Texto: Nerea Haig - Fotos: Mikel Arrazola

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Apicultura:
un dulce negocio
lleno de misterio
Texto: Nerea Haig - Fotos: Mikel Arrazola
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erreportajea
Tan antigua como la civilización misma, la
apicultura es una práctica que ha tenido
siempre una presencia importante en el
mundo rural vasco, hasta el punto de que
en los caseríos se dispensaba a las abejas
un trato deferente y cualquier daño que se
les infringiera era considerado “pecado”.
En el conjunto de Euskadi están censados
más de 1.800 apicultores, que explotan
unas 27.000 colmenas. A pesar de su indudable rentabilidad, no más de una docena
lo hace como actividad principal y vive de
ello. En los últimos años han tenido que
enfrentarse a una extraña amenaza, el llamado “síndrome de despoblamiento” que
vacía las colmenas y para el que no parece
haber explicación lógica.
L
os orígenes de la apicultura hay que buscarlos casi en el mismo momento en el que el hombre comienza a darse cuenta de su capacidad
para poner la naturaleza que le rodea a su servicio. De hecho, las primeras evidencias de esta práctica las encontramos en pinturas rupestres del mesolítico (Cueva de la Araña, en Bicorp, Comunidad Valenciana) con una antigüedad de entre 7.000 y 8.000 años. Los egipcios ya
contaban con prácticas agrícolas elaboradas, trasladando colmenas en embarcaciones a lo largo del río, tal como se relata en papiros datados en el año 2.400
AC, mientras que los griegos que fundaron Éfeso en el año 1.100-1.000 AC veneraron la apicultura hasta tal punto que su diosa Artemisa —después Diana—
era representada en las monedas en forma de abeja.
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Tanto romanos como árabes escribieron tratados enteros sobre esta
práctica y, mas tarde, Alfonso X el Sabio fue pionero al redactar las primeras ordenanzas reguladoras. La apicultura moderna comienza con los
panales y los cuadros móviles, las hojas de cera estampada y los extractores
mecánicos, alcanzando su apogeo a
partir de finales del XIX.
Por lo que se refiere al País Vasco,
una de las primeras alusiones escritas
a esta práctica se la debemos a Resurrección María de Azkue que, en su libro “Euskalherriaren Jakintza” explica la veneración que en el caserío se
tenía a estos animales —matarlos era
considerado “pecado”— hasta el punto
de que se les informaba del fallecimiento de los miembros de la familia
con la frase “¡el dueño ha muerto!”.
La variedad de abeja más común
en el País Vasco es la “Apis Mellifica
Ibérica”. No se da practicamente hibridación, lo que garantiza la perfecta
adaptación de los ejemplares al clima y
la flora de la zona.
EL SECTOR
En la actualidad, en el conjunto de
la Comunidad Autónoma del País Vasco están censados más de 1.800 apicultores, que explotan unas 27.000 colmenas. De ellos, no más de una docena lo
hace como actividad principal y vive de
ello, mientras que el resto lo desarrolla
como un trabajo secundario dentro del
caserío o de forma totalmente amateur. De hecho, una gran parte de los
apicultores vascos no tienen prácticamente ninguna otra relación con el
sector primario, sino que se dedican a
profesiones muy distintas y consideran
esta actividad como “una afición”.
Por ello es necesario —afirman representantes del sector— que se inculque en los jóvenes baserritarras, a través de acciones divulgativas, en las
escuelas agrarias, etc., la idea de que
esta puede ser una actividad complementaria estupenda en el caserío, que
reporta unos beneficios nada desdeñables con una dedicación relativamente
LA MIEL CON LABEL DEL KALITATEA SIEMORE SE ENVASA CON UNA TEXTURA EN CREMA
baja. De hecho,con unas 100 colmenas
ya se puede obtener buena rentabilidad.
