c a . I Inhum anos ! I es squesta ia p az ? cidm e os rsego..,« a:ended á mi v e z.... E te o c . Y o , soberano, y o que vivo eo el trono , á ti te digo, q u e mientras ios Argivos con A drnsto á Tebfls cerquen , ni la p aa escucho, ni á ti te sufro en mi real palacio. P o lín . Y y o respondo á ti , que el trono usufpaí, á ti que te has n om b ra d o loberano; y o te respondo á t i , q u e los Argivos aqoi se q u e d a r á n , y y o á su lado, mientras no cumplas tú to juramento. E te o c . 4 N o o y e s , madre , el perdón que e 'tá implorando,..? ¿qu é haces a q u i , traidor? h o y e de T e — bas. P o l. Y o à TebíS vo lveré; pero a tronando, tra v én d o m cette à los im píos, m oette... J o c a . V osotfos los '.n p ío s , los malvados, y y o también , que vuestra madre he siio . M i culpa castigad : con esas manos romped mi pecho criminal : mi sangre, sangre es vuestra ta m b ié n : m oustruos avaros de muerte y de ren co r: hijos de Edfpo, nocidos para el crimen , y airasttados al crimen por las furias del averno, aqui clavad el hierro sanguinario; aqui en mi seno , habitación infame de infame nacimiento. Y voe^tfo b razo c um pla un delito de vosotros digno, no á u n h e r m a n o , á la madre asesinaado. E te o e . ¿ Y te parece e xtraño cuanto p id o ? P o lín . ¿ E injusta mi razón ? J o c a . ¿ E iiíjnsto, acaso, es mi furor ? g 'ú en cólera te enciendes, p orq ue te pide el trono guerreando ? ¿ y tú em puñas frenético las armas con solo el fin de poseerlo no a ñ o ? la espada el o a o a q u í , y el o tro el ae* tro d ep o n g a , y su.rencor. F ia d o r de eatram * bof, si y o juro lo mismo q o e jorasteis, ¿ q u ié a el caiasier m ateraal bo rlao d« _ 9 L e s hijos d e E d tp o , y o crtftíré que has form ado en d e ñ o nues­ desmentirme osará ÿ' tro B te o c , Yo te respeto. vínculos sanguinarios cotí Adrasto; Pues lo quieres, p h tnadreÜos agravíoi ' y le has pedido , cual funesta dote, hechos á mí y á T e b a s , le perdono; la guerra. pero ceda éi primero: ei saelo patrio P o lín , i O h Dioses! jq u é terrible estado ct primero i n v a d i l N o bien retire es el mio ! jlnfeiiz ! de allá mi esposa, se gente lejos del tebano campo, y el hijo mio en congojoso llanto, et cetro em pañará : dátse^lo quiero; el corazon ms rompen 4 poifía, mas no qoe él mismo con violenta Qiano sci arrebatada herencia rcctamandcj n»e lo quite. ¿Y quitármelo podrís, aquí mi triste y vacilante paíiia; sino to d a mi sangre d erram ando? aqui mi madre en su dolor penando, el ge , pues : mi corazon pendiente moeren sin compasion.... tú lo eitás miras h o y de to voz. Pero entre tanto» viendo: sabe , q u e si de pnz se rompe el nu do, i qué puede aprovechar que míe solda­ tú serás el mo(Í7o sangolnaric: dos y caigan sobre ti de ta impía goetra se retiren de Tcbas? ¿ p o r v e n í u i a las furias t o d a s , y el horror y el d añ o. seria menos ci»rto , ó menos claro, que si mi hermano c e d e , al temor ESCENA I V . cede, no á mis derechos? jvergonzoso lauro J o c a s ta y P o ltn ic e , para lu altivo honor ! El , no lo du*fes, quiere apartar la fuerza de su b d o , P o lín . Y tu voto se e a m p ia t arroje el cielo porque solo la fuerza le domina. sobre mi frente sn trô nants ra y e , J a c a . Y tá quieres asarla ooti tu herm a­ si no anhelo la poz.c. no, J o c a . íQ o erid o hijo! porque la fnerza de un deber te libra, < y lo p uedo creer f P o lin . ¡ Q u é mal de tus dos hijoi, has lle­ P o lín . N o i y o no trato gado S8criá:ar, sino impedir qoe corra á conocer el Interior...! na:tmos; la sangre de los míseros Tebano«. y y a al nacer me aborreció mi h erm a­ Igu al de Adrasto es la ini«ncion ; ma& ne, sabe, en el odio creció; y allá en sus v e n » q u e aunque quisiera y o , íamas el paso iba el od io y la sangre circulando. à Argos v olviera, sin dejarme eo T e ­ bas Y o no le amo , es verdad ; qoe n o e» el trono de mis padres ocupando. posible J o c a . |Infelice de m i l ¿cou que a o quie­ amar á a q u e l , que me s b o a e c e tqnto: res mas no quiero su mal ; como no digan, el primero c íd e r ? que sufro mi b a ldón en sus agravi'-*, P o lin . N o puedo. y Grecia no me mire infjm e y di.bil, J o c a . ¿ Acaso tantas injurias so'^tener callando. le lo <storba...> J o c a . ¡Y es esta tu virtud ! ¿debe la G re­ P o lin . Píudeceia. cia J o c a . ¿ E n mí no fias...? rendirte hum illacicn, porque á un h e r ­ P o lin N o fio en é l , y a rae engañó. mano, Joca» Del cam po, mas péifido que t6 , ceder oo quieres? éI es que tó no retiras los Aigibos, ¿ ob jeto de lus votes aderado y o creeré lo qoe el m a n d o ha p u b lies de Tebas el trono ? ; y no coutem* M do: pías % IO Comedia m e v a t q a e ese trono es db mal ? vuelve y ioscn* sato, ESCENA V . v o d v g la mente á Ics aboetos toyoss; ¿cuá: de eltos tu v o de este tmpetio. e l D ic h o s y, Creofto mandO) lin q ae taviese crímenes t la siila J o c a , Sn desgracia en que vimos á E dipo colocado d e ti pende ,. 6 sn vida.«*», el lento paso^ es lustre de v erdad: u e m e s que el mua*^ do apresura , Creon v á Polinice ignore q a e e^te padre des^rociado a ccbj de v e n c e r : y o v o y en tanto tiene <iob hijos i la virtud te anima: de Hteücle 4 triunfar,^ ¿ Q uién el p r ideja el trono á ese bàrbaro tirano.. maro <Qui>;res venganza de (uherm aao? ¿quie-. depondrá s i tesón f d e li lo agu a rd o res si piensas que tu. madre, y qoe la pa* q n c objeto sea de faror,. de espanto tria. i T^-bas , i la Grecia al m o n d o $ a l peodeo ho}^ de u n a c e n to de t a labio» cielo Ì d e )j que reine...«, entre, e l pomposo; ESCENA V L . fausto,, nacida y o también del: poderío, I^oU nice y Creon,. eternas horas de dolor y llanto,, en medio el vano resplandor poscbi. Creon-. ¡Mísera: madre l! d e afliecloo me llcno; CD3 'o e rte obicorí jaia, envidiando...