REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL NUEVO CODIGO PENAL COLOMBIANO ( LEY 599/200) Tesis de Grado para optar el Título de Doctor en Ciencias Jurídicas PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS DEPARTAMENTO DE DERECHO PENAL Bogotá, D.C. 2002 PLAN DE TRABAJO REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL NUEVO CODIGO PENAL COLOMBIANO ( LEY 599/200) I– JUSTIFICACION II - OBJETIVOS 1. Conceptos 2. Inclusión en la legislación colombiana 3. Tipificación de estos delitos en el Estatuto de la Corte Penal Internacional III - TABLA DE CONTENIDO IV - CRONOGRAMA BIBLIOGRAFIA I - JUSTIFICACION El propósito principal de este trabajo, es hacer un análisis sobre el interesante tema de DIH, tomando su origen, concepto, naturaleza, desarrollo y lo más importante su inclusión en el ordenamiento jurídico colombiano, como un capítulo especial dentro del Nuevo Código Penal, ya que anteriormente se hacía referencia a él, se tipificaban algunos delitos contra el Derecho Internacional Humanitario, pero no existía un capítulo exclusivamente dedicado a su tipificación y penalización. No es mi objetivo agotar el tema, pero si lo es, reflexionar sobre la trascendencia que tiene el Derecho Internacional Humanitario, a propósito de la situación de orden público que vive hoy en día nuestro país, hecho que para mi opinión hacía indispensable su inclusión en nuestro ordenamiento jurídico, mereciendo por lo menos estas reflexiones que pretendo hacer, para lograr una de las metas mas importantes de mi vida, que es obtener el título de abogado de la Pontificia Universidad Javeriana. II - OBJETIVOS 1. Conceptos Definir los conceptos de Derechos Humanos, del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario y, de sus fundamentos comunes, diferencias y las personas y bienes protegidos. Definir los conceptos de las formas de delitos contra el Derecho Internacional Humanitario 2. Analizar la forma como fueron incluidos en nuestro ordenamiento jurídico 3. Examinar la forma como estos delitos están tipificados en el Estatuto de la Corte Penal Internacional III - TABLA DE CONTENIDO Pag. INTRODUCCION 1. CAPITULO PRIMERO NOCIONES BASICAS CON RESPECTO AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 1.1 ORIGEN Y DESARROLLO 1.2 CONCEPTO 1.3 CARACTERÍSTICAS 1.3.1 La importancia del Derecho Internacional Humanitario 1.3.2 La Inalienabilidad de los derechos de las personas protegidas 1.3.3 La inexistencia de la cláusula si omnes o de Reciprocidad 1.4 NATURALEZA 1.4.1. El Derecho Y La Guerra 1.4.2. El derecho y el Estado 1.4.3. El derecho y el individuo 1.5. CAMPO DE APLICACIÓN 1.5.1. Material 1.5.2. Personal 15.3 Temporal 1.5.3.1 Normas relacionadas con el inicio y terminación de hostilidades 1.5.3.2 Normas de aplicación permanente 1.5.3.3 Normas aplicables hasta la consecución de su finalidad 1.5.4 Bienes protegidos 2 CAPITULO SEGUNDO SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 5 5 5 11 12 12 15 15 16 16 17 18 18 18 19 20 20 21 21 21 23 2.1. 2.2 2.3 2.3.3 2.4 2.4.1 2.4.2 3. 3.1.1 3.1.2 3.1.3 3.1.4 3.1.5 3.2. 3.2.1 3.2.2 3.3 3.4 3.5. 3.5.1. 3.6 3.6.1 3.6.2 3.6.3 3.6.4 3.6.5 3.6.7 3.7 3.7.1 TEORIAS CON RESPECTO A LA RELACION ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Fundamentos Comunes Diferencias Procedimientos de protección PERSONAS Y BIENES PROTEGIDOS Personas Protegidas Bienes protegidos CAPITULO TERCERO EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ORDENAMIENTO JURIDICO COLOMBIANO El Tratado de Regularización de la Guerra La Constitución Política de 1863 El Código Penal Militar de 1881 La Constitución Política de 1886 La Constitución Política de 1991 ALGUNOS ASPECTOS DEL DERECHO INTER ACIONAL HUMANITARIO FRENTE A LA CONSTITUCIÓN POLITICA DE COLOMBIA Aplicación retroactiva de la ley penal humanitaria en Colombia Imprescriptibilidad ALCANCE DE LA EXPRESIÓN “REGLAS DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO” LA PREVALENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ORDENAMIENTO INTERNO NORMAS APLICABLES EN COLOMBIA El concepto de Conflicto armado no internacional LA APLICABILIDAD DEL PROTOCOLO II DE 1979 Y DEL ARTICULO 3° COMÚN A LOS CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 A LA ACTUAL SITUACION COLOMBIANA Condiciones de aplicabilidad del Protocolo II El Protocolo II y los disturbios interiores y tensiones internas Calificación de las condiciones de aplicabilidad del Protocolo II El principio de no-intervención El artículo 3° Común a los Convenios de Ginebra de 1949 Acuerdos Especiales MEDIDAS DE IMPLEMENTACION DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN COLOMBIA Medidas Preventivas 23 24 26 30 30 30 31 32 32 34 35 35 36 36 36 38 38 43 48 49 52 52 55 56 57 58 60 60 58 3.7.2 3.7.3 3.8 3.8.1. 3.8.2 3.8.3 3.8.4 Medidas de Control Medidas Legislativas TIPIFICACION DE LAS INFRACIONES AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANTARIO El Código Penal Militar de 1988 El Código Penal de 1980 Proyecto de Ley N° 40 Senado de la República Nuevo Código Penal Colombiano. Ley 599 de 2000. 62 63 67 68 68 68 70 4.3 4.3.1 4.3.2 4.4. 4.5 4.6. 4.7 CAPITULO CUARTO EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ESTATUTO DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Y SU RELACION CON COLOMBIA ANTECEDENTES DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL LA CORTE PENAL INTERNACIONAL FRENTE A LA LEGISLACIÓN COLOMBIANA CARACTERISTICAS DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Jurisdicción complementaria Competencia material EL GENOCIDIO CRIMENES DE GUERRA CRIMENES DE LESA HUMANIDAD CRIMENES DE AGRESION 117 120 120 121 122 123 129 131 6. CONCLUSIONES 132 4. 4.1 4.2. BIBLIOGRAFIA 115 115 134 IV - CRONOGRAMA Febrero 7 de 2002 Presentación del Plan de Trabajo Febrero 28 de 2002 Presentación de la Introducción y el primer capítulo Marzo 11 de 2002 Presentación del segundo capítulo Marzo 22 de 2002 Presentación del tercer capítulo Abril 8 de 2002 Presentación del cuarto capítulo y conclusiones INTRODUCCIÓN La entrada en vigencia de una Constitución Política, en la que se consagra un nuevo concepto de Estado, con instituciones, principios y valores acordes con las tendencias políticas, sociales y jurídicas que actualmente se aplican en las sociedades democráticas más avanzadas, impone el examen y la consecuente adecuación del sistema normativo y con base en ella, la normatividad sustantiva parte de la regulación de las garantías penales materiales, aunado a los principios en donde el derecho a la vida pasa a ser el bien jurídico protegido más importante, la protección de los derechos fundamentales, en unos casos completamente nuevos y aquellos de naturaleza personalísima sobre los cuales la sociedad ha manifestado una especial sensibilidad. De esta manera y complementando lo anterior, los nuevos bienes de naturaleza colectiva apreciados por la sociedad colombiana en evolución, tienen que tener también su respaldo, lo mismo que la tipificación de las conductas punibles relacionadas con ellos. Consecuentemente, el Nuevo Código Penal en su parte especial, dedicó un capítulo especial a tipificar los delitos contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, sin definirlo de una manera definitiva, pero agrupando una serie de tipos penales, que describen y penalizan los comportamientos que representan las mas graves infracciones a la normatividad internacional, que Colombia se comprometió a respetar y aplicar. En tratándose de esa normatividad internacional, tenemos que remitirnos a los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 a saber: el primero para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña; el segundo para aliviar la suerte que corren los heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar; el tercero relativo al trato debido a los prisioneros de guerra y el cuarto, relativo a la protección debida a las personas en tiempo de guerra. Convenios que están adicionados por el Protocolo I relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales y el Protocolo II relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados no internacionales. Estos Protocolos adicionales de 1977 reafirman los principios sentados en las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907, en lo que respecta a las restricciones impuestas en la conducción de las hostilidades y los complementan con reglas como las de la protección al medio ambiente. Nuestro país es parte de los cuatro Convenios de 1949 aprobados mediante la Ley 5 de 1960 y vigentes desde el 8 de mayo de 1962; igualmente aprobó mediante Ley 11 de 1992 el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra y el Protocolo II mediante la Ley 171 de 1994. También participó en la Segunda Conferencia Interamericana celebrada en México, en 1901, en la cual se aprobó la adhesión a las Convenciones de La Haya de 1899 y en la Convención de 1972, sobre la prohibición del desarrollo, producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas, biológicas, tóxicas y sobre su destrucción, la cual fue aprobada mediante la Ley 10 de 1980 y entrada en vigor en 1983. Todas estas adhesiones de Colombia, le crean una serie de compromisos internacionales, que no podrán satisfacerse adecuadamente, si no se tipificaban las conductas, que constituyen graves infracciones a estas instituciones internacionales que regulan los conflictos armados. Los instrumentos internacionales, que recogen los derechos humanos, son principalmente aquellos que hacen parte de dos sistemas normativos: El Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional de los conflictos armados o Derecho Internacional Humanitario, suscritos para otorgar una fuerza vinculante a los derechos reconocidos y enunciados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. La prevalencia de estos tratados internacionales sobre Derechos Humanos, ha sido interpretada por la Corte Constitucional, mediante la doctrina del “Bloque de Constitucionalidad“ según la cual estos tratados hacen parte de un conjunto de normas y principios que sin “aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como parámetros de control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido normativamente integradas a la Constitución.1 En consecuencia, en la actualidad, los tratados en materia de Derechos Humanos, constituyen pauta suprema del interprete en la tarea de fijar el sentido y el alcance de las normas de orden constitucional y legal en las cuales sé positivisa la protección de los derechos del hombre. En el caso de nuestro conflicto armado, muchas de las conductas que vulneran o amenazan los Derechos Humanos, son a su vez infracciones al Derecho Internacional Humanitario y se constituyen en acciones u omisiones de quienes participan directamente de las hostilidades es decir los combatientes, que incumplen los deberes o quebrantan las prohibiciones que les ha impuesto el artículo 3º común a los Cuatro Convenios de Ginebra y el Protocolo II adicional; de esta forma, el sujeto activo de una infracción al Derecho Internacional Humanitario, puede ser cualquiera de las personas que dentro de un conflicto armado, combaten a favor de una u otra parte y las infracciones graves se denominan en la Jurisprudencia y en la Doctrina Internacionales “ crímenes de guerra “ concepto este que será motivo de análisis en el capítulo IV de este trabajo. Con base, en los elementos anteriores, se establecen tres objetivos principales que persigue este trabajo, como ser: 1- Definir el concepto de Derecho Internacional Humanitario, su origen, desarrollo, naturaleza, características, su campo de aplicación y las formas de delitos contra él. También, definir el concepto del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y las semejanzas y diferencias con el Derecho Internacional Humanitario. 2- Analizar la forma como fueron incluidos en nuestro ordenamiento jurídico, su fundamento legal, basado en las normas de carácter internacional, como los Convenios de Ginebra de 1949 y sus dos Protocolos I y II de 1977. 3- Examinar la forma como estos delitos están tipificados en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, dando una descripción de cada uno de ellos. 1 Corte Constitucional. Sentencia C-225 de mayo 18 de 1995. CAPITULO PRIMERO 1. NOCIONES BÁSICAS CON RESPECTO AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 1.1 ORIGEN Y DESARROLLO El Derecho Internacional Humanitario, también conocido como derecho de la guerra y técnicamente derecho de los conflictos armados, hunde sus raíces en la noche de los tiempos. El hombre frente a los horrores de la guerra y ante su incapacidad de evitar los conflictos armados, ha intentado con relativo éxito paliar sus consecuencias, buscando que los contendientes tengan un mínimo ético en la conducción de las hostilidades y en el trato de las personas que no participan en las mismas o que han dejado de participar. En la antigüedad, los Estados disponían de toda libertad para hacer uso de la fuerza e incluso la noción de soberanía estatal, se basaba en el recurso de la misma, y era ella la que determinaba las relaciones de los Estados, con los demás miembros de la comunidad internacional. Según al Doctor Pedro Pablo Camargo2, el desarrollo histórico del Derecho Internacional Humanitario, como derecho de la guerra, ha tenido las siguientes etapas, a saber: La época Pre-estatal se caracterizaba por la ausencia de administración de justicia e imperio de la vindicta; las guerras entre las tribus eran crueles, quedando el vencido a merced del vencedor. La ley del Talión. ojo por ojo, diente por diente, constituye una primera limitación de los tiempos primitivos. En Asia menor debido a las influencias religiosas del budismo y el confusionismo, predominó en las antiguas culturas de la India y de la China, la teoría de la guerra justa en defensa del pueblo. En los pueblos orientales, no existía límite alguno en el desarrollo de los conflictos armados; la barbarie imperó, siendo los asirios quienes propulsaron a todos los demás pueblos, a los prisioneros de guerra se les esclavizaba, mataba o se les ofrecía en sacrificio a los dioses, previa tortura; la población no combatiente de las comarcas conquistadas, también era maltratada y esclavizada. No existió en consecuencia el derecho de la guerra, aunque en el Deuteronomio existen indicaciones sobre la noción de la guerra santa. El pueblo griego fue eminentemente guerrero y no existió limitación alguna en los medios y métodos empleados para la guerra, por el contrario los prisioneros eran sometidos a la esclavitud o eliminados, los pueblos y comarcas saqueados y arrasados, llegándose a usar los primeros gases letales en la guerra del Peloponeso. Solo a partir del siglo IV se empezó a humanizar la guerra. 2 CAMARGO. Pedro Pablo. Derecho Internacional Humanitario, Tomo I, Jurídica Radar Ediciones. Bogotá, Colombia. 1995. En la época romana, el pueblo conquistado quedaba a merced del vencedor, las ciudades saqueadas y los prisioneros asesinados, no obstante, adoptaron normas especiales para los problemas de la guerra y de la paz. La guerra era una institución jurídica y solo cuatro causas la justificaban: la violación de los territorios romanos, la violación contra las prerrogativas de los embajadores, la violación de los tratados, y la ayuda de un Estado amigo. En el cristianismo se defendió, propagó y proclamó la paz. Su extensión y unificación en torno al pontificado y al imperio, conllevó al nacimiento de la comunidad católica; los horrores de la guerra fueron inicialmente mitigados por el Segundo Concilio de Letrán de 1139 en el que se prohibió el uso de ballestas y arcos, como armas mortíferas; el Tercer Concilio de Letrán condenó la esclavización de los prisioneros de guerra que fueran cristianos. Se hace distinción entre guerra justa e injusta. La primera para repeler un ataque injusto o vengar una grave injuria. San Agustín en el siglo V, formula la teoría de la guerra justa ( bellu justum)3 de las que hacen parte las Cruzadas, cuyo fundamento era el de la legitimidad en que se encontraba el soberano para mantener el orden; “por ser el orden natural reflejo del orden divino, este tiene que restablecerse sin importar cual fuese el método o medio utilizado. La guerra desarrollada para mantener ese orden, era una guerra justa, Dios la quiere, el adversario es enemigo de Dios y por ende los actos del soberano, cualquiera que fueren, se justificaban y perdían todo carácter de pecado”. 3 VALENCIA VILLA. Alejandro. Derecho Humanitario para Colombia. Defensoría del Pueblo, Serie Textos de Divulgación, N° 8. Bogotá, Colombia, 1994. En el islamismo, no existe consenso acerca de las limitaciones en el desarrollo de las guerras, las que se declaraban y ejecutaban en contra de quienes no eran musulmanes; si bien, las guerras santas eran precedidas siempre por una invitación de ingresar al Islam. La Edad Media se caracterizó por carecer de reglas humanitarias, aunque debe reconocerse que se lograron algunos avances en contra de la costumbre de matar o esclavizar a los prisioneros de guerra; igualmente las Cruzadas de los Caballeros de la Orden de San Juán socorrieron a los enfermos y heridos, pero no se prestaba asistencia médica en el campo de batalla; los prisioneros y el botín, se consideraban como de propiedad personal de quien los capturaba. La historia del Siglo XVIII y XIX estuvo caracterizada por un sinnúmero de acuerdos entre beligerantes para el intercambio de prisioneros, capitulaciones, armisticios, y acuerdos que contenían disposiciones en favor de las víctimas de las confrontaciones armadas. Sin embargo, estos acuerdos tenían un carácter ocasional, solo obligaba a las partes contratantes bajo un criterio de estricta reciprocidad y una vez finalizada la contienda, fenecían las obligaciones contraídas. Los horrores presenciados por el ginebrino Henry Dunant en la batalla de Solferino en 18594, lo llevaron a establecer en la obra Recuerdo de Solferino las siguientes recomendaciones, a saber: La creación de sociedades voluntarias de socorro cuya finalidad sea prestar o hacer que se preste, en tiempo de guerra, asistencia a los heridos, y la formulación de un principio internacional, convencional y sagrado que, una vez aprobado y ratificado, serviría de base para 4 DUNANT. Henry, Recuerdo de Solferino. pag 117. las sociedades de socorro a los heridos5, institución que da lugar a que en 1863, se constituya un comité para la protección de los heridos, que será posteriormente, el Comité Internacional de la Cruz Roja, el cual logra que el Gobierno suizo convoque una Conferencia en 1864, que finaliza con la adopción de un tratado, titulado Convenio de Ginebra para la protección de los heridos y enfermos en Campaña. El Convenio de Ginebra de 1864, de tan solo de diez artículos, se constituye en la piedra angular del Derecho Internacional Humanitario. Por primera vez los Estados beligerantes reconocen neutrales al personal sanitario, a las ambulancias y a los hospitales y se comprometen a protegerlos y respetarlos. Asimismo, se establece que los militares heridos o enfermos serán recogidos y cuidados, sea cual fuere la nación a que pertenezcan. Finalmente, se adopta un emblema distintivo: una cruz roja sobre fondo blanco, el cual distinguirá al personal sanitario y a los establecimientos y transportes sanitarios6. Con el convenio de 1864, se sientan las bases para la codificación del derecho de la guerra. Codificación que ha tenido un desarrollo progresivo y cuyos textos más importantes son: La Declaración de San Petersburgo de 1868, con el objeto de prohibir el uso de determinados proyectiles en tiempo de guerra. La Declaración de la Haya de 1899, prohibiendo el empleo de las balas que se hinchan o aplastan fácilmente en el cuerpo humano. 5 6 Ibídem pag. 127. Convenio de Ginebra de 1864. Manual de la Cruz Roja. Ginebra. 1975. Reglamento de la Haya de 1907, relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre. Protocolo de Ginebra de 1925, sobre la prohibición del uso en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos. Convenio de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte de los heridos y enfermos de las fuerzas armadas en campaña. Convenio de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte de los heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar. Convenio de Ginebra de 1949, sobre el trato a los prisioneros de guerra. Convenio de Ginebra de 1949, sobre la protección de personas civiles en tiempos de guerra. Convención de la Haya de 1954, para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado. Convención de 1972, sobre la prohibición del desarrollo, de la producción y del almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y tóxicas y sobre su destrucción. Protocolos I y II de 1977, adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949. Convención de Ginebra de 1980, sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados con: - Protocolo sobre fragmentos no localizables Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampas y otros artefactos - Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias - Protocolo sobre armas láser cegadoras de 1995 Convención de 1997, sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales y sobre su destrucción. Convención de Roma de 1998, sobre el establecimiento de la Corte Penal Internacional. 1.2. CONCEPTO Existe consenso general acerca de lo que debe entenderse por Derecho Internacional Humanitario, ya que las diversas definiciones que sobre el mismo se han dado, coinciden en considerarlo como, un conjunto de normas jurídicas de carácter internacional, de origen convencional o consuetudinario, que limitan el uso de la violencia en los conflictos armados, internacionales o internos, impiden que las partes en conflicto elijan libremente los medios y métodos de guerra y protegen a las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades y a los bienes no considerados como objetivos de guerra. Para el profesor Christophe Swinarski, el Derecho Internacional Humanitario ha sido definido como “el cuerpo de normas internacionales, de origen convencional o consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los conflictos armados, internacionales o no internacionales, y que limita, por razones humanitarias, el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los métodos y los medios utilizados en la guerra, o que protege a las personas y a los bienes afectados, o que puedan estar afectados, por el conflicto".7 Esta definición incluye lo que antiguamente se conocía como derecho de la Haya y Derecho de Ginebra, distinción que era más formal que real, puesto que en ambas ciudades, se adoptaron disposiciones que contenían normas relativas a la conducción de la guerra y normas relativas a la protección de las víctimas. En este sentido, la Corte Internacional de Justicia, ha dicho expresamente que tanto las normas relativas a la conducción de las hostilidades, como las que protegen a las 7 SWINARSKI. Christophe, Introducción al Derecho Internacional Humanitario. Comité Internacional de la Cruz Roja. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. CICR-IIDH, Ginebra (Suiza), pág, 11. personas en poder de la parte adversaria, pertenecen a la rama del Derecho Internacional Humanitario.8 1.3. CARACTERÍSTICAS El Derecho Internacional Humanitario, es un derecho de emergencia, que tiene que intervenir en caso de ruptura del orden internacional o del orden interno.9 Tiene por lo tanto características muy particulares, entre las que se destacan su imperatividad, inalienabilidad y la inexistencia de la cláusula de reciprocidad. 1.3.1. La imperatividad del Derecho Internacional Humanitario Las normas del derecho humanitario son de índole imperativa y no dispositiva, pues las partes en conflicto jamás pueden decidir a su arbitrio si las aplican o no. Su imperatividad no se deriva del consentimiento de los Estados, sino de su carácter consuetudinario (ius congens) siendo igualmente obligatorio para los Estados y las partes en conflicto, aun cuando no hayan aprobado ninguno de los tratados respectivos. Afirma el profesor Christophe Swinarski,10 que la universalidad del derecho internacional, tanto en el ámbito convencional, como consuetudinario, ha permitido 8 Corte Internacional de Justicia. Revista de la Cruz Roja Internacional, No 139, Opinión consultiva con respecto a la licitud de la amenaza o del empleo de armas nucleares del 8 de julio de 1996., enero-febrero de 1997, pag. 38. 9 SWINARSKI. Christophe, Principales nociones e institutos del Derecho Internacional Humanitario como sistema internacional de protección de la persona humana. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. San José de Costa Rica, 1990, pag. 87. 10 Ibídem. que la doctrina considere, Derecho Internacional que una parte de las normas fundamentales del Humanitario son normas imperativas de derecho internacional general o normas de ius cogens. El profesor Juan Antonio Carrillo, considera que las convenciones de Ginebra de 1949 al vincular a un amplísimo número de Estados, (188 Estados a 31 de diciembre de 1997), éstas, deben ser consideradas como normas de derecho internacional general.11 Aunque existe el consenso sobre la dificultad de definir las normas de ius cogens, un sector de la doctrina las ha definido, como normas que superan el relativismo del derecho internacional, porque son superiores a la voluntad de los Estados, al ponerse en juego los intereses de la comunidad internacional en su conjunto. Rafael Casado12 define las normas de ius cogens, como normas superiores que la comunidad internacional en su conjunto, considera vitales para su desarrollo. En este mismo sentido, el profesor Carrillo Salcedo dice que, las normas de ius cogens están claramente presentes en la conciencia jurídica de todos los Estados y son indispensables para la existencia misma de una sociedad internacional, tratándose de exigencias imperiosas y absolutas que el Derecho Internacional no puede desconocer, pues acaban por imponerse o desaparece la sociedad internacional.13 El artículo 53 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, define la norma imperativa de Derecho Internacional General como una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto, como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por 11 CARRILLO SALCEDO. Juan Antonio, Curso de Derecho Internacional Público: Introducción a su Estructura, Dinámica y Funciones, Editorial Tecnos, Madrid, España, 1984. Pág. 245. 