Persépolis, emblema de un gran Imperio ALBERTO CANTERA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA El olvido y redescubrimiento de Persépolis Parsa Persépolis st stwn “las cien columnas” S. XIII: čehel minār Taxt-e ǰamšid Las imágenes aéreas de Schmidt El golpe de estado de Darío 612 a.C. captura de Nínive por medos y persas 605 a.C.: desmantelamiento del imperio asirio 550 a.C. Ciro el Grande derrota a los medos. 521 a.C.: golpe de estado de Darío Numerosas revueltas: • elamitas bajo el mando de Açina • Nabucodonosor en Babilonia • Fraortes en Media con adherentes en Partia e Hircania • varios rebeldes armenios en tres ocasiones sucesivas • otros nobles persas como Vaumisa y, sobre todo, Vahyazdāta que se hizo pasar de nuevo por Bardiya La genealogía de Darío según el propio Darío Aquemenes Teispes Ciro Ariaramnes Cambises Arsames Ciro el Grande Cambises (559-52) Smerdis Histaspes Darío Bisutun: la columna de los dioses Actividad constructora de Darío I: Pasargadae Actividad constructora de Darío I: Susa DSf 22 ss. “La ornamentación para el palacio que yo he construido en Susa ha sido traída desde lejos. La tierra fue excavada hasta alcanzar la roca. Una vez que fue excavada, los escombros se apilaron hasta la altura de 40 codos (20 m.) por algunas partes y 20 codos (10 m.) por otras. Sobre estos escombros, construí el palacio. La tierra fue excavada, los escombros apilados, los adobes fabricados. Los babilonios se encargaron de estas tareas. La madera de cedro fue traída de una montaña llamada Líbano. Los asirios la llevaron a Babilonia. De Babilonia, los carios y los jonios la trajeron a Susa. La madera de yakā fue traída de Gandhara y de Kermán. El oro que ha sido forjado aquí fue traído de Sardes y de Bactria. El lapislázuli y la cornalina que han sido tallados aquí fueron traídos de Sogdiana. Las turquesas que han sido talladas aquí se trajeron de Corasmia. La plata y el ébano se trajeron de Egipto. La ornamentación con la que se han decorado los muros se trajo de Jonia. El marfil que se ha empelado aquí fue traído de Etiopía, India y Aracosia. Las columnas que se han empleado aquí fueron traídas de un pueblo llamado Abiradu que está en Elam.” La situación estratégica de Persépolis Persépolis, Pasargadae y Naqš-e Rostam Naqš-e Rostam desde Persépolis Las tumbas de los aqueménidas Jerjes I Darío I Artajerjes I Darío II La terraza N -125.000 m2 - N 300 m, S 290 m., E 300 m., O 455 m - 18m. de altura (apadāna) El acceso: la entrada sur DPd, DPe DPd “El gran Ahuramazdā, el mayor de los dioses, hizo rey a Dārayavahu (Darío) y le otorgó el poder real. Por la voluntad de Ahuramazdā Dārayavahu es rey. Proclama el rey Dārayavahu: La nación Parsa que me ha entregado Auramazdā, que es bella y rica en buenos hombres y caballos, no siente temor ante nadie por la voluntad de Ahuramazdā y de mí mismo, el rey Dārayavahu. Proclama el rey Dārayavahu: Que Ahuramazdā me dé su apoyo con todos los dioses. Que Ahuramazdā proteja a esta nación del ejército enemigo, de la hambruna y de la mentira. Que no venga a esta nación ni el ejército enemigo ni la hambruna ni la mentira. Esta petición le hago yo a Ahuramazdā con todos los dioses. Que Ahuramazdā con todos los dioses me la conceda.” DPe “Yo soy Dārayavahu, el Gran Rey, Rey de Reyes, rey de muchas naciones, hijo de Vištāspa (Hystaspes), un descendiente de Haxāmaniš (Aquemenes). Proclama el rey Dārayavahu: Por la voluntad de Ahuramazdā estas son las naciones de las que yo me he apoderado con el ejercito persa, que me temen y dan tributo: Elam, Media, Babilonia, Arabia, Asiria, Egipto, Armenia, Capadocia, Lidia, los jonios del continente y los del mar y las naciones que están más allá del mar: Sagartia, Partia, Drangiana, Areia, Bactria, Sogdiana, Corasmia, Sattagidia, Aracosia, India, Gandara, los escitas y Maka. Proclama el rey Dārayavahu: Si piensas así: “que no tema a nadie”, entonces proteje al pueblo persa. Si proteges al pueblo persa, tendrás en el futuro una felicidad imperecedera. Que Ahura la haga llegar también a esta casa. La puerta de las Naciones La sala de audiciencias públicas: el apadāna 3600 m2 36 columnas de 20 metros Muros de ladrillo vidriado de 2,5 metros de grosor 36 columnas de 20 m. Vigas de cedro del Líbano Las inscripciones fundacionales DPh Dārayavahu, el gran rey, el rey de reyes, el rey de las naciones, el hijo de Vištāspa, del linaje de Haxāmaniš. Proclama el rey Dārayavahu: “Este es el reino que yo sostengo: desde los escitas que están más allá de la Sogdiana hasta Etiopía (Kūšā); desde India hasta Sardes (Spardā) – las naciones) que Ahuramazdā me ha confiado. Que Ahuramazdā me proteja a mí y a mi casa” *Inscripción idéntica en Hamadan La fachada sur: la procesión de los tributos La fachada sur: panel central La preocesión: medos, elamitas, armenios, partos, babilonios, lidios, heratíes, sirios, capadocios, egipcios, escitas, jonios, bactrios, gandaríes, aracosios, sagartios, sogdianos, indios, árabes, carios, libios, etíopes Escitas La procesión La réplica de la facha este en la fachada norte