Pontificia Universidad Católica de Chile Facultad de Educación Nivelación de Estudios para Adultos CREA Historia 2º ciclo básico Profesora: Victoria Mejías Varas La Independencia de Chile (parte II) La Reconquista El período denominado Reconquista coincide con el de "restauración monárquica" en España, ya que el rey Fernando VII, tras ser liberado por Napoleón, recuperó su trono y restableció el régimen absolutista en España. Esta reacción también se trasladó a América, siendo anuladas todas las medidas tomadas por las juntas de gobierno. Así, Chile volvería a los parámetros de la administración colonial. El gobierno español de este período estuvo a cargo de Mariano Osorio, a quien se le encomendó tratar sin violencia a los criollos nacionales. Se enjuició a los detenidos por razones políticas, siempre tratando de que los procesos fueran imparciales Además, designó un nuevo cabildo, reabrió la Real Audiencia, eliminó todos los decretos dictados y cerró las instituciones creadas por los patriotas durante la Patria Vieja. Entre estas últimas se contaron el Instituto y la Biblioteca Nacional. Cabe señalar que las buenas intenciones que pudiese haber tenido Osorio se vieron sobrepasadas por las crueles acciones del capitán Vicente San Bruno, comandante del Batallón Talaveras de la Reina. Osorio fue reemplazado por Casimiro Marcó del Pont, quien llegó a Chile a fines de 1815. El nuevo gobernador se caracterizó por sus decisiones arbitrarias, generando el descontento popular. El Ejército Libertador Mientras los realistas reconstituían su dominio en Chile, en Mendoza, José de San Martín le proponía a Bernardo O´Higgins formar una fuerza militar capaz de abatir a los realistas en Chile y continuar hacia el Perú. Solo de esta manera sería posible la liberación total, y por eso empezaron de inmediato la organización y preparación del Ejército Libertador. Entre 1815 y 1816, O´Higgins y sus seguidores, junto con San Martín, se abocaron a la tarea de buscar recursos y los soldados necesarios para conformar un gran ejército. Este se armaría con tropas argentinas, los patriotas que estaban en Mendoza, algunos carreristas y esclavos liberados a cambio de unirse a la causa. En total, se reunieron cerca de 5.000 hombres, quienes constituyeron el Ejército de los Andes. A comienzos de 1817, las tropas se dirigieron a Chile cruzando por diferentes pasos de la cordillera. Las fuerzas realistas se enfrentaron al Ejercito de Los Andes el 12 de febrero de 1817, en la batalla de Chacabuco. En esta, O’Higgins y Soler (a cargo de las tropas patriotas) obtuvieron una contundente victoria. Tras su triunfo, los patriotas se abrieron paso hacia Santiago el 14 de febrero de 1817, poniendo fin al período conocido como la Reconquista e iniciando el de la Patria Nueva. Las Guerrillas Antes de cruzar los Andes, San Martín contó con la ayuda de unas guerrillas que provocaron dispersión y confusión entre las tropas realistas. El principal gestor de estas partidas fue Manuel Rodríguez, quien, junto a Francisco Villota y el bandido José Miguel Neira, se encargó de distraer a las tropas españolas desde el Maipo hasta el Maule. Además, estos patriotas informaban sobre los sucesos que ocurrían en Chile y, generalmente, llegaban disfrazados de frailes, arrieros o borrachos. Esto hizo que fueran intensamente buscados y que Marcó del Pont le pusiera precio a la cabeza de Rodríguez. La Patria Nueva Hacia la consolidación de la Independencia Una vez liberada Santiago, los patriotas convocaron a una asamblea. En ella se decidió que San Martín asumiera el mando del país, pero el general no lo aceptó y propuso en su lugar a O'Higgins, quien ocupó el cargo de director supremo el día siguiente. Una de sus primeras medidas fue organizar un ejército para enfrentar a las fuerzas realistas atrincheradas en Talcahuano, luego de Chacabuco. Además, liberó a los revolucionarios prisioneros en Juan Fernández. Ante el arribo de nuevas fuerzas realistas al país, O'Higgins proclamó en Talca la Independencia de Chile el día 12 de febrero de 1818, para demostrar a los realistas la firme convicción de los criollos por su emancipación. El 19 de marzo de 1818 hubo una batalla conocida como la Sorpresa de Cancha Rayada, y en él los españoles lograron dispersar las fuerzas comandadas por O’Higgins (que quedó herido). La batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818 fue el enfrentamiento decisivo, que dejó victorioso al ejército criollo. La guerra a muerte Como consecuencia de la batalla de Maipú, las fuerzas realistas se retiraron al sur, concentrándose en Valdivia y Chiloé. Enterado de estos movimientos en el sur, O'Higgins envió tropas, dándose inicio a los enfrentamientos que forman parte de "la guerra a muerte" (1819), la que se caracterizó por la crueldad de ambos bandos y que terminó en octubre de 1821. Fin del Gobierno de O´higgins Ante el temor del estallido de una guerra civil, el 28 de enero se congregó en Santiago una asamblea que exigió la renuncia del gobernante. Tras una reunión O'Higgins prefirió evitar la confrontación y accedió a renunciar, autoexiliándose más tarde en el Perú. En su reemplazo quedó una junta.