12 CASADO RAIGÓN. Rafael, Las obligaciones erga omnes en el Derecho Internacional contemporáneo, Departamento de Derecho Internacional Universidad de Córdoba. Cordoba, España. 13 -------- . -------- , La Soberanía de Estado y el Derecho Internacional Humanitario. Editorial Tecnos. Madrid. España, 1995, pag. 159. una norma ulterior de Derecho Internacional General, que tenga el mismo carácter.14 El profesor Juan Antonio Carrillo Salcedo, anota que la frase "comunidad internacional de Estados en su conjunto", no significa en modo alguno, que se requiera el acuerdo unánime de todos los Estados considerados aisladamente, sino la necesidad de que exista un consenso general.15 El derecho de los conflictos armados se caracteriza, porque está constituido por normas imperativas de Derecho Internacional general o normas de ius cogens. La Corte Internacional de Justicia, en sentencia sobre el Asunto de las Actividades Militares y Paramilitares de Estados Unidos de América en Nicaragua y contra esta,16 consideró que existen ciertas normas del Derecho Internacional Humanitario que son aplicables, independiente de la voluntad de los Estados y que los convenios de Ginebra, constituyen en ciertos aspectos el desarrollo y la reafirmación de los principios generales. En este sentido consideró los artículos 1° y 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Agrega que este último, enuncia ciertas reglas que deben ser aplicadas en los conflictos armados no internacionales, como en los que no presentan tal carácter, pues en definitiva, se trata de reglas que corresponden a consideraciones elementales de humanidad. 14 Artículo 53 de la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados: “ Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de Derecho Internacional general. Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de Derecho Internacional general, es una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de Derecho Internacional general que tenga el mismo carácter.” 15 CARRILLO SALCEDO. Juan Antonio, El Derecho internacional en un mundo en cambio. Editorial Tecnos, Madrid, España, 1984, pág. 207. 16 Corte Internacional de Justicia .Sentencia del 27 de junio de 1986, Pags 114 - 118 Si bien es cierto que los tratados de Derecho Internacional Humanitario, son la expresión de los principios generales y por consiguiente estos se constituyen en derecho aplicable, independiente de la voluntad de los Estados, también lo es, que no podría afirmarse de manera categórica, que todas sus normas tienen la naturaleza de ius cogens. Habrá que analizar en cada caso, cuales normas tienen esa naturaleza. La Corte ha dicho, que el principio de distinción, tiene por objeto la protección de la población civil y los bienes civiles, la prohibición de usar armas de efectos indiscriminados, la prohibición de causar sufrimientos innecesarios a los combatientes y el hecho de que no es ilimitado el derecho de los Estados a elegir medios de hacer la guerra, constituyen normas consuetudinarias del Derecho Internacional Humanitario.17 1.3.2. La inalienabilidad de los derechos de las personas protegidas. Las personas protegidas, no podrán en ningún caso renunciar, parcial o totalmente, a los derechos otorgados por el Derecho Internacional Humanitario.18 Esta disposición tiene por objeto proteger a las víctimas de la guerra, e impedir que estas personas sean objeto de presiones por parte de la Potencia detentadora. Los derechos de las personas protegidas son inalienables, y por ende irrenunciables. 17 Revista de la Cruz Roja Internacional, No 139, enero - febrero de 1997, págs . 39 y 40. Corte Internacional de Justicia. Opinión consultiva con respecto a la licitud de la amenaza o del empleo de armas nucleares del 8 de junio de 1996. 18 Convenios I, II, III, y Artículo 8º del Convenio IV de Ginebra de 1949. 1.3.3. La inexistencia de la cláusula si omnes o de Reciprocidad La cláusula si omnes, que establece que una tratado no será aplicable si no ha sido ratificado por todas las Partes involucradas, fue eliminada en los Convenios de Ginebra de 1949. En efecto, él artículo 2° común a los Convenios de Ginebra de 1949, dispuso que, si una de las Potencias contendientes no fuera parte en el presente Convenio, las Potencias que son partes en éste, quedarán obligadas por el mismo en sus relaciones recíprocas, así como en sus relaciones con aquella, siempre que ésta acepte y aplique sus disposiciones. Luego es un derecho que debe ser aplicado por los Estados beligerantes, partes en las Convenciones, independiente, que uno o más, no sea parte de dichos tratados. Ahora bien, de todas formas, los efectos de la cláusula si omnes quedan disminuidos, si se tiene en cuenta que los tratados de Derecho Internacional Humanitario, codifican normas consuetudinarias, generalmente aceptadas y muchas de ellas de ius cogens. 1.4 NATURALEZA 1.4.1 El Derecho y la Guerra La guerra responde, se quiera o no, a uno de los más poderosos instintos del ser humano y durante largo tiempo fue la más importante de las relaciones entre los pueblos. Durante los últimos 3.400 años, no ha habido en el mundo más que 250 años de paz general. En la primera guerra Mundial murieron 10 millones de personas, en la proporción de 20 combatientes por un civil, sin contar los 21 millones de muertes, a causa de las epidemias y en la Segunda Guerra Mundial, 40 millones de personas entre civiles y militares.19 Kant decía que: “el derecho de gentes, durante la guerra es la cosa más delicada que pueda concebirse. De hecho, ¿cómo prescribir leyes a un estado de independencia que no las tiene?“.20 Algunos autores han ido más lejos, al afirmar, que hay una incompatibilidad entre la guerra y el derecho y se basan, en que la guerra es por definición, la ruptura del orden y el desencadenamiento de la fuerza, y en contradicción, esta el derecho, que precisamente quiere mantener el orden y contener la fuerza; por consiguiente, la guerra sería la sustitución del derecho por la fuerza. Pero esta teoría se basa en un sofisma, porque, si para obligar a su adversario a rendirse, se necesita emplear cierta dosis de violencia, ¿por qué debería ésta rebasar ampliamente la finalidad asignada?. Cuando ya es inofensivo, por estar herido o haber sido capturado, el enemigo no desempeña cometido alguno en el desarrollo de las operaciones, ni tiene ya influencia sobre el desenlace de la lucha. Por consiguiente, la guerra es un recurso a la fuerza, pero no a la fuerza sin freno, no rompe todas las relaciones entre los estados, no puede suprimir los logros de la civilización; por encima de los actos de violencia, subsiste un conjunto de derechos y deberes, que son las leyes de la guerra, que proceden de la razón, tanto como del sentimiento de la humanidad y se han formado del mismo modo, que el derecho interno de cada estado. 1.4.2 El Derecho y el Estado 19 Pictet. Jean, Desarrollo y Principios de Derecho Internacional Humanitario. Curso dado en la Universidad de Extrasburgo, en el marco de la Reunión de Enseñanza, organizada por el Instituto Internacional de Derechos Humanos, 1982 20 Ibídem. Cuarta parte del curso. El derecho humanitario es un derecho de Estado, firmado y aplicado por los Estados; ahora bien, para con las demás naciones, el Estado representa los intereses de sus súbditos y un instrumento de poder al servicio de las ventajas más inmediatas de un pueblo. El derecho internacional no es ante todo, materialmente, más que la resultante de los intereses de las partes, es decir de los Estados, pero los que asumen una autoridad en el Estado, pueden ejercer una influencia favorable en su elaboración y en su aplicación, lo mismo que las instituciones filantrópicas, léase Cruz Roja, que se preocupan de hacer prevalecer un poco de justicia y de misericordia en el mundo, incluso, cuando se desencadena la violencia y hacen lo posible por introducir en este derecho, algunos elementos de humanidad, en beneficio del individuo. 1.4.3 El derecho y el individuo Si las disposiciones humanitarias siguen siendo de índole interestatal, no cabe duda que la protección de la persona humana es su verdadera finalidad, pues el Estado no es un fin en sí mismo, no es más que un medio y a fin de cuentas, solo existe en función de los individuos que lo integran. Así se ha llegado a considerar, que la misión del derecho internacional, es otorgar a todos los seres humanos y en todo tiempo, un mínimo de garantías, incluso contra las autoridades del respectivo país de origen. Sin duda alguna, esta evolución continuará, porque concuerda con las necesidades sociales y con la naturaleza humana; pero seguramente solo alcanzará el pleno desarrollo, cuando el derecho sea refrendado, por instancias judiciales y por órganos de control, apoyados a su vez, por una fuerza internacional, capaz de hacer respetar sus decisiones. Como conclusión, se puede citar al profesor Stefan Glaser quien manifiesta: “es hora de que la idea de soberanía del Estado sea reemplazada por la de soberanía del derecho“.21 De hecho, el verdadero soberano es la ley, puesto que también el Estado esta sometido a ella y hoy en día, no se puede apelar al principio de soberanía estatal, contra los derechos sagrados de la persona humana. 1.5. CAMPO DE APLICACIÓN 1.5.1. Material La aplicación material del Derecho Internacional Humanitario, está prevista para las situaciones de conflictos armados internacionales y conflictos armados no internacionales. Debe ser aplicado tan pronto como se presentan las circunstancias objetivas. Su aplicación no depende de la apreciación de las Partes, sino de la aparición de los hechos, que por regla general, constituyen un conflicto armado. El artículo 2° común a los Convenios de Ginebra, dispone que serán aplicables en caso de guerra declarada, o de cualquier otro conflicto armado, que surja entre las Altas Partes contratantes, aunque el estado de guerra no haya sido reconocido por alguna de ellas. Asimismo cuando haya ocupación de la totalidad o parte del 21 PICTET Jean, Desarrollo y Principios del Derecho Internacional Humanitario, Tercer Mundo Editores, Bogotá, Colombia, 1997. territorio de una Alta Parte contratante, sin importar que la ocupación no encuentre resistencia militar. El Protocolo I en su artículo 1°, dispone que será aplicable en caso de conflicto armado de carácter internacional y considera que los conflictos armados en que los pueblos luchan contra la dominación y la ocupación extranjera y contra los regímenes racistas, en el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación, son también de carácter internacional. El artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, también establece la aplicación de algunas de sus normas a los conflictos armados no internacionales, disposición que es desarrollada por el Protocolo II. Es importante aclarar, que en la practica diplomática la expresión “ Altas Partes Contratantes” ,se refiere a los Estados que han firmado o ratificado tratados internacionales. 1.5.2. Personal El Derecho Internacional Humanitario, establece una categoría de personas que deben ser protegidas. - Los integrantes de la población civil - Las personas que no participan en hostilidades y los civiles en poder de la parte adversa - Heridos enfermos y náufragos, puestos fuera de combate - Personal sanitario y religioso - Los periodistas en misión o corresponsales de guerra acreditados - Los combatientes que hayan depuesto las armas por captura, rendición u otra causa análoga - Quienes antes del comienzo de las hostilidades fueren considerados como apátridas o refugiados - Cualquier otra persona que tenga aquella condición en virtud de los Convenios I, II, III y IV de Ginebra de 1949 y los Protocolos adicionales I y II de 1977. 1.5.3. Temporal El Derecho Internacional Humanitario esta compuesto de normas que determinan su aplicación en el tiempo, así: 1.5.3.1 Normas relacionadas con el inicio y terminación de hostilidades. El Derecho Internacional Humanitario, se aplica desde el comienzo de cualquiera de las situaciones previstas en los artículos 2° y 3° comunes de los Convenios de Ginebra de 1949 y en el artículo 1° de los Protocolos adicionales. 1.5.3.2 Normas de aplicación permanente. En el Derecho Internacional Humanitario, se consagran normas que son de aplicación permanente, tales como las que disponen el compromiso de las Altas Partes Contratantes de respetar y de hacer respetar los Convenios de Ginebra y el Protocolo I en toda circunstancia, así como las que disponen difundir el Derecho Internacional Humanitario. En este orden de ideas la obligación de respetar a la población civil, hace parte de estas normas de carácter permanente. 1.5.3.3 Normas aplicables hasta la consecución de su finalidad. El Derecho Internacional Humanitario, contiene normas que son aplicables incluso con posterioridad a la finalización de las operaciones militares. Es el caso, por ejemplo, de los prisioneros de guerra, quienes continúan beneficiándose de las disposiciones pertinentes de los Convenios y del Protocolo I, hasta su liberación definitiva, repatriación o reasentamiento.22 1.5.4 Bienes protegidos El Derecho Internacional Humanitario protege las siguiente cosas y bienes: - Bienes de carácter civil que no sean objetivos militares - Bienes culturales y los destinados al culto - Bienes indispensables para la supervivencia de la población civil - Los elementos que integran el medio ambiente natural - 22 Las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas Protocolo I de 1977. Artículo 3° CAPITULO SEGUNDO 2. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS 2.1 TEORÍAS CON RESPECTO A LA RELACIÓN ENTRE EL DIH Y EL DIDH La relación existente entre los dos es motivo de controversia, en la medida que algunos autores consideran, que el derecho humanitario es el género del que hace parte el derecho de la guerra y los derechos humanos, en tanto que otros estiman que el Derecho Internacional Humanitario es una rama de los derechos humanos, surgiendo así varias teorías distintas, a saber:23 - Teoría Integracionista: Incluye el Derecho Internacional Humanitario como parte de los derechos humanos. - Teoría separatista: Se trata de ramas diferentes del derecho; el Derecho Internacional Humanitario protege a la persona humana en el desarrollo de un 23 CAMARGO. Pedro Pablo, Derecho Internacional Humanitario, tomo I. Bogotá. Colombia. Jurídica Radar Ediciones, 1995, pag. 88. conflicto armado, cuando el orden nacional no le puede brindar una protección eficaz, en tanto que el derecho de los derechos humanos, la protege de las arbitrariedades del orden jurídico interno. - Teoría ecléctica o complementaria: Si bien constituyen dos ramas del derecho, se complementan. Es la teoría mayormente aceptada y afirma que entre los dos existe una relación tal, que permite que se presenten interacciones y perspectivas comunes, en virtud de las cuales, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, se añade al primero, para hacerlo más universal y eficaz. Acogiendo esta teoría, que como se anotó anteriormente es la de mayor aceptación, se puede afirmar, que ambos son dos ramas del Derecho Internacional público, que tienen por objeto la protección de la persona humana y el respeto de su dignidad, con algunos principios comunes relacionados con el respeto a la vida e integridad física y moral, la no-discriminación, las garantías judiciales y la responsabilidad individual. Sin embargo, tienen connotaciones propias que los convierten en dos sistemas distintos, aunque en ciertas circunstancias, coincidan en su aplicación y se complementen. El Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, como se observará más adelante, se diferencian básicamente en su origen, evolución, contenido campo de aplicación y en las personas y bienes protegidos. 2.2 FUNDAMENTOS COMUNES El Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, están inspirados en el deseo de proteger al hombre contra la arbitrariedad y tienen una zona común aplicable en todo tiempo y lugar; compuesta por una serie de normas que tienen el carácter de normas imperativas o de ius cogens, las cuales deben ser aplicadas independientemente de la voluntad de los Estados o de los individuos, y no pueden ser derogadas o renunciadas. Estas garantías, que en el campo de los derechos humanos han sido llamadas el núcleo duro de los derechos humanos, se reflejan en lo que Jean Pictet24 denominó, principios comunes a los Convenios de Ginebra y a los derechos humanos: - Principio de inviolabilidad, que consiste en que el individuo tiene derecho al respeto de su vida, integridad física y moral y de los atributos inseparables de la personalidad - Principio de la no-discriminación, según el cual, las personas serán tratadas sin distinción alguna fundada en la raza, el sexo, la nacionalidad, el idioma, la clase social, la fortuna, las opiniones políticas, filosóficas - Principio de seguridad, según el cual el individuo tiene derecho a la seguridad de su persona La denominada zona común de estos dos ordenamientos, se refiere básicamente a los siguientes derechos: 24 PICTET. Jean, Desarrollo y Principios del Derecho Internacional Humanitario. Tercer Mundo Editores, .Bogotá, Colombia , 1997. - El derecho a la vida y a no ser privado de la misma arbitrariamente, sino en virtud de sentencia definitiva de un tribunal competente. Aquí se debe hacer la salvedad, de que existen países que no tienen en su legislación, contemplada la pena de muerte, entre los que se encuentra Colombia, existiendo prohibición internacional para que los países que no la contemplan, la puedan establecer - El derecho a la integridad física, psíquica, y moral según el cual, nadie debe ser sometido a torturas, ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes - La prohibición de la esclavitud y la servidumbre - El Principio de legalidad y de irretroactividad de las leyes - La prohibición de imponer la pena de muerte a menores de 18 años. (se hace la misma salvedad de los países que no tienen en su legislación contemplada la pena de muerte, Colombia entre ellos) - La no-aplicación de la pena de muerte a mujeres embarazadas. (la misma salvedad) - Derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la conmutación de la pena - La libertad de pensamiento, conciencia y de religión. - La prohibición de la trata de mujeres - Derecho del niño a la protección familiar, social y estatal 2.3 DIFERENCIAS 2.3.1 Por su origen y evolución El Derecho Internacional Humanitario, surge de la necesidad de disminuir los rigores de la guerra, que se va manifestando a través de normas consuetudinarias, que con el correr del tiempo, se han convertido en normas convencionales de carácter internacional y cuya piedra angular es el Convenio de Ginebra de 1864, para proteger la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña. Este convenio, es el punto de partida para la codificación y desarrollo del derecho de los conflictos armados y que en su desarrollo más reciente, tenemos los Protocolos adicionales de 1977 y la Convención de Ottawa de 1997. El Derecho Internacional Humanitario se ha ido desarrollando, lamentablemente a causa de los excesos de los combatientes y como disciplina social, ha procurado regular las situaciones no cubiertas. Así, la batalla naval de Lissa en 1886, trajo como consecuencia la protección de las fuerzas armadas en el mar. La Primera Guerra Mundial, caracterizada por el gran número de prisioneros, propició el convenio para la protección de los prisioneros de guerra de 1929. La Segunda Guerra Mundial, caracterizada por el alto numero de víctimas civiles, dio origen al Convenio de Ginebra para la protección de dichas personas. La guerra civil española, propició el artículo 3° común a los Convenios de Ginebra para la protección de las víctimas de los conflictos internos. La proliferación de conflictos no internacionales y de descolonización, trajo como consecuencia, la revisión de todo el derecho humanitario y la actualización de las normas relacionadas con la conducción de las hostilidades, surgiendo así los Protocolos de 1977. Ahora recientemente, la actividad codificadora se ha centrado en la prohibición o restricción de cierto tipo de armas. 25 Las normas del Derecho Internacional Humanitario proceden del plano internacional, en el interés de los Estados por regular la guerra. Normas que luego son adoptadas en el plano interno, mediante la adopción de medidas tendientes a garantizar su vigencia, generalmente por la vía de las adhesiones o ratificaciones. Los derechos humanos surgieron como normas jurídicas en el transcurso del siglo XVII al interior de los Estados, como una limitación del poder de los mismos en relación con sus súbditos, siendo el primer derecho reivindicado, el de la libertad de opción religiosa. Con anterioridad al siglo XVII, más que derechos existieron privilegios otorgados por el soberano a ciertas clases sociales, es el caso de la Carta de Neuchatel de 1214, la Carta Magna de 1215, las disposiciones de Oxford de 1258, el Código de Magnus Erikson de 1350 y la Pragmática de los Reyes Católicos de 1480. Con el advenimiento del llamado Siglo de las Luces, surgen los primeros textos como la Petition of Rights de 1628, el Habeas Corpus Act de 1679, el Bill of Rights, La Bill of Rights de Virginia de 1776 y la Declaration des Droits de l'homme et du citoyen de 1789; textos que buscaron poner límites al poder y a la arbitrariedad. 26 Sin embargo, la internacionalización de los derechos humanos se da en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y como reacción a las atrocidades cometidas por las fuerzas del 25 RAMIREZ QUESADA. Saul Emir. Colombia y el Derecho Internacional Humantirario. Ministerio de Relaciones Exteriores, Dirección General de Asuntos Especiales, Bogotá, 1999. Eje. Se inicia con la Declaración Universal de Derechos Humanos, del 10 de diciembre de 1948 y numerosos tratados, pasando por los Pactos internacionales de 1966. Es a partir de 1948, que podemos hablar del surgimiento del Derecho Internacional de los derechos humanos, como “un conjunto de normas que tienden a proteger los derechos y libertades fundamentales del ser humano, en el ámbito internacional” 27 2.3.2 Por su contenido y campo de aplicación El Derecho Internacional Humanitario, está concebido para ser utilizado en situaciones de conflicto armado. Así, los Convenios de Ginebra de 1949 y los Protocolos de 1977, establecen que serán aplicables a la guerra internacional y a los conflictos armados no internacionales. Es un derecho de emergencia, que busca proteger a las víctimas de la violencia y tiene normas que le son propias, tales como las relacionadas con la conducción de las hostilidades. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos es aplicable en todo tiempo y lugar, salvo los derechos que pueden ser suspendidos en tiempo de conflicto armado o en situaciones de urgencia que amenacen la nación.28 Es ante todo aplicable en épocas de paz y busca el desarrollo armonioso del individuo. Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas establecen. que los derechos fundamentales del hombre, tales como son aceptados en derecho internacional y enunciados en instrumentos internacionales, son plenamente aplicables en situación de conflicto armado.29 26 Ibídem. Pág. 22 VILLÁN DURAN. Carlos, El sistema de Naciones Unidas de Protección de los Derechos Humanos y de las Instituciones Especializadas, Estrasburgo, 1990. 28 Artículo 4º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Artículo 15 del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950; Artículo27 de la Convención Americana de Derechos Humanos de 1969. 29 Asamblea General de las Naciones Unidas. Resolución AG 2675 (XXV). 27 El Derecho Internacional Humanitario no admite derogación de sus normas.30 Situación que si es admitida, para ciertos derechos en el campo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Las relaciones que regula el Derecho Internacional Humanitario son fundamentalmente de tipo interestatal, aunque en los conflictos no internacionales, las relaciones entre los contendientes no solo crean obligaciones para Estados, sino los también para los individuos. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos regula relaciones entre el Estado y sus ciudadanos y solo crea obligaciones para cada uno de esos Estados. 2.3.3 Procedimientos de protección Los sistemas de aplicación del Derecho Internacional Humanitario y del Derecho Internacional de los Derechos Humanos son completamente diferentes. En el Derecho Internacional Humanitario, se tiene que en principio, son los Estados los encargados de sancionar las infracciones cometidas contra este derecho. Así mismo, las potencias protectoras, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Comisión de Encuesta y ahora la Corte Penal Internacional, coadyuvan al esfuerzo de velar por la vigencia y respeto del Derecho Internacional Humanitario. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos cuenta con un sinnúmero de mecanismos de protección, unos de carácter judicial, otros de carácter semijudicial. En el marco de las Naciones Unidas, tiene fundamentalmente la Comisión de Derechos Humanos y a nivel regional la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, La Comisión Europea de Derechos Humanos, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Estos mecanismos, tienen la característica de que no solo el Estado tiene la posibilidad de recurrir a ellos, sino que también los individuos pueden hacerlo. 