Artículo científico La córnea. Parte II. Córnea central frente a córnea periférica › J acinto Santodomingo O.C. 12.130 Grado de Doctor, Grado de Licenciado, MCOptom, FBCLA, FAAO Director Global de Relaciones Profesionales, Menicon Co., Ltd. › César Villa DOO, PhD, FAAO Director del departamento de Óptica y Optometría de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Madrid O.C. 2.734 INTRODUCCIÓN L a córnea, ubicada en la parte más delantera del ojo, es una estructura transparente que forma la capa fibrosa del globo ocular (Figura 1). Tiene un tamaño horizontal y vertical de unos 12 y 11 mm, respectivamente. Además, con una potencia de 42D, es la estructura refractiva más importante del ojo. Su radio de curvatura anterior es de unos 7,8 mm, el posterior de 6,5 mm, mientras que su espesor central es de unos 0,5 mm. La córnea está compuesta de cinco capas: epitelio, membrana de Bowman, estroma, membrana de Descemet y endotelio, que interactúan conjuntamente para realizar funciones específicas. La córnea es avascular y se nutre del humor acuoso, película lagrimal y capilares limbares. Está inervada por los nervios ciliares y otros nervios de la conjuntiva, los cuales son ramificaciones del nervio trigeminal de la división oftálmica. Su inervación es exclusivamente sensorial. La densidad de nervios en la córnea es muy elevada, lo que la convierte en la estructura más sensible de todo el cuerpo humano. Su transparencia se debe a la perfecta colocación de las fibras de colágeno, y cualquier alteración en esta colocación afecta a su transparencia.1 La principales funciones de la córnea consisten en la refracción y transmisión de la luz, así como proteger las estructuras oculares internas. Aunque superficialmente la córnea central y periférica parezcan iguales o muy parecidas, existen diferencias significativas entre las dos a nivel anatómico, fisiológico y patológico. En este segundo artículo sobre la córnea se describen las diferencias existentes entre la córnea central y la córnea periférica. › nº 455 DIFERENCIAS FUNDAMENTALES Anatómicas La córnea periférica es aproximadamente el doble de gruesa (1 mm) que la córnea central (0,5 mm) (Figura 2) y esta se va aplanando desde el centro hacia la periferia (Figura 3). Además, las células de la córnea central están más densamente empaquetadas (cinco células en el eje anterior-posterior) que las células de la córnea periférica (de seis a siete células en el eje anterior-posterior).2 La córnea central también tiene entre cinco y seis veces más fibras nerviosas que la córnea periférica. Consecuentemente, la sensibilidad corneal es mayor en la córnea central que en la periférica, donde la innervación es menos densa.3 En la córnea central, tanto la fibras nerviosas como las fibras de colágeno están mejor organizadas y los orgánulos mejor alineados, en comparación con la córnea periférica.3,4 En general, el epitelio de la córnea central está menos adherido a la membrana basal que el de la córnea periférica, el cual tiene una adherencia mayor y más compleja a la membrana basal y estroma.2 El estroma periférico forma una zona de transición desde la lamela corneal hasta las fibras esclerales irregulares. Debido a su proximidad a la conjuntiva, el estroma periférico también contiene vasos sanguíneos y linfáticos que no están presentes en la córnea central. Estudios in vitro indican que las células endoteliales humanas de la córnea central están empaquetadas densamente y son no-mitogénicas, mientras que las células aisladas de la córnea periférica tienen actividad mitogénica y menor adherencia entre células.5 Estas diferencias quizás expliquen variaciones en la forma de cicatrizar entre la córnea central y la periférica (Tabla 1). ÓPTICA Tabla 1. Diferencias anatómicas. CÓRNEA CENTRAL CÓRNEA PERIFÉRICA Espesor ~ 0,5 mm. Formada por 5 capas de células.2 El número de fibras nerviosas es 5-6 veces mayor en la córnea central y están densamente inervadas. Mayor sensibilidad corneal.3 Espesor ~ 1 mm. Formada por entre 6 y 7 capas de células.2 Fibras nerviosas menos densas e inervadas en la córnea periférica. Menor