« I oh fone-to esplendor t j oh fiera trono !l y y o no paedo^ consolarla en tanto.... t ' h si nunca te hubiera y o gozado!mal sus hijos conoce..,., ¡ y si pendiera d e esto solo el doioc q u e está pasaado, die Edipo esposa y madre no seria,, p ronto hubiera; la paz! d i , Polinice:; ni-rue.Ktra madre , péiftdos.... en tanto,, í cedes eti fin á tu iobetbio hírm-mop miis qae á. lograrlo à merecerlo aspira;, P o lin . Yo DO me atrevo i resolver. L a p a y ló-.setáb el rey de los T tb o n o si ttia Bsi. Ip sguardo de tu noble pecho...., su enemigo feroz mé está nom brando; mas' si; to, hermano nos engaña á e n y acaio el m u n d o imaginar padiéra tr<imboí, que la fraterna-división y o causo. j d e quién s e r á , responde ,, la vUeza ? En esta agitación dura y terrible, j de quién seri, el honoi ?. ce d e á mi. llaa«¿ qué debo hacer ? to: Cre.oni Reinar., al Honro cede de te triste patrias P o lin . I Y pu^'do- acaso ¿ antes q u e *er d e T eb as soberano tener trono sin sangre? quieres á T tb a s dcsiioir Creon. ¡ A y , hijo mio...L Poliíi:. R e p ito , y o que en tus t'iroos infantiles añof que y o no qai<-ro m ortandad ot: estra?^ cua' hijo te m i r é ; yo que mi! veces, go ; viendo tu pecho de virtud sembrado, quiero tan »o!o- c en la faerzs. armada; á e^a madre indeciia entre sos hijos* firme p a z cooseguir. la llevé á distinguirlo , y admirarlo} Joca-. ¿- Amas acaio y o no tengo valor p a ra engañarte: à tu madre Ì sobe que nunca aqui te será d a d o P o lin . L a adloro. trono sin sangre. P oJih. i Oh D-'os I Crean. Pcru bieo puedes Los hijos dg Edipot i to aibitrio e ie g u : está en t s niaao sobre el patero» solí® colocado s q u e ite d ía y a < qué puede esperar, 6 poco ^ mocha derramar* no lucirá }!imas. P o lín . í O h cirios 1 cumplióse €□ fìn mi bárbaro presagio..*. P o lín , ¿ Q u é nas pronunciado ? j 00 lucirá jamas ! h oy mi:>mo, h o y m i i { c o n q u e m e q u e d a solo en mi desdi« mo cha la perversa elección de e n atentado! lucirá. DO será jamas , no : y o no quiero Creon, Puede ser.... i<'b d i a l ¡ o h llantol ío h príncipe infeliz J (e usurpa e l tr® ^ con las aimos violar can sacrosantos derechos, ni mi só¡i<Ha justicia no con la ii.famia com prar. V ué lv a se A on alevoso ; y no lo habrás en tanto drasto, que. d ure su vivir. C ree á mi acento: voéWsse al p o n to » qoe indefenso y y a te imputa á deliro el reclamarlo. solo P o lín . ¡ O h , q s é nuevo furor arde en mi* y o aqui me quedaré. venas ! Creon, Mientras q u e aplaudo Creoli. Y o escuché, y o escaché que ese esas palabras d e tn gloria dignas, tirano 00 puedo permitir e a nuestro daño juró roorir sobre so mismo tr o r o . tu perdición. P o lín . El fuele perjurar, y ha perjaradoc P o lín . 5 Y es cierta 7 y o ts lo cfi-ezco,... v iv irás, i(;icüo, Creon. D ¡ , |Conoc€S pero n» sobre el trono. á Eteocle ? Creon, En vano , en vano P o lín . Lo $é : íé que mi hermano lu a g u a r d a s , q n e c a lv a rte n o es p o s i­ cua to mas ama el lespiaudor del tr o ­ b le no, sino el cadaver d e tu b irm a n o bollan« mas me aborrece á m i ; pero y o aguardo. do P o lín . T ú m e in fu rid e s horror. ¡Yo f¿m eDá Sü pe«ar, con generosos liechos, tido ! á un geiteroso proceder iUvarlo. j y o con la sangre fraternal manch^idol M ucho p ueJe el rubor. A nuestros v o ­ tiemblo al pensarlo.... criminal corona, tos ¿eres tú de un valor tan elevado presente el m u n d o , el sacerdote » A que te deba comprar tan gran delito? drasto, Creon. Si solo la iotenciou de cse inhuma­ mi m a d r e , el Dios..,. no Creon. Los Dioses y los hombres fuera arrancarle la imparciaí diadema, 50 primer jurameuto presenciaron; poco seria; pero Pega á tanto y ¿ T e b a s , y á los Dioses y á los h o m ­ el odio en él y sanguinario encono, bres q u e al u no de los dos es necesario, está ei impío criminal burlando. ó dar ÍQ muerte , 6 recibirla al punto. Sábelo en fin. Ese Monarca injusto P o lín . Yo no quiero ia muerte de mi her­ empuña el cetro con ít^grlenta mano, mano. y ni vido Tii cetro y a tuviera, Creon. Darás lo, vida. si eo sn defensa sin cesar velando P o lín . A o nqoe anhelante y soln, oo estuviese el terror. D ulce esperan­ mi coraaon , el citlo y este brazo za quedan c o n m ig o ; ni mi m u j t t t fuera eras »d al infamado ciud ad anr; una fácil empresa al temerario. y el pu-bio por el dé-pota oprimido, C feon. ¿ Y qué puede el vaior contra /a pensó ia frente levantar del fango, fraude ? aquel dia feliz en que te viese aquí no h a y corozc.aes esforzados. 2* '12 C o m ed ia Polin. I Acechanzas tal vez...? dime , se­ 00 , q o e mas g r a n d e , y mas »tbüoie en rodo, E te o clc por siempre íe sopera. Creon, E l , no contento con o d ia rte , b o r ­ la también , ^ e ñ o r, tu magestad suprem a; y de pensar m u d o n d o , chora le obsti­ na en que testigos los Árgibos sean de ia paterna p a z , y no abandonen los triste« m aros de ia patiia nuestra, ha<ta que tú no salgas desterrado, y vayas lejos para siempre de e lk . Breves son los momeutos. £1 aspira á arrancar tos desprecios con la fuerza, mientras que tiende la fatal espada sobre tu cuello. ¿ Y q u é , darás la se« ña tü mismo de vibrarla ? si hasta ahora uril SD muerte solamente fuer?» y a te es precisa.... E te o c . Si ; con tal que ponga un término feliz à mis idea^, al o d :« ) á la i r a , á la venganza míj, q u e muera.... y o de^pues en ia pelea ardimiento m a y o r , qu¿ su delito, sabré manifestar. Asedie á Tebaf, luego A d r a s to , si quiere ; y verá pron­ to como eo el campo la traición se enmien­ da. C reon. Adrasto con su; tropas aguerrido reposando á la sombra de la tregua, en un solo momento arrollarla i cuantos de improviso la batieran. Jún tase á so tem or eterna dudn; y nunca el fin de Polinice sepan. E te o c . N