2.4. PERSONAS Y BIENES PROTEGIDOS 2.4.1 Personas protegidas El Derecho Internacional de los Derechos Humanos protege a todos los individuos sin excepción alguna, sin conferirles estatutos particulares, mientras que el Derecho Internacional Humanitario protege solo a ciertas categorías de personas. Así las cosas, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos protege a todas las personas sin importar su nacionalidad, raza, sexo, edad, religión etc. Así observamos, diferentes expresiones en los textos internacionales a saber: toda persona, todo individuo, todos, nadie, los hombres y las mujeres. El Derecho Internacional Humanitario, se refiere básicamente a las siguientes categorías de personas protegidas a saber: Personas heridas y enfermas, la población civil, los náufragos, los prisioneros, personal sanitario y religioso, periodistas en misión o corresponsales de guerra, quienes hayan depuesto las armas, apátridas y refugiados y en general cualquier otra persona que según los cuatro Convenios de Ginebra y los dos Protocolos tenga esta condición. 30 Ver normas de irrenunciabilidad en el DIH y normas de no derogación. 2.4.2 Bienes protegidos El Derecho Internacional Humanitario protege solo a cierta categoría de bienes, enumerados en la legislación internacional y en el nuevo Código Penal Colombiano; mientras que el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, protege a todos los bienes sin distinción. CAPITULO TERCERO 3. EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO COLOMBIANO 3.1 ANTECEDENTES 3.1.1 El Tratado de Regularización de la Guerra El derecho de los conflictos armados no es ajeno a la tradición jurídica colombiana; el primer antecedente lo encontramos en el Tratado de la Regularización de la Guerra celebrado entre los gobiernos de España y Colombia, el 26 de noviembre de 1829. Cabe la solicitud del libertador Simón Bolívar a Pablo Murillo, quien había sido designado para adelantar conversaciones con los independentistas, en el sentido de autorizar a sus diputados para que concluyan con la República “un tratado verdaderamente santo, que regularice la guerra de horrores y crímenes que hasta ahora ha inundado de lagrimas y de sangre a Colombia y que sea un monumento, entre las naciones más cultas de civilización, libertad y filantropía.“31 Petición que es aceptada y da origen a la firma del acuerdo que intentó humanizar la guerra de Independencia. El Tratado de Regularización de la Guerra, se caracteriza por ser quizá el primer instrumento internacional, por medio del cual se aplican las reglas de la guerra internacional, a las guerras civiles. En su artículo 1º prescribe que: “A la guerra entre España y Colombia se hará como lo hacen los pueblos civilizados, siempre que no se opongan a las practicas de ellos algunos de los artículos del presente Tratado, que debe ser la primera y más inviolable regla de ambos Gobiernos”.32 Sus disposiciones regulan lo relativo a la protección y canje de prisioneros de guerra, el trato de los heridos y enfermos, la inmunidad de la población civil y la sepultura de los combatientes. El convenio de Regularización, aparte de tomar el derecho consuetudinario en boga, fue un acuerdo innovador; los espías recibían el trato de prisioneros de guerra, fuesen civiles o militares33, los comandantes de los ejércitos podían nombrar comisarios para que se trasladaran a los lugares de reclusión de prisioneros, examinaran su situación y procuraran mejorarla, 34 se garantizaba una inmunidad total de la población civil, independientemente de que cometieran actos hostiles contra los beligerantes,35 se garantizaba que los militares heridos o 31 LIÉVANO AGUIRRE, Bolívar, Editorial La Oveja Negra, Bogotá, 1982, pág. 233. CAVELIER. Germán, Tratados de Colombia, Tomo I, Editorial Kelly, Bogotá, 1982, pag. 18. 33 Artículo 6º A…serán tratados como prisioneros de guerra, aquellos militares o paisanos que individualmente o en partidas hagan el servicio de reconocer, observar o tomar noticias de un Ejército para darlas al Jefe de otro. 34 Artículo 9º Los Jefes de los Ejércitos exigirán que los prisioneros sean asistidos conforme quiera el Gobierno a quien éstos correspondan, haciéndose abonar mutuamente los costos que causaren. Los mismos jefes tendrán derecho a nombrar Comisarios que trasladados a los depósitos de los prisioneros respectivos, examinen su situación, procuren mejorarla y hacer menos penosa su existencia. 35 Artículo 11 Los habitantes de los pueblos que alternativamente se ocuparen por las armas de ambos Gobiernos, serán altamente respetados, gozarán de una extensa y absoluta libertad y seguridad, sean cuales fueren o hayan sido sus opiniones, destinos, servicios y condiciones. 32 enfermos que fuesen aprendidos no serían prisioneros de guerra y estarían en libertad de integrarse a sus ejércitos, tan pronto como se restablecieran.36 3.1.2 La Constitución Política de 1863 La Constitución Política de los Estados Unidos de Colombia, conocida también como la Constitución de Rionegro, consagró en su artículo 91 que el derecho de Gentes hacía parte de la legislación nacional. Sus disposiciones regían especialmente en los casos de guerra civil; en consecuencia, podía ponerse termino a ésta, por medio de tratados entre los beligerantes, quienes debían respetar las prácticas de las naciones cristianas y civilizadas. Por primera vez se consagra en un canon constitucional la obligatoriedad de aplicar el derecho de gentes en los casos de guerra civil, buscando poner freno a las atrocidades cometidas en las frecuentes guerras civiles padecidas por el país a lo largo del siglo XIX. El sentido de la expresión derecho de gentes se encuentra explicado por Salvador Camacho Roldán quien afirmaba: “Este (El derecho de gentes) se compone de las practicas humanitarias, de las atenuaciones introducidas por el Cristianismo y la Civilización a la ferocidad de los odios; de las prescripciones de respeto y seguridad a los no combatientes establecidas por la mitigación de las costumbres. La guerra olvida todo, leyes divinas y leyes humanas; y las únicas garantías que deja subsistir son las establecidas por las costumbres de las naciones cultas. Así pues, en tiempo de guerra la conservación de algunas garantías se debe tan solo 36 Artículo 4º Los militares o dependientes de un Ejército que aprehendan heridos o enfermos en los hospitales o fuera de ellos, no serán prisioneros de guerra y tendrán libertad para restituirse a las banderas a que pertenecen, luego que se hayan restablecido…se les prestará, por lo menos la misma asistencia, cuidados y alivios que a los heridos u enfermos del Ejército que los tenga en su poder. al Derecho de Gentes; y mucho más entre nosotros, porque lo que especialmente se manda observar por el artículo 91 son las practicas humanitarias de las naciones cristianas y civilizadas”.37 37 CAMACHO ROLDÁN. Colombia. 1892-1895 Salvador, Boyacá Bibliografía Regional. Escritos varios. Librería Colombiana. Bogotá. 3.1.3 El Código Penal Militar de 1881 El Código Penal Militar expedido por medio de la ley 35 del 20 de mayo de 1881,reglamentaba, con fundamento en él artículo 91 de la Constitución de Rionegro, todo lo concerniente al derecho de gentes que debía ser observado por los jefes de operaciones militares en situaciones de guerra internacional, de insurrección, rebelión y guerra civil. Así mismo, se incorporaron la Declaración de San Petesburgo de 1868 y el Convenio de Ginebra de 1864. Incluía disposiciones sobre las hostilidades, los combatientes, los prisioneros de guerra, los derechos y deberes de los ocupantes.38 3.1.4 La Constitución Política de 1886 La Constitución Política de 1886 también consagró el respeto del derecho de gentes durante los estados de sitio. En los casos de guerra exterior o de conmoción interior, podía el Presidente, previa audiencia del Consejo de Estado, y con la firma de todos los Ministros, declarar turbado el orden público y en estado de sitio toda la República o parte de ella. Mediante tal declaración quedaba el Presidente investido de las facultades que le conferían las leyes, y en su defecto, de las que le daba el Derecho de Gentes para defender los derechos de la Nación o reprimir el alzamiento. Este Artículo. fue modificado por el Acto Legislativo No. 3 de 1910, que rezaba “En caso de guerra exterior o conmoción interior podrá el Presidente, con la firma de todos los 38 VALENCIA VILLA. Alejandro, Derecho Humanitario para Colombia, Defensoría del Pueblo. Serie Textos de Divulgación N°. 8. Bogotá. Colombia. 1994. Págs. 57 a 62. Ministros, declarar turbado el orden publico y en estado de sitio toda la República o parte de ella”. Mediante tal declaración, el Gobierno tenía, además, de las facultades legales, las que conforme a las reglas aceptadas por el Derecho de Gentes, rigen para la guerra entre naciones. Finalmente por el Acto Legislativo No. 1 de 1968 se estableció que “En caso de guerra exterior o conmoción interior podrá el Presidente, con la firma de todos los Ministros, declarar turbado el orden público y en estado de sitio toda la República o parte de ella”. Mediante tal declaración el Gobierno tendrá, además de las facultades legales, las que la Constitución autoriza para tiempos de guerra o de perturbación del orden público y las que, conforme a las reglas aceptadas por el Derecho de Gentes, rigen para la guerra entre naciones. 3.1.5 La Constitución Política de 1991 Los constituyentes de 1991, al regular los estado de excepción establecieron que durante su vigencia no sería posible suspender los derechos humanos, ni las libertades fundamentales y que en dichas situaciones de anormalidad se respetaran las reglas del Derecho Internacional Humanitario. El Artículo. 214 dispone que “los estados de excepción ( guerra exterior, conmoción interior) se someterán a las siguiente disposiciones... 2. No podrán suspenderse los derechos humanos ni las libertades fundamentales. En todo caso se respetaran las reglas del Derecho Internacional Humanitario...” 3.2 ALGUNOS ASPECTOS DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO FRENTE A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA COLOMBIANA 3.2.1 Aplicación retroactiva de la ley penal humanitaria en Colombia. De acuerdo a lo establecido en el artículo 29 numeral 2º de la Constitución “Nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante el juez o tribunal competente y con la observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio”. Norma contemplada también en el artículo 6° del nuevo Código Penal que consagra el Principio de Legalidad, y que no es sino el desarrollo de preceptos contenidos en tratados internacionales ratificados por Colombia, que reconocen derechos humanos y que prohiben su limitación en los estados de excepción, razón por la cual no solo prevalecen en el orden interno, sino que además tienen el rango de norma constitucional ( bloque de constitucionalidad) Por ejemplo la Convención Americana de Derechos Humanos prohibe la suspensión, entre otros de los principios de Legalidad y Retroactividad, en ningún tiempo, ni aún durante los estados de excepción. En consecuencia para poder investigar, juzgar y sancionar penalmente en el territorio colombiano a una persona que ha realizado una conducta correlativa a una grave infracción al Derecho Internacional Humanitario, se requiere que ella se encuentre contemplada como delito dentro de la legislación penal vigente en el momento en que tuvo ocurrencia. La situación se tornaría distinta en el evento de que fuese un tribunal internacional o un país distinto a Colombia el que juzgara las conductas atentatorias contra las personas y bienes protegidas por el Derecho Internacional Humanitario cometidas en nuestro territorio, ya que en el primer caso, se requiere que la normativa internacional contemple como delitos esas conductas, como se encuentran por ejemplo, en el Estatuto de la Corte Penal Internacional. En el segundo caso, que el país que asume el juzgamiento contemple como delito en la legislación penal interna eso comportamientos.39 3.2.2 Imprescriptibilidad El artículo 28 de la Carta Política inciso 2º señala que “ no habrá penas ni medidas de seguridad imprescriptibles” La Convención de 1968 sobre la imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, no ha sido ratificada por Colombia, y por ende no se encuentra inmersa en la legislación interna colombiana, por él contrario, ella no se ajusta a los preceptos constitucionales y resulta en este momento inaplicable en Colombia. El Estatuto de la Corte Penal Internacional en su artículo 29 señala que: “Los crímenes de la competencia de la Corte no prescribirán.” . Como puede observarse, aquí se presenta una incompatibilidad con la Constitución colombiana, que se trató de resolver, mediante la presentación ( marzo del 2001), al Senado de la República de Colombia, un proyecto de Acto Legislativo número 14 de 2001, por el cual se incorpora a la Constitución, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.40 39 HERNÁNDEZ HOYOS. Diana, Derecho Internacional Humanitario, Como aplicar el DIH a la legislación y al conflicto interno colombiano, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, Colombia, 2000, pág. 281. 40 Gaceta del Congreso ( Año X, N°77, de fecha 20 de marzo de 2001. El citado proyecto adiciona al artículo 93 de la Constitución Política, un inciso que incorpora el Estatuto de Roma al ordenamiento interno y un artículo transitorio que reviste al Presidente de la República, de precisas facultades extraordinarias para dictar las disposiciones necesarias tendientes a armonizar la legislación nacional con ese instrumento internacional. En relación con la incorporación de un tratado a convenio, mediante Acto Legislativo, ese procedimiento entra en colisión con el mecanismo consagrado en el artículo 224 de Constitución para la aprobación de los instrumentos internacionales por parte el Congreso de la República. Además de pretermitir la iniciativa que el artículo 189 numeral 2, atribuye al ejecutivo para someter a la aprobación de la rama legislativa los tratados o convenios internacionales que celebre. Respecto al artículo transitorio, no solo de introducirse enmiendas a ese instrumento, será menester abocarse a futuros actos legislativos, para incorporarlas la ordenamiento interno, lo cual resulta procesalmente oneroso41 Por estas razones, el senador Jimmy Chamorro, presentó el 23 de mayo de 2001, en sesión plenaria del Senado de la República, el texto que modifica el Proyecto de Acto legislativo número 14 de 2001, el cual fue consensuado con el Gobierno Nacional y aprobado por unanimidad por esa cámara legislativa. La Cámara de Representantes, en sesión plenaria del 5 de diciembre de 2001, aprobó el tenor que se transcribe a continuación, del Proyecto de Acto Legislativo número 14 de 2001, por el cual se adiciona el artículo 93 de la Constitución Política: 41 Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Informe presentado por el Coordinador de la Corte Penal Internacional. Bogotá. febrero 14 de 2002. Artículo 1°. Adiciónese el artículo 93 de la Constitución Política con el siguiente texto: “El Estado colombiano puede reconocer la jurisdicción del la Corte Penal Internacional en los términos previstos en el Estatuto de Roma, adoptado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas y, consecuentemente, aprobar y ratificar ese Tratado de conformidad con el procedimiento establecido en esta Constitución. La admisión de un tratamiento diferente en materias substanciales por parte del Estatuto de Roma, con respecto a las garantías contenidas en la Constitución, tendrá efectos exclusivamente dentro del ámbito de la materia regulada en él” Artículo 2° El presente Acto Legislativo rige a partir de su promulgación. Es preciso señalar, que el tenor de la disposición aprobada conjura las incompatibilidades existentes entre el Estatuto de Roma y la Constitución Política, con lo cual es viable, en éste caso, dar curso al procedimiento previsto para la aprobación y ulterior ratificación de los tratados. 3.3 ALCANCE DE LA EXPRESIÓN “REGLAS DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO“ La Corte Constitucional de Colombia, siguiendo al profesor Christophe Swinarski42 ha considerado que la expresión “Derecho Internacional Humanitario” debe ser 42 SWINARSKI, Christophe, El Derecho Internacional Humanitario, es un conjunto de normas internacionales, de origen convencional o consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los conflictos armados internacionales o no internacionales, y que limita por razones humanitarias, el derecho de las partes en conflicto, a escoger libremente los métodos y los medios utilizados en la guerra ( Derecho de la entendida en su sentido lato, es decir incluyendo lo que para los doctrinantes tradicionales constituía el Derecho de Ginebra y el Derecho de la Haya. Al respecto, el la Corte ha dicho en la sentencia C-225/95 que: “En constitucionalismo colombiano el Derecho Internacional Humanitario debe ser entendido de manera amplia, esto es, como el derecho de los conflictos armados, el cual comprende las dos ramas tradicionales: el Derecho Internacional Humanitario en sentido estricto y el derecho de la guerra”.43 Esta opinión ya había sido expresada en la sentencia C-574/92 al manifestar el alto tribunal que: “...el Derecho Internacional Humanitario contiene normas que limitan el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los medios y métodos utilizados en combate, así como disposiciones encaminadas a proteger a las víctimas y a los bienes susceptibles de verse afectados por un conflicto armado.”44 La jurisprudencia constitucional ha considerado que él artículo 214 de la Carta Magna consagra una incorporación automática del Derecho Internacional Humanitario al ordenamiento interno, sin que sea necesario que los tratados que lo componen sean aprobados por el Congreso de conformidad con el Artículo. 224 de la Constitución. La sentencia C-574/92 afirma que el texto constitucional al incorporar el principio del respeto de las reglas del derecho humanitario “no exige ratificación o adhesión al convenio o tratado. Agrega que en consecuencia, se acogió la fórmula de la incorporación automática del Derecho Internacional Humanitario al ordenamiento interno nacional, lo cual, por lo demás, es lo congruente con el carácter imperativo que, según ya fue explicado, caracteriza a Haya), o que protege a las personas y a los bienes afectados ( Derecho de Ginebra). Introducción al Derecho Internacional Humanitario. CICR-IIDH. San José de Costa Rica., 1984, pag. 18. 43 Sentencia No C-225/95. Corte Constitucional, pag.38. 44 Sentencia No C-574/92. Corte Constitucional, pag.107. los principios axiológicos que hacen que este cuerpo normativo integra el “ius cogens”45, afirmación reiterada en la Sentencia C-225/95. Sin embargo, pese a que la Corte Constitucional ha sido reiterativa en el sentido que la expresión: Reglas del Derecho Internacional Humanitario se refieren a todos los tratados sobre el derecho de los conflictos armados, ratificados o no, se considera que el sentir del constituyente fue el que se aplicaran solo los convenios debidamente aprobados por el Congreso y por supuesto las reglas imperativas del derecho internacional general ya que son precisamente éstas reglas de ius cogens las que se aplican independientemente de la voluntad de los Estados, de lo contrario así lo habría dispuesto. En particular el constituyente Augusto Ramírez Ocampo señalaba su conformidad con el examen previo de constitucionalidad de los tratados para que una vez adoptados, ellos sean norma real y suprema y deban ser aceptados por todos.46 Es de anotar que si bien es cierto, que los Convenios relativos al Derecho Humanitario son desarrollo de principios considerados de Derecho Internacional General, también lo es que no todas las normas que contienen dichos instrumentos tienen tal naturaleza. De otra parte, él artículo 224 de la Constitución Nacional que regula el tema de las relaciones internacionales estableció que los tratados para su validez deberán ser aprobados por el Congreso, estableciendo solo una excepción al permitir la aplicación provisional de los tratados de naturaleza económica y comercial, acordados en el ámbito de organismos internacionales que así lo dispusieran, 45 46 Ibídem, pag. 116. Las Actas de la Comisión I. Obsérvese que los constituyentes no afirman que las normas internacionales debiendo enviarlos al Congreso para su aprobación tan pronto como entraran en vigor provisionalmente. Obsérvese que nada se dijo respecto de los tratados referidos al Derecho Internacional Humanitario. Ahora bien, si se aceptara la tesis de que el Derecho Internacional Humanitario hace parte de los derechos humanos, el artículo 93 establece que solo los tratados internacionales ratificados por el congreso que reconocen los derechos humanos y que prohiben su limitación en los estados de excepción prevalecen en el orden interno. Luego si los tratados de derechos humanos deben ser ratificados para que prevalezcan en el orden interno, no se explica porque, entonces, los tratados de Derecho Internacional Humanitario no necesitan de la ratificación para que rijan en Colombia. Aunque la Corte Constitucional reiterativamente ha sostenido que la expresión “ Reglas del Derecho Internacional Humanitario” se refiere a todos los tratados ratificados o no, la norma constitucional exige que deben ser aprobados por el Congreso Nacional, vale decir, ratificados. 3.4 LA PREVALENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ORDENAMIENTO INTERNO El artículo 93 de la Constitución Política estableció también que los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los derechos humanos y que prohiben su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el orden interno. Esta disposición le otorga a los tratados en mención una categoría superior sobre cualquier tipo de leyes o normas que se produzcan en el ordenamiento jurídico interno, con excepción de las normas tengan un carácter supranacional aplicables independientemente de su ratificación. constitucionales. Luego todas las normas de inferior categoría deben ser ajustadas a los contenidos de los tratados en mención. El artículo 2º del nuevo Código Penal establece que: “las normas y postulados que sobre derechos humanos se encuentren consignados en la Constitución Política, en los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia, harán parte integral de este código“. Se consagra así el Principio de Integración por el cual se pretende integrar a la normatividad penal, el llamado bloque de constitucionalidad, importante herramienta que permite lograr un efecto conglobante en la interpretación y aplicación de la legislación penal fundamental. La Corte Constitucional siguiendo la teoría de la complementariedad del Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, ha considerado que estas dos normativas hacen parte de un mismo género, es decir del régimen internacional de protección de los derechos de la persona humana y que ambos cuerpos normativos están concebidos para proteger los derechos humanos. En la sentencia C-574/92 afirmó el Derecho Internacional Humanitario constituye la aplicación esencial, mínima e inderogable de los principios consagrados en los textos jurídicos sobre los derechos humanos en las situaciones extremas de los conflictos armados.47 La Corte Constitucional al considerar que el Derecho Internacional Humanitario, como parte de la normativa internacional tendente a proteger los derechos humanos, tiene normas que no pueden ser suspendidas en situaciones de excepción y que en consecuencia también tienen un carácter prevalente sobre el ordenamiento interno. Afirma la Corte que en tales circunstancias es claro que los tratados de Derecho Internacional Humanitario, como los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales cumplen con los presupuestos del Artículo. 93, ya que reconocen derechos humanos que no pueden ser limitados ni durante los conflictos armados, ni durante los estados de excepción; agrega la Corte que: "Además existe una perfecta coincidencia entre los valores protegidos por la Constitución Colombiana y los convenios de Derecho Internacional Humanitario, puesto que todos ellos reposan en el respeto de la dignidad de la persona humana."48 Al aceptarse la prevalencia del Derecho Internacional Humanitario es necesario determinar el alcance de dicha prevalencia sobre el derecho interno, teniendo en cuenta que él artículo 4° de la Constitución Nacional establece por una parte que la Constitución es norma de normas y por la otra, que en todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicaran las disposiciones constitucionales.49 Ahora bien, la Corte supraconstitucionalidad Constitucional del Derecho en sentencia Internacional 225/95, reiteró la Humanitario, desde la perspectiva del Artículo. 27 de la Convención de Viena, sobre el derecho de los tratados, en el sentido de que un Estado no puede invocar normas de derecho interno para incumplir un tratado, pero indicó que desde la perspectiva del Derecho Constitucional Colombiano no puede hablarse de supraconstitucionalidad, sino de un bloque de constitucionalidad, ya que los tratados de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario están integrados normativamente en la Constitución, por mandato de la misma, formando un solo cuerpo. 47 48 Corte Constitucional, Sentencia C-574/92, pag. 108. Corte Constitucional, Sentencia C-225/95, pag. 42. Ha dicho la Corte: “...El bloque de constitucionalidad está compuesto por aquellas normas y principios que, sin aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como parámetros del control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido normativamente integrados a la Constitución por diversas vías y por mandato de la propia Constitución. Son pues verdaderos principios y reglas de valor constitucional, esto es, son normas situadas en el nivel constitucional, a pesar de que pueda a veces contener mecanismos de reforma, diversos al de las normas del artículo constitucional stricto sensu.”50 En Colombia son aplicables para los conflictos armados internacionales los siguientes tratados, a saber: La Convención de 1972 relativa a la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes tóxicos o similares y medios bacteriológicos (Ley 10 de 1980), los Convenios de Ginebra de 1949 (Ley 5° de 1960), la Convención de la Haya de 1954 sobre la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado (Ley 340 de 1996) y el Protocolo I de 1977 (Aprobado por la Comisión Especial Legislativa. (Ley 11 de 1992) Para los conflictos armados no internacionales, son aplicables en Colombia: El artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 ( Ley 5° de 1960) y el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra (Ley 171 de 1994) En el Artículo 4º de la Convención de la Haya de 1954 se consagra la aplicación de parte de sus disposiciones en los conflictos armados no internacionales. ( Ley 340 de 1996) 49 50 Constitución Política de Colombia, Editorial Temis S.A. Bogotá. Colombia. 