sensibilidad corneal.3 Fibras de colágeno altamente organi- Fibras de colágenos peor organizazadas y orgánulos bien alineados.4 das.4 Epitelio corneal menos adherido a la membrana basal.5 Epitelio corneal mejor adherido a la membrana basal.5 Mínimo riego de vasos sanguíneos y linfáticos.5 Baja concentración de proteínas y albúmina en suero. Las proteínas y albúmina en suero las obtiene por difusión de la córnea periférica.10 Mayor riego de vasos sanguíneos y linfáticos.5 Alta concentración de proteínas y albúmina en suero (hasta 3 veces mayor). Las proteínas y albúmina en suero las obtiene de los capilares presentes alrededor de la córnea periférica.10 Espesor corneal central menor que espesor corneal periférico en pacientes con ojo seco.17 Espesor corneal periférico mayor que espesor corneal central en pacientes con ojo seco.17 Fisiológicas La concentración de células madre epiteliales es mayor en la córnea periférica, donde la proliferación celular es mayor en modelos in vivo de conejos y ratones, que en la córnea central.6,7 El posible daño que se pueda producir en la córnea periférica, donde la proliferación de células epiteliales es más abundante, se tiende a subsanar de una manera más rápida y eficaz que el causado en la córnea central, donde la mayoría de las células ha perdido su capacidad proliferadora. Las células endoteliales de la córnea central OFTÁLMICA han demostrado que se alargan en vez de dividirse para ocupar espacios vacíos entre células, mientras que ocurre justamente lo contrario en la córnea periférica.5 Las diferencias en los tipos de células basales presentes en la córnea central han llevado a la hipótesis de que algunas células madre epiteliales de la córnea periférica migran centrípetamente hacia la córnea central para reparar posibles daños. El nivel de exfoliación de las células epiteliales es mucho mayor en la córnea central que en la periférica, inducido por moléculas como la PKC y MAPK,8 dando lugar a una mayor presencia de células en lágrima y humor acuoso, mientras que la córnea periférica depende del riego sanguíneo de la vasos que la rodean.9 La córnea central lo obtiene de nutrientes como amino ácidos, vitaminas, minerales y glucosa del humor acuoso, mientras que el oxígeno lo obtiene de la película lagrimal. Por otro lado, los capilares presentes alrededor de la córnea periférica se encargan de nutrir a esta parte de la córnea con proteínas solubles como la albúmina, las cuales son posteriormente transportadas hacia la córnea central (Figura 4). Los niveles de albúmina en suero en la córnea periférica son tres veces mayores que los presentes en la córnea central.10 Actualmente hay varias investigaciones que están tratando de averiguar las funciones de diferentes mucinas en las córneas central y periférica. Las mucinas asociadas a membrana MUC 1 y 16 se han encontrado dispersadas a lo largo de Figura 1. Sección corneal. Enero 2011 › Artículo científico La córnea. Parte II. Córnea central frente a córnea periférica las dos córneas. Sin embargo, la MUC 4, otro tipo de mucina asociada a membranas, está presente en niveles mayores en la periferia que en el centro de la córnea. Este descubrimiento quizás esté relacionado con la presencia de albúmina en el suero de la córnea periférica. Por otro lado, la córnea central presenta niveles bajos de MUC 4 en comparación con la córnea periférica.11 Las variaciones de expresión de estas importantes mucinas entre la córnea central y periférica afectan a la forma en que los signos de los pacientes de ojo seco se presentan en las dos córneas. También es importante tener en cuenta las diferencias en claridad y transparencia de la córnea central y periférica con respecto a su función ocular y a la manera en que combaten la infección. Los 5 mm centrales de la córnea central deben tener una óptima transparencia para garantizar una buena visión, mientras que una pérdida de transparencia en la córnea periférica no es tan crítica (Figura 5).12 La Tabla 2 muestra un resumen de las diferencias fisiológicas entre la córnea central y la periférica. Patológicas Las diferencias anatómicas