57-SI-07-06-0001 NOVEDADES LABORALES Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales Número 1 1 de octubre de 2009 jaramburo@andi.com.co msalazar@andi.com.co NOVEDADES LABORALES Presentamos, a continuación, algunos puntos de carácter laboral que consideramos de su interés: 1. Empresa matriz en ejercicio del ius variandi puede asignar otras funciones al empleado en beneficio de subordinada, sin surgir otro vínculo laboral En Sentencia 35081 de 25 de agosto de 2009, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, resolvió un recurso de casación, sobre la demanda interpuesta por una persona en contra de dos empresas con relación matriz-subordinada ente sí y en las cuales había prestado simultáneamente servicios en desarrollo de un contrato de trabajo con la matriz, para que se ordenara el reconocimiento y pago de los salarios, cesantías, intereses, prima de servicios y vacaciones así como la sanción moratoria, el valor de las cotizaciones por invalidez, vejez y muerte respecto de los servicios prestados a la subordinada, pues para el actor, se generó respecto de ella una nueva relación laboral coexistente con la relación vigente con la matriz. Señaló la Corte, que “El pilar fundamental del Tribunal para negar las pretensiones incoadas en el escrito de demanda, se hizo consistir, en que si bien se dan las condiciones exigidas para declarar la unidad de empresa entre las sociedades WATERMARK S.A. y ACES S.A., dado que existe conexidad y complementariedad en las actividades desarrolladas, no existió coexistencia de contratos de trabajo, pues consideró que, aun cuando el actor ejerció labores gerenciales para WATERMARK S.A., ello obedeció a que la sociedad matriz en ejercicio del “IUS VARIANDI”, le asignó nuevas responsabilidades en beneficio de la subordinada”. La Sala no casó la sentencia del Tribunal en la que se definió que el hecho de prestar servicios a una subordinada en desarrollo de un contrato de trabajo con la matriz, no genera una nueva relación laboral con aquella. 2. Consecuencia de dar por terminado un contrato de trabajo con justa causa, pero sin dar aviso con la antelación debida (Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral en sentencia de 11 de agosto de 2009). En este caso, se le comunicó al trabajador la decisión de terminación del contrato de trabajo, invocando como justa causa para el despido, el reconocimiento, por parte del ISS al trabajador de la pensión de vejez. El aspecto que generó discrepancia estaba relacionado con la determinación de la indemnización procedente por la omisión del preaviso de 15 días de que trata la ley, esto es, si la misma equivale al pago de 15 días de salario equivalentes al preaviso, o si por el contrario, el despido se tornaba en Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales 57-SI-07-06-0001 NOVEDADES LABORALES Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales Número 1 1 de octubre de 2009 jaramburo@andi.com.co msalazar@andi.com.co injusto y la indemnización consecuente debe tasarse atendiendo los parámetros que prevé el artículo 64 del C.S.T., subrogado por el artículo 6º de la Ley 50 de 1990, como lo propuso el recurrente. Al respecto, la Corte reiteró la línea jurisprudencial asumida en la sentencia del 16 de mayo de 2001, señalada también en la sentencia del 19 de febrero de 2008, en la cual ratificó que la consecuencia de omitir ese aviso es el pago de los perjuicios ocasionados con la omisión, los que en ningún caso podrán ser inferiores al valor de los 15 días de salario correspondientes al mínimo de anticipación con que debe darse el preaviso, pero no la mutación del despido amparado en justa causa pero sin la observancia del preaviso, en un despido injusto. “Así las cosas, para la Sala la incidencia que tiene el no dar el aviso previsto en el artículo 7° del Decreto de marras 2351 de 1965 para la finalización del vínculo laboral, no es otra que el reconocimiento de los perjuicios que se demuestren por motivo de tal omisión, sin que en ningún caso puedan ser inferiores al valor de los 15 días de salarios correspondientes al mínimo de anticipación con que debe preavisarse al asalariado. “(…) Ahora bien, lo antes transcrito y los demás fallos a los que también se hizo alusión, permiten colegir que el criterio jurisprudencial que hasta ahora se viene aplicando para las situaciones en las que el empleador omite dar el aviso que exige el artículo 7º del Decreto 2351 de 1965, es que el despido ilegal implica que este sea injusto, lo que a su vez da lugar a que se reconozcan las indemnizaciones que por ello prevé el artículo 64 del código sustantivo del trabajo. (…) “Por lo tanto, en sentir de la Corte, es lo ilegal en el rompimiento del contrato, no la inexistencia de la justa causa, lo