RECUPERACIÓN, CRECIMIENTO Y BAJADA DE IMPUESTOS Una de las acusaciones que con más intensidad se le ha hecho al gobierno de Rajoy ha sido el incumplimiento del anuncio, que en 2011 hicimos desde las filas del PP, de no subir los impuestos para poder cumplir con los objetivos de déficit público que el Reino de España tenía comprometidos con Bruselas. El objetivo de déficit para ese año era del 6% del PIB; cuando Rajoy toma posesión en las Navidades de 2011 y, frente a las previsiones del gobierno socialista, el déficit acabó siendo del 9%, un 50% más de lo que se nos dijo, o dicho de otra forma, el Estado en el último año de gobierno socialista se gastó 100.000 millones más de lo que ingresó y casi 40.000 más de lo que se le dijo a Rajoy en el traspaso de poderes. Sin duda, eran momentos de auténtica emergencia económica nacional - se había disparado la desigualdad y la pobreza y el paro se había multiplicado por dos- y lo prioritario fue evitar el rescate al que estábamos abocados. Frente a estas cifras y contrariamente a lo que desde siempre ha sido la identidad del PP, bajar impuestos para potenciar la recuperación económica, no hubo más remedio que tomar la difícil decisión de subir el IRPF, aunque se hizo de forma equitativa. Tres años después, y una vez consolidada la recuperación económica, es el momento de bajar los impuestos y cumplir con nuestra promesa electoral. Desde el primero de enero, ha entrado en vigor una reforma fiscal, verdaderamente social, que baja los impuestos de forma gradual y beneficia sobre todo a las familias que más lo necesitan, una reforma que va a devolver al bolsillo de todos 9.000 millones de euros. Las familias, los trabajadores y el ahorro son los ejes vertebradores de una reforma que baja los impuestos a todos los ciudadanos de forma generalizada: así, el IRPF baja un 12,5% de media para 20 millones de contribuyentes y, para un 72% de los ciudadanos, el IRPF bajará un 23% de media. El impuesto sobre la renta disminuye más para los trabajadores con sueldos más bajos y las rentas menores de 12.000 euros al año no tributarán, con lo que desde este mes de enero 750.000 españoles cobraran íntegramente su sueldo, sin retenciones; la rebaja en estos casos respecto al año pasado es del 100 por cien porque dejan de tributar; si su sueldo es de 15.000 euros pagará un 22,82% menos que en 2014 (un 31% menos que lo que pagaba con el PSOE en 2011) y con ingresos de 30.000 euros, la rebaja es del 9 por ciento respecto a 2014 (un 4,63% menos que 2011). Estos datos suponen que este año las familias españolas recibirán, a partir de la nómina de enero, entre 400 y 500 euros más al año, con ese aumento en sus retribuciones netas. La reforma además incorpora beneficios sociales como nunca para las familias que más lo necesitan, añadidos y complementarios a las ayudas a las madres trabajadoras, donde se suman deducciones para familias numerosas y aquellas con miembros dependientes o se incorpora un fuerte aumento de los mínimos familiares en el IRPF, de hasta el 32%. Aquellas familias que tengan a su cargo menores o mayores con discapacidad, setecientas cincuenta mil familias españolas, recibirán ayudas de, por lo menos, 1.200 euros anuales, que podrán optar por deducirlas o por cobrarlas de forma anticipada: una paga de 1.200 euros anuales. Estas nuevas deducciones fiscales permitirán que una familia donde la mujer trabaje fuera del hogar y tenga un hijo menor de tres años, la condición de familia numerosa y con algún miembro de su familia con discapacidad, tenga unos beneficios fiscales de 3.600 euros anuales. Un total de 732 millones de euros que llaman a la puerta de muchos hogares españoles que realmente lo necesitan para mejorar su bienestar y calidad de vida. En definitiva, es la reforma que necesita España para apuntalar la recuperación, ya que generará un crecimiento del PIB de al menos un 0,55% y, además, es lo que siempre hemos querido hacer y hasta ahora no habíamos podido: bajar los impuestos. Lo hicimos con el presidente Aznar desde 1996 a 2004, y una vez fortalecida la recuperación económica, lo volvemos a hacer para consolidar el crecimiento y el empleo. Domingo J. Segado Martínez, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea Regional de Murcia