1998. Corte Constitucional, Sentencia C-400/98. Así mismo, el Protocolo II de la Convención de Ginebra 1980 sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas Armas Convencionales que puedan considerarse nocivas o de efectos indiscriminados ( Ley 469 de 1998) también se aplica en tales conflictos. También son aplicables, tanto para los conflictos armados internacionales como para los no internacionales, las normas imperativas del Derecho Internacional General relativas a los conflictos armados. Al respecto, los participantes a la XIV Mesa Redonda sobre el Derecho Internacional Humanitario, acerca del tema “Normas del Derecho Internacional Humanitario relativas a la conducción de las hostilidades en los conflictos armados no internacionales” celebrada por el Instituto Internacional de Derecho Humanitario, los días 13 y 14 de septiembre de 198951 concluyeron que independientemente de la existencia de disposiciones convencionales expresamente aprobadas para los conflictos armados no internacionales, existen normas que deben ser aplicadas en dichas situaciones así: a. En relación con la conducción de las hostilidades las referidas a: - La distinción entre combatientes y personas civiles - La prohibición de atacar la población y las personas civiles - La prohibición de causar males superfluos - La prohibición de la perfidia - El respeto y protección del personal sanitario y del personal religioso, así como de las unidades y de los medios de transporte sanitarios 51 Revista Internacional de la Cruz Roja, septiembre- octubre de 1990, numeral. 101, Normas del Derecho Internacional Humanitario relativas a la conducción de las hostilidades en los conflictos armados no - La prohibición de atacar las viviendas y otras instalaciones que sólo sean utilizadas por la población civil - La protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil - Las medidas de precaución en el ataque b. En relación con las prohibiciones y limitaciones del empleo de ciertas armas en los conflictos armados no internacionales la XIV Mesa Redonda, consideró como normas generales las siguientes: - La prohibición del empleo de armas químicas y bacteriológicas. - La prohibición del empleo de balas que se expanden o se aplastan fácilmente en el cuerpo humano, como las balas de dum-dum. - La prohibición del empleo de veneno como medio o método de combate. - La prohibición de emplear armas incendiarias, minas, trampas y otros artefactos contra la población civil y las personas civiles individualmente consideradas, así como su uso indiscriminado.52 internacionales, págs. 411 a 438. 52 Declaración de Taormina, emitida por el Consejo del Instituto Internacional del Derecho Humanitario, que contiene normas generales relativas a la conducción de las hostilidades, aplicables en caso de conflicto armado, no internacional. 3.5 NORMAS APLICABLES EN COLOMBIA Han pasado varios años desde el momento en que se superó la discusión de sí Colombia se encuentra inmersa en un conflicto armado interno. De igual forma, está superada la discusión acerca de sí el Protocolo II, aplicable a los conflictos armados no internacionales, es un instrumento aplicable a la situación colombiana. El reconocimiento por parte del Estado de la existencia del conflicto armado ha sido expreso hasta el punto que en varias ocasiones se le ha otorgado status político a diferentes organizaciones armadas que se oponen al Estado. Muchas de estas organizaciones, luego de un proceso de negociación se han desmovilizado y hacen parte de la vida política, económica y social de Colombia. El Estado colombiano, con ocasión del informe sobre sus actividades relativas a la aplicación del Derecho Internacional Humanitario, presentado a la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, advertía que a pesar de que el Protocolo II entraría en vigor el 15 de febrero de 1996, el Gobierno de Colombia considera que las disposiciones del Protocolo II de 1977 ya deben ser obedecidas por los servidores públicos, en particular por todos los miembros de la Fuerza Publica.53 Ahora bien, la Corte Constitucional en sentencia C-225/95 rehusa analizar si se dan las condiciones de aplicabilidad del Protocolo II al conflicto armado colombiano por considerarlo irrelevante, dado que “... conforme al mandato constitucional (Artículo. 214 numeral 2o), el Derecho Internacional Humanitario, incluyendo obviamente el Protocolo II, se aplica en Colombia en todo caso, sin que 53 República de Colombia, Ministerio de Relaciones Exteriores, Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, Oficina del Alto Comisionado para la Paz: Actividades del Gobierno de Colombia relativas a la aplicación de Derecho Internacional Humanitario, Bogotá, 1º de diciembre de 1995, págs.5 y 6. sea necesario estudiar si el enfrentamiento alcanza los niveles de intensidad exigidos por el Artículo. 1°”. El ámbito de aplicación material del Derecho Internacional Humanitario aplicable en los conflictos internos, nos lleva a analizar el concepto de conflicto armado no internacional, los requisitos de aplicación del Protocolo II, él Artículo. 3º común a los Convenios de Ginebra de 1949 y la noción de tensiones y disturbios internos. 3.5.1. El Concepto de Conflicto armado no internacional. Cuando dos partes opuestas dentro de un Estado, recurren a las armas, con el objeto de alcanzar el poder público o cuando una gran parte de la población se levanta contra el gobierno se llama guerra civil, hoy, denominado conflicto armado no internacional. La guerra civil es una lucha armada que se produce en el territorio de un Estado entre las fuerzas del gobierno establecido y unas fuerzas disidentes. Concepto clásico, aceptado con escasas variantes, por todos los autores. El Comité de Expertos encargados de examinar el problema de la asistencia a las Víctimas de los Conflictos Internos54 señaló que cuando se está en presencia de una acción hostil dirigida contra el Gobierno Legal con carácter colectivo y un mínimo de organización se está frente a un conflicto armado no internacional. Agrega la Comisión que conviene tener en cuenta elementos tales como la duración del conflicto, él número y la forma en que están encuadrados los rebeldes, su instalación o su acción sobre una parte del territorio, el estado de 54 Comisión de Expertos encargados de examinar el problema de la Asistencia a las Víctimas de los Conflictos Internos, CICR, Ginebra, 1962. inseguridad, la existencia de víctimas, los medios puestos en acción por el gobierno legal para establecer el orden, etc. Siguiendo al profesor José Luis Fernández Flores55, se encuentran tres variantes del conflicto armado no internacional: La guerra civil exclusivamente interna, la guerra civil reconocida y la guerra civil internacionalizada. La guerra civil exclusivamente interna no presenta ninguna injerencia de terceros en la misma, ni a favor del gobierno establecido ni a favor de los sublevados. El gobierno establecido conserva su derecho a reprimir la sublevación con los medios a su alcance, aplicando sus propias leyes que deben estar en consonancia con los tratados que protegen los derechos humanos. Los sublevados no tienen otro derecho que el de ser tratados según el orden interno del Estado. En la guerra civil reconocida los sublevados son reconocidos como potencia beligerante. A través de tal reconocimiento un conjunto de individuos recibe una posición internacional que implica ciertos derechos y deberes. El reconocimiento de beligerancia puede ser otorgado por el gobierno establecido contra el cual se enfrentan los sublevados o por terceros Estados. Los principios que rigen el reconocimiento de beligerancia son esencialmente los mismos relativos al reconocimiento de Estados y Gobiernos. Son ciertas condiciones, no tildadas de ilegales por el Derecho Internacional que permiten a los Estados reconocer la beligerancia de los sublevados y que son: 55 FERNÁNDEZ FLORES. José Luis, La represión de las infracciones del derecho de la guerra cometida por individuos, Revista Internacional de la Cruz Roja. N°. 105, mayo - junio de 1991. a) Que los insurgentes tengan la posesión efectiva de una parte del territorio nacional. b) Que los insurgentes ejerzan de hecho los elementos de un gobierno regular sobre la parte del territorio que poseen, es decir que puedan expedir y aplicar normas obligatorias de conducta con respecto a los habitantes del territorio dominado. c) Que la guerra sea conducida por tropas organizadas, sometidas a una disciplina militar y respeten las leyes y costumbres de la guerra.56 El reconocimiento de beligerancia por parte del gobierno establecido le permite eximirse de su responsabilidad internacional por los actos de los sublevados beligerantes, respecto a los intereses de terceros Estados. Los sublevados adquieren una cierta personalidad internacional, pudiendo celebrar ciertos acuerdos internacionales, verbigracia, para la establecimiento de representaciones diplomáticas. compra de armas o el Sin embargo, el gobierno establecido conserva su derecho a reprimir a los sublevados beligerantes, por todos los medios a su alcance y dentro de las limitaciones impuestas por el orden interno. Los sublevados beligerantes no adquieren frente al gobierno establecidos mas derechos y deberes que los que tenían antes. El reconocimiento de beligerancia por parte de terceros Estados no le impide al gobierno establecido continuar utilizando todos los medios a su alcance para reprimir la sublevación. Ahora bien, si el gobierno establecido no ha reconocido a los sublevados lo más común es que si los reconocimientos están hechos 56 Instituto de Derecho Internacional. Commentaire des Protocoles additionnels du 8 juin, 1977. CICR. Ginebra. Suiza. teniendo en cuenta el cumplimiento de las condiciones clásicas por los sublevados y éstos proceden de Estados significativos en cantidad y número, la realidad internacional acabe imponiéndose al propio gobierno y prevalezca sobre la actitud de éste. Si el gobierno establecido también ha reconocido, las relaciones entran por los cauces internacionales. Como vemos, el reconocimiento de beligerante tienen efectos limitados y temporales. Su objeto es otorgar a los sublevados los derechos para mantener la lucha, con todas las consecuencias. La fracción así reconocida será considerada como un Estado, pero solamente por lo que respecta a las operaciones de guerra. El efecto esencial del reconocimiento de beligerancia es la aplicación de las leyes de la guerra. Aunque las relaciones entre los elementos sublevados y el gobierno sean de orden interno, los rebeldes serán tratados como si fueran los instrumentos militares de un Estado beligerante, debiendo ser considerados combatientes regulares. Ambos combatientes podrán ejercitar las prerrogativas de la beligerancia como el ejercicio del derecho de presa, el establecimiento del bloqueo, etc. La guerra civil internacionalizada, en la que generalmente hay reconocimiento de beligerancia, se caracteriza por la intervención de terceros Estados. La intervención en la guerra civil es licita cuando se interviene a favor del gobierno en virtud de un tratado o de una petición formal del mismo gobierno. Se considera igualmente licita la intervención a favor de los insurgentes cuando se trata de beligerantes y teniendo como fundamento la idea del trato igual de ambas partes, puesto que se presume que cada una representa la voluntad de una parte del pueblo. 53 53 RAMIREZ QUESADA. Saul Emir. Colombia y el Derecho Internacional Humanitario. Ministerio de Relaciones Extiores, Dirección de Asuntos Especiales, Bogotá, Colombia, 1999. 3.6 LA APLICABILIDAD DEL PROTOCOLO II DE 1979 Y DEL ARTÍCULO 3º COMÚN A LOS CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 A LA ACTUAL SITUACIÓN COLOMBIANA 3.6.1 Condiciones de aplicabilidad del Protocolo II El Protocolo II no es aplicable a todos los conflictos internos, sino solamente a aquellos que reúnan las siguientes condiciones: a) Que el enfrentamiento armado se desarrolle entre las fuerzas armadas del gobierno establecido y fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados. Es la legislación de cada Estado, la que define que cuerpos armados hacen parte de las fuerzas armadas. En muchos Estados las fuerzas armadas solo están constituidas por las fuerzas de mar, tierra y aire. En Colombia también comprende a las fuerzas de policía. Si una de las partes enfrentadas no es fuerza armada gubernamental no procede la aplicación del protocolo II, como sería el caso de conflictos armados entre organizaciones de autodefensa campesina y grupos subversivos. Las fuerzas armadas disidentes hacen relación a las fuerzas armadas que se sublevan contra el gobierno establecido. Las fuerzas armadas disidentes o los grupos armados deben estar organizados, es decir deben tener una estructura y una disciplina militar a la que se sujete el conjunto de los rebeldes. Si estos grupos no están organizados no se puede comprobar la existencia de un conflicto en los términos del Protocolo II. b) Los grupos armados y/o las fuerzas armadas disidentes deben tener un mando responsable. El solo hecho de que estos grupos armados estén organizados como fuerzas armadas no bastan para estar seguros de que estas fuerzas tengan un nivel de organización y coherencia suficientes para poder constituir una parte en conflicto. Necesitan además tener dirección militar o política que asuma la responsabilidad de las mismas. La existencia de un mando responsable implica una cierta organización de los sublevados. Esta autoridad del mando responsable debe ser reconocida y respetada por los rebeldes, ejerciendo dicha autoridad tanto en la dirección de las operaciones militares, la imposición de la disciplina y la organización de las tropas. c) Control de los sublevados sobre una parte del territorio que les permita realizar operaciones 57militares sostenidas y concertadas y aplicar el Protocolo II. El control territorial se manifiesta en el dominio que los rebeldes tienen en una parte del territorio. Dominio que no exige una porción importante del territorio ni una posesión efectiva del mismo. En este sentido la exigencia del control del territorio para el reconocimiento es más amplia ya que exige la posesión efectiva del territorio. 58 57 58 Ibídem. Pág, 25 - 26. Ibídem. Pág 27 - 28. Habrá control del territorio en la medida que los rebeldes puedan realizar operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el Protocolo; si no tienen la posibilidad o capacidad de hacerlo no habrá control territorial en los términos del protocolo II. d) Realizar operaciones militares sostenidas y concertadas. Este requisito, que no es autónomo, ya que depende del grado de control territorial que posea el grupo, busca evitar que actos aislados de violencia o realizados por personas aisladas puedan considerarse como conflicto armado. Se entienden por operaciones militares sostenidas aquellas acciones continuas, por oposición a los actos esporádicos y desordenados de violencia y por concertadas aquellas acciones acordadas por los rebeldes en orden a lograr un objetivo. e) Capacidad de aplicar el Protocolo II. Este requisito tampoco es autónomo, ya que también depende del control territorial que posea el grupo de los rebeldes que deben estar en capacidad de aplicar las disposiciones del Protocolo II. Capacidad que se da en la misma medida en que se reúnan las condiciones anteriores puesto que en esa medida poseen la infraestructura mínima indispensable. Esta capacidad de aplicar el Protocolo II implica la obligación de someterse a sus disposiciones. 3.6.2 El Protocolo II y los disturbios interiores y tensiones internas. El Protocolo II se refiere a las tensiones internas y a los disturbios interiores para excluirlas del campo de aplicación material por considerar que tales situaciones no son conflicto armado. El Comité Internacional de la Cruz Roja define los disturbios interiores como a “situaciones en la que, sin que haya propiamente hablando conflicto armado sin carácter internacional, existe sin embargo, a nivel interior, un enfrentamiento que presenta cierto carácter de gravedad o de duración y que da lugar a la realización de actos de violencia. Estos últimos pueden tener formas variables, que van desde la generación espontanea de actos de sublevación hasta la lucha entre grupos mas o menos organizados y las autoridades que ejercen el poder. En estas situaciones que no degeneran forzosamente en lucha abierta, las autoridades apelan a cuantiosas fuerzas de policía, o bien a las fuerzas armadas, para restablecer el orden interno“59 Por lo que respecta a las tensiones internas, se trata de situaciones de tensión grave (política, religiosa, racial, social, económico, etc.) o secuelas de un conflicto armado o de disturbios interiores. Estas situaciones presentan todas o algunas de las características siguientes: - Detenciones masivas - Numero elevado de detenidos políticos - Probables malos tratos o condiciones inhumanas de detención - Suspensión de las garantías judiciales fundamentales, sea por la promulgación de un estado de excepción, sea por una situación de hecho - Denuncias de desaparición de personas. Concluyendo, hay disturbios interiores, aunque no haya conflicto armado, cuando el estado utiliza la fuerza armada para mantener el orden: Hay tensión interna, 59 EL CICR, la Liga y el Informe sobre la Reevaluación del Cometido de la Cruz Roja, Ginebra 1979. aunque no haya disturbios interiores, cuando el empleo de la fuerza es una medida preventiva para mantener el respeto de la ley y el orden. 60 Con relación a los disturbios interiores, la Corte en Sentencia ya comentada, afirma que incluso en estas situaciones debe aplicarse todo el Derecho Internacional Humanitario, interpretación que como ya sé dicho, excede los alcances del Artículo. 214 numeral 2. 3.6.3. Calificación de las condiciones de aplicabilidad del Protocolo II. El artículo 1o del Protocolo II, no establece quien es la autoridad competente para determinar cuando se está en las condiciones previstas para su aplicación. Durante la votación del Artículo. Colombia presentó una enmienda oral tendiente a determinar en quien residía la competencia para calificar las condiciones previstas en dicho Artículo, en los siguientes términos: insértese el texto siguiente al final del párrafo 1°: " La calificación de las condiciones previstas anteriormente corresponde al Estado en el cual se desarrolla el conflicto" .61 Colombia finalmente, retiró la enmienda pero absteniéndose de votar sobre él Artículo. 1°, por considerar que la aplicación del Artículo. 1° quedaba sujeta a una interpretación unilateral, al no haber sido posible incluir una norma que definiera a quien correspondería la calificación de los siguientes elementos: a) Cuando un grupo disidente o un grupo armado organizado actúa bajo la dirección de un mando responsable. 60 Ibídem. pág. 8. Actas de la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo del DIH Aplicable en los conflictos armados, Ginebra 1974-1977, Vol. VIII, pág. 66. 61 b) Quien define con claridad que el control es ejercido sobre una parte del territorio. c) Quien establece cuando se trata de operaciones militares sostenidas y concertadas.62 Habiéndose omitido determinar quien es el competente para calificar las condiciones ya anotadas, los Estados deben actuar de buena fe en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales, y proceder a aplicar el protocolo, inmediatamente se manifiesten objetivamente las condiciones previstas para su aplicación; ya que ésta no depende de la apreciación de las partes en conflicto, sino de los hechos, de la realidad. Igual sucede con él Artículo3° común a los Convenios de Ginebra. 1 2 3.6.4. El principio de no-intervención El protocolo II, establece en su Artículo. 3°: Que ninguna disposición podrá invocarse, con el objeto de menoscabar la soberanía de un Estado o la responsabilidad que incumbe al gobierno de mantener o restablecer la ley y el orden en el Estado o de defender la unidad nacional y la integridad territorial del Estado por todos los medios legítimos. Igualmente prescribe que no puede invocarse disposición alguna del protocolo como justificación para intervenir, directa o indirectamente, sea cual fuere la razón, en el conflicto armado o en los asuntos internos o externos de la Alta Parte Contratante en cuyo territorio tenga lugar el conflicto. 62 Ibídem, pág. 79 y 80. El Protocolo II, prohibe que su aplicación sea utilizada como pretexto para menoscabar la soberanía o intervenir en los asuntos internos o externos del Estado en que se desarrolle el conflicto armado. La aplicación del Protocolo II solo tiene consecuencias humanitarias y por consiguiente no afecta el derecho del Estado de tomar los medios necesarios para mantener o restablecer la ley y el orden publico, defender la unidad nacional o la integridad territorial. El Estado, sigue conservando la facultad para combatir a los rebeldes, de conformidad con su ordenamiento jurídico. No sobra recalcar, que la aplicación de las disposiciones del Protocolo II, no conlleva el reconocimiento de beligerancia de los sublevados, por expresa disposición del Artículo. 3º común a los Convenios de Ginebra de 1949, al establecer que su aplicación no surte efecto sobre el estatuto jurídico de las partes en conflicto. 3.6.5. El artículo 3º Común a los Convenios de Ginebra de 1949. El artículo 3º común63 ha sido considerado un Convenio en miniatura, es la única disposición común a los convenios de Ginebra que se ocupa de los conflictos 63 Artículo. 3° Común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949. “En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surjan en el territorio en una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las Partes en conflicto tendrá la obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones: 1. Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable, basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna, o cualquier otro criterio análogo. A este respecto, sé prohiben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las personas arriba mencionadas: a. Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios; b. La toma de rehenes; c. Los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes; d. Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados. 2. Los heridos y los armados no internacionales. Sus disposiciones han sido consideradas por la Corte Internacional de Justicia, como principios elementales de humanidad64. El artículo 3º común, deberá ser aplicado a todo conflicto armado sin carácter internacional. Esta disposición no exige para su aplicación ningún tipo de condiciones, como si lo hace el Protocolo II. Basta que se presente una acción hostil, dirigida contra el gobierno establecido con carecer colectivo y un mínimo de organización. Establece, que las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluso los miembros de las fuerzas armadas, que han depuesto las armas o que hayan quedado fuera de combate por enfermedad, herida, detención o cualquiera otra causa, serán tratadas con humanidad, sin distinción alguna de carácter desfavorable. Quedando prohibido frente a estas personas, los atentados contra la vida e integridad personal; la toma de rehenes, los atentados a la dignidad personal, las condenas dictadas, y las ejecuciones efectuadas sin juicio previo, emitido por unos tribunales irregularmente constituidos. Cuando se está en presencia de un conflicto cubierto por el Protocolo II, deberá aplicarse también él Artículo 3º, ya que el Protocolo II, lo completa y desarrolla. Por lo tanto deben ser aplicados simultáneamente. enfermos serán recogidos y asistidos. Un organismo humanitario imparcial tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja podrá ofrecer sus servicios a las Partes en conflicto. Además, las Partes en conflicto harán el posible por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o parte de las otras disposiciones del presente Convenio. La aplicación de las anteriores disposiciones no surtirá efectos sobre el estatuto jurídico de las Partes en conflicto.” 64 Corte Internacional de Justicia, Asunto de las Actividades militares y paramilitares en Nicaragua y contra ésta. Nicaragua contra Estados Unidos de América. 3.6.7. Acuerdos Especiales El artículo 3° común a los Convenios de Ginebra, establece que las partes en conflicto se esforzaran en poner en vigor por vía de acuerdos especiales la totalidad o parte de las disposiciones de los Convenios de Ginebra. Ningún acuerdo especial podrá perjudicar la situación de los heridos, enfermos, náufragos, ni de los miembros del personal religioso y sanitario. Estos acuerdos que celebren las partes, así como la aplicación total del Artículo. 3º, no tienen efectos sobre el estatuto jurídico de las partes contendientes. El artículo 6º común a los Convenios I, II, III de Ginebra y al artículo 7° del Convenio IV, también contempla estos acuerdos especiales. 