u n c a ? bien presto lo sabrán : mas hondo será asi terror. Ante sus tiendas ACTO TERCERO. enclavada ^e ^ o o g a en una lanza de ese traiJor la pérfida cabeza, e s c e s a P rim e ra . que anun¡^iaodo á los viles escoadro* Des M ieocle y Cre»n. íangriento fin , para nosotros sea prestigio y prenda de gloriosa p a lm i. jítfPT r ¿ H ts'v isto à Polinice? di, ¿presnmes Creon Pero eo tanto y s e ñ o r , á instar s o vuelvas q a e cual y o le aborrez«o , me obor* porque de aqei retiré á los Argi'^oí, sesea Ì ñala.... Creon. Cielos! ¡ qoé v o y y o á hacer ..! si lo declaro, y , [ny d e m í! íú no eorres á im p e dirio, vieilma c^igo del cruel tirano, sin poderte salvar. P o lin . D e hacerme infame no tf. capaz el temor. Habla. Creon. T u labio no sahe perjurar.... ¿joras primero en tu pecho esconder el g .a a d e arcano nne te v o y á decir ? P o lin . Sí ; por la vida de mi m adie lo juro. Creon. Este palacio es funesto ä los dos.«., por m acho tie m po ^ u i z í te he hablado en él.... sigue mis pasos á otro logar. P o lin . I Y habrá logar en donde no licgdc y cienda la traición stis la­ zos ? V Creon. La vigilancia del traidor debemos con ia asiocia burlar. D e aqui cercano e n oculto csmiiio al templo gola: alii to do sabrás : sígueme : vainos, f o / m . V a m o s , p u e s , 4 escuchar tanta per­ ii iin, y u l vez á morir ; qoieran los h id o s ^u e la sepa también ei universo, p o r q r? clame mirando mis agranio^, vett^íiu Z ú ¿i /<* v ir i i id > e te ru n iu fd ^ m ia , e le rn a enecracion à e ste tir a n o , Los hijos de Edfpo. qoe aameotar&s ^ y ea Taño* ¡lU» so^pe« chai, y si éí mismo à alepHos se doblara, d a ñ o son m a y o r para nosotros fuera; no bien abandonara nuestros campos Adrasto , cu an do al escachar la horren­ da ín o e r te , que en Tebas á so y e rn o die­ sen, mas fiero entonces vengador volviera, á s a n g re , à hierto , ú fu6go aniquilan* do coanto encontrara so feroz vjolencra. T u elegr^te m n y bien. C on trna mano da á este traidor la merecida pena, y con otra derraina en sos faíanges, ro in a , t e m o r , y confusión y gacrra. E teo c. Cuanto meaos previsto, mas terrible noestro golpe será. T ó con cantei« di'^pon guerra voraz ; fingidas paces yo corro á disponer. Mi madie llega, huyam os de su vísta. €rff<m. H uyam os. ESCENA II. JoC ñStii y A ntíg o u iu en p a z , que el tro o o es el que pu^de, sino cub-'ir su iniquidad entera, dorar ai menos su ambición. Joca. E l mismo e i medio de ío saña manifiesta q o e mas de R e y la raagestad le sgrsda q u e el trono. £ n fio , la indignación pri* mera, la primera amenaza de la boca sa'ró de Polinice. A n tíg . Las ofensas salieron an^^s de Eteocle. ¿ A d d n d e h a y un graii «orazon , q u e los afren­ tas «epa disimulni? en altas voces férvidamente Polinice suelta el freno á so f u r o r , y ei otro calla. Y calla , coando en torno le rodeair coosejeros infa^nes , que le impideo aoattar de so frente lo diadema. es el ardor de P o lin i.e , joh m a d re! ni de -su hermano la infeliz soberbia el invencible obstáculo , q u ; estorba los vínculos de paz q u s se desean: obstáculo infernal son los serviles acentos de esa turba lisongera. Joca. Mira coál de mis ojos sío piedad se aleja; ¿ q u é poede ser ? ¿ à so furor ha voelto ? I desconfía de mí i A n tig . Pensar debieras que un vil usorpador tJonca íe fia, y que el o d i o , el ren cor, la moerie e a «ierra, este es su corazof). Joca. Siempre torciendo sos acciones al mal está tn le n g s j. Si Pdlioice á mis instancias cede, y á la rs 2 on , y â la virtud se enere« para negar su í e , ¿ q u é otro motivo el R e y entonces mendígár podrera ? A n tíg . ¿ F a lta ro n nunca al R e y preiextos vanos para vío'ar so fe ? si la diadema no cedtí Polinice et<;rnarnente á tíic hermano facal j en vcüo e 'p era í 13 g ESCENA i n . D ichas y Polinice» J o c a . E q ti tan solo mi esperanza vivé. V u e lv e , hijo m i ó , so descanso á T e ­ bas; y á tu mísera m a d r e , y á to hermana ven ahora á consolar. Dime , { se a* presta A draste , y c<‘ n so gente le reí! 3 á so tetno pacífico? Polin. { S i apresta á dejor Eteocle estas murallas ? Joca. ¿ C o n qoe para mi m a l , y $□ vergü ;nz9, siempre he de estar o y e s d o á u n hijo mió; ó diiatar la p a z , <5 no quererla ? laldra tu bvtinaBO^dejterrodo, eu tan«10 14 Comedia qoe y o eo sm args soledad coblerta, y o h ! ]sl com o callar > borrar pud iera en mí un arcono tun atroz ! entonces del cielo a b o n d o n a d a , y de tos tnios» m e Véiá ftíDtcer ; tú te deleitas feliz la su ene de nosotros fuero, y un delito tan solo se vería.... en airaacar mis lágiims;. i T a s voces mejor caer por alevosa diestra no eran antes de paz ? P o lín . Y a son de guerra. es , que morir con atroz vengnnza: pero sa b e rte , y no emplear la fuerza.««, Y no preguntes la razón qne tengo, torrente horrendo de caliente sangre q u e n o b ptiede revelar mí lengua. y o y a miro correr. H únd ase Tebas. T ú la sabrás ) y en el m om ento mis* ¡ ^ h C reon....! to amistad....! mo A n t t g . I Desventurado t el hielo de la m uerte por tas venas la amisrad de C re o n es muerte cierta. sentirás con horror. T a o solo digo, J o c a . > (u a ca le he visto proteger to cao* q u e Adrasto y a no parte de esta tierra: sa. n o , jamas: h s soberbios eHifiitos P o lín . E l la protege solo. d e la pstjora y execrable Tebas, A n t í g . El con cautela tal vez m n y pronto le darán morada os vende á todcs : y o lo juro : él borla entre esas ruinas. A l romper las p u e r ­ vuestros santos derechos: él astista.... tas p u e d o mi tom ba hallar ; pero a o im ­ J o c a . £ s mi herm ano Creon : eobtra mis hijos porto, no puede , no , asestar. co m o con gloria y con venganza m u e ­ A n t í g . Cullo mi lengua ra. havta s q u l, madre mía ; per® abora