Precisamente, la falta de profesionalización, junto con la variedad de
productos que se obtienen —miel, própolis, jalea real, polen, cera— hace que
sea muy difícil cuantificar las magnitudes económicas que se mueven alrededor de la apicultura. En contra de lo
que pueda parecer a los más profanos,
los mayores beneficios no proceden de
la venta de estos productos, sino de la
actividad de la polinización que, por
ejemplo, el año pasado en Bizkaia supuso cerca del 50 por ciento de los ingresos totales obtenidos. De hecho, según
los expertos, “la verdadera importancia
del sector reside en esta actividad, ya
que el transporte de los granos de polen es imprescindible para preservar la
biodiversidad y garantizar la mejora
del rendimiento de multitud de cultivos.”
Las colmenas del País Vasco producen una media de 10-15 kilogramos de
miel al año cada una, lo que nos da
FOTO: MIKEL ARRAZOLA
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EN LAS ENVASADORAS, LA MIEL SE EXTRAE DE LOS PANALES MEDIANTE UN PROCESO DE CENTRIG¡FUGACIÓN
una cantidad total cercana a las tres
toneladas anuales. Los tipos varían de
una zona a otra, pero se puede decir
que las más comunes son las milflores,
brezo, romero, acacia, castaño y el
mielato, que no procede de ninguna
flor, sino de exudaciones de los árboles
por la acción de pequeños insectos.
Tanto la cantidad como la variedad se
ven incrementadas si los apicultores
practican la trashumancia, cambiando
las colmenas de sitio en función de las
floraciones.
En cuanto al resto de los derivados, en la actualidad en Euskadi no se
comercializa prácticamente jalea real
ni polen autóctonos (sí el venido de
otros sitios, China especialmente), ya
que no existe demanda suficiente,
mientras que la producción de própolis
es prácticamente anecdótica y se dedica principalmente a la elaboración de
cremas y ungüentos.
Otras fuentes de beneficios son la
cria y venta de reinas y la utilización
del veneno de las abejas en la medicina
y la industria famaceútica (apiterapia).
FOTO: MIKEL ARRAZOLA
PROYECTOS DE I+D
err. Apicultura, un
dulce negocio: “Sólo en
Bizkaia, los beneficios derivados por la polinización de
abejas en frutales y vegetales para consumo humano
alcanzaron los 450.800 euros durante el pasado año”
Existe un interesante proyecto de investigación, liderado por Neiker-Tecnália, que persigue la elaboración de un
nuevo producto, “Propomiel”, que combina las propiedades de la miel con las
del própolis, de gran capacidad antibacteriana, antimicótica, antifúngica, antiviral, antialérgica, etc.
En esta última década, desde las diferentes asociaciones de apicultores de
Euskadi, en colaboración con la Fundación Kalitatea, Diputaciones Forales, Gobierno Vasco y plantas envasadoras y
asociaciones, se ha realizado un importante esfuerzo para acreditar y mejorar
la calidad, con el fin de obtener un producto seguro que cumpla con las expectativas de los consumidores y se distinga
de los productos apícolas de otras regiones, otorgando, así, un mayor valor añadido a las producciones de miel de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Para ello, mediante proyectos de
I+D se han ido incorporando nuevas técsustrai
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EL EQUIPO DE PROTECCIÓN ES IMPRESCINDIBLE PARA EL MANEJO DE LAS COLMENAS
FOTO: MIKEL ARRAZOLA
cos (Galdames, Antoñana...), pero sólo
“Giez- Berri”, ubicada en Getaria, está
autorizada para envasar y comercializar
miel con Label de Kalitatea. Según los
datos facilitados por sus responsables, el
pasado año envasó cerca de 75.500 kilogramos, procedentes de 39 productores
de todos los puntos de Euskadi. En sus
instalaciones, toda la manipulación se
realiza en frío, manteniendo así todas
sus cualidades biológicas.
La miel se extrae por centrifugación
de los cuadros-panales sin romper las
celdillas de cera, lo que permite que sean
reutilizadas con el consiguiente ahorro
energético para las abejas, que pueden
dedicarse a otras labores de la colmena.
Asimismo, permite mayor limpieza en la
extracción y un considerable aumento
en la producción.