3.7 MEDIDAS DE IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN COLOMBIA 3.7.1 Medidas Preventivas En la última década, ha existido una permanente preocupación, por parte de los gobiernos de difundir en Colombia el Derecho Internacional Humanitario, para lo cual han contado con la asesoría y colaboración continua del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Cruz Roja Colombiana. Desde el año 1991, a través de la Directiva Presidencial Nº 05 sobre Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el Gobierno Nacional manifestó su voluntad de divulgarlo, cumpliendo de esta forma con una parte de las obligaciones adquiridas al suscribir los Convenios de Ginebra de 1949.65 65 HERNÁNDEZ MONDRAGÓN. Mauricio, Derecho Internacional Humanitario. Su aplicación en Colombia. República de Colombia. Presidencia de la República. Bogotá. Biblioteca Básica de Derechos La intensificación sobre su difusión, se ha efectuado con mayor intensidad en los últimos años, extendiéndose tanto a la Fuerza Pública como a la población civil más afectada con el conflicto armado; en relación con la Fuerza Pública, se tiene que a través de la Directiva del Ministerio de Defensa Nº 24 de 1995, se ordenó revisar y ajustar los programas de formación y entrenamiento e instrucción de las tropas, con el fin específico de que conocieran y aplicaran el Derecho Internacional Humanitario y de esta forma se reestructuraron y fortalecieron las oficinas de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario en las guarniciones militares y de policía, y se desarrollaron planes y programas de formación, entrenamiento e instrucción en estas materias. Puntualmente, se han realizado actividades, como talleres sobre Derecho Internacional Humanitario con miembros del Ejército Nacional; cursos intensivos sobre derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, con la Armada Nacional, y con la Fuerza Aérea colombiana, y para oficiales y personal de la Justicia Militar de la Policía Nacional; al igual que en las escuelas de formación militar en Bogotá; capacitación en el exterior de miembros de las Fuerzas Armadas, sobre Derecho Internacional Humanitario.66 Así mismo, se adelantaron dos interesantes actividades académicas: Manual sobre Derecho Internacional Humanitario, que con la colaboración de la Cruz Roja Colombiana, preparó la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de Defensa, y la investigación sobre las medidas nacionales de aplicación del Derecho Internacional Humanitario, que debe adoptar el Gobierno Nacional, realizada por la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Cruz Roja Colombiana y la Humanos, 1992 66 HERNÁNDEZ HOYOS. Diana, Derecho Internacional Humanitario. Por qué y cómo aplicar el DIH a la legislación y al conflicto interno colombiano, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, Colombia, 2000. pág. 242. Consejería Presidencial de los Derechos Humanos67, en la que se diagnosticaron los vacíos legislativos y administrativos, en cuanto a las medidas nacionales de aplicación del Derecho Internacional Humanitario, y se formularon las recomendaciones pertinentes al Gobierno Nacional, dirigidas a obtener el cumplimiento de las obligaciones contraídas por Colombia, al ratificar los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales. Respecto a la población civil, el programa de difusión se refleja en las campañas a través de mensajes televisivos y radiales dirigidas a sensibilizar a la población, sobre todo a aquella, que se encuentra en las zonas más afectadas por la violencia del conflicto armado, acerca de los límites de la guerra; en particular, la Oficina del Ato Comisionado para la Paz de la Presidencia de la República, contrató con la Cruz Roja Colombiana, la realización de programas de difusión masiva del Derecho Internacional Humanitario, lográndose el llamado Programa Nacional para la Difusión y Aplicación del Derecho Internacional Humanitario en los municipios afectados por el conflicto armado. 3.7.2 Medidas de Control El 17 de abril de 1996, se reconoció por parte del Gobierno Nacional, la competencia de la Comisión Internacional de Encuestas, a través del depósito ante el Consejo Federal Suizo, de la declaración mediante la cual, se efectuaba el referido reconocimiento. El principal objetivo de la Comisión de Encuestas, es asegurar la protección de las víctimas de un conflicto armado internacional, procurando la observancia de los principios y reglas del Derecho Internacional Humanitario. Colombia, está al igual que otros países, reconociendo ipso facto y 67 Ibídem, pág. 243 y 244 sin acuerdo especial, la competencia de la Comisión, para situaciones específicas, que tienen que ver principalmente, con la investigación de hechos supuestamente violatorios de reglas del Derecho Internacional Humanitario, aplicables a los conflictos armados internos68 3.7.3 Medidas Legislativas - Administrativas Por medio del decreto 1863 de 1996, se creó y puso en operación la Comisión Gubernamental para la Humanización del Conflicto Armado y la Aplicación del Derecho Internacional Humanitario, con carácter de órgano consultor y coordinador permanente del gobierno, adscrita a la Presidencia de la República. En la ley 282 de 1996, por medio de la cual se dictaron medidas tendientes a erradicar algunos delitos contra la libertad personal, especialmente el secuestro y la extorsión, se atribuyó al Director del Programa Presidencial para la Defensa de la Libertad Personal, la función de velar por el adecuado respeto del Derecho Internacional Humanitario; por medio de la ley 387 de 1997, se adoptaron medidas para la prevención del desplazamiento forzado, la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados; En 1998, se promulgó el decreto 860 a través del cual, se reglamenta lo relativo a la protección y el uso que debe darse al nombre y el emblema de la Cruz Roja, se protegen sus actividades y se facilita la prestación de los servicios en el territorio nacional. - Disciplinarias 68 Ibídem , págs. 245 a 247 La Procuraduría Delegada para los Derechos Humanos, hace una interpretación sistemática de las disposiciones contenidas en la Carta Política, en los estatutos especiales de las fuerzas militares, de la Policía Nacional (Decretos 0085 de 1989 y 2584 de 1993 respectivamente) y en el régimen común, y aplica disposiciones sustantivas contenidas en éste último, a faltas cometidas por miembros de la fuerza pública, que no se encuentran consideradas expresamente como tales, en los estatutos especiales.69 Es de anotar que el Código Unico Disciplinario, sólo señala como faltas gravísimas el genocidio y la desaparición forzada, quedando las restantes contempladas en la ley 200 de 1995 que creó este código, para los servidores públicos distintos a las fuerzas militares y de Policía, sin posibilidad de sanción. El Congreso de la República expidió la Ley 734 de 2002, por la cual se adopta el Código Disciplinario Único, norma que rige a partir del 5 de mayo de 2002.70 En este estatuto, se establece la normatividad sancionatoria aplicable a los servidores públicos, que incumplan sus obligaciones en relación con la función pública y sus deberes legales y constitucionales. En su Libro II Título Unico, “ La descripción de las faltas disciplinarias en particular” Capítulo I. Faltas Gravísimas Artículo. 48. son faltas gravísimas: 69 70 Ibídem, págs. 248 a 250 Ley 734 de 2002, por la cual se adopta el Código Disciplinario Único, norma que rige a partir del 5 de 5- Realizar cualquiera de los actos mencionados a continuación, con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial, religioso, político o social: a- Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo: b- Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; c- Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; d- Traslado por la fuerza de miembros del grupo a otro; 6- Ocasionar, con el propósito de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial, político o colectividad propia fundada en motivos políticos, por razón de su pertenencia al mismo, la muerte de uno o varios de sus miembros. 7- Incurrir en graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario. 8- Someter a una o varias personas a privación de la libertad, cualquiera que sea la forma, seguida de su ocultamiento y de la negativa a reconocer dicha privación o de dar información sobre su paradero, sustrayéndola del amparo de la ley. 9- Infligir a una persona dolores o sufrimientos graves físicos o psíquicos con el fin de obtener de ella o de un tercero información o confesión, de castigarla por un acto por ella cometido o que se sospeche que ha cometido o de intimidarla o coaccionarla por cualquier razón que comporte algún tipo de discriminación. Mayo de 2002 10- Ocasionar mediante violencia u otros actos coactivos dirigidos contra un sector de la población que uno o varios de sus miembros cambie el lugar de su residencia. 11- Ocasionar la muerte en forma deliberada y dentro de un mismo contexto de hechos, a varias personas que se encuentren en situación de indefensión, por causa de sus opiniones o actividades políticas, creencias religiosas, raza, sexo, color o idioma. 12- Fomentar o ejecutar actos tendientes a la formación o subsistencia de grupos armados al margen de la ley; o promoverlos, auspiciarlos, financiarlos, organizarlos, instruirlos, dirigirlos o colaborar con ellos. 13- Privar de la libertad a una o varias personas y condicionar la vida, la seguridad y la libertad de ésta o éstas a la satisfacción de cualquier tipo de exigencias. 14- Privar ilegalmente de la libertad a una persona. Como puede observarse, en el nuevo Código Disciplinario se tipifican las violaciones graves al Derecho Internacional Humanitario, en forma expresa. - Judiciales Colombia no había dado cumplimiento a los compromisos adquiridos con la comunidad internacional, cuando suscribió los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, puesto que en el derogado Código de Justicia Penal Militar, el artículo 169 supuestamente recogía de manera general e imprecisa, todos los delitos contra el Derecho Internacional Humanitario y se elaboraron proyectos de ley tanto por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja, como a nivel institucional, dirigidos a incluir en el Código Penal, como delitos, aquellas conductas que constituyen graves violaciones Humanitario, resaltando el proyecto de ley Nº 40 al Derecho Internacional presentado por la Fiscalía General de la Nación, a la Comisión Primera del Senado, en el año de 1998 que se convertiría en la ley Nº 599 del 2000, por la cual se expide el Nuevo Código Penal, en el cual, por fin se le dedica en su parte especial “ De los delitos en particular “ el Título II “Capítulo Unico“, un capítulo dedicado exclusivamente a los delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, respondiendo de esta forma, no solo a los compromisos adquiridos por Colombia internacionalmente, sino a la imperiosa necesidad de adecuar el sistema penal colombiano, a los principios y postulados señalados en la Constitución Política Colombiana de 1991, así como a los pronunciamientos jurísprudenciales emitidos por la Corte Constitucional. Este tema será tratado en toda su extensión resaltando toda su importancia en el punto 3.8 de éste capítulo.71 3.8 TIPIFICACIÓN DE LAS INFRACCIONES AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO. Con cierta frecuencia, se cuestiona si las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario son obligatorias para las fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados que se oponen al gobierno establecido, habida cuenta que no son parte de los Convenios de Ginebra ni del Protocolo II. 71 HERNÁNDEZ HOYOS. Diana, Derecho Internacional Humanitario. Por qué y cómo aplicar a la legislación y al conflicto interno colombiano .Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. Bogotá. Colombia. 2000. Al respecto, el CICR consideró en los debates relacionados con los derechos y deberes de las partes en conflicto, que el compromiso asumido por el Estado es válido para la parte insurgente. Ni la manera como se haya constituido la parte insurgente, ni el hecho de que ésta escape momentáneamente al control del gobierno establecido, pueden debilitar o extinguir el compromiso asumido por el Estado, ya que la parte insurgente continua ligada por dicho compromiso.72 Aracely Mangas afirma que aunque es cierto que el Estado al ser Parte de los Convenios, y eventualmente del Protocolo II, asume un conjunto de derechos y deberes en nombre de toda la colectividad, sin embargo, cuando estalla el conflicto armado interno, en la practica no parece que las fuerzas rebeldes, compartan ese argumento de sentirse parte de la colectividad que ha asumido ese compromiso convencional.73 Por lo anterior, se hace necesario que los Estados tipifiquen las infracciones al Derecho Internacional Humanitario, en sus ordenamientos penales y disciplinarios. Solo así, se garantizaría, que los infractores a esta normativa, sean puestos a disposición de los tribunales nacionales competentes. Afortunadamente, la creación de la Corte Penal Internacional, contribuirá sin duda a disminuir la impunidad y a perseguir a todo aquel trátese de representantes del Estado o de grupos armados de oposición que infrinjan gravemente el Derecho Internacional Humanitario. págs. 250 a 253 72 Actas de la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo del Derecho Internacional Humanitario aplicable en los Conflictos Armados. Ginebra, 1974-1977. Vol. VIII, pag, 250. 73 MANGAS MARTÍN. Aracely, Conflictos Armados Internos y Derecho Internacional Humanitario, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 1990. 3.8.1. El Código Penal de 1980 El código Penal de 1980, no contempla ninguna norma que tipifique las infracciones al Derecho Internacional Humanitario. 3.8.2. Proyecto de ley Nº 40 Senado de la República. Ahora bien, el nuevo proyecto de código penal contempla un título denominado "Delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario” y tipifica las siguientes conductas: - Homicidio en persona protegida - Lesiones en persona protegida - Tortura en persona protegida - Utilización de medios y métodos de guerra ilícitos - Perfidia - Actos de terrorismo - Actos de barbarie - Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en personas protegidas - Actos de discriminación racial - Toma de rehenes - Detención ilegal y privación del debido proceso - Constreñimiento a apoyo bélico - Despojo en el campo de batalla - Omisión de medidas de socorro y asistencia humanitaria - Obstaculización de tareas sanitarias y humanitarias - Destrucción y apropiación de bienes protegidos - Destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario - Destrucción o utilización ilícita de bienes culturales y de lugares de culto - Ataque contra obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas - Represalias - Deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de población civil - Atentados a la subsistencia y devastación - Omisión de medidas de protección a la población civil - Reclutamiento ilícito - Exacción o contribuciones arbitrarias - Destrucción del medio ambiente El proyecto de reforma al Código Penal, fue ciertamente ambicioso, por lo que respecta a la tipificación de las infracciones al Derecho Internacional Humanitario y busca dar cumplimiento a las obligaciones contraídas por el Estado Colombiano, y por otro lado disminuir la comisión de conductas contrarias a esta normativa. Es de anotar, que es la primera vez que se emprende un esfuerzo de tal envergadura. 3.8.3. Nuevo Código Penal Colombiano. Ley 599 de 2000. El proyecto de ley Nº 40 presentado por el Fiscal General de la Nación, doctor Alfonso Gómez Méndez, se convirtió en el Nuevo Código Penal, por medio de la Ley 599 de Julio 24 de 2000 y recoge de manera casi íntegra lo propuesto en el Proyecto de Ley No. 40 de 1998, ya que contempla un título denominado “Delitos contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario“. En el Libro Segundo, Parte Especial, “de los delitos en particular” Título II Capítulo Unico, se tipifican de manera expresa las siguientes conductas: Artículo. 135 Homicidio en persona protegida ( C. P.) El que con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, ocasione la muerte de persona protegida conforme a los Convenios Internacionales sobre Derecho Humanitario ratificados por Colombia, incurrirá en prisión de treinta a cuarenta años… El parágrafo, define quienes son las personas que se entienden que están protegidas por el Derecho Internacional Humanitario, enumeradas en el primer capítulo de éste trabajo. Fundamento Legal Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de Agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional, adoptado en Ginebra el 8 de junio de 1977. Artículo 4º : Garantías fundamentales 1- Todas las personas que no participen directamente en las hostilidades o que hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad, tienen derecho a que se respete su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas. Serán tratadas con humanidad en toda circunstancia, sin ninguna distinción de carácter desfavorable. Queda prohibido ordenar que haya supervivientes. 2- Sin perjuicio de carácter general de las disposiciones que preceden, están y quedarán prohibidos en todo tiempo y v se refiere el párrafo 1: a) Los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas, en particular el homicidio y los tratos crueles tales como la tortura y las mutilaciones o toda forma de pena corporal. b) Los castigos colectivos. c) La toma de rehenes. d) Los actos de terrorismo. e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor. f) La esclavitud. g) El pillaje. h) Las amenazas de realizar los actos mencionados. 3- Se proporcionará a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y en particular: a) Recibirán una educación, incluida la educación religiosa o moral, conforme a los deseos de los padres, o a falta de ellos, de las personas que la guarda de estos. b) Se tomarán medidas oportunas para facilitar la reunión de las familias temporalmente separadas. c) Los niños menores de quince años no serán reclutados en las fuerzas o grupos armados y no se permitirá que participen en las hostilidades. d) La protección especial prevista en este artículo para los niños menores de quince años seguirá aplicándose a ellos si, no obstante las disposiciones del apartado c), han participado directamente en las hostilidades y han sido capturados. e) Se tomarán medidas, si procede y siempre que sea posible con el consentimiento de los padres o de las personas que en virtud de la ley o la costumbre, tengan en primer lugar la guarda de ellos, para trasladar temporalmente a los niños de la zona en que tengan lugar las hostilidades a una zona del país más segura y para que vayan acompañados de personas que velen por su seguridad y bienestar. Artículo 136. Lesiones en persona protegida. ( C P.) El combatiente que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, cause daño a la integridad física o a la salud de persona protegida conforme al Derecho Internacional Humanitario, incurrirá en las sanciones previstas para el delito de lesiones personales, incrementadas hasta en una tercera parte. Fundamento legal El Artículo 12 del Convenio I de Ginebra, en relación con heridos y enfermos: “Esta estrictamente prohibido todo atentado contra su vida y su persona, en particular matarlos o exterminarlos…" El Artículo 12 del Convenio II de Ginebra, para aliviar la suerte que corren los enfermos, heridos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar “Esta estrictamente prohibido todo atentado contra su vida y su persona…" El Artículo 13 del Convenio III de Ginebra, relativo al trato debido a los prisioneros de guerra “Esta prohibido y será considerado como infracción grave contra el presente convenio, todo acto ilícito o toda omisión ilícita por parte de la potencia detenedora, que comporte la muerte o ponga en grave peligro la salud de un prisionero de guerra en su poder". Artículo 27 del Convenio IV de Ginebra “Las personas protegidas tienen derecho, en todas las circunstancias, a que su persona, su honor, sus derechos familiares, sus convicciones y prácticas religiosas, sus hábitos y sus costumbres sean respetados". Artículo 4º del Protocolo II de 1977 Adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, párrafo 2º "Están y quedaran prohibidos, en todo tiempo y lugar con respecto a las personas que no participan directamente en las hostilidades o que hagan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad: a- Los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas, en particular el homicidio…" Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949, prohibe: a) Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente, el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios. Ley 5ª de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios suscritos por la Conferencia Diplomática de Ginebra, del 12 de agosto de 1949. Decreto Nº 1016 de 1990, por el cual se promulgan los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional, adoptado en Ginebra el 8 de julio de 1997. Decreto Nº 0509 de 1996, por el cual se promulga el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional. Artículo 137. Tortura en persona protegida. ( C.P.) El combatiente que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, infrinja a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sea físicos o psíquicos, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o confesión, de castigarla por un acto por ella cometido o que se sospeche que ha cometido, o de intimidarla o coaccionarla por cualquier razón que comporte algún tipo de discriminación, incurrirá en prisión de diez a veinte años… Fundamento Legal Artículo 12º común a los Convenios I y II de Ginebra de 1949, prohibe torturar a las personas especialmente protegidas. Artículo 4º párrafo 2 del Protocolo II de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, prohibe los tratos crueles tales como la tortura y las mutilaciones o de toda forma de pena corporal. Artículo 3º común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949, prohibe la realización de tratos crueles, torturas, suplicios o atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes ( Artículo 3º común a los Convenios a, y c) Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra, Artículo4º numeral 2º a. Artículo 138. Acceso carnal violento en persona protegida. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice acceso carnal por medio de violencia en persona protegida, incurrirá en prisión de diez a dieciocho años… Fundamento Legal Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 Artículo 4º numeral 2º e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor. Artículo 139. Actos sexuales violentos en persona protegida. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice acto sexual diverso al acceso carnal, por medio de violencia en persona protegida, incurrirá en prisión de cuatro a nueve años. El artículo 140, señala que las circunstancias de agravación se aplicarán para los dos artículos anteriores, el artículo 211 del Código Penal. Fundamento Legal Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 El mismo artículo 4º numeral 2º e) Artículo 141. Prostitución forzada o esclavitud sexual. ( C.P.) El que, mediante el uso de la fuerza y con ocasión y en desarrollo del conflicto armado obligue a persona protegida a prestar servicios sexuales incurrirá en prisión de diez a dieciocho años… Fundamento legal Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. El mismo artículo 4º numeral 2º e) Artículo 142. Utilización de medios y métodos de guerra ilícitos. ( C.P.) El que con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, utilice medios o métodos de guerra prohibidos o destinados a causar sufrimientos o pérdidas innecesarios o males superfluos incurrirá, por esa sola conducta en prisión de seis a diez años… Fundamento legal Artículo 35 del Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Normas Fundamentales 1. En todo conflicto armado, el derecho de las partes en conflicto a elegir los métodos y medios de guerra no es ilimitado. 2. Queda prohibido el empleo de armas, proyectiles, materias y métodos de hacer guerra de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios. 3. Queda prohibido el empleo de métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido concebidos para causar, o de los que quepa prever que causen daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales. Artículo 143. Perfidia ( C.P.) El que con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y con el propósito de dañar o atacar al adversario, simule la condición de persona protegida, o utilice indebidamente signos de protección como la Cruz Roja o la Media Luna Roja o de otros organismos intergubernamentales, la bandera blanca de parlamento o de rendición, banderas o uniformes de países neutrales o de destacamentos militares o policiales de las Naciones Unidas u otros signos de protección contemplados en tratados internacionales ratificados por Colombia, incurrirá por esa sola conducta, en prisión de tres a ocho años… Fundamento legal Artículo 37 del Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, prohibe la perfidia, como medio de guerra. 1- Queda prohibido matar, herir o capturar a un adversario valiéndose de medios pérfidos. Constituirán perfidia los actos que, apelando a la buena fe de un adversario con intención de traicionarla, den a entender a éste que tiene derecho a protección, o que está obligado a conocerla, de conformidad con las normas de derecho internacional aplicables en los conflictos armados. Son ejemplos de perfidia los siguientes actos: a) Simular la intención de negociar bajo bandera de parlamento o de rendición. b) Simular una incapacitación por herida o enfermedad. c) Simular el estatuto de persona civil, no combatiente. d) Simular que se posee un estatuto de protección mediante el uso de signos, emblemas o uniformes de las Naciones Unidas o de Estados neutrales o de otros Estados que no sean parte del conflicto. Los Artículos 38 y 39 del Protocolo I de 1977, enumeran los emblemas y signos reconocidos por el derecho internacional. Artículo 38 del Protocolo I. Emblemas reconocidos 1- Queda prohibido hacer uso indebido del signo distintivo de la Cruz Roja, de la Media Luna Roja o del león o sol rojos, o de otros emblemas, signos o señales establecidos en los Convenios o en el presente Protocolo. Queda prohibido también abusar deliberadamente en un conflicto armado de otros emblemas, signos o señales protectores internacionalmente reconocidos, incluidos la bandera de parlamento y el emblema protector de los bienes culturales. 