J o c a . ¿Y q cé venganza ? ¿y coutro quién ? y a no es d ado c.jliar. JKs esa ^.;ra P o lín . V e n g a n z a padre de E m o n , como t u hermano. E l de un traidor. Jiijo J o c a . El traidor es quien fomenta conoce su interior : el hijo llega allá en su seno eo.n.oculta trama fi ,m í m ism a , y lo afijma. N o lo d a la sospecha , el .rencor. C orre á mi len* d««; £^ua.... él aborrece á entrambos : él desea A n tíg . J o c a s ta , hermano ; á mi terror toa en el solio sentarse ; y no hay delito solo q u e por llegarlo á conseguir no e m ­ debeis ereer. prenda. J o c a ¿ A tu t e n o r ? g q u é piensas? J o c a . N o lo creas jamas. Sagrados diobab'a , o o tardes. «es^ A n tíg . D e Eteocle al lado ¿puede haber ta n to horror? e i u siempre Creon. £ l le aconseja; P o lín . ¿DíSnde la incierta tem ed , temed. planta llevar ? \ qué laberinto infame J o c a . Creon ? ¿ e perfidia inaudita í i y que yo deba P o lín . iPiD^uiera el cielo, mis enemigos ver en los amigos, Que d s ese monstruo el coosejero fuera I q u e al hom bre señaló naturaleza ! y o conozco à Creon. S.n éi oeaio.... ¿ y q u i é n , quién sabe , si en vosotras la venganza fatal.... la hoirenda p e ­ mismas, na.... en vo'otras , que estáis á mi pref^encia J o c a iQ ü é interrum pido hbblai! ¡qué ro n ­ de la a m a ta d el exterior m o itrando, ca tu iia l ah >ra el engaño y ia traición se alb er¿ q u é es lo que ocultas de to m a d re ? se­ pa tú eres mi m a d r e , lí j tú eres mi her­ eíla el origen de tu mal. mana, P olín. N o puedo- Los hijos de Edipo» mas importa f estos nomb(e$ cu la tierra nombres sea- sacrosantos 5. pero nombres de negro- borror y moldicion t n Tcbas. ¿ N o era el u s a rp a J o r hsrm a oo mio ? < CreoQ no eia mi tío y mi. defensa....? oh alcazar criminal ,, d o n d e infelice abrí los ojos á la luz primera I. cuantos en ti respiran son mi- sangr»»,. y aque-ta-sangre mi morir deseo. E n ti ya no hay piedad.. E o ti i q t í é busco ?. ¿ qué prom eterm e p ae d o ? a d o n d e q u ie ­ ra que v o y ,, miro oo traidor qoe me per­ sigue, y à asesinarme va. Muerte mas fiera es vivir con v'-sottos sospechando,, q u e espirar d e e n accro- á. la violen!- no >é ii en guien me a r r p a r a , y me de* testa.. A n t í g . L a í dos te amamos coaoto amar se puede á un hijo y á QB hermano. J o c a . Mis cfensijs JO te perdoíío f ese silencio romper tnn fiíTo a rc a n o ,, que piedad revela. P o lín . U n juramento...,. A n i í j . U n juram ento cede á 10 ley qoe nos dió nattiraleza; P o lín . I Y quién primero ia lo m p íó ? Ia horrible sangre de aquel que sos derechos hue­ lla, y o , y o la verteré ; pero en el campo. A n tíg . A y l que no es d a d o derramar c a febas-sangre q u e no sea ta y a . J a c a . Los delitos jamas con sangre fraternal se enmien« dan.P o lín . <Y por qué tó. m e hiciste hermano su y o ? Joca. %X por q o é tC m a s pé.ñdo te mnes- fo'iás que a! nacer mió presidistti', füria.s que dofninais en mi-existencír,, ¿á qué. nuevo d e lito , á cuál desastre rae quereis reservar? ¿ por q u é las paer^ tas no m:i abrís del averno ? ¿ es pc rq o e im ­ tr.“.s f ■ piò P d lín . M adre m i s , no mas ; esas palabras no soy y o aun-tanto como E d ip o fue­ me llenan de d o l o r : saber deseas...? ra ? tal vez doble traición: tai vez encano,... J o c a .. Hijo c r a e r ^ . y de ese padre indig— ¿ qt}é iba y • á prof¿rii ? á Oíos te q u e ­ 00, da. i y ttt has p o d id o la traición horrenda J s c a . H ó m b ie i;ifl¿xible á mi peoor 1 de* en tu madre fingir? ; y t ü has po d id o tente. sin temer so ríg^r en esta tierra, A n t(¿ . H e aqui á G r e c a .las furias invocar ? P alin. ¿Poes q u é se deben ESCENA IV ;invocar o t to i nómeaes en Tebas V Joca. A n ti^ : H árm ano...! Polirli Ya n o ^ ia patria mía es de Argos. En su seno se conservasiempre la fe ; y o viviré seguro d o n d e ninguno apellidarme pueda ni hijo , ni hererano. Joca> Dg fstos cam pos h o y e r vuelve á esa patria , q u e ftuloso anhe«la y V fin en q o ie a te engaña» Polín: A q a i me fio. Dichos y Creon*^ J o c a . M í agitación consoela.- ( ¿ í Creon.\ l . y posib'e será I dime ; responde. C reon. P a z os traigo y placer»-La amar* ga pena para siempre-colmad. Ya Polinicees el monarca qne en vosotros teína. P o lín . ¿ Q ú é m e a u D n c io t u voz? Joc-a. ¿ Y será cierto ?■ \ r c o n . AbaDdrnod las tímidas-sofpecháíj: j a - £tto ci& fsío z. se ve osodado.... I i Comedía nueva, P o lin . ? 5 ; hd m ndodo Eteocle í ¿ y t á lo piensas ? ACTO CUARTO. í y fó á mí mo fo diees? Creon. ( V a es ú t i l la u r d id a tr a m a t la D etig/tnza n u e s­ B l te a tr o re p re se n ta u n m&gn(fic9 tent* f i o d e a r q u ite c tu r a g r ie g a . E n e l cett'» tr a ) tr o u n a rc a d e tr e s f i e s , y e l s im u ­ es vt^rdad q a e mis débiles palabras la cro d e J ú p ite r : d los la d o s dos a p a ^ noocQ su d u ro corazón Tcncteran, ra d a re s con p a te n a s , b a n d e ja s y l* si orra rezón mas sólida y terrrbie so p a sa g ra d a . no se oniese á mi voz. M urm ara en T e ­ bas ?a tropa toda « y por la injusta caasa ESCENA PR IM E R A . d e un R e y perjuro á batallar se niega« Esta firmeza universal le oprime; E te o c le , J o c a s ta , P o lin ic e , A n ííg o n a , y al verse amenazado y ein defensa S a c e rd o te s , p u eblo y so ld a d o s. se rinde al ñ a , la precisión velando con voces de heroísmo y de grandeza; y m anda , que al gran tem plo en alta J o c a . Si es e s te , ¡oh dioses! de la p az el pompa día, sea el áltimo también , que coa sos ra­ los sacerdotes al momento vengan; yos y la guardia , y el pueblo , y los sol­ mi vida a ío m b r e , y fenecer me vea..., dados; mas ¿d ón de está Creon? ¿dó nd e sos pa­ p o rq u e delante de los dioses vean sos dar el trono Eteocle á Polinice le