y fisiológicas entre las dos córneas pueden ser las responsables de las variaciones observadas en la manera en que determinadas patologías se manifiestan en la córnea (Tabla 3). Por ejemplo, un engrosamiento de la córnea central se puede atribuir al escleroderma13 o esclerosis sistémica,14 los cuales no están asociados a un engrosamiento de la córnea periférica. Otro ejemplo de este tipo se presenta con infecciones atribuidas al virus herpes simple, el cual produce una lesión en la córnea central en forma de dentritas durante un periodo corto de tiempo, mientras que en la córnea periférica produce lesiones más indoloras, cortas y serpiginosas.15 La córnea central es más propensa a sufrir problemas de hipoxia y es la primera parte de la córnea en sufrir edema corneal. La falta de oxígeno, como puede ocurrir con un excesivo porte de lentes de contacto de baja permeabilidad al oxígeno, produce la formación de ácido láctico en el estroma, lo que resulta en un desequilibrio osmótico que da lugar › nº 455 Tabla 2. Diferencias fisiológicas. CÓRNEA CENTRAL Menor concentración de células madre. Células endoteliales densamente empaquetadas y alargadas. Menor proliferación de células epiteliales. Células endoteliales sin actividad mitogénica. Empuje centripetal de células epiteliales desde la periferia hacia el centro de la córnea.5-7 CÓRNEA PERIFÉRICA Mayor concentración de células madre. La cicatrización ocurre por desprendimiento de hemidesmosomas y filamentos de anclaje; la propagación, mediante la proyección de células eucariotas*. La cicatrización ocurre por la producción de nuevas células madre por parte de células madre ya existentes*. Mayor proliferación de células epiteliales. Mayor mitosis celular.5-7 Mayor despojo de células epiteliales.8 Menor despojo de células epiteliales.8 Los nutrientes se obtienen de la película lagrimal y humor acuoso (p.e., oxígeno).9 Los nutrientes se obtienen del riego sanguíneo de los capilares que rodean la córnea (p.e., oxígeno).9 Bajos niveles de MUC 4.11 Altos niveles de MUC 4, los cuales parecen estar asociados con la albúmina en suero que se encuentra en los capilares presentes alrededor de la córnea periférica.11 Posibilidad de reducción de agudeza Mínima posibilidad de reducción de visual. Los 5mm centrales de la agudeza visual.12 córnea deben ser totalmente transparentes.12 *Gipson IK, Supr.-Michaud S, Tisdale A et al. Redistribution of the hemidesmosome components alpha 6 beta 4 integrin and bullous pemphigoid antigens during endothelial wound healing. Exp Cell Res 1993;207:86-98. al edema corneal manifestado mediante un aumento del espesor corneal en la dirección de la cámara anterior.16 En pacientes de ojo seco inducido por una falta de secreción lagrimal acuosa, se ha detectado una reducción del espesor Figura 2. Variaciones de espesor a lo largo de la córnea. Los valores observados se dan en micras. ÓPTICA OFTÁLMICA Figura 3. Topografía corneal que demuestra el aplanamiento que experimenta la córnea desde su centro hacia su periferia. corneal central, lo cual sugiere que esta enfermedad puede afectar a la córnea central de una manera más severa que a la córnea periférica.17 Este último fenómeno quizás pueda ser el responsable de las ulceraciones corneales que comúnmente se observan en la córnea central de pacientes con ojo seco severo. La xeroftalmia está típicamente asociada a úlceras corneales centrales, fundamentalmente causadas por deficiencias de vitamina A. Un estudio demostró que la deficiencia de vitamina A en conejos con xeroftalmia produce cambios en la superficie epitelial, lo que da lugar a que las células epiteliales de la córnea central se presenten virtualmente “opacas y ligeramente grasientas”.18 Tabla 3. Diferencias patológicas. CÓRNEA CENTRAL CÓRNEA PERIFÉRICA La falta de oxígeno y formación de ácido láctico en el estroma resulta en un desequilibrio osmótico y edema corneal que puede estar atribuido a escleroderma o esclerosis sistémica.14 El virus herpes simple se presenta en forma de dentritas durante un periodo corto de tiempo, mientras que en la córnea periférica produce