Para evitar que a la hora de su consumo la miel presente un aspecto duro y
granuloso —algo que, por otra parte, es
normal en las mieles naturales— los técnicos de Giez-Berri trituran los cristales
que se forman y la convierten en cremosa. Destacan que la miel nunca se debe
calentar para darle una textura líquida,
ya que pierde una gran parte de sus propiedades.
PROBLEMÁTICA
nicas analíticas que ayudan en la certificación de un producto apícola de calidad
y con elevado valor nutricional.
Estos estudios están siendo realizados en
Neiker-Tecnalia y se dividen en cuatro
apartados: determinación de residuos
medicamentosos, determinación de contenido y capacidad antioxidante, determinación de capacidad antimicrobiana y estudios de características físico-químicas.
El trabajo desarrollado en NeikerTecnalia ha permitido dar soporte a la
demanda existente en el sector y ade46
sustrai.80
más ha abierto nuevas líneas de investigación que tienen como objetivo principal no sólo la certificación de producto final sino también la elaboración de
productos con características “farmacológicas” capaces de ejercer acciones
terapéuticas y/o preventivas.
PLANTAS ENVASADORAS
Existen diversas plantas envasadoras de miel en los tres territorios históri-
Además de colaborar en proyectos de
I+D, la asociaciones de apicultores existentes en Euskadi desarrollan, con el
apoyo de las instituciones públicas, multitud de actividades no menos interesantes, tales como organización de cursos y
jornadas, participación en ferias, implantación de nuevas técnicas, compras conjuntas de material, etc.
A pesar de su indudable rentabilidad
económica, en la actualidad es difícil
plantearse la apicultura como sustento
único de una familia, sino como un complemento para otras actividades agrícolas o ganaderas y como una diversificación de la vida en el caserío.
Según los expertos, los problemas
más importantes a los que se enfrentan
los apicultores a título principal o, mejor
dicho, que viven prácticamente de la
agricultura, son:
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err. Apicultura, un dulce negocio: “Es una actividad complementaria muy interesante en el caserío, que reporta unos beneficios nada desdeñables con una dedicación relativamente baja. De hecho, con unas 100 colmenas ya se puede obtener buena rentabilidad”
• El cambio climático. A pesar de que
existen muchos científicos que ponen
en duda este fenómeno, los apicultores
afirman que llevan tiempo sufriendo el
aumento de las temperaturas, que provoca adelanto de las floraciones, cambio del régimen de luz solar y de precipitaciones, etc. Todo ello desorienta a
las abejas, que necesitan tiempo para
adaptarse a las nuevas condiciones.
• Nuevas enfermedades. A las enfermedades conocidas y controladas, tales
como la varroasis, hay que añadir algunos fenómenos nuevos y realmente
sorprendentes para los profanos, como
el que se ha dado en llamar “Síndrome
de Despoblamiento de las Colmenas”.
Ya en el año 2005 los especialistas y
los centros de investigación comenzaron
a alertar sobre una gran mortandad de
colmenas en toda Europa y América, de
la que se desconocen las causas. Se barajan varias hipótesis: uso de determinados
pesticidas, aparición de nuevas patologías (“nosema ceranae”), virus, afección de
ondas electromagnéticas… El caso es que
las colmenas se vacían totalmente y no
queda el menor rastro de las abejas que
las habitaban, ni siquiera cadáveres. En
el País Vasco se viene detectando este
problema desde hace dos años, y se estima que se pueden ver afectadas un 20
por ciento de las colmenas existentes.
• Competencia de los productos procedentes de terceros países (China,
Argentina...). De inferior calidad, pero
con unos precios con los que los productores vascos no pueden competir.
• Falta de suelo para la instalación
de colmenas, debido a la construc-
ción de infraestructuras, viviendas,
etc. en suelo rural.
• Inseguridad en las cosechas, que
dependen de las inclemencias meterológicas, de las plagas y enfermedades, etc.
