Concilio Evangélico Pentecostal Arca De Salvación

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Concilio Evangélico Pentecostal Arca De Salvación
Departamento de educación
Celebración de la semana de la biblia
del 22 al 26 Sept 2015
3era: Conferencia Sabado 26 de sept.
El Peligro del Ecumenismo Evangélico
Maestra bíblica Katia Camilo
EL ECUMENISMO EVANGELICO Y SUS PELIGROS
Origen del término «ecumenismo»El término «ecumenismo» proviene del latín, «oecumenicus» y
del griego, «oikoumenikos» y éste a su vez de «oikoumenē», y significa «lugar o tierra poblada
como un todo». El término ya era usado en el Imperio Romano para referirse a la totalidad de
las tierras conquistadas : implicaba «el mundo como unidad administrativa, para el Imperio
Romano».3
Ecumenismo es la tendencia o movimiento que busca la restauración de la unidad de los
cristianos, es decir, la unidad de las distintas confesiones religiosas cristianas «históricas»,
separadas desde los grandes cismas. Si bien el término «oikoumenē» se utilizó desde los tiempos
del Imperio Romano para expresar al mundo como unidad, en la actualidad la palabra
«ecumenismo» tiene una significación eminentemente religiosa, y es usada primordialmente para
aludir a los movimientos existentes en el seno del cristianismo cuyo propósito consiste en la
unificación de las diferentes denominaciones cristianas, separadas por cuestiones de doctrina, de
historia, de tradición o de práctica
Breve historia del movimiento ecuménico
La historia del «Consejo Mundial de Iglesias» (CMI). Su estatuto, fijado provisionalmente en
Utrech en 1938, a causa de la Segunda Guerra Mundial, no fue adoptado hasta la asamblea de
Ámsterdam, en 1948. El consejo se definió, no como una «super Iglesia» o como una «Iglesia
mundial», sino como una «comunidad de Iglesias que reconocen a Cristo como Dios y
Salvador». Desde su fundación se han establecido 7 asambleas generales: Ámsterdam (1948);
Evanston (1954); Nueva Delhi (1961); Upsala (1968); Nairobi (1968); Vancouver (1983) y
Canberra (1991).
En cuanto a la Iglesia católica, el papa Juan XXIII produjo un cambio de rumbo con la creación
del "Secretariado para la promoción de la unidad de los cristianos", una comisión preparatoria al
Concilio Vaticano II que más tarde recibiría el nombre de Consejo Pontificio para la Unidad de
los Cristianos. El 6 de junio de 1960, Juan XXIII designó al cardenal Augustin Bea como primer
1
presidente del recién creado Secretariado.6 El Secretariado participó en 1961 de la conferencia de
Nueva Delhi y fue el responsable de la redacción de diferentes borradores de documentos
críticos durante el Concilio Vaticano II, entre ellos el del decreto Unitatis redintegratio sobre el
ecumenismo.7
Las últimas palabras pronunciadas por Juan XXIII en su lecho de muerte exteriorizaron su
compromiso ecuménico:
Ofrezco mi vida por la Iglesia, por la continuación del Concilio Ecuménico, por la paz en el
mundo y por la unión de los critianos... Mis días en este mundo han llegado a su
fin,perCristovive y la Iglesia debe continuar con su tarea. Ut unum sint, ut unum sint.8
Concilio Vaticano II
La Iglesia católica, a través del Concilio Vaticano II, estableció, entre otros puntos los siguientes:
1. Los presbíteros no han de olvidar a los hermanos que no gozan de plena comunión
eclesiástica con los católicos (Decreto Presbyterorum ordinis 9).
2. Se ha de cultivar el espíritu ecuménico en los catolicos participando diligentemente en la
labor ecuménica (Decreto Unitatis redintegratio 4).
3. Los católicos, en su acción ecuménica, deben, sin duda, preocuparse de los hermanos
separados, orando con ellos, tratando con ellos de las cosas de la Iglesia y adelantándose a su
encuentro (Decreto Unitatis redintegratio 4).