El pórtico este La gran sala de audiencias El tacara: la oficina real Plano del tacara 1160 m2 Tacara: el pórtico este Puertas y ventanas 2,65 m. alto 18 ton. Fondo: 1,70 m. 18 toneladas DPc Ardastāna aθangina dārayavahauš XŠhyā viθiyā kṛta “Marcos de piedra construidos en la casa del Rey Darío” Dpi Mayuxā kāskaina dārayavahauš XŠhyā viθiyā kṛta “Aldaba de piedra preciosa realizado en la casa del Rey Darío.” La iconografía de las jambas Palacio de Asurbanipal, Nínive Entrada principal Sala de audiencias Salas privadas El tesoro 120,70 x 61,90 m. 11 m. de altura Planta del tesoro Las tablillas elemaitas del tesoro de Persépolis 139 tablillas Pagos en plata entre 492-458 a. C. Para Šaka, el tesorero: Budkama declara que Herdkama, el egipcio, es el jefe de una cuadrilla de trabajadores y le corresponden tres karšā y dos šekel y medio de plata como retribución. Estos asalariados trabajan para Wohuka en Parsa. Escrito por Marduka. Persépolis después de Darío LA destrucción de Persépolis Plutarco, Vida de Alejandro 37-38 XXXVII.- Como la entrada en Persia fuese difícil por la aspereza del terreno y estuviese defendida por los más alentados y fieles de sus naturales, pues Darío se había acogido a ella, tuvo por guía, para dar cierto rodeo, que no fue tampoco muy largo, a un hombre instruido en ambas lenguas, por cuanto su padre era Licio y su madre Persa. Dícese que siendo todavía niño Alejandro, la Pitia profetizó que un Licio le serviría de guía en su expedición contra los Persas. Fue grande la mortandad que se dice haber tenido allí lugar de los que cayeron cautivos, pues escribe él mismo que, creyendo hallar en esto ventaja, había dado orden de que se diera muerte a los enemigos; que en dinero encontró tanta cantidad como en Susa, y todos los demás efectos y riquezas fueron carga diez mil yuntas de mulas y de cinco mil camellos. Habiendo visto una estatua colosal de Jerjes derribada sin reparar al suelo por la multitud que había penetrado al palacio, se paró, y saludándola como si estuviese animada: “¿A qué me determinaré- le dijo-, a dejarte en tierra, por tu expedición contra los Griegos, o a levantarte por tu grandeza de ánimo y otras virtudes?” Y al cabo, habiendo estado por un rato pensando entro sí, pasó de largo sin hablar más palabra. Queriendo que el ejército se repusiese, pues era entonces la estación de invierno, se detuvo allí cuatro meses, y se dice que estando sentado por la primera vez en el trono regio bajo un dosel de oro, Demarato, de Corinto, hombre que le amaba, continuándole la amistad que había tenido con su padre, se echó a llorar, como sucede a los ancianos, y exclamó en esta forma: “¡De qué placer tan grande se han privado aquellos Griegos que han muerto antes de haber visto a Alejandro sentado en el trono de Darío!” XXXVIII.- De allí a poco, estando ya para mover contra Darío, sucedió que, condescendiendo con sus amigos en un banquete y francachela, llegó hasta el punto de permitir que concurriesen mujerzuelas a comer y beber con sus amantes. Sobresalía entre éstas Tais, amiga de Tolomeo, que más adelante vino a ser rey, natural del Ática; la cual, ya celebrando cuidadosamente las dotes de Alejandro, y ya haciéndole graciosas añagazas, con el calor de la bebida llegó a pronunciar una expresión que, si bien no desdecía de las costumbres de su patria, parecía, sin embargo, que no podía provenir de ella. Porque dijo que en aquel día recibía la recompensa de cuanto había padecido en sus marchas y peregrinaciones por el Asia, pudiendo tratar con el último desprecio a la orgullosa corte de los Persas, y que su mayor gusto sería quemar en medio de aquel regocijo el palacio de Jerjes, que había incendiado a Atenas, siendo ella quien le diera fuego en presencia del rey, para que corriera por todas partes la voz de que mayor venganza habían tomado de los Persas, en nombre de la Grecia, unas mujerzuelas que tantas tropas de mar y de tierra y tantos generales con el mismo Alejandro. Dicho esto, se levantó al punto grande algazara y aplauso, exhortándola y acalorándola sus amigos, tanto, que inflamado el Rey se levantó y echo a andar el primero, poniéndose una corona y tomando una antorcha. Siguiéronle todos los del festín con gritería y estruendo, distribuyéndose alrededor del palacio; y los demás Macedonios que lo entendieron acudieron también con antorchas, sumamente contentos, porque echaban la cuenta de que el abrasar y destruir el palacio era de un hombre que volvía los ojos hacia su domicilio Y no tenía pensamiento de habitar en aquel país bárbaro. Unos dicen que por este término se dispuso aquel incendio, y otros que muy de propósito e intento; mas en lo que convienen todos es en que se arrepintió muy en breve, y dio orden para que se apagase. Afterlife de Persépolis “Él [Sabuhr Sakanšāh] llegó a Sad Stun y tomó vino cerca de esta construcción. Tuvo un gran disfrute y ordenó celebrar un servicio para los dioses. Honró a su padre y a su abuelo y honró también a šābuhr Rey de Reyes. Se honró a sí mismo y alabó a los que habían construido este palacio.”