lievsn ? a y ! entre el aplauso general de Tebas. E te o c . Ese tem or ma cfende. P o lin . Al Jemplo.... Yo , madre , como tú , la p az boscaaJ o c a , i Y puedo prom eterme ta n to ? do A h í n o , que la esperanza lisonjeia v o y , paes la c o m p r o , y al comprarla iDÍl veces alhagándome engañosa, ceáo mil V€ces me burló, on trono , que ninguno me ha quitado; C reon. N a d a y a tenaa«, bien que la f^ma m orm ura nd o diga tus votos se cumplieron ; resta solo que no lo sopo dtfender mi brazo. Tcnir , jurar, y coronar la empresa. Mas luzca la v e r d a d : y o por mas A n t i g . N o te fies aun ; cruel presagio tiempo me oprime el corazon. verme no qoiero en tan penoso estado, J o c a . Mi pecho tiembla. ■i mirar á mi madre ccmbarida P o lin . N o tiembla el m ió , q u e temblar &• con la esperanza y el tem or luchando. subt: Uriiao objeto de los votos mios mi cauia es ju sta ; la venganza eter> es el público bi.'n; y o soberano, oa aprecio aun de ciudadano el nombre, m e dará su fjv o r.... si ella me falta, sabré en mis acciones demostrarlo, aun e^ta espada y mi va¿or me q u e ­ de.'pecho tal vez de aquel q u e huella dan. de la pattia los fueros sacrosantos. N n n ca del cetro me creí tan digno; ni lo fui y o jamas como ahora , coan« do del regio trono á mi placer desciendo, porque soba mi heim an o ¿ dom ioarnoi. r Los hijos de EdipQ. P o lín . jG ran pensar ! i g ra n virtud 1 y y o te creo m agnánim o coa! suenas en to labio, y cual eres q o iz l. N a ss tra s accionen, y el tiem po mostrarán , si somos ombos igosles en honor.... m ai y o te a f i r m e , q o e nunca , oooca à i este imperio ei m ando menos encantador me ha parecido q n e a h o r a , q n e debo á t r i placer c o ­ brarlo. N o soy y o d e la psz aotor primero; y mas q o e o tro tal vez vivo y desean« so «obre !a paz , qne en este pecho fcin», y se extieode à mi espada y á mi bta> zo; $i atio mí tropa de T í b a s n o ha salido, ¿ tó bes la ta^on ? Eteoc. T e has engañodo. i D óode saberlo y o ? ¿quién en to pecho pudiera p e n e tra r? cu an do veamos en ti el M onarca de este im perio, en» tonces será q u e el h é r o e , generoso, humano, se presente cool es. Yo , y o tan solo deseo para bien de los Tcbanos que fueras tú aun m a y o r qoe lo que ve­ mos. A la vil ambición nunca foe dado robar la caima á mi tranqoilo pecho. Si útil es á mi patria tu reinado, ótil es á m í mi m o ; aunque de Tebas v a y a proscripto , por el m u ndo erran­ do, siempre con ella partiré mi gloria, 6 mi adversa fortuna ; y siempre hollan­ do del destino ei r i g o r , tos votos mros p o r tu im perio al ol'm po irán sonaado. Polín. Del destierro la afrenta y los d olo­ res padecí y o ta m h te o , siempre lejano d e cuanto loi mortales en el m undo tienen de cariñoso y dfc sagrado. Si r a in r m e en u n t r o n o , que era to y o , DC fuera para ti m a y o r quebranto, q u e ei destierro mas bárbaro y sangrreo* to, ly y o te diera t!n anlo en mi pa’ocio. P e ro üirte n r m b r a r súbdito mio a q u í , d o n d e M o narca te nom braron, para tn grande corazon ^eria..., Eteoc. La ley se ha de cumplir q u e hemos jurado. Mi presencia tal vez aqoí p o jíe r ? , el poeblo to d o á mi pe?ar n'zondo, no to m o lto encender. Yo viviría á to lado en pacífico descanso, sí otro eoemigo eu T eb as no tuviese q o e t e m e r , ú d o á t i: s i m p r e g'ran do en derredor del tro n o las sospechas se ven á par del li^ongero encanto, y yo aumentar su n ú m e ro no q c i .r o con mi aspecto y mi voz. Al ñn y o parto. T ú me diste en tof! hechos e! eg.;mplo, y y o empero seguirle , -y rej.ignodo, tu salida imitar ; mas de otro m odo volver de Tebas á pifar los campos. P olín. Y josta es la venganza , en q u e te fund a': esperanza que te está marlfestando, que en mí un perjuro á tu pe^ar no mi* ras, y que á cumplir mi fs no es necesario valer<:e d e la^ armas. Joca, i Infelices 1 ¿ q u é prcfitiendo enais ? en coda p3fo, eo cíjdo m o vim ien to , en cada accnto, vuestro ocolfo renccr estoy mirando, I no es este el dia aquel , la hora oo es esta } ¿ no es este aquel logar qoe habéis fi­ jado p ara dar fin á la croci conííenda, y renovar el juramento ssnto ? O h ! j q u é mal oon mordaces expresio­ nes obra tan grande principiar miramos ! ambos quieren la paz ; pero ambos tie­ nen goerra en el corazon , paz en los la­ bios: am bos pretend en fe , y ambos la niegati¡ ninguno sufre , y amenazan ambos, y aun antes de jurar tal vez perjuro..... i8 Comedia ¿por q u é, si as! d o s o i s , n o habéis ju­ rado ? E te o c . Uices bien, m adre mia. jA q a é mas ik m p o dilatar el m om ento deseado? y o con nuevas contiendas perderla mi gloria to d a , y el brillante lauro de dar la pnz , á quien me da la guerra* Ministros del a l t a r , aproximaos: traed la sacra copa , y renovemos el tito q o e mis padres celebraron. H r y nuestro m utuo juram ento afirma de dulce poz en los eremos lazos. A tí , á mi h e r m a n a , á la doliente p a ­ tria, y á todos los Argibos y T ebanos, be a q u i , hermano , la copa q o e te o frezco: tú con sDcro terror la acerca al labio; y jora que saldrás del regio tro n o def¿nsor de la ley , y no tiranos jora también á mi poder volverlo, sin pedíítelo y o , cíimplido el año. P o lín . ¿Q ué ;ure y o volver lo q u e oo ten» nue'üa, E te o c . C ierto : es la p re n d a de mt ainisiúd.... P o lín . ¿ T e atreves á aceptarlo ? E te o c . i Dudas ? P o lín . N o d u d o , no : venga la eopa.... he a q u i , q o e y o resibo de mí h ¿rm a* D O ,... ona prenda fatal.... infame prenda del inmenso r e n c o r , que exterm inado solo será con nuestra sangre misma.... m a d r e , h e r m a n a , m in iu ro s, c io d a d a DOS m i r a d , mirad la fe > mirad la gloria de fiteocle : veneno es este vaso. E te o c . ¡Im p o sto r...! J