Novela Camino de Compostela, capítulo IV

“CAMINO DE COMPOSTELA”
Capítulo IV
Con la pregunta aún en el aire del repentino surgir de tal personaje histórico, deciden
ignorarla por la falta de ideas, así que continúan su viaje hacia Santiago.
A lo largo del camino hacia Carrión de los Condes, pudieron contemplar diversos
monumentos históricos que les fascinaron y por momentos olvidaron el real objetivo de
su viaje…
Pero lo que ellos no sabían era que la secta satánica tenía retenida a su primera guía,
Isabel. Solo que ellos no la recordaban debido a que en la comida que tuvieron antes de
conocer a Yasmin les pusieron una bebida para soportar el calor de aquellos días,
aunque no sabían que esa “deliciosa” trampa les borraría partes selectivas de la
memoria. Continuaron el camino hacia Carrión de los Condes y se encontraron una
singular Iglesia que les traería nuevamente misterios sin resolver…
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Agotados por el cansancio y el calor del viaje, decidieron hospedarse en un albergue
cercano. Al día siguiente se despertaron con ansias terribles de visitar aquel lugar tan
maravilloso, pues algo les hacía intuir que una gran pista les deparaba aquel lugar.
Esa misma mañana mientras desayunaban, se les acercó la dueña del alberge y les dejó
en su mesa sin más explicación una misteriosa carta doblada, en ella ponía:
PARA PABLO Y CARMIÑA
“Tenemos a vuestra antigua guía Isabel, no la recordaréis bien pues os hemos borrado
la memoria pero deberíais recordarla ahora que os hemos hablado de ella.
Si nos entregáis a Yasmin os la devolveremos sana y salva pero, si no, la asesinaremos.
Os prometemos que no le haremos daño a Yasmin. Solo queremos saber cómo viaja en
el tiempo.
Nos encontraremos delante de la iglesia de Carrión de los Condes a las 6:30 y
efectuaremos el cambio”.
Pablo y Carmiña se acordaron al leer la carta que durante las semanas anteriores del
viaje, Isabel era la guía que les acompañó desde Roncesvalles a Pamplona. Ella era de
Melide y la guía originaria del misterio. Yasmin se mostró voluntaria al intercambio
pero con un plan para acabar con la secta.
Se encontraron delante de la iglesia, eran las seis y veinte y decidieron esperar en un
banco cercano. En ese tiempo, Yasmin pudo pensar y mejorar su plan; les pidió que
confiaran en ella, ellos pensaron, debatieron sobre su plan y aceptaron hacer lo que les
pedía.
Eran las seis y media cuando un grupo de seis hombres vestidos de negro aparecieron de
entre las sombras con Isabel atada y amordazada con el obispo Aznárez encabezando el
grupo (según habían averiguado de camino a Logroño era el jefe de la secta y los había
intentado asesinar antes). El tomó la palabra y dijo con voz fuerte y amenazante:
- “Nos volvemos a encontrar…”
- “Así es” - contestó Carmiña.
- “¿Cómo queréis hacer el intercambio?” - preguntó Pablo.
- “Primero que Yasmin tire la espada al suelo…”
Acto seguido Yasmin le dio su espada a Carmiña y susurrándole al oído le dijo:
- “Mi espada y la del Cid son la clave para abrir las puertas que os mostrarán la verdad,
cuidadlas.”
- “Bien, ahora avanza hacia nosotros despacio e Isabel hará lo mismo.”
Las dos caminaron muy despacio hasta encontrarse una al lado de la otra. En ese
momento gritó:
-
“¡Corre Isabel, corre!”
Y Yasmin empezó a correr hacia los hombres y a decir una frase en un idioma que
desconocían todos:
-“Tempus e manibus tempus docet quod ubi simus et quo modo quaeso ne me Saturnus
tuae mare iter barbaros exterminant hoc temporibus”.
Al acabar se abalanzó contra ellos y tras un destello de luz desaparecieron con ella
todos los componentes de la secta satánica.
El plan había salido bien, como les había explicado antes Yasmin. Ella invocó al dios
Crono para que la enviase con los descendientes de Felicia y Guillermo de Aquitania.
Crono, a cambio, no podría volver a su época y, si lo intentaba, moriría ella y quien lo
acompañara. Lo invocaba gracias a una antigua oración y se sacrificaría para eliminar
para siempre la secta.
Pablo y Carmiña estaban tristes y a la vez contentos porque habían conseguido salvar a
Isabel y eliminar a la secta.
Isabel les contó cómo estuvo retenida durante semanas. Según se había enterado, la
secta quería saber cómo viajar en el tiempo, por lo que no supondrán un peligro para su
viaje.
Carmiña y Pablo le preguntaron si Isabel quería continuar el camino o quedarse allí.
Isabel les dijo que ella les seguiría guiando hasta Santiago ya que su compromiso era
ese.
Pasaron otra noche en el albergue y a la mañana siguiente continuaron el camino hasta
la siguiente parada del mapa la iglesia de San Martín de Tours.
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Entraron a escuchar la Misa y a encender una vela en honor a Yasmin; se acercaron a
una monja y le pidieron quedarse después de que cerraran para poder investigar…
Se dirigieron hacia el altar mayor, era una zona amplia y con un gran mural de dos
guerreros con sus espadas alzadas. Se recorrieron el altar entero sin encontrar pista
alguna, estaban a punto de desistir cuando Carmiña recordó lo que le dijo Yasmin antes
de morir:
“Mi espada y la del Cid son la clave para abrir las puertas que os mostrarán la
verdad, cuidadlas.”
Cogió ambas espadas, miró al hermoso mural y de repente… ahí estaba una gran pista
delante de ella; llamó a gritos a su amigo Pablo, colocaron las espadas en las hendiduras
de la pared la cual se abrió a la mitad mostrando así una pequeña sala con dos
sepulturas. Se acercaron sigilosamente y observaron sobre estas, la siguiente imagen en
cada una de las sepulturas:
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Cuál fue su sorpresa, cuando…