2- Queda prohibido hacer uso del emblema distintivo de las naciones, salvo en los casos en que esa organización los autorice. Artículo 39 del Protocolo I. Signos de nacionalidad. 1- Queda prohibido hacer uso en un conflicto armado de las banderas o de los emblemas, insignias o uniformes militares de los Estados neutrales o de otros Estados que no sean partes en el conflicto. 2- Queda prohibido hacer uso de las banderas o de los emblemas, insignias o uniformes militares de las partes adversas durante los ataques, o para cubrir, favorecer, proteger u obstaculizar operaciones militares. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, adoptado el 8 de junio de 1977. Artículo 144. Actos de terrorismo. ( C.P.) El que, con ocasión de conflicto armado, realice u ordene llevar a cabo ataques indiscriminados o excesivos o haga objeto a la población civil de ataques, represalias, actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizarla, incurrirá por esa sola conducta en prisión de quince (15) a veinticinco (25) años… Fundamento Legal Artículo 51 párrafos 2,4,5,6 y 7 del Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. 3- No será objeto de ataque la población civil como tal ni las personas civiles. Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil. 4- Se prohiben los ataques indiscriminados. Son ataques indiscriminados: a) Los que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto. b) Los que emplean medios o métodos de combate que no pueden dirigirse contra un objetivo militar concreto. c) Los que emplean métodos o medios de combate cuyos efectos no sea posible limitar conforme a lo exigido por el presente Protocolo; y que en consecuencia, en cualquiera de tales casos, pueden alcanzar indistintamente a objetivos militares y a personas civiles o a bienes de carácter civil. 5- Se consideran indiscriminados, entre otros, los siguientes tipos de ataques: a) Los ataques por bombardeo cualquiera que sean los métodos o medios utilizados, que traten como objetivo militar único, varios objetivos militares precisos y claramente separados, situados en una ciudad, un pueblo, una aldea u otra zona en que haya concentración análoga de personas civiles o bienes de carácter civil. b) Los ataques cuando sea de prever que causaran incidentalmente muertos y heridos dentro de la población civil o daños a bienes de carácter civil, o ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista. 6- Se prohiben los ataques dirigidos como represalia contra la población civil o de personas civiles. 7- La presencia de la población civil o de personas civiles o sus movimientos no podrán ser utilizados para poner ciertos puntos o zonas a cubierto de ataques los objetivos militares, ni para cubrir, favorecer u obstaculizar operaciones militares. Artículo 13 párrafo 2 del Protocolo II 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949: No será objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles. Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil. Ley 11 de 1992, por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales, adoptado en Ginebra el 8 de junio de 1977. Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, adoptado en Ginebra el 8 de junio de 1977. Artículo 4º numeral 2º d) Los actos de terrorismo. Artículo 145. Actos de barbarie. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y fuera de los casos especialmente previstos como delitos y sancionados con pena mayor, realice actos de no dar cuartel, atacar a persona fuera de combate, de abandonar a heridos y enfermos o realice actos dirigidos a no dejar sobrevivientes o a rematar a los heridos y enfermos u otro tipo de actos de barbarie prohibidos en tratados internacionales ratificados por Colombia incurrirá, por esa sola conducta, en prisión de diez (10) a quince (15) años… Fundamento Legal Artículo 40 del Protocolo I de Ginebra de 1977. Queda prohibido ordenar que no haya supervivientes, amenazar con ello al adversario o conducir las hostilidades en función de tal decisión. Artículo 41 del Protocolo I de Ginebra de 1977. Salvaguardia del enemigo fuera de combate 1- Ninguna persona podrá ser objeto de ataque cuando se reconozca o, atendidas las circunstancias, deba reconocerse que está fuera de combate. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 146 Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en persona protegida. ( C.P) El que, fuera de los casos previstos expresamente como conducta punible, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, inflija a persona protegida tratos o le realice prácticas inhumanas o degradantes o le cause grandes sufrimientos o practique con ella experimentos biológicos, o lo someta a cualquier acto médico que no este indicado ni conforme a las normas médicas generalmente reconocidas incurrirá, por esa sola conducta en prisión de cinco(5) a diez(10) años… Fundamento Legal Artículo 32 del Convenio IV de Ginebra de 1949." Las altas partes contratantes sé prohiben expresamente emplear toda medida que pueda causar sufrimientos físicos o la exterminación de las personas protegidas que estén en su poder. Esta prohibición se aplica no solamente al homicidio, a la tortura, a los castigos corporales, a las mutilaciones y a los experimentos médicos o científicos no requeridos por el tratamiento médico de una persona protegida, sino también a cualesquiera otros malos tratos por parte de agentes civiles o militares". Artículo 11 del Protocolo II de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. "No se pondrán en peligro mediante ninguna acción u omisión injustificada, la salud ni la integridad física o mental de las personas en poder de la parte adversa o que sean internadas, detenidas o privadas de la libertad en cualquier otra forma a causa de una situación revista en el Artículo 1º. Por consiguiente sé prohibe someter a las personas a que se refiere el presente artículo a cualquier acto médico que no este indicado por su estado de salud y que no esté de acuerdo con las normas médicas generalmente reconocidas que se aplicarían en análogas circunstancias médicas a los nacionales no privados de la libertad de la parte que realiza el acto". Ley 5 de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de la Conferencia Diplomática de Ginebra del 12 de agosto de 1949. Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 147. Actos de discriminación racial. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice prácticas de segregación racial o ejerza tratos inhumanos o degradantes basados en otras distinciones de carácter desfavorable que entrañen ultraje contra la dignidad personal, respecto de cualquier persona protegida, incurrirá en prisión de cinco (5) a diez (10) años… Fundamento Legal Artículo 4º del Título II del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra: Quedarán prohibidas en todo tiempo y lugar: e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor. Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra, prohibe. c) Los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes. Artículo 27 del Convenio IV de Ginebra establece en su párrafo 3º : Habida cuenta de las disposiciones relativas al estado de salud, a la edad y al sexo, todas las personas protegidas serán tratadas por parte en conflicto en cuyo poder estén con las mismas consideraciones, sin distinción alguna desfavorable, especialmente por lo que atañe a la raza, a la religión o a las opiniones políticas. Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el acta Final y los Convenios de la Conferencia Diplomática de Ginebra, del 12 de agosto de 1949. Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 148. Toma de rehenes. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, prive a una persona de su libertad condicionando ésta o su seguridad a la satisfacción de exigencias formuladas a la otra parte, o la utilice como defensa, incurrirá en prisión de veinte(20) a treinta(30) años… Fundamento Legal Artículo 4º del Título del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra prohibe: c) La toma de rehenes. Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra proscribe: b) La toma de rehenes. Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 149 Detención ilegal y privación del debido proceso. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, prive ilegalmente de su libertad a una persona y la sustraiga de su derecho a ser juzgada de manera legítima e imparcial, incurrirá en prisión de diez(10) a quince (15) años… Fundamento Legal. Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra proscribe: d) Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados. Artículo 6º del Protocolo II adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra señala: 2- No se impondrá condena ni se ejecutará pena alguna respecto de una persona declarada culpable de una infracción, sino en virtud de sentencia de un tribunal que ofrezca las garantías esenciales de independencia e imparcialidad. Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenio de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 150. Constreñimiento a apoyo bélico. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, constriña a persona protegida a servir de cualquier forma en las fuerzas armadas de la parte adversa, incurrirá en prisión de tres (3) a seis (6) años. Fundamento Legal Artículo 31 del Convenio IV de Ginebra: No podrá ejercerse coacción alguna de índole física o moral contra las personas protegidas, en especial para obtener de ellas o de terceros, informaciones. Artículo 51 del mismo Convenio IV: La potencia ocupante no podrá forzar a las personas protegidas a servir en sus fuerzas armadas o auxiliares, sé prohibe toda presión o propaganda tendiente a conseguir alistamiento voluntario. No se podrá obligar a trabajar a las personas protegidas, a no ser que tengan más de dieciocho años; solo podrá tratarse sin embargo de trabajos que requieran las necesidades del ejercito de ocupación o los servicios de interés público, la alimentación, el alojamiento, la vestimenta, el transporte o la salud de la población del país ocupado. No se podrá obligar a que las personas protegidas realicen trabajos que las hagan tomar parte en las operaciones militares. La potencia ocupante no podrá obligar a las personas protegidas a garantizar por la fuerza la seguridad de las instalaciones donde lleven a cabo un trabajo impuesto. Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 151. Despojo en el campo de batalla. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, despoje de sus efectos a un cadáver o a persona protegida, incurrirá en prisión de tres (3) a diez(10) años… Fundamento Legal Artículo 33 del Convenio IV de Ginebra prohibe: el pillaje. Artículo 4º del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra prohibe: g) El pillaje Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 152 Omisión de medidas de socorro y asistencia humanitaria. (C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y estando obligado a prestarlas, omita las medidas de socorro y asistencia humanitaria a favor de las personas protegidas, incurrirá en prisión de tres (3) a cinco (5) años… Fundamento Legal Artículo 69 párrafo 2º del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra: Las acciones de socorro en beneficio de la población civil de los territorios ocupados, se rigen por los artículos 59,60,61.62,108,109,110 y 111 del Cuarto Convenio, así como lo dispuesto en el artículo 71 de este Protocolo y serán llevados a cabo sin retraso. Artículo 55 del Convenio IV de Ginebra: En toda la medida de sus recursos, la potencia ocupante tiene el deber de abastecer a la población en víveres y productos médicos; deberá especialmente importar víveres, medicamentos y cualquier otro artículo necesario cuando sean insuficientes los recursos del territorio ocupado. Artículo 59 del mismo Convenio: Cuando la población de un territorio ocupado o parte de la misma, esté insuficientemente abastecida, la potencia ocupante aceptará las acciones de socorro a favor de dicha población, facilitándola en toda la medida de sus medios. Artículo 56 del mismo Convenio: En toda la medida de sus medios, la potencia ocupante, tiene el deber de asegurar y mantener la colaboración de las autoridades nacionales, los establecimientos y los servicios médicos y hospitalarios, así como la sanidad y la higiene públicas en el territorio ocupado, en particular tomando y aplicando las medidas profilácticas y preventivas necesarias para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas y de epidemias. Artículo18 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra. 2- Cuando la población civil esté padeciendo privaciones extremadas por la falta de abastecimiento indispensables para su supervivencia, tales como víveres y suministros sanitarios, se emprenderán, con el consentimiento de la Alta Parte Contratante interesada, acciones de socorro a favor de la población civil, de carácter exclusivamente humanitario e imparcial y realizado sin distinción alguna de carácter desfavorable. Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 153. Obstaculización de tareas sanitarias y humanitarias. (C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, obstaculice o impida al personal médico, sanitario o de socorro o a la población civil, la realización de las tareas sanitarias y humanitarias que de acuerdo con las normas del Derecho Internacional Humanitario pueden y deben realizarse, incurrirá en prisión de tres(3) a seis(6) años… Si para impedirlas u obstaculizarlas, se emplea la fuerza contra los dispositivos, los medios o las personas que las ejecutan, la pena prevista en el artículo anterior, se incrementará hasta en la mitad, siempre que la conducta no constituya delito sancionado con pena mayor. Fundamento Legal Artículo 19 del Convenio I de Ginebra: Los establecimientos fijos y las Unidades Sanitarias Móviles del Servicio de Sanidad, no podrán en ningún caso, ser objeto de ataques, sino serán en todo tiempo respetados y protegidos por las Partes en conflicto. Artículo 35 del mismo Convenio I: Los medios de transporte de heridos y enfermos o de material sanitario serán respetados y protegidos del mismo modo que las Unidades Sanitarias Móviles. Artículo 36 del mismo Convenio I: Las aeronaves sanitarias, es decir, las exclusivamente utilizadas para la evacuación de los heridos y de los enfermos, así como para el transporte del personal y del material sanitarios, no serán objeto de ataques sino que serán respetadas por los beligerantes durante los vuelos que efectúen a las altitudes, horas y según itinerarios específicamente convenidos entre todos los beligerantes interesados. Artículo 22 del Convenio II de Ginebra respecto a la protección de barcos hospitales que cumplen labores sanitarias: Los barcos hospitales militares, es decir, los construidos o adaptados por las Potencias especial y únicamente para prestar asistencia a los heridos, enfermos y a los náufragos, para atenderlos y para transportarlos, no podaran, en ningún caso, ser atacados ni apresados, sino que serán en todo tiempo respetados y protegidos, a condición de que sus nombres y características hayan sido notificados a las Partes en conflicto, diez días antes de su utilización con tal finalidad. Artículo 22 del Convenio IV de Ginebra: Las aeronaves exclusivamente empleadas para el traslado de los heridos y de los enfermos civiles, de los inválidos y de las parturientas, o para el transporte de material y de personal sanitarios, no serán atacadas, sino que serán respetadas durante los vuelos que efectúen a altitudes, horas y según itinerarios específicamente convenidos, entre las Partes en conflicto interesadas. Inciso 3º del Artículo 59 del IV Convenio de Ginebra: Todos los Estados contratantes deberán autorizar el libre paso de estos envíos, víveres, artículos médicos y ropa y garantizar su protección. Inciso final del Artículo 61 del mismo Convenio IV: Todas las partes contratantes harán lo posible por permitir el tránsito y el transporte gratuito de estos envíos de socorros con destino a territorios ocupados. Ley 5 de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios suscritos por la Conferencia Diplomática de Ginebra, del 12 de agosto de 1949. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 7º Protección y asistencia. 1- Todos los heridos, enfermos y náufragos, hayan o no tomado parte en el conflicto armado, serán respetados y protegidos. 2- En toda circunstancia serán tratados humanamente y recibirán, en toda la medida de lo posible y en el plazo más breve, los cuidados médicos que exija su estado. No se hará entre ellos distinción alguna que no esté basada en criterios médicos. Artículo 8º Búsqueda. Siempre que las circunstancias lo permitan y en particular después de un combate, se tomarán sin demora todas las medidas posibles para buscar y recoger a los heridos, enfermos y náufragos a fin de protegerlos contra el pillaje y los malos tratos y asegurarles la asistencia médica necesaria, y para buscar a los muertos, impedir que sean despojados y dar destino a sus restos. Artículo 9º Protección del personal sanitario y religioso 1- El personal sanitario y religioso será respetado y protegido. Se le proporcionará la ayuda disponible para el desempeño de sus funciones y no se le obligará a realizar tareas que no sean compatibles con su misión humanitaria. 2- No se podrá exigir que el personal sanitario, en el cumplimiento de su misión, de prioridad al tratamiento de persona alguna, salvo por razones de orden médico. Artículo 10º Protección general de la misión médica 1- No se castigará a nadie por haber ejercido una actividad médica conforme con la deontología, cualesquiera que hubieren sido las circunstancias o los beneficios de dicha actividad. 2- No se podrá obligar a las personas que ejerzan una actividad médica a realizar actos ni a efectuar trabajos contrarios a la deontología u otras normas médicas destinadas a proteger a los heridos y a los enfermos, o a las disposiciones del presente protocolo, ni abstenerse de realizar actos exigidos por dichas normas o disposiciones. 3- A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, se respetarán las obligaciones profesionales de las personas que ejerzan una actividad médica, en cuanto a la información que puedan adquirir sobre los heridos y los enfermos por ellas asistidos. 4- A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, la persona que ejerza una actividad médica no podrá ser sancionada de modo alguno por el hecho de no negarse a proporcionar información sobre los heridos y los enfermos a quienes asista o haya asistido. Artículo 154. Destrucción y apropiación de bienes protegidos. (C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y fuera de los casos especialmente previstos como conductas punibles sancionadas con pena mayor, destruya o se apropie por medios ilegales o excesivos en relación con la ventaja militar concreta prevista, de los bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, incurrirá en prisión de cinco(5) a diez (10) años… Parágrafo: Enumera los bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, tratados ampliamente en el Capítulo I de este trabajo. Fundamento Legal El Capítulo III del Título IV del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra, se titula Bienes de Carácter Civil: Artículo 52. Protección general de los bienes de carácter civil. 1- Los bienes de carácter civil no serán objeto de ataque ni de represalia. Son bienes de carácter civil todos los bienes que no son objetivos militares en el sentido del párrafo 2º. 2- Los ataques se limitarán estrictamente a los objetivos militares. En lo que respecta a los bienes, los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización, contribuyan eficazmente a la acción militar o cuya destrucción total o parcial, captura o neutralización ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja militar definida. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949: Artículo 14. Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil. Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las personas civiles. En consecuencia sé prohibe atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese fin los bienes indispensables par la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego. Artículo 155. Destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, sin justificación alguna basada en imperiosas necesidades militares y sin que haya tomado previamente las medidas de protección adecuadas y oportunas, ataque o destruya ambulancias o medios de transporte sanitarios, hospitales de campaña o fijos, depósitos de elementos de socorro, convoyes sanitarios, bienes destinados a la asistencia y socorro de las personas protegidas, zonas sanitarias y desmilitarizadas, o bienes e instalaciones de carácter sanitario debidamente señalados con los signos convencionales de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, incurrirá en prisión de cinco (5) a diez (10) años… Fundamento Legal. Artículo 18 del Convenio IV de Ginebra: En ninguna circunstancia podrán ser objeto de ataque los hospitales civiles organizados para prestar asistencia a los heridos, a los enfermos, a los inválidos y a las parturientas; deberán ser siempre respetados por las Partes en conflicto. Artículo 21 del mismo Convenio IV: Los tratados de heridos y de enfermos civiles, de inválidos y de parturientas, efectuados por vía terrestre en convoyes de vehículos y en trenes-hospitales, o por vía marítima, en barcos asignados para refutar tales traslados, serán respetados y protegidos del mismo modo que los hospitales previstos en el artículo 18 y se darán a conocer enarbolando, con autorización del Estado, el emblema distintivo previsto en el artículo 38 del Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña ( Convenio I) Artículo 39 del Convenio I: Las aeronaves sanitarias, es decir, las exclusivamente utilizadas para la evacuación de los heridos, de los enfermos y de los náufragos, así como para el transporte del personal y del material sanitarios, no serán objetos de ataques, sino que serán respetados por las partes en conflicto durante los vuelos que efectúen a las altitudes, horas y según itinerarios específicamente convenidos entre todas las Partes en conflicto interesadas. Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional de los Convenios de Ginebra. Artículo 11: Protección de unidades y medios de transporte sanitarios 1- Las unidades sanitarias y los medios de transporte sanitario serán respetados y protegidos en todo momento y no serán objeto de ataques. 3- La protección debida a las unidades y a los medios de transporte sanitarios solamente podrá cesar cuando haga uso de ellos con objeto de realizar actos hostiles al margen de sus tareas humanitarias. Sin embargo, la protección cesará únicamente después de una intimidación que, habiendo fijado cuando proceda un plazo razonable, no surta efectos. Artículo 156. Destrucción o utilización ilícita de bienes culturales y lugares de culto. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, sin justificación alguna basada en imperiosas necesidades militares y sin que previamente haya tomado las medidas de protección adecuadas y oportunas, ataque y destruya monumentos históricos, obras de arte, instalaciones educativas o lugares de culto, que constituyan el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos, debidamente señalados con los signos convencionales, o utilice tales bienes en apoyo del esfuerzo militar, incurrirá en prisión de tres (3) a diez (10) años… Fundamento Legal. Protocolo I adicional: Artículo 53: Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto. Sin perjuicio de las disposiciones de la Convención de la Haya del 14 de mayo de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y de otros instrumentos internacionales aplicables, queda prohibido: a) Cometer actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos históricos, obras de arte o lugares de culto que constituyen el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos. b) Utilizar tales bienes en apoyo del esfuerzo militar. c) Hacer objeto de represalias a tales bienes. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, Artículo 16. Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto. Artículo 157. peligrosas. Ataque contra obras e instalaciones que contienen fuerzas (C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, sin justificación alguna basada en imperiosas necesidades militares, ataque presas, diques, centrales de energía eléctrica, nucleares u otras instalaciones que contengan fuerzas peligrosas, debidamente señalados con los signos convencionales, incurrirá en prisión de diez (10) a quince (15) años… Si del ataque se deriva la liberación de fuerzas con pérdidas o daños en bienes o elementos importantes para la subsistencia de la población civil, la pena será de quince(15) a veinte(20) años de prisión… Fundamento Legal. Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra: Artículo 56. Protección de obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas. 1- Las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber, las presas, los diques y las centrales nucleares de energía eléctrica no serán objeto de ataques, aunque sean objetivos militares, cuando tales ataques puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y causar, en consecuencia, pérdidas importantes en la población civil. Los objetivos militares ubicados en esas obras o instalaciones o en sus proximidades, no serán objeto de ataques cuando tales ataques puedan producir la liberación de fuerzas peligrosas y causar, en consecuencia pérdidas importantes en la población civil. 