o c a . i Q u é pronuncias ! ¿ y te atreves asi à tachar de pérñdo á to he rm a n o? P o lin . M e a t r e v o , s i , me atrevo. Yo lo ju ro , | o h m adre! por to v id a ; y n uo ca en vano p o r to vida juré. N egra es la tacha, a tro z , mas verdadera. H o m b r e m al­ vad o , ¿quieres t ú desmentirme? e u a es la co­ pa: jura primero iu darlo a ta nermanot libala tú p r im e r o , y y o me allano y o juraré de^pues íestiiuirlo, loego á bebería y perecer conmigo. E teoc^ Ahora d i , ¿ o o eres l ú quien los es­ E teo c. T a l vez p erecerás T r a i d o r , acaso tragos, la m uerte has m e recido , y me sopones la m uerte y el incendio ¿ noestra p a ­ la traición que tú mismo has m editado. tria ¿ Y o defender por a n a vil sospecha está e a so misma resistencia da n d o ^ á ona píueba tan v i l , c u a n d o tus labios ¿quién p u a d e si no tó sus moradores» con colores tan débiles la fingen, p o r ti solo , por ti sacrificados, que están tu misma iniquidad uiostran« asegerar ? las madres sin consuelo d i...? llorando de ti p e n d e n : los ancianos {yo tratri:ida infame ! si quisiera d e ti p e n d e n : los tímidas esposas, tu muerte y o , ¿no estás entre mis m a­ los inocentes sfligiJos año?, nos ? m i r a , cuál tieodeo las doliente» pal­ ¿ á q u é el engaño d o n d e està la fuerza ? mas i no soy y o de este imperio el soberano? soplicandn hácia ti.... q u é estas p e n ­ súbdito mio l u , ¿ q u i é n , qoién podria sando ? ni al tremen lo furor , ni 4 los amagos todos c$pero 0 , t o d o s , de tí solo d s to fenor librarte ? la paz V 1j ventura del estado. P o lin . ¿ C j n que esá d o n , qoe liberal me P o lín . A tus furores fácil es libertírme : á t j s engaños ofreces, no es fúcil, no ; va-ailo t u y o , p uedo prenda es de to omisrad...? ¿ d o a sacro­ hacerte á ti temblar en tu palacio, santo y contigo 3 los viles que te cercan.... d e lu fe y to candor ? 19 L o s hijos de P.dipB. mas td sabes qoién eres.... y no es c a ­ P o lin . Yo caítígarte > y despreciarte o f r tz co, do q u e no eres digno d e renro'" tan olto. & ti e! valor de provocarm e á pnerra.... Caerá conmigo el «xccfnble t ono E te o c - Poes q ae to d a tu furia has recopor cu horrible ambición contaminado. bra d e , Y { c h , íi al romper tu c o i u z < n , p u ­ también y o cobro mi furor. Te&tfgos diese serán de tu violencia íes Tebanos..,. para siempre borrar en los humanos tiembla , tiembla , infeliz. D tja pretexbasta la idea de la e a jrp e nue-tra 1 to$: E í í o c . A hora eies lú mi verdadero her­ arroja al suelo el prc fañado vasos mano. guerra y odio mortal me deciarasfe) J o c a . Ahc ra de E dipo verdaderos h íjís guerra y odio mortal te declaro. íois , é hijos míos.... con terror mí» J o c a . B árbaros, detened : venga la c ops. rando Y o ) sin t e m b l a r , la acercaré á mis en vosotros estoy las negras fnría% labios; qoe en el lecho nu^icial me atorm en­ y si b ebo !a m u e r t e , q u e deseo, taron.... con el!a á tas deidades satisf-go, mas y a á expiar mi e c ip a os veo p r o n ­ librándom e por fiempfe de la vista tos.... crimina! de sus hijos sai goina io»'.... ¿ p o r q ü é , por q u é ta rd a ic ? apresuraos: entre vosotros el traidor se eiconde añadid ai tncesu> ti fíatricidio, jin saberse cuál es.... {Rúmenes santos! y luzca ese valor. en tan infausta n to a ü o n muriendo E t^ o c . Fuerza es ha lo todas mis desventuras os consagro. la sentencia ccm pli:. Hijos del crimen, Allí está la v í:r d a d : venga esa copai el crimen con la sangre circuiandr, ee^e la duda. hierve en nosoiros. D e mi vi ta lejos A n iig . N o .... jamas.... h u y e v e lo z , primero que mi brazo..,. P o lin . En Viino P o lin . I Y q ü é puede tu brazo ? de m í aguardas tenerla» E te o c . H u y t t 00 tardes: E te o c . Y o la quiero: asilo b ü 'j a en tn insolente cam po, míralo y a tn el srelo hecha pedazo?; qoe alli también te llevaré y o muerfe. y con tila también rota p er jítm pre toda paz ; j a y de li I mí fueite brazo ESCENA II. va á c a e r : con mi acero lu im postu« ra Creon f E te o c h , J o c a s ta ^ P .U ntce^ «abré y o vindicar en ese campo. A n t í f o n a i S a ce rd o te s , su ld a d o s P o lin . Acostumbradas ai traidor veneno, y pueblo, mal à ei acero blandirán tus manes. E te o c . Sed Insacitble de tu fangre tengo. C reon. Sernos v e n d id o s: con so sangre P o lin . T a l vez la t u y a verterás. Adrasto E te o c . Entrambos la tregua rom pe , y fajílrundo gira en nueftra propia sangre á un tiempo nuestros muros intrépido atacando. mi mo Y a amenaza igualarios Cf-n la tierre, nos podem os bañar : allí otro vaso y en medio a sus escombros sepultar­ nos aguarda : alli juntos beberemos nos, sangre , sangre ; y bebiendo y espiran­ do, co m o no salga Polinice al pun to libre de la ciudad. mas allá de la moerre aborrecernos E te o c . N c f no e« Adrasto jurarán moribundos nuestros labios. 20 Comedia el péifiJo traidor qoe asi nos vende: y o ié quien es , y descargar en ambos con solo un golpe la venganza p u e d o ... ma> no quedara mi rencor saciado: sal Seguro de T tb a s , Polinice, lleva por prenda de mi fe el insano ard o r q u ; aliento de luchar contigo. T ú , C i e o n , parecer piensa eo el c a m Po en trs espada T e b a a a ó hierro A rgibo . Y o te dejo elegir. JCoca. ¡ A y , hijo i E íe o c . £ a vano oponerte pretendas i mi fcrifl. J o c a . O yifme. Ett'QC. N o . J o c a . T ^ seguiré..,. E te o c . Sokladoí, cu.-tódiíníe las p n e rfa s, y de Tebas ^ u e no sa'ga mi madre. A vaestros bra­ zos y a no q n e d rn obstáculos. V o le m o s Bue^tra rabia á llenar, Al campo. ESCEN A III. J o c a s ta , P o lin ic e , A n tíg o n a . P o lin . Al campo. J o c a . El es lu hermano. Escacha, P o lin . Es mi enemigo. £1 me veodió : mi honor está clam aiw d o .... J o c a . 