que debe ser indemnizado, pues aunque el despido se califique de ilegal, ello no es suficiente para desconocer que la justa causa aducida para tomar esa determinación existió, pues la ocurrencia del hecho real que la estructura sigue vigente así no se haya cumplido la manifestación posterior que exige la ley para que el despido quede perfeccionado, como lo es el aviso de los 15 días. “Realidad distinta a lo anterior es la que se presenta cuando el juez califica el rompimiento del contrato de injusto porque no hubo, no se demostró o no se invocó en su debida oportunidad justa causa para romper el vínculo laboral. “Por lo tanto, para los efectos del artículo 7º del decreto 2351 de 1965, se puede y debe diferenciarse el despido injusto del ilegal, por lo que no resulta pertinente a la luz de los artículos 1 y 18 del código sustantivo del trabajo, ni aún del 19 de ese mismo estatuto, aplicar, para los fines indemnizatorios, el artículo 64 de ese mismo estatuto sustantivo. Esto porque esta última norma parte de la base, como lo ha dicho la jurisprudencia, que la terminación del contrato sin justa causa produce un perjuicio cierto al trabajador y tasa previamente el valor del mismo en lo que corresponde al daño emergente, y es innegable que para lo uno y otro tiene en consideración que no había justa causa para romper el Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales 57-SI-07-06-0001 NOVEDADES LABORALES Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales Número 1 1 de octubre de 2009 jaramburo@andi.com.co msalazar@andi.com.co contrato por lo que el empleador debe indemnizar el perjuicio que con su conducta ocasiona al trabajador afectado. “Es por lo anterior que la regulación del mencionado precepto no cabe aplicarla a una situación diferente a la que ella prevé, como lo es la terminación unilateral del contrato existiendo la justa causa pero omitiendo el empleador dar el aviso de los 15 días que ordena el artículo 7º del decreto 2351 de 1965, pues en ese evento acudiendo a la filosofía que contiene el artículo 64 del código sustantivo del trabajo, el perjuicio que, en principio, por lucro cesante se le causa al trabajador, sería el valor del salario correspondiente a ese lapso, que es lo que éste deja de recibir antes de finalizar el contrato si se hubiera dado el aludido aviso. “Al no ajustarse, entonces, a la proporcionalidad que el aludido artículo 64 tiene en cuenta para tasar el perjuicio por terminación unilateral del contrato de trabajo sin justa causa, no debe acudirse a ese precepto para regular la situación que se presenta en este proceso”. 3. Declarado exequible parágrafo segundo del artículo 1 de la Ley 860 de 2003 (Corte Constitucional, sentencia C-727 de 2009. M.P. María Victoria Calle). En Comunicado de prensa de la Sala Plena, la Corte declaró exequible el parágrafo segundo del artículo 1 de la Ley 860 de 2003, subrogatorio del artículo 39 de la Ley 100 de 1993, según el cual “cuando el afiliado haya cotizado por lo menos el 75% de las semanas mínimas requeridas para acceder a la pensión de vejez, solo se requerirá que haya cotizado 25 semanas en los últimos tres (3) años”. Esta sentencia aún no está disponible, sin embargo, según el Comunicado de Prensa “la Corte reiteró que en principio, las reformas laborales que disminuyen beneficios alcanzados por los trabajadores, resultan contrarias al principio de progresividad y prohibición de regresión en materia de protección de los derechos sociales. Por tal motivo, el margen de configuración del legislador se reduce, en cuanto (i) no puede desconocer derechos adquiridos, (ii) debe respetar los principios constitucionales del estatuto del trabajo y (iii) las medidas deben estar justificadas, de conformidad con el principio de proporcionalidad, esto es, adecuadas para alcanzar un propósito constitucional de especial importancia. Esto no significa, sin embargo, que se petrifique la posibilidad de regulación en materia de derechos sociales y en particular, en materia de pensiones. Al respecto, la jurisprudencia ha señalado que el legislador no está obligado a mantener en el tiempo las expectativas que tienen las personas conforme a las leyes vigentes en un momento determinado, pues bien puede existir la necesidad de darle prioridad a otros intereses de rango constitucional, que permitan el adecuado cumplimiento de los fines del Estado Social de Derecho. Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales 57-SI-07-06-0001 NOVEDADES LABORALES Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales Número 1 1 de octubre de 2009 jaramburo@andi.com.co msalazar@andi.com.co En cuanto se refiere a la pensión de invalidez, la corporación observó que como ya lo ha señalado, las distintas reformas legales han estado dirigidas a imponer requisitos más rigurosos para acceder a la prestación económica tales como el aumento del número de semanas de cotización y la fidelidad mínima al sistema de seguridad social en salud. Para la Corte, el aumento de los requisitos para el acceso a una prestación propia de la seguridad social, que tiene por objeto amparar el riesgo generado por la pérdida de la capacidad laboral derivada de una enfermedad o de un accidente, es una medida legislativa que se muestra prima facie regresiva y por ende, contraria al principio de progresividad de los derechos sociales. En el caso concreto, el parágrafo 2º del artículo 1º de la Ley 860 de 2003 establece una excepción a la regla fijada en los numerales 1 y 2 del mismo artículo, en cuanto al número de semanas exigibles durante los tres años anteriores a la estructuración de la invalidez. Hoy, dichos numerales fueron modificados como resultado de la declaración de inexequibilidad parcial contenida en la sentencia C428/09, pues el requisito de fidelidad al sistema de seguridad social en salud, desapareció, pero subsiste la exigencia de cincuenta (50) semanas de cotización durante los tres (3) últimos años a la estructuración de la invalidez. Es evidente que la disminución a 25 semanas cotizadas constituye un beneficio y no un retroceso a favor de quienes ya han cotizado un 75% de las semanas mínimas para acceder a la pensión de vejez, razón por la cual no puede hablarse en este caso de una vulneración del principio de progresividad. En consecuencia, el parágrafo 2º del artículo 1º de la Ley 860 de 2003 fue encontrado ajustado a la Constitución y por consiguiente, declarado exequible, por los cargos analizado en la presente sentencia”. Aún no está disponible el texto de esta sentencia, en cuanto la tengamos se las daremos a conocer. 4. Prueba del polígrafo está prohibida en el ordenamiento jurídico Colombiano, desconoce los principios fundamentales. El Consejo de Estado, Sección Segunda. Sentencia 00563-2008 de agosto 20 de 2009. Consejero Ponente. Víctor Hernando Alvarado Ardila. Éste es un caso de una entidad pública, en el cual a la demandante la convocaron a presentar la prueba del polígrafo, pero esta no se realizó, porque el año anterior había presentado esa prueba, sin embargo, la actora elaboró una comunicación suscrita por la mayoría de los funcionarios y empleados de la Unidad Nacional de Antinarcóticos e Interdicción Marítima (UNAIM), dirigida al Fiscal General de la Nación en la cual señalaban el trato “infame y grosero” de que habían sido víctimas en la practica de la prueba del polígrafo. Después del envió de la comunicación y su posterior publicación en medios de comunicación, la Fiscalía General de la Nación declaró insubsistente el nombramiento de la actora en el cargo que ocupaba en la Fiscalía. Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales 57-SI-07-06-0001 NOVEDADES LABORALES Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales Número 1 1 de octubre de 2009 jaramburo@andi.com.co msalazar@andi.com.co En sus argumentos, la actora sostuvo que la prueba del polígrafo no está contemplada en el ordenamiento jurídico colombiano y fue practicada lesionando la dignidad humana de los funcionarios. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también censuró la prueba de polígrafo llevada a cabo a los funcionarios, “registró la violación por parte de la Fiscalía General de la Nación, de los derechos humanos de los funcionarios de la Fiscalía, al debido proceso, a la honra, a la reputación, a la dignidad entre otros”. “Para el a quo, el polígrafo sólo registra los cambios neurofisiológicos del individuo ante una mentira; que el hecho de entender dicha práctica como prueba, desconoce principios fundamentales máxime si dicho medio probatorio no está autorizado por el ordenamiento jurídico del país. Concluye argumentando que la prueba del polígrafo fue la causa indirecta para la desvinculación de la demandante mediante la declaratoria de insubsistencia”. La Sala, argumentó que se evidencia la vulneración por parte de la entidad demandada, de los derechos humanos de algunos funcionarios que fueron sometidos a la práctica de la prueba del polígrafo, y de otro, la relación de causalidad que existe entre la comunicación dirigida al Fiscal General de la Nación y la expedición del acto de insubsistencia. El Consejo de Estado señaló que en este caso hay una desviación de poder, por lo cual confirma la sentencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en la cual se ordenó el reintegro de la demandante. Esperamos que esta información les sea de utilidad. Reciban un cordial saludo, ALBERTO ECHAVARRÍA SALDARRIAGA Vicepresidente de Asuntos Jurídicos y Sociales Vicepresidencia de Asuntos Jurídicos y Sociales