4- Sé prohibe hacer objeto de represalias a cualquiera de las obras e instalaciones o de los objetivos militares mencionados en el párrafo 1º . Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 Artículo 15. Protección de las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas. Las obras o instalaciones que contiene fuerzas peligrosas a saber: las presas, los diques, y las centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto de ataques, aunque sean objetivos militares, cuando tales ataques puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y causar, en consecuencia, pérdidas importantes en la población civil. Artículo 158. Represalias. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, haga objeto de represalias o de actos de hostilidades a personas o bienes protegidos, incurrirá en prisión de dos (2) a cinco (5) años… Fundamento legal. Artículo 20 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra. Prohibición de represalias: Sé prohiben las represalias contra las personas y los bienes protegidos por el presente título. El numeral 6º del Artículo 51 del mismo Protocolo en igual sentido señala: Sé prohiben los ataques dirigidos como represalias contra la población civil o las personas civiles. El numeral 4º del mismo Protocolo referido a la “Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil”… 6- Estos bienes no serán objeto de represalias. El numeral 2º del mismo Protocolo respecto a los bienes que integran el medio ambiente natural como represalia. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 159. Deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de la población civil. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado y sin que medie justificación militar, deporte, expulse, traslade o desplace forzadamente de su sitio de asentamiento a la población civil, incurrirá en prisión de diez (10) a veinte (20) años… Fundamento Legal. Artículo 17 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra. Prohibición de los desplazamientos forzados: 1- No se podrá ordenar el desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a no ser que así lo exijan la seguridad de las personas civiles, o razones militares imperiosos. Si tal desplazamiento tuviera que efectuarse, se tomarán todas las medidas posibles para que la población civil sea acogida en condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad, higiene y alimentación. 2- No se podrá obligar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por razones relacionadas con el conflicto. Artículo 49 del Convenio IV de Ginebra Los traslados en masa o individuales, de índole forzosa, así como las deportaciones de personas protegidas del territorio ocupado al territorio de la potencia ocupante, o al de cualquier otro país ocupado o no, están prohibidos sea cual fuere el motivo. Sin embargo la potencia ocupante podrá efectuar la evacuación total o parcial de una determinada región ocupada, si así lo requiere la seguridad de la población o imperiosas razones militares. Las evacuaciones no podrán implicar el desplazamiento de personas protegidas más que en el interior del territorio ocupado, excepto en casos de imposibilidad material, La población así evacuada deberá ser devuelta a sus hogares tan pronto como hayan cesado las hostilidades en ese sector. La potencia ocupante deberá actuar, al efectuar tales traslados o evacuaciones, de modo que, en la medida de lo posible, las personas protegidas sean acogidas en instalaciones adecuadas, que los desplazamientos se lleven a cabo en satisfactorias condiciones de salubridad, de higiene, de seguridad, de alimentación y que no se separe, unos de otros, a los miembros de una misma familia. Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 172 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 17 Prohibición de los desplazamientos forzados. Artículo 160. Atentados a la subsistencia y devastación (C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, ataque, inutilice, dañe, retenga o se apodere de bienes o elementos indispensables para la subsistencia de la población civil, incurrirá en prisión de cinco (5) a diez (10) años… Fundamento Legal Artículo 54 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Protección de bienes indispensables para la supervivencia de la población civil. 1- Queda prohibido como método de guerra hacer padecer hambre a la población civil. 2- Sé prohibe atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de riego, con la intención deliberada de privar de esos bienes, por su valor como medios de asegurar la subsistencia, a la población civil a la parte adversa, sea cual fuere el motivo, ya sea para hacer padecer hambre a las personas civiles, para provocar desplazamientos, o con cualquier otro propósito. Artículo 14 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población: Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las personas civiles. En consecuencia sé prohibe atacar, destruir, sustraer o inutilizar con este fin los bienes indispensables para la población civil, tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potables y las obras de riego. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adiciona a los Convenios de Ginebra de 1949. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 161. Omisión de medidas de protección a la población civil. (C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, estando obligado a hacerlo, omita la adopción de medidas para la protección de la población civil, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años… Fundamento legal. Artículo 61 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. a) Se entiende por “protección civil“ el cumplimiento de alguna o de todas las tareas humanitarias que se mencionan a continuación, destinadas a proteger a la población civil contra los peligros de las hostilidades y de las catástrofes y a ayudarla a recuperar de sus efectos inmediatos, así como a facilitar las condiciones necesarias para su supervivencia. Estas tareas son las siguientes: 1) Servicio de alarma. 2) Evacuación. 3) Aplicación y organización de refugios. 4) Aplicación de medidas de oscurecimiento. 5) Salvamento. 6) Servicios sanitarios, incluidos los primeros auxilios y asistencia religiosa. 7) Lucha contra incendios. 8) Detección y señalamiento de zonas peligrosas. 9) Descontaminación y medidas similares de protección. 10) Provisión de alojamiento y abastecimiento de urgencias. 11) Ayuda en caso de urgencia para el restablecimiento y el mantenimiento del orden en las zonas damnificadas. 12) Ayuda en caso urgencia par el restablecimiento de los servicios públicos indispensables. 13) Servicios funerarios de urgencia. 14) Asistencia para la preservación de los bienes esenciales para la supervivencia. 15) Actividades complementarias necesarias para el desempeño de una cualquiera de las partes mencionadas, incluyendo entre otras cosas, la planificación y la organización. Artículo 76 y 77 del Protocolo II de Ginebra, consagra medidas especiales de protección a favor de mujeres y niños. Artículo 76. 1- Las mujeres serán objeto de un respeto especial y protegidas en particular contra la violación, la prostitución forzada y cualquier otra forma de atentado al pudor. 2- Serán atendidos con prioridad absoluta los casos de mujeres encinta y de madres con niños de corta edad a su cargo, que sean arrestadas, detenidas o internadas, por razones relacionadas con el conflicto armado. Artículo 77 Protección de los niños. Los niños serán objeto de un respeto especial y se les protegerá contra cualquier forma de atentado al pudor. Las partes en conflicto le proporcionaran los cuidados y la ayuda que necesiten, por su edad o por cualquier otra razón. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949. Artículo 162. Reclutamiento ilícito. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, reclute menores de dieciocho (18) años o los obligue a participar directa o indirectamente en las hostilidades o en acciones armadas, incurrirá en prisión de seis (6) a diez (10) años… Fundamento Legal Artículo 77 numeral 2º del Protocolo I. Las partes tomarán todas las medidas posibles para que los niños menores de quince años no participen directamente en las hostilidades, especialmente absteniéndose de reclutarlos para sus fuerzas armadas. Al reclutar personas de más de quince años paro menores de dieciocho años, las Partes en conflicto procurarán alistar en primer lugar a los de más edad. Artículo 4º del Protocolo II. c) Los niños menores de quince años no serán reclutados en las fuerzas o grupos armados y no se permitirá que participen en las hostilidades. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de Ginebra. Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II de Ginebra. Artículo 163. Exacción o contribuciones arbitrarias. El que, con ocasión y en desarrollo de un conflicto armado, imponga contribuciones arbitrarias, incurrirá en prisión de seis (6) a quince (15) años… Artículo 164. Destrucción del medio ambiente. ( C.P.) El que, con ocasión y en desarrollo de un conflicto armado, emplee métodos o medios concebidos par causar daños extensos duraderos y graves al medio ambiente natural, incurrirá en prisión de diez(10) a quince(15) años… Fundamento Legal. Artículo 55 del Protocolo I de Ginebra. Protección al medio ambiente natural 1- En la realización de la guerra se velará por la protección del medio ambiente natural contra daños extensos, duraderos y graves. Esta protección incluye la prohibición de emplear métodos o medios de hacer la guerra que haya sido concebidos para causar o de los que quepa prever que causen tales daños al medio ambiente natural, comprometiendo así la salud o la supervivencia de la población. Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de Ginebra de 1977. Artículo. 165. Desaparición forzada. ( C.P.) El particular que perteneciendo a un grupo armado al margen de la ley someta a otra persona a privación de la libertad cualquiera que sea la forma, seguida de su ocultamiento y de la negativa a reconocer dicha privación o de dar información sobre su paradero, sustrayéndola del amparo de la ley, incurrirá en prisión de veinte(20) a treinta(30) años… A la misma pena será sometido, el servidor público, o el particular que actúe bajo la determinación o la aquicencia de aquel y realice la conducta descrita en el inciso anterior. Artículo 166. Circunstancias de agravación punitiva. ( C.P.) Se agravará la pena, siempre que concurra en las siguientes circunstancias: a- Cuando la conducta se cometa por quien ejerza autoridad o jurisdicción. b- Cuando la conducta se cometa en persona con discapacidad que le impida valerse por sí misma. c- Cuando la conducta se ejecute en menor de dieciocho años, mayor de sesenta o mujer embarazada. d- Cuando la conducta se cometa, en razón de sus cualidades, contra las siguientes personas: servidores públicos, comunicadores, defensores de derechos humanos, candidatos o aspirantes a cargos de elección popular, dirigentes sindicales, políticos o religiosos, contra testigos de conductas punibles o disciplinarias, juez de paz, o contra cualquiera que por sus creencias u opiniones políticas o por motivo que implique alguna forma de discriminación o intolerancia. e- Cuando la conducta se cometa en razón y contra los parientes de las personas mencionadas en el numeral anterior. f- Cuando se cometa utilizando los bienes del Estado. g- Si se somete a la víctima a tratos crueles, inhumanos o degradantes durante el tiempo en que permanezca desaparecida, siempre y cuando la conducta no configure otro delito. h- Cuando por causa o con ocasión de la desaparición forzada le sobrevenga a la víctima la muerte o sufra lesiones físicas o psíquicas. i- Cuando se cometa cualquier acción sobre el cadáver de la víctima para evitar su identificación posterior, o para causar daño a terceros. Artículo 167. Circunstancias de atenuación punitiva. ( C.P.) a- La pena se reducirá de la mitad a las cinco sextas partes cuando en un término no superior a quince días, los autores o partícipes liberen a la víctima voluntariamente en similares condiciones físicas y psíquicas a las que se encontraba, o suministren información que conduzca a su recuperación inmediata. b- Cuando la liberen voluntariamente en un termino mayor a quince días y no superior a treinta, la pena se reducirá de una tercera parte a la mitad. c- Si los autores o partícipes suministran información que conduzca a la recuperación del cadáver, la pena se reducirá hasta en una octava parte. Las reducciones de penas previstas en este artículo se aplicarán al autor o partícipe, que libere voluntariamente a la víctima o suministre la información. Fundamento legal: Ley 589 del 6 de julio de 2000, por la cual se tipifica el genocidio, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado, y la tortura y se dictan otras disposiciones, introdujo al Código Penal, su definición. Estatuto de Roma Artículo 7º Crímenes de lesa humanidad Por desaparición forzada de personas se entiende la aprehensión, detención y el secuestro de personas por un Estado o una organización política, o con su autorización, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la privación de la libertad o dar información sobre la suerte o el paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por un periodo prolongado. 3.8.5 Convenios y Protocolos sobre Derecho Internacional Humanitario, ratificados por Colombia.74 Convenio I para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña. Ginebra, 12 de Agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger las Víctimas de la Guerra. Trámite interno: Ley 5º de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De conformidad en el literal D del Artículo 44 del Decreto-Ley 2017 de 1968 “Orgánico 74 QUINTANA ARANGUREN. Juan José, Derecho Internacional Humanitario, Colombia y El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales, Bogotá, 1994. del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años después en el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990. Decreto de promulgación 1016 de 1990 Trámite internacional: Firma: 12 de agosto de 1949. Ratificación: 8 de noviembre de 1961. Entrada en vigor: General: 21 de octubre de 1950. En Colombia: 8 de mayo de 1962 . Convenio II para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar. Ginebra, 12 de agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para elaborar Convenios Internacionales destinados para proteger a las Víctimas de la Guerra. Trámite interno: Ley 5 de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De conformidad con el literal D del Decreto- Ley 2017 de 1968 “Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años después él en el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990. Decreto de Promulgación 1016 de 1990 Trámite internacional: Firma: 12 de agosto de 1949 Ratificación: 8 de noviembre de 1961 Entrada en vigor: General: 21 de octubre de 1950 En Colombia: 8 de mayo de 1962 Convenio III relativo al trato debido a los prisioneros de guerra. Ginebra, 12 de agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las Víctimas de la Guerra. Trámite Interno: Ley 5º de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De conformidad con el literal D del Artículo 44 del Decreto - Ley 2017 de 1968 “Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años después en el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990. Decreto de Promulgación 1016 de 1990. Trámite internacional: Firma : 12 de agosto de 1949 Ratificación: 8 de noviembre de 1961. Entrada en vigor: General: 21 de octubre de 1950 En Colombia: 8 de mayo de 1962 Convenio IV relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. Ginebra, 12 de agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las víctimas de la guerra. Trámite interno: Ley 5º de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De conformidad con el literal D del Artículo 44 del Decreto – Ley 2017 de 1968 “Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años después en el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990. Trámite Internacional: Firma: 12 de agosto de 1949 Ratificación: 8 de noviembre de 1961. Entrada en vigor: General: 21 de octubre de 1950 En Colombia: 8 de mayo de 1962 Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales. Ginebra, 8 de junio de 1977, dentro de la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo del Derecho Internacional Humanitario Aplicable en los Conflictos Armados. Trámite interno: Ley 11 de 1992 El Protocolo I había sido aprobado por la Cámara de Representantes al momento de expedirse la Constitución Política de 1991, razón por la cual es aplicable él tramite especial previsto en el Artículo 58 transitorio de la nueva Carta. El gobierno sometió el Protocolo a la Corte Constitucional, junto con una constancia de que la Comisión Especial Legislativa no lo improbó. En sentencia C – 574 del 28 de Octubre de 1992, la Corte lo declaró exequible. Sin embargo el trámite del respectivo proyecto de ley continuó en el Senado, hasta legar a convertirse en la Ley 11 de 1992. Esta ley fue declarada exequible por la Corte Constitucional mediante sentencia Nº C- 088 del 26 de febrero de 1993, en la cual se reiteró la exequibilidad del Protocolo I. Trámite internacional: Firma: 8 de junio de 1977 Adhesión: 1º de septiembre de 1993. Entrada en vigor: General: 7 de diciembre de 1978 En Colombia: 1º de marzo de 1994 Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de conflictos armados sin carácter internacional. Trámite interno: Ley 171 de 1994. Fue sometido a consideración del Congreso de la República en cuatro oportunidades, en 1985, 1986, 1990, 1994. Decreto de Promulgación 0509 de 1996. Trámite internacional: Firma: 8 de junio de 1977 Adhesión: febrero 15 de 1995 Entrada en vigor: General: 7 de diciembre de 1978. En Colombia 15 de febrero de 1996 Protocolo de Ginebra relativo a la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos. Ginebra, 17 de junio de 1925. Trámite interno: Ley 10 de1980, por la cual se autoriza al gobierno para adherir a dicho Protocolo. La Convención de 1972, sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) tóxicas y sobre su destrucción. Ginebra, 10 de abril de 1972. Trámite interno: Ley 10 de 1980, por la cual se autoriza al gobierno a adherir a dicha Convención. Entrada en vigor: En Colombia 1983. Convención de La Haya, para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado y Reglamento para su aplicación y el Protocolo para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado. La Haya, 14 de mayo de 1954. Tramite interno: Ley 340 de 1996, por medio de la cual se aprueban la Convención, el Reglamento y el Protocolo para proteger los bienes culturales en caso de conflicto armado. Comisión Gubernamental para la Humanización del Conflicto Armado Interno y la Aplicación del Derecho Internacional Humanitario en Colombia. Tramite interno: Decreto 1863 de 1966, por el cual se crea la Comisión Gubernamental, como órgano consultor del Gobierno. Convención de 1980, sobre prohibiciones y restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados y sus Cuatro Protocolos. Ginebra, 10 de octubre de 1980. Tramite interno: Ley 469 de 1998, por medio de la cual se aprueba dicha Convención y sus Cuatro Protocolos. CAPITULO CUARTO EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ESTATUTO DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Y SU RELACIÓN CON COLOMBIA. 4.1 ANTECEDENTES DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL. En 1945, al término de la Segunda Guerra Mundial, los países Aliados comenzaron a ejercer, a través de los Tribunales Militares Internacionales de Nuremberg y Tokio, y en nombre de la comunidad internacional, la jurisdicción penal universal. Estos instrumentos jurisdiccionales fueron encargados de investigar y sancionar los crímenes de lesa humanidad y de guerra cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, que habían sido cometidos por fuera de sus territorios y contra personas que no necesariamente eran ciudadanos suyos, ni residentes en esos países. Además de éstos, el siglo XX ha conocido la creación de otras tres jurisdicciones penales internacionales: los Tribunales Penales Internacionales para los territorios de la Antigua Yugoslavia y para Ruanda y, más recientemente el Tribunal Mixto de Sierra Leone. La competencia de las dos primeras jurisdicciones, esta limitada en el tiempo y en el espacio, ya que abarcan los crímenes cometidos en determinados lugares y en un momento determinado. La historia ha señalado la necesidad de crear una jurisdicción universal para la investigación y juzgamiento de los crímenes considerados por toda la humanidad como de la mayor gravedad. De la misma forma, los horrorosos episodios bélicos del siglo anterior y los que actualmente se están cometiendo, han dado una idea clara sobre la necesidad de crear mecanismos, efectivos que permitan socavar las bases de la impunidad en la que puedan quedar esos delitos y, al mismo tiempo, han llevado a sensibilizar a la comunidad de países en orden a que construyan y mejoren todos los sistemas de la protección a las víctimas las violaciones de derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Desde luego que se tenía noticia doctrinaria y legislativa en varios países sobre la aplicación extraterritorial de la ley penal, como herramienta para la lucha contra la delincuencia internacional. No obstante, los mencionados mecanismos son, sin duda, insuficientes, tanto en su cobertura, en instrumentos, como por el ente que debe investigar y juzgar. La Corte Penal Internacional es, por su vocación de permanencia y universalidad, el instrumento por excelencia para contribuir a que se imparta justicia frente a los crímenes de mayor gravedad, así como para proteger a la víctima75 La Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo las determinaciones del Consejo General, en el año 1995, constituye un comité preparatorio para estudiar el establecimiento de un tribunal penal internacional. Hecho que concluyó con la creación de la Corte Penal Internacional, el 17 de julio de 1998. 75 Exposición de Motivos del Proyecto de Ley por medio del cual se aprueba el “ Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional” hecho en Roma el 17 de julio de 1998. Págs 2 y 3. Con la institucionalización de la Corte Penal Internacional, los transgresores del derecho de la guerra tendrán que responder penal e individualmente y ya no podrán escudarse dentro de las fronteras de sus Estados. Se pasó de una responsabilidad penal interna a una por crímenes de guerra y de lesa humanidad recaía en los Estados, quienes deberían juzgar a los infractores o en su defecto extraditarlos para que otro Estado los juzgase. Sin embargo no tuvo éxito alguno.76 El 17 de julio de 1998 se adoptó el texto del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, por votación de 120 votos a favor, 7 en contra y 21 abstenciones, votando Colombia a favor. El 10 de diciembre de 1998 el Gobierno Nacional suscribió el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. La delegación colombiana ha trabajado activamente en la elaboración de las reglas de procedimiento y prueba y elementos de los crímenes, en las reuniones de la Comisión Preparatoria de la Corte Penal Internacional, cuya aprobación definitiva corresponde a la Asamblea de los Estados Partes. 4.2 LA CORTE PENAL INTERNACIONAL FRENTE A LA LEGISLACIÓN COLOMBIANA. Colombia ha participado de manera destacada en las iniciativas pioneras que la comunidad de los Estados del mundo emprendiera con el fin de reducir el sufrimiento y la barbarie propios de los enfrentamientos bélicos. Es así como, en la Conferencia de la Haya de 1907, que dio las bases para el hoy denominado Derecho Internacional Humanitario, nuestro país intervino en esa cumbre internacional a través a de una destacada delegación. 