El nuevo rumbo se profundizó con el papa Pablo VI, quien peregrinó a Tierra Santa del 4 al 6
de enero de 1964, en el primer viaje de un papa por el mundo. 9 Como resultado de aquel
acercamiento histórico, en una declaración conjunta efectuada el 7 de diciembre de 1965, Pablo
VI y Atenágoras I, guías espirituales de los cristianos católicos y ortodoxos del mundo
respectivamente, decidieron «[...] cancelar de la memoria de la Iglesia la sentencia de
excomunión que había sido pronunciada [...]» en ocasión del Cisma de Oriente o Gran Cisma de
1054.10 Nota 1
El 25 de mayo de 1995, Juan Pablo II publicó la carta encíclica Ut unum sint (del latín, Que sean
uno), en la cual se instó a la unión de las iglesias cristianas mediante la fraternidad y la
solidaridad al servicio de la humanidad.11 Ya el 10 de noviembre de 1994, en su carta apostólica
Tertio Millennio Adveniente dirigida al episcopado, al clero y a los fieles con motivo de la
preparación del jubileo del año 2000, Juan Pablo II instó a analizar el curso de los últimos diez
siglos y señaló la falta de unidad de los cristianos entre «los pecados que exigen mayor
compromiso de penitencia y de conversión», al tiempo que lo calificaba como «un problema
crucial para el testimonio evangélico en el mundo».12
El 31 de octubre de 1999 en Augsburgo,13 se firmó la Declaración conjunta sobre la doctrina de
la justificación,14 por parte del cardenal Edward Cassidy en nombre de la Iglesia católica, y el
obispo Christian Krause de la Federación Luterana Mundial. Joseph A. Fitzmyer, quien trabajó
durante casi tres décadas en el diálogo ecuménico luterano-católico, proporcionó una
contribución esencial para la elaboración de esta declaración. 15 El documento representó un
paso importante para zanjar las divisiones entre ambas denominaciones cristianas que llevaban
2
482 años, desde que el mismo día del año 1517, Martín Lutero clavó sus noventa y cinco tesis en
la puerta de la iglesia del castillo en Wittenberg, en Alemania.15
El 30 de mayo de 2004 se fundó la comunidad religioso-ecuménica de los Misioneros y
Misioneras del Amor Sacramentado, con un carisma basado en la creación de proyectos sociales
que promueven el amor y el servicio. Así, se cuenta entre las visiones nuevas del ecumenismo,
dedicada a la atención de diversas obras solidarias en la comunidad, a las que se suman la
presencia de oratorios que invitan a todos a la oración universal y no el debate religios
Entre los protestantes el movimiento ecuménico se inició a fines del siglo pasado y el término
ha sido utilizado por organizaciones internacionales de las diferentes denominaciones, agencias
interdenominacionales y para eclesiásticas. El Concilio Nacional de Iglesias de Cristo en Estados
Unidos y el Concilio Mundial de Iglesias, con sede en Ginebra, Suiza, son tal vez las más
conocidas.
A veces es difícil identificarlos porque gustan de asociarse con los cristianos fundamentalistas.
De tal manera que muchos hoy en día, en favor de sus propios intereses, cuando están con los
fundamentalistas se identifican como fundamentalistas sin serlo, y luego hacen lo mismo cuando
están con los ecuménicos.
Algunas de las características del ecumenismo evangélico y también cuales son los
rasgos que identifican a esas personas reconocidas como tales
1. El amor es lo primero .Usando como base el compañerismo y la confraternidad, consideran
el amor superior a la sana doctrina. . Declaran que la doctrina divide, pero que el servicio une.
Predican un evangelio social, mientras promueven las buenas obras para la salvación.
No es posible tener un amor verdadero sin practicar la sana doctrina. “En esto conocemos que
No amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. Pues
este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
gravosos” (1 Jn. 5:2,3).
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en
acciones de gracia. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según
las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Col.
2:6-8).
2 .Aptitud de una mente abierta. Con frecuencia se pueden escuchar expresiones como estas:
“Es necesario volver a examinar, re investigar y dejar la mente abierta en cuanto a los
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fundamentos. Sustituyen la revelación de Dios (Biblia) por la razón del hombre , minando así el
fundamento de la autoridad de la Biblia. Sin embargo, las doctrinas y la fe en la Palabra de Dios
y en el Hijo de Dios son revelación divina, no asunto de investigación.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra” (2 Ti. 3:16,17).
“ “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé
que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al
rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para arrastrar
tras sí a los discípulos. Por tanto, velad…” (Hch. 20:28-31)
3. Fomentan una nueva línea de pensamiento intelectual por encima de lo espiritual.
Argumentan que puedan cristianizar ideas, y sistemas paganos que se basan en la
incredulidad. Su propósito es la glorificación de la filosofía, la sicología, siquiatría, astrología,
Metafísica y demás. Pero no hay nada mejor para el hombre que la Palabra de Dios. Lo único
verdadero es el arrepentimiento genuino y la fe en el Señor Jesucristo, La Biblia ordena:
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y
sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en
acciones de gracia. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según
las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Col.
2:6-8).
4. Predican un “mensaje positivo” y muchas veces hacen declaraciones como esta:
“Dios
me llamó a ganar almas, no a criticar a otros”. Con gran emoción mundana atraen a muchos
porque no reprenden el pecado. En realidad no quieren tomar una postura definida, desean
agradar a los hombres antes que a Dios y no condenan el pecado, ignorando lo que la biblia
dice :
“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la
doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos” (Ro. 16:17).
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5. Pocas veces enseñan lo que es el arrepentimiento verdadero y mucho menos predican en
contra del error. Sus temas preferidos son sanidad, prosperidad, superación personal , negocios,
restando valor a la palabra de DIOS:
,“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los
muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y
fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad
el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz
obra de evangelista, cumple tu ministerio” (2 Ti. 4:16. No les gusta ser diferentes al mundo encuentran más compañerismo entre otros iguales a
ellos que participan de los placeres mundanos, que entre los que siguen la santa doctrina bíblica
de la separación. Esta confusión satisface a Satanás, pero la Escritura dice…
“Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Ef.
5:11)
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial?
¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los
ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente... Por lo cual salid en medio de ellos, y
apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré” (2 Co. 6:14-17).
