U Gaceta 26 de agosto de 1996 • n i v e r s i t a r i a 4 INTERACCION HUMANA "Representaciones sociales y relaciones de la pareja en la sociedad tapatía" En la zona metropolitana de Guadalajara, una gran cantidad de parejas jóvenes, ya sean casadas o en unión libre, con hijos o sin hijos, y con cierto acceso a la información, siguen prefiriendo vivir juntos con máscaras y pantallas ante la sociedad, a pesar de estar insatisfechas porque el ideal de pareja que construyeron no corresponde a su realidad cotidiana. Desde los años cincuenta, en materia de psicología social y de otras disciplinas, se ha estudiado mucho a la familia y, como un fenómeno, a los cónyuges, pero poco han sido abordadas las representaciones sociales donde el ideal de pareja no va a la par con la realidad. La maestra Silvia Valencia Abundis, jefa del Departamento de Psicología Aplicada de la Universidad de Guadalajara, interesada en la pareja y la familia por ser el fundamento y el espacio donde se desarrollan los individuos, está por concluir la investigación "Representaciones sociales y relaciones de la pareja en la sociedad tapatía", un proyecto de tesis doctoral que presentó en la Escuela de Artes y Estudios en Ciencias Sociales de París, Francia, donde la preocupación no es por qué se diluyen las parejas, sino por qué se quieren mantener. Dice que la investigación abarca a la sociedad tapatía, precisamente porque sigue siendo una sociedad altamente conservadora y porque la imagen de la relación de pareja sigue siendo "tradicional". Asimismo, porque dentro de esta sociedad se da otro escenario: el de las parejas jóvenes, profesionales, que buscan un ideal de vida. El estudio aborda a personas casadas o en unión libre con un mínimo de tres años, con una relación estable, con cierto acceso a la información y sin tener en puerta un divorcio o una separación. En ese contexto, analiza el modelo de la idealización de la pareja. Comenta que muchas de las parejas profesionales están entrando en un nuevo esquema, sobre todo, en la distribución de las tareas y responsabilidades domésticas, pero igualmente de rivalidad y de negociación. También es cierto que a pesar de iniciar una relación más equitativa en todos los apreciación es una de las particularidades de la investigación, ya que ni se estudia el proceso del divorcio, ni la separación, ni los problemas que pueden terminar en un rompimiento, sino las parejas que quieren seguir así, con todo lo que enfrentan y viven, pues es un aspecto muy propio de los individuos, como un cierto masoquismo social y afectivo, en donde no pueden romper con la relación que en diferentes estratos económicos se RAFAEL DEL RIO Cristina Félix El ideal de pareja no corresponde a la realidad cotidiana órdenes, la llegada de los hijos cambia ese esquema por el tradicional, estableciéndose negociaciones que tienen un fuerte referente en la afectividad. Propone tres dimensiones de análisis: la incompatibilidad de la idealización con la realidad, es decir, "lo que yo quería no es para nada, pero tengo esto y no lo quiero dejar. En ese mismo terreno entra la rivalidad y la negociación". Es ahí donde el ideal de pareja, lo que esperaban con su relación, no corresponde a la realidad. Sin embargo, la decisión es continuar así. Esta marca de manera muy distinta. La maestra Silvia Valencia, explicó que lo que trata de elaborar es una visión global y compleja de la relación, dado que entran elementos desde biológicos, individuales, familiares, sociales, educativos, hasta políticos e institucionales. En todo este escenario de idealizaciones de pareja, he comprobado que no llegamos a construir lo que nosotros anhelábamos y que no somos lo que creíamos. Sin embargo, por qué esa necesidad de aparentar lo que no es y lo que no puedes lograr. Por qué nuestros ideales se construyen precisamente sobre irrealidades. Estas son preguntas que yo no sé si me responda la investigación una vez concluida, pero sí deja la reflexión de por qué, si no se satisface el ideal de pareja, se establecen las relaciones con máscara y pantalla que difícilmente pueden sostenerse por la cotidianidad de la vida. Agrega que a pesar de que el ideal de pareja no corresponde con la realidad, no ha habido otra opción para esa necesidad individual de compartir algo con otra persona, más que la vida afectiva en pareja. Todavía no hemos construido algo diferente que te impida tener un contacto con la realidad. Somos seres que necesitamos realidades, contacto con una persona, con quién hablar y soñar. En términos teóricos y documentales, el estudio abarca un análisis profundo de la institucionalización de la pareja, como es el matrimonio, dado que nuestra sociedad y nuestra cultura lo siguen como un ideal. Asimismo, la investigación se documenta con momentos históricos de la revolución industrial y los movimientos sociales que únicamente han sido un imaginario de los individuos, como aquellas parejas del 68 que se pronunciaban por el amor libre, pero que en la actualidad viven como cualquier otra pareja tradicional, y que tienen a sus hijos bajo ese esquema para evitar conflictos entre ellos mismos y con las instituciones. De hecho se han tenido momentos históricos, de trancisiones y de evoluciones que no hemos logrado percibir en su total magnitud. Por lo tanto, no sabemos por qué una pareja se quiere casar y otra no, por qué una que se casa se divorcia y otra que no firma un papel dura más tiempo, aunque bajo el mismo diseño y los valores de cualquier matrimonio. Es más, conozco incluso parejas que después de cierto tiempo platican un supuesto matrimonio en un viaje que realizaron a Estados Unidos. "Todo esto es como una necesidad de estar dentro de la ley. Todos estos elementos no sólo se han dado en México. Es un movimiento social y una nueva forma de interpretar lo social por los individuos que se dio en todo el mundo. Yo he tratado de indagar hasta dónde esos cambios realmente se convierten en revoluciones y hasta dónde son un poco más de lo mismo, dado que las personas tienen necesidades más allá de ciertas ideologías del momento, de la época o de la moda". Agrega que en este imaginario de revolución social, los únicos reflejos fuertes que sí transformaron las costumbres, fueron la incorporación de la mujer al mercado laboral y la píldora que permite decidir a la mujer cuándo tener o no hijos. En la investigación destaca que las representaciones sociales son procesos cognoscitivos, en donde se nos determina nuestra manera de interpretar las cosas. "La imagen de la relación de pareja como representación social también nos ha sido dada y así la mantenemos, porque es un modelo a seguir". Agrega que en el caso específico de la sociedad tapatía, llaman la atención los matrimonios masivos que convocan los ayuntamientos, tratando de legalizar a una sociedad. Lo curioso es que en visitas domiciliarias a las colonias, la gran mayoría de las parejas dicen estar casadas; sin embargo, cuando se hace la convocatoria, resulta todo lo contrario. L a maestra Valencia Abundis concluye que el estudio con parejas jóvenes y profesionales se encuentra en la etapa de entrevistas, y arroja hasta el momento una desilusión entre lo que son sus ideales y la realidad social.◗