76 Artículo 49 Convenio I , Artículo 50, Convenio II, Artículo 129, Convenio III, Artículo 146. Convenio IV, Artículo 83 y 85 Protocolo I. De igual manera, nuestro país estuvo presente en la decisiva Conferencia de San Francisco en 1945 mediante la cual se configuró el orden internacional de la postguerra y se proclama la expedición de la Carta de Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Desde entonces, el Estado colombiano ha intervenido en la totalidad de las conferencias internacionales, se ha hecho parte del conjunto de convenciones internacionales más significativas en procura de hacer suyos los avances jurídicos de la humanidad y de materializar efectivamente la plena vigencia y garantía de los derechos humanos y las garantías humanitarias de todos los colombianos, vulnerados gravemente por los efectos de la violencia y el conflicto interno. En desarrollo de la Política Gubernamental de Promoción, Garantía y Defensa de los Derechos Humanos y Aplicación del Derecho Internacional Humanitario, expedida el 22 de agosto de 1999, los esfuerzos del Gobierno están encaminados a la ratificación del Estatuto de la Corte Penal Internacional. Colombia tuvo una destacada participación en la Conferencia de Plenipotenciarios que se llevo a cabo entre el 15 de junio y el 17 de julio de 1998 en Roma, al igual que en las sucesivas conferencias preparatorias adelantadas en Nueva York, en la sede general de las Naciones Unidas, con el fin de redactar los instrumentos de interpretación complementarios que han de servir para el futuro funcionamiento de la Corte. La ratificación del Estatuto de Roma, es un proceso único e irrepetible para el Estado y la Nación colombiana, para su sociedad civil y para todos los hombres, mujeres y niños que de una forma u otra han sido víctimas del conflicto armado y la violencia, por cuanto construye las bases de una institucionalidad penal internacional legítima, neutral, imparcial, equilibrada y universal que tendrá a su cargo la investigación y penalización de quienes sin distingo alguno, llegaren a incurrir en las más graves violaciones a los derechos humanos o cometieren violaciones a las normas del Derecho Internacional Humanitario, que regulan los conflictos armados internacionales e internos. El procedimiento de adopción puesto en marcha mediante la combinación de una enmienda constitucional de autorización y la radicación del correspondiente proyecto de ley de aprobación, constituye la formula de conciliación entre el Tratado Internacional y el texto de nuestra Carta Política. En el mes de marzo de 2001, un grupo de senadores presentó a consideración del Congreso de la República, el proyecto de Acto Legislativo Nº 14 de 2001 ( 227 de 2001) por el cual se adicionó el artículo 93 de la Constitución Política. Mediante este acto legislativo ( acto legislativo Nº 2º, promulgado el 27 de diciembre de 2001) se subsanan las incompatibilidades que existían entre las disposiciones del Estatuto de Roma y de la Constitución Política y se garantiza el manejo de las relaciones internacionales por parte del Ejecutivo, dejando la vía libre para la presentación de la ley aprobatoria del Tratado por el Gobierno Nacional77 El día 19 de marzo del año en curso, se presentó al Congreso de la República, por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Justicia y del Derecho y, el Ministerio de Defensa Nacional, con mensaje de urgencia, el Proyecto de Ley por medio del cual se aprueba el “ Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional”, hecho en Roma, el diecisiete(17) de julio de mil novecientos noventa y ocho(1998) 77 Exposición de Motivos del Proyecto de Ley, por medio del cual se aprueba el “ Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, pag 1 y 2 El Estatuto, entrará en vigor internacional, de acuerdo con lo dispuesto en su artículo 126, sesenta días después de que se deposite en poder de la Secretaría General de las Naciones Unidas, el sexagésimo (60) instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión. Respecto de los Estados que ratifiquen, acepten, aprueben o adhieran, posteriormente el Estatuto entrará en vigor sesenta días después de la fecha en que hayan depositado su instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión. A la fecha, del presente trabajo, el Estatuto de Roma, ha sido ratificado por sesenta y seis países y esta corriendo el termino de los sesenta días, que determina el Artículo 126 del Estatuto.78 4.3 CARACTERÍSTICAS DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL 4.3.1 Jurisdicción complementaria: La jurisdicción de la Corte Penal Internacional es complementaria de las jurisdicciones penales nacionales. La Corte fue creada por un Tratado que al ser ratificado, entrará a formar parte del ordenamiento jurídico nacional de los Estados que procedan de esa forma; estos continúan con él deber de perseguir y castigar los delitos tipificados en los Estatutos de la Corte. La Corte solo asumirá la jurisdicción que normalmente correspondería a los Estados Partes cuando este frente a las siguientes circunstancias:79 78 Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Informe presentado por el Cordinador de la Corte Penal Internacional, Bogotá, febrero 14 de 2002. a) Cuando el Estado concernido, es decir el que tiene jurisdicción, no esté dispuesto a llevar a cabo la investigación y el enjuiciamiento o no pueda hacerlo efectivamente. (Artículo 17 CPI) b) Cuando el Estado concernido ha iniciado la investigación pero decide no iniciar la acción penal contra la persona de que se trate por no estar dispuesto a llevar a cabo el enjuiciamiento o no pueda realmente hacerlo. ( Artículo 17 CPI) c) Cuando la persona ya haya sido condenada o absuelta, la Corte puede asumir competencia en los siguientes casos: 1- cuando el proceso realizado ha respondido al propósito de sustraer al acusado de su responsabilidad penal. 2cuando el proceso no ha sido instruido en forma independiente o imparcial de conformidad con las debidas garantías procesales reconocidas por el derecho internacional, o lo ha sido de alguna manera que, en las circunstancias del caso es incompatible con la intención de someterá la persona a la acción de la justicia. ( Artículo 20 CPI) d) La Corte solo ejerce jurisdicción, cuando el crimen alegado ha sido cometido en el territorio de un Estado Parte o por uno de sus nacionales. Adicionalmente, cuando un Estado no miembro consiente en ello y el crimen ha sido cometido en el territorio de dicho Estado o el acusado es uno de sus nacionales. ( Artículo 12 CPI) e) La Corte solo abocará el conocimiento, cuando considere que las conductas a investigar son del interés de la comunidad internacional, como ser, una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Con relación a la incapacidad de un Estado para investigar o enjuiciar en un asunto determinado, la Corte examinará si el Estado no puede hacer comparecer al acusado u obtener las pruebas y los testimonios necesarios o no está en condiciones de llevar a cabo el juicio. 79 Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artículo 17 4.3.2 Competencia material: La Corte investigará y juzgará cuatro crímenes bien determinados; en razón de que los tres primeros crímenes bajo su jurisdicción, ya están definidos en diversas convenciones internacionales, el Estatuto de la Corte Penal Internacional no está creando nuevas formas penales, sino agrupándolas en un solo instrumento, es decir, codificándolas. En el caso de los crímenes de agresión no se indica en qué consisten80 Los crímenes de competencia de la Corte Penal Internacional son: 1- Genocidio 2- Crímenes de Guerra 3- Crímenes de Lesa Humanidad 4- Crímenes de Agresión 4.4 EL GENOCIDIO Está definido en la Convención sobre la Prevención y el Castigo al Crimen de Genocidio, adoptada y abierta a la firma o adhesión por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948 y la cual entra en vigor el 12 de enero de 1951, ratificada por 123 Estados, entre ellos Colombia y obliga a nuestro país a partir de la Ley 28 de 1959. La definición del Artículo 6º del Estatuto81, coincide con la de los artículos 2º y 3º de la Convención82 80 81 Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artículo 5º Ibídem, Artículo 6° La ley 589 de 2000, por medio de la cual se tipifica el genocidio, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado y la tortura, introdujo al Código Penal el concepto de Genocidio. El nuevo Código Penal en su Artículo 101 define el Genocidio, como: el que, con el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial, religioso, o político que actúe dentro del marco de la ley, por razón de su pertenencia al mismo, ocasionare la muerte de sus miembros, incurrirá en prisión de treinta (30) a cuarenta (40) años… Se atenúa la pena cuando con el mismo propósito se cometiere cualquiera de los siguientes actos: a) Lesión grave a la integridad física o mental de miembros del grupo b) Embarazo forzado c) Sometimiento de miembros del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial. d) Tomar medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo. Artículo 102 Apología del Genocidio ( C.P) El que, por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien o justifiquen las conductas constitutivas del genocidio o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas, incurrirá en prisión de seis (6) a diez (10) años… 82 Convención sobre la Prevención y el Castigo al Crimen de Genocidio, Artículo 2º y 3º 4.5 CRÍMENES DE GUERRA En los términos del Artículo 8º de la Corte Penal Internacional (CPI), tiene competencia “ratione materiae" respecto de los crímenes de guerra, “en particular, cuando se cometan como parte de un plan o política como parte de la comisión en gran escala de tales crímenes”83 Qué se entiende por crímenes de guerra. El Artículo 8º del Estatuto de Roma, incluye cuatro categorías de crímenes de guerra, a saber: 1- Infracciones Graves a los Cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, se incluyen también aquellos aspectos de los dos Protocolos de Ginebra de 1977, considerados como ley consuetudinaria de los conflictos armados; vale recordar que Colombia ratificó los Convenios de Ginebra y los Protocolos I y II, y son a saber: a- Matar intencionalmente. b- Someter a tortura o a tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos. c- Infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física o la salud. d- Destruir bienes y apropiarse de ellos de manera no justificada por necesidades militares a gran escala, ilícita y arbitrariamente. 83 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional , Artículo 8º e- Obligar a un prisionero de guerra o a otra persona protegida a prestar servicio en las fuerzas de una potencia enemiga. f- Privar deliberadamente a un prisionero de guerra o a otra persona de sus derechos a un juicio justo e imparcial. g- Someter a deportación, traslado o confinamiento ilegales. h- Tomar rehenes. 2- Otras violaciones graves de las leyes y usos aplicables en los conflictos armados internacionales dentro del marco del Derecho Internacional, o sea no solo violaciones graves contra el Derecho de Ginebra, sino también al Derecho de La Haya, que integran el Derecho Internacional Humanitario o “jus in bello”. Tales violaciones son: a- Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil, en cuanto tal o contra civiles que no participen directamente en las hostilidades. b- Dirigir intencionalmente, ataques contra objetivos civiles, es decir objetos que no son objetivos militares. c- Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz, o de asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles u objetos civiles con arreglo al Derecho Internacional de los conflictos armados. d- Lanzar un ataque intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdidas de vidas, lesiones a civiles o daños a objetos de carácter civil o daños excesivos en relación con la ventaja militar general concreta y directa que se provea. e- Atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades, aldeas, pueblos o edificios que no estén defendidos y que no sean objetivos militares. f- Causar la muerte o lesiones a un enemigo que haya depuesto las armas o que, al no tener medios para defenderse, se haya rendido a discreción. g- Utilizar de modo indebido la bandera blanca, la bandera nacional o las insignias militares o el uniforme del enemigo, o de las Naciones Unidas, así como los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra y causar la muerte o lesiones graves. h- El traslado, directa o indirectamente, por la potencia ocupante de parte de su población civil al territorio que ocupa o la deportación o el traslado de la totalidad o parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de ese territorio. i- Los ataques dirigidos intencionalmente contra edificios dedicados al culto religioso, las artes, la ciencia o la beneficencia, los monumentos, los hospitales, y los lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, siempre que no sean objetivos militares. j- Someter a personas que estén en poder del perpetrador a mutilaciones físicas o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que no estén justificados en razón de un tratamiento médico, dental u hospitalario, ni se lleven a cabo en su interés y que causen la muerte o pongan gravemente en peligro su salud k- Matar o herir a traición a personas perteneciente a la Nación o al ejército enemigo. l- Declarar que no se dará cuartel. m- Destruir o confiscar bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la guerra lo hagan imperativo. n- Declarar abolidos, suspendidos o inadmisibles ante un tribunal los derechos y acciones de los nacionales de la parte enemiga. o- Obligar a las nacionales de la parte enemiga a participar en operaciones bélicas dirigidas contra su propio país, aunque hubieran estado a su servicio antes del inicio de la guerra. p- Saquear una ciudad o una plaza, incluso cuando es tomada por asalto. Sé prohibe, asimismo, los siguientes actos repudiados por el Derecho de La Haya: a- Utilizar veneno o armas envenenadas. b- Usar gases asfixiantes, tóxicos y similares o cualquier líquido, material o dispositivo análogo. c- Usar balas que se abran o aplasten fácilmente en el cuerpo humano, como balas de camisa dura que no cubra totalmente la parte inferior o que tenga incisiones. d- Emplear armas, proyectiles, materiales y métodos de guerra que, por su propia naturaleza, causen daños superfluos o sufrimientos innecesarios o surtan efectos indiscriminados en violaciones del Derecho Internacional Humanitario de los conflictos armados, a condición de que esas armas sean objeto de una prohibición completa y estén incluidas del presente Estatuto en virtud de una enmienda aprobada de conformidad con las disposiciones que, sobre el particular, figuran en los Artículos 110 y 111. e- Cometer ultrajes contra la dignidad de la persona, en particular tratos humillantes y degradantes. f- Cometer acto de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada, y cualquier otro forma de violencia sexual que constituya una violación grave de los Convenios de Ginebra. g- Aprovechar la presencia de civiles y otras personas protegidas para que queden inmunes de operaciones militares, determinados puntos, zonas o fuerzas militares. h- Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y vehículos sanitarios y contra personal habilitado para utilizar los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra de conformidad con el Derecho Internacional. i- Provocar intencionalmente la inanición de la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para la supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra. j- Reclutar o alistar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades. 3- Las violaciones graves del Artículo 3º común a los Convenios de Ginebra, en caso de conflicto armado que no sea de carácter internacional, esto es nacional o interno, y son cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas que hayan depuesto las armas y los que hayan quedado fuera de combate por enfermedad, lesiones, detención o por cualquier otra causa, a saber:84 a- Actos de violencia contra la vida y la persona, en particular el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura. b- Los ultrajes contra la dignidad personal, en particular los tratos humillantes y degradantes. c- La toma de rehenes. d- Las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin sentencia previa pronunciada por un tribunal constituido regularmente y que haya ofrecido todas las garantías indispensables. judiciales generalmente reconocidas como Lo anterior no se aplica a situaciones de disturbios o tensiones internas, tales como motines, actos aislados y esporádicos de violencia u otros actos de carácter similar. 4- Otras Violaciones Graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos armados que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido de Derecho Internacional, a saber:85 a- Dirigir intencionalmente ataques contra población civil como tal o contra civiles que no participa en las hostilidades. b- Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y vehículos sanitarios y contra el personal habilitado para utilizar los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra de conformidad con el Derecho Internacional. c- Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o de asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles con arreglo a derechos de los conflictos armados. d- Dirigir intencionalmente ataques contra edificios de culto religioso, la educación, las ciencias o la beneficencia, los monumentos, los hospitales, y otros lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, a condición de que no sean objetivos militares. e- Saquear una ciudad o plaza, incluso cuando es tomada por asalto. f- Cometer actos de violaciones, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia 84 85 Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artículo 8º, numeral 3° Ibídem , Artículo 8º, numeral 4º sexual que constituya también una violación grave del Artículo 3º común a los cuatro Convenios de Ginebra. g- Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades. h- Ordenar el desplazamiento forzado de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a menos que así lo exija la seguridad de los civiles de que se trate o por razones militares imperativas. i- Matar o herir a traición a un combatiente enemigo. j- Declarar que no se dará cuartel. k- Someter a las personas que están en poder de otra parte en el conflicto a mutilaciones físicas o a experimentos médicos y científicos de cualquier tipo que no estén justificados en razón del tratamiento médico, dental u hospitalarios de la persona de que se trate, ni lleven a cabo su interés y que provoquen la muerte o pongan gravemente en peligro su salud. l- Destruir y confiscar bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la guerra lo hagan imperativo. En conclusión la Corte Penal Internacional tiene competencia para investigar y enjuiciar a responsables de 42 delitos de guerra stricto sensu. 4.6 CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. El Estatuto de Roma, en su artículo 7º86 repite el Artículo6º de la Carta de Nuremberg, el Artículo 5º del Tribunal Penal Internacional para la ex–Yugoslavia y el Artículo 3º del Tribunal Penal Internacional para Ruanda. La norma incluye también otras modalidades de crímenes que se enmarcan como de lesa humanidad; hace una clara distinción entre los delitos de lesa humanidad (Artículo7º) y los delitos de guerra stricto sensu ( Artículo8º), ambos de competencia de la Corte Penal Internacional. Se entiende por crímenes de lesa humanidad, cualquiera de los siguientes actos, cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque: a- Asesinato. b- Exterminio. c- Esclavitud. d- Deportación o traslado forzoso de población. e- Encarcelación u otra privación grave de la libertad física, en violación de normas fundamentales de Derecho Internacional. f- Tortura. g- Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable. h- Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia, fundada en motivos políticos, raciales, religiosos, étnicos, nacionales, culturales, de género u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier competencia de la Corte. i- Desaparición forzada de personas. j- El crimen de apartheid. Por crimen de apartheid, se entenderán los actos inhumanos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque, cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un 86 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, Artículo 7º grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen. k- Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física. 4.7 CRÍMENES DE AGRESIÓN Está entre los crímenes enumerados por el artículo 5°87 del Estatuto, pero no ha sido definido, por lo cual la Corte ejercerá competencia respecto de él una vez que la Asamblea de Estados Partes apruebe una disposición en que se defina el crimen y se enuncien las condiciones dentro de las cuales lo hará. Esa disposición será compatible con las disposiciones pertinentes de las Carta de las Naciones Unidas y no entrará en vigor sino respecto de los estados que la hayan aceptado88. 87 88 Ibídem , Artículo5° Ibídem, Artículo 121, numeral 5° CONCLUSIONES El conflicto interno que padece Colombia, no es la excepción en la práctica de conductas ilícitas que se han cometido en otros conflictos armados de carácter nacional e internacional, y en algunos casos los autores de delitos contra el Derecho Internacional Humanitario, no han sido sancionados o lo han sido muy levemente. Por ello, es de imperiosa necesidad el establecimiento de normas y corporaciones judiciales con capacidad de mediar, resolver e imponer sanciones a los responsables de actuaciones, que afectan o ponen en peligro los valores integrados del orden social. Es indispensable, asimismo, que entre a operar de manera complementaria, la justicia internacional. De tiempo atrás, el Estado colombiano ha venido centrando su atención en estas materias, sin que se concretara en una normatividad especial. Recogiendo esta situación, el nuevo Código Penal, señala uno por uno, los delitos contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario, estableciendo penas privativas de la libertad, penas pecuniarias o multas e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas. Igualmente el nuevo Código Disciplinario ( Ley 734 de 2002), que entrará en vigencia en mayo del presente año, contempla de manera exhaustiva, todos los delitos contra el Derecho Internacional Humanitario. Por último, con la presentación al Congreso de la República, en marzo del año en curso, del Proyecto de Ley, por medio del cual se aprueba el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, por parte del Ministerio de Justicia y del Derecho, del Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Colombia se encamina a ser parte de tan importante instrumento de justicia internacional. Al terminar este trabajo, que pretende hacer un somero análisis del Derecho Internacional Humanitario, puedo sin lugar a dudas, llegar a la conclusión de que, hoy en día, el Derecho Internacional Humanitario, está contemplado, tipificado y puede ser aplicado en Colombia, mediante los instrumentos legales, que tanto los tratados internacionales, como las normas de carácter interno vigentes, tenemos a disposición. Nunca fue mi pretensión agotar el tema. Sin embargo, he constatado con satisfacción que finalmente nuestro país cuenta con herramientas muy valiosas para contrarrestar las violaciones de los Derechos Humanos y específicamente del Derecho Internacional Humanitario, que se han constituido en un flagelo de la humanidad que pone en grave riesgo la estabilidad nacional y mundial. Estas herramientas se constituyen en: - Ley 599 de 2000, por la cual se aprueba el Nuevo Código Penal Colombiano, el cual en su parte especial, tipifica y sanciona los delitos contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. - Ley 734 de 2002, por la cual se aprueba el Nuevo Código Disciplinario, el cual en su libro II capítulo I, da la descripción de las faltas disciplinarias, en particular las faltas gravisimas, contemplando de manera exhaustiva todos los delitos contra el Derecho Internacional Humanitario. - Decreto 1863 de 1996, por el cual se crea la Comisión Gubernamental para la Humanización del Conflicto Armado Interno y la Aplicación del Derecho Internacional Humanitario en Colombia - Convenios y Protocolos sobre Derecho Internacional Humanitario, ratificados por Colombia. Protocolo de Ginebra de 1925, relativo a la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes tóxicos o similares y de medios bacteriológicos, aprobado por la Ley 10 de 1980 - Convenio I de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña; aprobado por la ley 5ª de 1960 y vigente en Colombia, desde el 8 de mayo de 1962. - Convenio II de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte que corren los heridos, enfermos y náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar, aprobado por la Ley 5ª de 1960, y vigente en Colombia, desde el 8 de mayo de 1962. - Convenio III de Ginebra de 1949, relativo al trato debido a los prisioneros de guerra, aprobado por la Ley 5ª de 1960, y vigente en Colombia, desde el 8 de mayo de 1962. - Convenio IV de Ginebra de 1949, relativo a la protección de vida a las personas civiles en tiempo de guerra; aprobado por la Ley 5ª de 1960, y vigente en Colombia, desde el 8 de mayo de 1962. - Protocolo I de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de Agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales; aprobado por la Ley 11 de 1992 y vigente en Colombia, desde el 1° de marzo de 1994. - Protocolo II de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de conflictos armados sin carácter internacional; aprobado por la Ley 171 de 1994 y vigente en Colombia, desde el 15 febrero de 1996. - Convención de Ginebra de 1972, sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) tóxicas y sobre su destrucción, aprobada por la Ley 10 de 1980, y vigente en Colombia, desde el año 1983. - Convención de la Haya de 1954, para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado y Reglamento para su aplicación y el Protocolo para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, aprobado por la Ley 340 de 1996. - Convención de Ginebra de 1980, sobre prohibiciones y restricciones del empleo de ciertas amas convencionales que pueda considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados y sus Cuatro Protocolos, aprobada por la Ley 469 de 1998 Respecto de la Convención de 1997 sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción, y transferencia de minas anti- personales y sobre su destrucción, y la Convención de Roma de 1998, sobre el establecimiento de la Corte Penal Internacional, su aprobación y ratificación, se encuentran actualmente en trámite Me resta sólo expresar la confianza en que las personas que tienen el deber y el derecho de aplicar toda ésta normatividad, tengan la fuerza y la voluntad suficientes para hacerlo a la luz de la justicia, la verdad, la equidad y la sabiduría, que deben ser los elementos unificadores de las naciones del mundo. V – BIBLIOGRAFIA Actas de la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el desarrollo del DIH aplicable a los conflictos armados, Ginebra, 1974-1977, Vol. VIII Acto Legislativo N. 2, promulgado el 27 de Diciembre de 2001 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional 1998 - 1999 CAMACHO ROLDÁN. Salvador. Boyacá- Bibliografía Regional. Escritos Varios. Librería Colombiana. Bogotá. Colombia. 1892-1895. CAMARGO. Pedro Pablo. Derecho Internacional Humanitario Tomo I Jurídica Radar Ediciones. 1995. ------- . --------, El Nuevo Código Penal y la represión de los delitos contra el Derecho Internacional Humanitario, Revista de Derecho Penal Leyer N. 25, 2001. CARRILLO SALCEDO. Juan Antonio, El Derecho Internacional en un mundo de cambio. Editorial Tecnos. Madrid. España. 1984. --------- . --------, La soberanía del Estado y del Derecho Internacional Humanitario. Editorial Tecnos. Madrid. 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