lesiones más indoloras, cortas y serpiginosas.14 Propensa a hipoxia. Primera parte de la córnea en observarse edema.16 Propensa a necrosis, úlceras de Mooren y otras enfermedades autoinmunes.21 Posible perforación en caso severos de ojo seco.20,21 Mayor incidencia de infiltrados estériles.22 Deficiencia de vitamina A*. Propensa a degeneración marginal pelúcida**. * Thoft R. Dietary deficiency. En: Smolin G y Thoft A, edi. The Cornea. Boston: Little, Brown and Co., 1983:401-11. ** Krachmer JH. Pellucid marginal corneal degeneration. Arch Ophthalmol 1978;96:1217-21. Otro estudio demostró la asociación entre artritis reumatoide y queratitis ulcerativa central en pacientes con ojo seco. Aunque no está claro cuál es el mecanismo responsable de la ulceración de la córnea central, la presencia de mediadores inmunes junto con anticuerpos de Sjogren en la córnea sugiere que se trata de un proceso autoinmune mediado por células T.19 La necrosis estromal se ha visto asociada al ojo seco, siendo todavía más frecuente en pacientes con artritis reumatoide.20 La córnea central, siendo más propensa a ulceración y xeroftalmia, tiene una mayor predisposición a la perforación que la córnea periférica. La córnea periférica, al estar rodeada de vasos sanguíneos, tiene una mayor concentración de células inmunes que la córnea central para combatir procesos infecciosos. Los infiltrados corneales periféricos son normalmente estériles y muchas veces no requieren tratamiento, mientras que los infiltrados centrales tienden a ser infecciosos y pueden dar lugar a una ulceración corneal. La bacteria staphylococcus es el microorganismo patógeno que más frecuentemente se ve asociado a infecciones de la córnea central, particularmente en pacientes con historias previas de queratitis herpética, queratopatía bullosa, alergias y ojo seco.21 Enero 2011 › Artículo científico La córnea. Parte II. Córnea central frente a córnea periférica La córnea periférica está asociada a necrosis, úlceras de Mooren, enfermedades vasculares de colágeno e infiltración asociada a otras enfermedades autoinmunes, las cuales no suelen afectar a la córnea central. Las enfermedades de la córnea periférica causadas por reacciones de hipersensibilidad a antígenos marginales o por un excesivo porte de lentes de contacto incluyen los infiltrados catarrales, úlceras y flicténulas. Estas lesiones no suelen afectar a la córnea central.22 Es importante tener en cuenta las diferencias entre las dos córneas cuando se evalúa una determinada patología, ya que determinadas enfermedades pueden afectar a la córnea central y periférica de diferente manera. La cuidadosa evaluación de las dos córneas puede generar evidencia de viejos infiltrados inmunes o necróticos, enfermedades autoinmunes o condiciones asociadas al envejecimiento como la degeneración marginal pelúcida. Por lo tanto, las diferencias anatómicas, fisiológicas y patológicas entre las dos córneas tienen importantes implicaciones en el tratamiento de lesiones corneales, el uso de lentes de contacto y la eficacia de diferentes tratamientos. AGRADECIMIENTOS A Miguel Romero Jiménez por la cesión de las Figuras 1 y 2. Bibliografía 1. Millodot M. Dictionary of Optometry and Visual Science. Fifth Edition. ButterworthHeinemann, 2000. 2. Gipson IK. Anatomy of the conjucntiva, cornea and limbos. In: Smolin G, Thoft RA, eds. The Cornea, 3rd ed, vol. 3. Boston: Little, Brown, 1994. 3. Muller L, Vrensen GF, Pels L, et al. Architecture of human corneal nerves. Invest Ophthalmol Vis Sci 1997;38:985-994. 4. Muller L, Pels L, Schurmans LR, Vrensen GF. A new three-dimensional model of the organisation of the proteoglycans and collagen fibrils in the human corneal stroma. Exp Eye Res 2004;78:493-501. 5. Bednarz J, Rodokanaki-von Schrenck A, Engelmann K. Different characteristics of endothelial cells from the central and peripheral human cornea in primary culture and after subculture. In Vitro Cell Dev Biol Anim 1998;34:149-53. 6. Lavker R, Dong G, Cheng SK, et al. Relative proliferation rates of limbal and corneal epithelia. 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