Mi apetito es voraz y me lleva a ser ridícula y kamikaze Daniela Luna 1. Appetite es la obra que más me representa. A veces me cuesta identificarme con la idea de ser artista porque la mayor parte de mi trabajo tiene un enfoque empresarial y social muy fuerte, pero al final siempre termino volviendo a entender por qué se lee desde el lado de obra dentro del arte, y por qué está bueno que sea así. Si como artista mi obra fuera solamente mis pocas instalaciones , dibujos o performances definitivament e no querría ser tomada como artista, considero que todo eso requiere trabajo y dedicación mucho mayores que lo que yo puedo darle. Al menos el 90% de mi tiempo está destinado a Appetite y los proyectos anexos que van surgiendo desde ahí, de modo que cualquier otra cosa es secundaria. Me interesa el mercado, no como ironía, crítica o metáfora, me interesa el mercado de manera genuina y creo en sus posibilidades. Vengo trabajando con esto desde hace varios años antes de convertirme casi accidentalmente en artista. Me interesa incidir en él y a la vez acercarlo a gente desde otro lugar. 42 El año pasado terminé saturada y agotada de tanto trabajo, y esto me obligó a replantearme por qué estoy haciendo esto. Hasta antes de comenzar con Appetite hace un año y medio había pasado por experiencias de vida muy diversas y en ninguna me quedé, por qué debería quedarme en ésta… Creo que mi trabajo con Appetite me define mejor que cualquier otra cosa porque me conecta con muchos de los puntos que más me interesan. El trabajo con el mercado, los grandes desafíos que plantea, jamás se vuelve algo simple y rutinario, todo el tiempo estoy proyectando su crecimiento y trabajando para que ocurra. Sentir que estoy construyendo algo que contribuye al crecimiento y desarrollo de algo en lo que creo. Requiere compromiso y rigor, a la vez que permite flexibilidad en las ideas y ampara el delirio de mucha gente, incluyéndome. Es así, haber podido juntar esos dos polos de mi personalidad en una sola cosa es lo mejor que me pudo ocurrir, aunque todavía falta desarrollarlo mucho más. Toda mi vida tuve mucha o demasiada energía y necesidad de experimentar y plantearme desafíos, y esto hizo que me costara mucho encajar socialmente, por lo que toda esa energía muchas veces la usé de manera autodestructiva. Con el tiempo aprendí a manejarlo y descubrí que todo lo que el mundo me negaba era también por sus propias falencias, así que en cambio de odiarlo empecé a construir el mundo en el que quiero vivir. Esto suena ingenuo e idealista, y es cierto que soy un poco así. Soy como adolescente en mi manera de sentir las emociones. No me interesa tratar de parecer moderada porque no lo soy, ni esconder las contradicciones de mi personalidad. Creo que es la combinación perfecta para que Appetite exista. Appetite es mi manera de dirigir el mundo a mi alrededor para que se parezca cada vez más al mundo en el que yo viviría, y ahora también mis nuevos proyectos: Tanto deseo, devora-me.com.ar, y próximamente vendrán otros más. Mi apetito es voraz, desesperado, insaciable, y me lleva a ser ridícula y kamikaze, pero encuentro un balance con mi lado racional que me obliga a analizar y planificar de modo que todo se traduce en estrategias reales y terrenales, y tengo la perseverancia y la locura suficientes para una vez tomadas las decisiones, bancarme todos los problemas surgidos de trabajar con tanta gente y con una constante inversión de dinero que tiene que fluir para que esto funcione. Convertir las crisis en oportunidades (como su significado en japonés) es algo que hago constantemente y un vértigo que me atrae. 2. Hay mucha gente que admiro y tomo como referente, la mayoría no son artistas. Me resulta difícil nombrar todo así que tomo sólo algunos muy al azar. Hugh Hefner, porque creó nuevos conceptos, interfirió en la cultura aportándole toda otra dimensión, Playboy es parte del vocabulario e imaginario popular en todo el mundo. Las bandas de rock, las bandas en general y algunas en particular, pero no voy a nombrarlas para no quedar demasiado groupie. También las mujeres que amo escuchar y ver cantar y bailar, desde Beyonce, Gwen Stefani, Shakira… Admiro y vivo la música más que cualquier otra cosa, dentro de la música soy excesivamente fanática y puedo entregarme a ella con tanta devoción que esto me llevó a la perdición muchas veces… John Maynard Keynes: “(Invertir es) intolerablemente aburrido y sobreexigente para cualquiera que esté exento del instinto apostador; mientras que quien lo tiene debe pagar a esta propensión el precio adecuado”. Paul McCarthy, Araki, Mike Kelley, Sarah Lucas, Ana Mendieta, Nam June Paik, Miyamoto Musashi. 3. Hay muchas que me fascinaron por diferentes razones, así que sólo voy a hablar de algunas con las que me siento más identificada. Me interesa mucho la obra que relata Luciana Lamothe en la ramona 50. Me interesa la obra que relata y la obra que se genera con el relato. Toda la obra de Luciana Lamothe. La fiesta del agujero de Galindo, y toda su obra, desde performance, video, foto, poesía. Nicanor Araoz y Martín Legón me derriten y me parten la cabeza. Diego Bianchi. La muestra de Leo Estol, Parque, vino a decirme justo lo que estaba necesitando en el momento adecuado. Y nombraría muchas muestras que hicimos en Appetite, pero me involucran de manera demasiado directa. 4. Ni idea, no me gusta poner etiquetas. Quizás la necesidad de trabajar menos solos y estar más abiertos al intercambio y la colaboración en proyectos grupales, es de las partes que me interesan. 43