'T u honor c ondena los delitos, )^y m odera ese furor. .P o lin . Y cuando Adrasto su v ida expone por salvar la mir, i y o h<:: d s estar vuestras lágrimas mi* rando} no lo esperéis. Joca» I T ú mi«:mo > i con tu espada ? ¿en tu hermano ? \ qcé horror I P o lin . Y o v o y al cam po Á encontrar solo u n a gloriosa muerte, Qo á bascar al que tú nombras mi her< m ano. E s t o prom eto. A Dios. n ité v a , J o c a , i D esven tu rada! A m í g . ? 6 t piedad , por piedad..,. P o lin . M e es necesario ser y a sordo á tu voz : y o VDelo.,*« Joca. ¿ Adóode ? P o lin . A morir. ESCENA J o c a s ta , IV . A n tíg o n a ^ J o c a . j A roorir! ¡ b á r b a r o ! A n ti g . i H erm ano ? J o c a . /Ya no le veré mas! piadosa hija, t ú i d a eu tanta pena me has q u e d a * do ; T e n , p u e s , á consolar tu triste madre, sus m o.ib a u d o s p á rp a Jo s cerrando, ACTO Q U IN T O . E l te a tr o re p re se n ta la g r a n p l a z a d e T e b a s y y en e l fo n d o la p u e r ta d e la c iu d a d . E n L o n ta n a n z a e l c a m p a m e n ­ to d i P o lin ice ', d la d e rech a d e l p r o cento e s ta tu a s y obeliscos ; d la i z q^nierda a tr io d e l p a la c io d e E d ip o \ en la s p u e r ta s so ld a d o s y g u a r d iA S , ESCENA PR IM E R A . J o c a s ta sola s a le p r e c ip ita d a y lle n a d e a g ita c ii,n i'or e l à tr io d e pa la cio . J o c a . Y Antígona no vuelve.... ¡oh dnra fuerza que ma deiieoe aqui! y o desde lejos, sola , afligida y palpitando , el raid o del cómbale fatal estoy o yendo; y aqui también de ia cruel venganza a guardo el án.... ¿ y r iv o ? ¿ y an a es­ pero < y q u é puedo esperar? |n a d a ! e s ta s d gusiia, L e s Ji'-jos esta vida Infeliz que y o aborrezco, le y es del h a d o que lievarme quiere cómplice á ser del fratricidio , y luego á m oiir ; poes oo q ued a otro d e ü to ; y ha de verlo Jocasta , | o h del A v .r o o euménidos feroces ! \ oh vosotras q u e sois las tüttílares de este imperio I i por qué no abrís ios seuos infernales, y me tragáis y sepultáis en ellos ? I no soy y o por ventara aquella m a ­ dre, q o e á un hi]o s a y o en profanado lecho hijos V hermanos dió ? ¿ y esos impío?, q u e están ahora con furor b ib ie n d o u n o de otro la sangre en ese cam po, frotas oo son de obotninable incesto 7 I f o t o s no son de vuestra furia ? ¿todos a o lo somos tambieo? \ ch qué tormente! y o los dolores de una madre snfío, cuando ser madre con horror detesto. ¿M as qué 5e(á...? sùbitamente el ruido de las armas cesó.... y al son trem endo 00 trem endo silencio sigue.... ¡horrible silencio! ¡anuncio de m a y o r to rm e n to ! ¿ ju iéa sabe si susp¿nsü la bataüo, lal vez,...? oh , y o Infíiiz...! eo es^e ii«mpo lal vez y a se cumplió. ¿ Q ü é d e b o , j a y triste ! c r e e r , e s p e ra r, te m e r? í por qolén al cieio mis votos difiejr ? ¿á cuál de entram bas desear vencedor...? á n a jie , jo h cielos! mis o p s soQ ios do£. .. {oh tú , cual* quiera qoe «stéi gozando el criminal trofeo, □o te presentes à mi v h t j ! tiembla, h o y e de mí. Mi corazon entero es el que tti vcnci te. Amantes sombras, el lago de ia muerte cruzarsinos im plorando venganza ; y nunca , noaca ia vista sufriré de aqneí perverso q o e alzó sobre so hermano m oribondo d e ia victoria ei estaadaite de Edipo. 11 ESCKNA II. D ic h a y A n ííg o n a . A h ! calla por p le d rd .... en tu sem­ bian te el terror d e la m uerte se ve impre­ so.... e?e horrib'e silencio...? A t 2 ¿(§. A horrible lucha dió funesto logor. J o c a . ¡Mis hijos.,.] ¿moertosT A n ií g . U no solo. J o c a - ¿ Coál vive? dilo pronto. A n t í g . Vo vi caer e n s a n g r e n ta d o , y yet* to..» J o c a . ¿A qoién ? re s p o n d e ... ¿ á quién? A n t t g . C a y ó Eteocle. J o c a . <Y es librarse del combate fie^o, ó en él morir eie traidor juraba ? era su fin asegutor su intento, y á esta m adre engañar. Mas tiembla, impío, tiembla , vivo y o a u n ; y aquel aliento qoe y o te di , te arrancata mi furia. A n ti g , T ó DO sübes aun to d o el tuceso, y culparle...* J o c a . Yo c o lp o al q n e está vivo, que e! que ha sido solím en te reo. A n tí g . cY quiéo sabe si aun vive? ¡ oh ma­ dre mia { como fú puedas escuchar mi acento, verá' que el hijo que cu.p&ble o o ra b.a*', era mas desdichado qoe perverso.,.. no bien desciende Polinice ai campo, le ciñe en ir;rno un escuadrón inmenso de Argibos h é ro e s , qoe anun ¡ando él triunfo con grito' , hccen te m b ’ar ios vientos. H e aqoi á E t;o c le ; á su preseocis hierve, a r d e , retum ba el batallar incierto, que T id e o y A dro'to acaadiliaban d e alto valor y de venganza llenof. P e ro y a Polinice enardecido se atroja en m e d io : aute sus píes re ¿ieodo 22 Comedia Toela el te r r o r : la m nerie le a c o m p a ­ ña; y moertes mi! y mil con mil a'^pecfos se siguen , sin que p qed a en ta n to goU pe la q u e bu^ca encontrar. A n te sn ocefo tiem bla T e b a s , o n d e a , y c e d e , y huye, y com pra infcme su rív ir ho yejido. C u a n d o Eteocle rápido saltando p o r m edio del t r o p e l , y en labía ar» dieo do , \ A h y P o lin ic e l g r i t a , y c o r r e , y t b c la, V le encuentra por fin. ¿ Y no h u y e ? ¡ o h cíelos! A n t i g . ¿ C ó m o librarse i su feroz orgullo) su le n g o j se desata en vitupeiios: le tacha de c o b a r d e : le provoca á duelo s í i g u l a r , y en ronco acento, T éb a n o s (grita) s u s p e n d e d la fu r ia x A r r ib o s , e n v a in a d e os aceros: n u e stro es e l g a la r a o n : 7io -vuestra sa n g re , la sa n g re n u e s tr a d e r r a m a r d e b e ^ mos a q u i en v u e s tr a f r e s e n c i a , en e ste m ism o ca m p o d e m u e r te . Y t ú , q u e y a no debo m i h erm a n o a p e llid a r , v u e lv e ta n solo en m í e l r e n c o r , ¡a r a b i a , y e l a ^ cero. D ijo , y decirlo , y arrojarse al frente de su herman>> at punto« J o c a . ¿ Y no pudieron impi'dir los arm ados escDadrooei tan b.