Montoro `infla` el impuesto eléctrico y dispara la carga fiscal de las

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INCLUYE EN LA BASE IMPONIBLE PARTIDAS EN DISPUTA
Montoro 'infla' el impuesto eléctrico y dispara la carga fiscal
de las empresas
El ministro de Industria, José Manuel Soria, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. (EFE)
Daniel Toledo
20/05/2013 (06:00)
La voracidad fiscal de Cristóbal Montoro parece no tener límites. Y es que, según ha dejado claro al
sector eléctrico la Dirección General de Tributos, el nuevo impuesto sobre la generación que afrontan
las empresas debe aplicarse sobre partidas que hasta ahora estaban en discusión, como los
pagos por capacidad que reciben las eléctricas como compensación por garantizar el suministro o
los fondos que se embolsan por asegurar el funcionamiento de los sistemas insulares y
extrapeninsulares. También afecta a determinados complementos de las renovables. Una
obligación que supondrá un incremento de la base imponible que afrontan las compañías y, en
consecuencia, de su carga tributaria.
Tributos fijaba posición el pasado 14 de mayo al responder a una consulta vinculante, a la que ha
tenido acceso El Confidencial. Para empezar, el documento recuerda la ley y plantea que “el punto
de partida de la imposición” es la generación de energía eléctrica y su incorporación a la red de
transporte y distribución. Sin embargo y pese a esa tesis de origen, entiende que los pagos por
capacidad deben tributar en tanto vienen a compensar los ingresos que recibiría el productor en
un mercado sin distorsiones y que no estuviera regulado. “Con estas premisas, hay que
rechazar que los pagos por capacidad (…) no formen parte del valor de la retribución de la estructura
producción/incorporación”, remata.
No se trata de un montante pequeño. Uno de los primeros ajustes que planteó al Ejecutivo popular
para atajar el déficit de tarifa –la diferencia entre el precio real de la electricidad y el coste regulado
que se abona en la factura– fue precisamente en los pagos por capacidad que reciben las compañías
eléctricas. Corría el mes de marzo de 2012 y el Ministerio de Industria planteaba un recorte del 10%
de los 842 millones que preveían recibir las compañías. Según los números de la Comisión
Nacional de la Energía (CNE), el desembolso se situó en 800,4 millones el año pasado y alcanzará
los 812,3 millones en 2013, distribuidos en 192,5 de pagos por disponibilidad y 619,8 en incentivos a
la inversión.
La reflexión es aplicable también a la operación de los sistemas insulares y extrapeninsulares,
por la que las eléctricas –en esencia Endesa- perciben el precio del mercado de generación
peninsular complementado por una prima por funcionamiento y por el concepto de garantía de
potencia, que retribuye los costes de inversión y los gastos fijos de explotación y mantenimiento. La
cuantía tampoco es baladí. De hecho, el ministro de Industria, José Manuel Soria, fijaba
recientemente el sobreprecio en 1.800 millones de euros. La Dirección General de Tributos
estima que la conclusión no puede ser diferente a la de los pagos por capacidad, ya que el “efecto
económico es retribuir la actividad de producción de energía” y constituye “un concepto a incluir en la
base imponible” del impuesto.
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Industria ya hizo sus propias cuentas sobre el dinero que podía recaudar por la aplicación de un
impuesto que grava con un 6% la producción de energía. En concreto, estimaba unos ingresos de
571,7 millones procedentes de las empresas tradicionales y otros 688 vía las compañías renovables.
Con un matiz: mientras que las Endesa, Iberdrola y Gas Natural irán poco a poco trasladando el
sobrecoste a las subastas en las que se fija el precio de la luz, las energías limpias asumirán el
'rejón', ya que reciben una tarifa fija regulada por ley. “Los que van a pagarlo al final son los
consumidores”, se admitía sin ambages desde una compañía eléctrica apenas días después de
que se anunciara la medida, en septiembre de 2012. El gravamen venía acompañado de una batería
de impuestos y tasas por las que el Gobierno planeaba engrosar sus arcas en más de 2.700
millones.
Las renovables también pasan por caja
Hay figuras menos conocidas que también deben tenerse en cuenta a la hora de tributar. Es el caso
de la denominada ‘reserva de potencia adicional a subir’. Se trata de “un mecanismo de mercado
(…) que se aplica a los titulares de instalaciones térmicas de producción de régimen ordinario y
de régimen especial de carácter gestionable”. Con ello se contrata y gestiona una reserva más
para garantizar la seguridad del sistema. Tributos tiene claro que esos ingresos deben ser incluidos
en el cómputo de la base imponible “en la medida en que tienen la consideración de servicios de
ajuste del sistema y están expresamente incluidos (…) como uno de los componentes de la actividad
de producción de energía eléctrica”.
Lo mismo sucede con el ‘complemento por eficiencia’ y con los ‘huecos de tensión’. En el primer
caso, es un importe que afecta sobre todo a la cogeneración y que busca incentivar el incremento de
eficiencia de las plantas. En el segundo, se trata de un suplemento para cubrir caídas y
recuperaciones bruscas de la tensión; está dirigido a instalaciones eólicas que cuenten con los
equipos técnicos necesarios para permitir la continuidad del suministro. Ambos tributan. “En la
medida en que están retribuyendo una inversión (o su energía producible) constituyen ingresos que
deben formar parte de la base imponible del impuesto”, vuelve a zanjar la consulta.
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