7. Consideran la iglesia, sólo como una institución de beneficencia tratan cada vez más de
hacer de la Iglesia un instrumento de cambios sociales por medio de programas de tipo
humanitario. Sin quererlo avanzan en la misma dirección de los católicos y miembros de otras
sectas. Dios por su parte nos hizo responsables de la gran comisión y nos insta a que
contendamos por la pureza de la doctrina y el bienestar espiritual (no solo físico) de nuestros
hermanos.
8. Se comportan como los mundanos otras de las características del nuevo evangelio es que
sus seguidores disfrutan con las actividades y placeres mundanos.No ven ningún peligro en ser
partícipes de diversiones mundanas, tal como Novelas, Películas de terror, televisión, música del
mundo, discotecas, bailes, sensualidad entre los jóvenes, vicios como fumar, tomar socialmente
bebidas alcohólicas (cervezas, vino ect).Pero la biblia dice:
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“Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas
tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y
no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:5-7).
9. Llevan a cabo negocios deshonestos. Se identifican con el mundo, no sólo con sus
acciones, sino también con su modo de vestir y hablar, sin advertirse de que están practicando
las obras de la carne. El creyente verdadero no tiene comunión con las tinieblas. Pero la Palabra
declara:
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora
en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Ro. 8:9).
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para
que no hagáis lo que quisiereis … Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios” (Gá. 5:16-21).
10. La mayoría de los ecuménicos evangélicos presentan un “evangelio diferente”,
emocional y sensacional. Realmente han apostatado de la fe en Cristo, lo cual quiere decir que
han cambiado y pervertido el plan de Dios para la salvación del hombre. Este plan nos enseña
que primero debemos reconocer nuestra condición de pecador perdido, que debemos
arrepentirnos, pedir el perdón de Dios y depositar nuestra confianza absoluta en el Señor
Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Como resultado de la salvación, debemos mantener
la sana doctrina sin dejar de congregarnos con fidelidad, sinceridad y obediencia a Dios,
apartándonos del pecado y de toda práctica mundana. Dios nos ofrece en su palabra,
reglamentos muy estrictos en cuanto a la confraternidad y compañerismo con falsos
“hermanos”.
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial?
¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los
ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente… Por lo cual salid en medio de ellos, y
apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré” (2 Co. 6:14-17).
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“Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis:
¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Jn. 10,11).
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha
sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una
vez dada a los santos” (Jud. 3).
Como enfrentar el problema
Dios anhela tener una relación personal e íntima con cada uno de nosotros a través del estudio
de su Palabra y la oración y todo lo que nos separe de su plan proviene del enemigo. .El
cooperar con los que no siguen una sana doctrina produce la unificación de programas sociales,
trabajos misioneros o campañas evangelísticas y nos coloca con aquellos que practican las obras
infructuosas de las tinieblas.
1. Es necesario enseñar el plan de Dios completo. Primero hay que escuchar la Palabra de
Dios para poder creer en él, “¿Como, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Ro.
10:14)..
Es indispensable que la persona tenga la convicción del arrepentimiento dado por Dios que
viene de escuchar su Palabra, además que se entregue de corazón a Cristo, sometiéndose a la
Palabra de Dios. “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mt. 3:8).Seguid la paz con
todos y la santidad sin la cual nadie vera al Señor.(Heb12:14).
“No que haya otro (evangelio), sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo” (Gá. 1:7).
2. Debe haber un cambio de actitud , aborrecimiento y desprecio hacia el pecado.
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto
apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios,
no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que
no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios” (1 Jn. 3:8-10).
3. Se debe corregir y disciplinar a los que cometen pecado intencionalmente.
“Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se
arrepientan para conocer la verdad” (2 Ti. 2:25).
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Dios incluso, a veces castiga y reprende a los creyentes, “Yo reprendo y castigo a todos los que
amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete” (Ap. 3:19).
“Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él;
porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo” (He. 12:5,6).
4. Mantener una actitud vigilante de la conducta y accionar de la congregación.
“Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados,
somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo” (1 Co.
11:31,32).
El arrepentimiento verdadero va acompañado de una fe real en el Señor Jesucristo trae la
conversión auténtica, “Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y
de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y
herencia entre los santificados” (Hch. 26:18).“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios” (Ro. 8:16).
“ “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la
doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos” (Ro. 16:17).
5. No debemos ser tolerantes con quienes creen y tiene tales prácticas. El ecumenismo
evangélico es peligroso, porque va en contra de la sana doctrina esbozada en la Biblia. Esto es
asunto de vida o muerte eterna
Aunque algunos líderes religiosos respetables aceptan y apoyan estas prácticas no debemos ser
arrastrados por el engaño. Debemos contender incansablemente por la sana doctrina. No
podemos hacer “males para que vengan bienes” (Ro. 3:8). El cristiano tiene que obedecer a
Dios, de otra manera está desobedeciéndole. :Mucho menos contaminarnos, haciéndonos
partícipes con ellos.
La Palabra de Dios nos advierte en Mateo 13:24-3“Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a
los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos,
de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de
Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza;
que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil. 3:17-20).
Dios le bendiga.
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