írharo luchar ? A n t( g . Hn tal m om ento por la alma un hielo nnirersal camina, y mezclados coai eran los guerreros, Inmóviles y atón itos se qoedo.). E t e r c i e , en su hórm ano precipita la e s p a d a , el b r e ^ u , la rodela , el cu^rpr^: e n e herirle no qniere , y lo rechaza: E te o cle resuélvese mas ñero, nuenat y mas le o p r i m e , y le persigne. E n » tonees, in v o c a n d o á los riSmenes eternos, i ¡ i , tfi lo q u ie re s , Puliníce ezcUma; y fijando los ojos eu el cielo, baja la p u n t a , que las forisE llevan á tiaspasDt el descuidado pecho d e Eteocle , q u e cee* H irviend o salta U sangre , y tiñe d e so herm ano el coerpo, que al T e rla t k m b l a ; y á so pecho miím o vuelve furioso el homicida acero, n o p ue d o y o ver m a s , q u e á horror tan grande, alli cedió mí fatigado aliento: se em p añ aren mis ojos , y mis pasos vaciipndo á e (e slúo me trajeron...« y b f íí. j-Olí T e b a s ! {oh re nc o r! ¡ o h E dipo! j oh tiono...J A n t i g . i Cuál será el ñn de tan cruel soqeiO ? I cuál será ? | ob m a d r e ! J o c c . D e fiosouas digr.o. ¿ M'js no oyes el lu m o r q u e en sordo e s tru f o d o aqui i t va acercando } ¡ oh D i o s ! ¡ qué miro ! a q u i Eteocle m o r i h u r d o , y e r t o cc nducen. Ay | A n t i g . Y con doliente pa«o le JÍguen fus a m ig o s , sos gu?rreros..„ ¡q u é veo] y Pulinice le acompaña.... ESCENA IlL D i c h a s , P o lin ic e , E te o c le en un l e ­ cho fo r m a d o d e escudos y tro fe o s mi-^ lita r e s , ftie b lo , so ld a d o s , Ar~^ g ib o s y T eb a n o s, A n t í g . ¿ Y tú respitas, Polinice ? al m e­ nos.... P o lin . \ H o y e de m í , infeliz! ¿ n o me ves to a o , to d o en la sangre fraternal cubierto ? J o c a . Asesino c r u e l, tigre inhumano, ¿ Y llega á tauco tu feroz alieeto, £oí hijos ds E d ifo . ' q o e vienes á la T7Í'ta de o n a m adie 23 mi a d i t o á expiar , d i m e tns brazos, con el hijo infeliz á quisn has ma<¿r* y en ellos tu p e r d ó n .... c o n o z c o . .. foh to ? cíelo I P o lin . Yo volver á tu vista n o quería, q n e mis amantes st5plicas t e c f c n d e o . sioo m u e rto tam bién » q u e el mism a i M í'ero y o infeliz ! E íe o c . I Q u é estás diciendo ? hierro q u e sos entrañas rom pe > en mis en« hijo de E d ip o l ú , ¿ perdón imploras, y d¿ un hijo de E dipo ? trañaj y a iba à clavar con im p e lo mas fiero. J o c a , i A un en lu pecho / o c a . M as y o entre ta n to respirar te m iía rabia...? tr t. E te o c . Las Eoménides fijaron P o lin . Q uizá el destino para mas torm e nto su tro n o y so ín to r e o nnestros p eá otra mof>o mi moett<? ha reservado; chosf ¡ o h , si fuese la t u y a l be aqui mi p ey y o no siento aoir salir la m i 9, ch ,, nr con la sangre el o d io .,., ¡ q o é t o r « hiete sin compasion. ¿ P o r q u é vaciías? mento ! y o hijo t u y o o o K>y ^ soy un p e r ­ j q u é b árbaro suplicio.» l < y lü has ven* verso crdo ? m atador de mi hermano. ¿ y t 4 vives aun ? ¿ y tó mi cetro J o c a . Infam e , callar llegarás à empuñare..? volad , ¡ch par* no nos robes lo^ tiltimos momentos^ cas I Eteocle f hijo mio...! no responde...r n ccbid de m a ta rm e antes de verlo, mira á t a madre que te estrecha al se­ P ü lin . Yo te lo ^uro. L a imperial diad e­ no^ ma y fus ardientes lágrimas q u e bajany jamas mi frente ceñirá. C o n te n ta mezcladas c o n t n sa n g re , ei roto pe­ goza la calma de la eterna noche. cho £ n regia p om p a y magestad oobierto, y to frente à regar..., a h í vuelve y vuel­ con las paternas coicn^da»^ sombras ve, pisa fw'íiz la orilla del Letec,. abre esos ojos lánguidas y yerros. Y o reverente eo actitud hum ilde, consuela mi' dolor.sombra orenor t e segnfré ^ lo lejoj,. Eteoc^ j Oh madre m ia...,l súbdito-, herm ano. C on d u c ir procom ¿estoy enTwbas?: ¿ m u e ro R e y . . . f ¡qoé; á ru agitado espíritu el sosiego..... veo í mírame y a á tus pies' arrodillado:; y í á vives , traidor.,..- y y o espiran-^ dame tú tu p e r d ó n , y muera-luego. do..,> J o c a . Consígalo pop fin y i tí mas P o lin . T ü d s mi sangre derramar te c f r e rgrande CO í qu« so destino criminar veremosr y o la consagre i apaciguar to sombra,hazle con to perdón mas execrable, q u e y a furi;isa me perngue. Al menos y véogufte su atro? remordimieato, la ira d^^on. T ú mismo tQ< lo sabes;; A n í í ^ ¿ Y riu \ no te rindes y corazon de sobre mi espada a b a n d o n a ste el pe­ bronce? ch o, cede á tanto d o l o r , i tan to roego, y Ju muerde quÍMste. j O h crudo golpe!' á ranta y tanta lágrima. él te h'í privado de fatai aliente;, J o c a . H ’jo mio, pero à m i , q u e es aun m^s d e honor no niígues á to herm ano ese coasnelo. me priva. E n tos birazos le e s tr e c h a , y le per­ A ntej q u e bajü a l seno del averBO> donar Comedia n u e v a , los hijos de Edipo. 24 breves son d e .t a v id a ios momtDtost no asi ob'corezoas t a espleodor. Eteoc» O h madre ! n ú , tú lo qnieres ? e^tá bien.... y o ce­ do.... llega , lie rm a a o , al hermatio q a e ase* tin a s y recibe en sn abrazo postrimero d s m í( * ) , traidor... la merecida raoerte* (*> A l a b r a z a r le saca le hiere. UH p í t ñ a l y Joca. ¡ B^ibaro ! A n i í g . ¡ Q u é espectácnlo ! P olin. ¡Y o muero, y íe perdono al fin ! Mteoc.- Y o esto y vengiidc, y m uero lioado R e y ^ y a a n te a b o r tezeo. F I N . r A L B N C I A ; IM P R E N T A D E IL D E F O N S O M O M PIÉ . A Ñ O 1815. , , y S e h a lla r á en su m ism a lib r e r ía c a lle nueva de S a n Fernando^ núm . 64 ju n tQ a l M ercado. Ig u a lm e n te un g ra n s u r tid o de rtta cería ^ estam pas p in ta d a s negras com edias sa in etes y u n ipersonales» , ,