Para hacer frente a estas y otras dificultades, los apicultores cuentan con diversas ayudas procedentes de la Diputaciones Forales y del Departamento de
Agricultura, Pesca y Alimentación del
Gobierno Vasco, que subvencionan la lucha contra las enfermedades, la compra
de material, etc. y que recompensa, dentro de las agroambientales, la labor de
las abejas a favor de la biodiversidad.
Desde las asociaciones, se reclama que
estas y otras ayudas discriminen positivamente a los agricultores que ejercen
a título principal y a los que están en el
Label.
Miel y mucho más
La apicultura es un proceso totalmente natural, por el que no sólo
se obtiene miel, sino otros productos no menos interesantes por
sus múltiples propiedades:
MIEL. Es definida por el código alimentario como “la sustancia dulce, no fermentada, producida por las abejas del néctar
de las flores o de las secreciones sobre o de las plantas vivas;
que ellas recolectan, transforman y combinan con sustancias
específicas y que finalmente almacenan y maduran en panales”. Su composición es variada. Está compuesta por agua,
fructosa y glucosa, además de otras sustancias en muy baja
proporción como son ácidos, minerales. aminoácidos y proteínas, enzimas, aromas, etc. La transformación desde el néctar a
la miel es un proceso de concentración en el que se reduce el contenido de agua desde un 70-92 % hasta un 17 % aproximadamente. Se trata de un proceso físico, además de un otro químico
en el que se reduce la sacarosa, transformándose en fructosa y glucosa, mediante la encima invertasa que contiene la saliva de las
abejas.
POLEN. El polen o pan de abeja es fundamental en la alimentación de las larvas que van a originar las futuras obreras y en menor
medida a los zánganos. Su composición es variada. El polen en
una alimento muy proteico y que sirve para preparar antialérgicos.
CERA. Es una sustancia segregada por las mandíbulas ceríferas
de las abejas domésticas en el segundo periodo de su fase adulta,
justo después de ser nodrizas (almacenistas). Existen dos tipos de
cera: opérculos (tapas de las celdillas) ,de elevada calidad y precio, y cera vieja, de menor precio, procedente de los panales viejos por reciclado. Antiguamente la cera se empleaba en la fabricación de velas, pero en la actualidad es la propia industria apí-
cola la principal consumidora de cera de abejas. Otros usos son
como ingrediente o soporte en productos específicos para la
industria cosmética, la farmacéutica, en medicina, en fabricación
de pinturas, etc.
PROPÓLIS. Está formado por las propias abejas por la recolección de resinas de especies arbóreas y su mezcla con cera en la
colmena. Los propóleos evitan pérdidas de calor durante el invierno al depositarse sobre las grietas del nido o colmena. Reducen la
piquera y aíslan las partículas extrañas que se depositan dentro
de la colonia para evitar su descomposición. Se emplea en la
fabricación de cosméticos, barnices, pinturas, medicamentos, etc.
Tiene propiedades antisépticas especialmente en infecciones de
ojos, eczemas, infecciones de garganta, úlceras, enfermedades del
tracto urinario, dermatología, odontología, etc.
VENENO DE ABEJA (APITOXINA). La apitoxina es un producto que se emplea en medicina por su poder antiartrítico y en
la preparación de antialérgicos. Se produce en las glándulas
situadas en la parte posterior del último segmento abdominal de
la abeja. Tiene propiedades bactericidas, hemolíticas, anticoagulantes y tónicas. Es el mayor vasodilatador conocido, fluidifica la
sangre al ser anticoagulante, y se le reconocen propiedades en
casos de reumatismo.
JALEA REAL. Es un alimento fundamental para de abejas cuando son larvas hasta cumplir los seis días de vida, tres de larva, y
de la reina durante toda la vida. La jalea real es fundamentalmente un alimento proteico (12 %), aunque también es rica en
azúcares (9 %), vitaminas, etc. Tiene una actividad antinflamatoria y regeneradora, presenta efectos hipercolesterolémicos,
vasodilatadores, antiinflamatorios... Es empleada por las industrias dietéticas y cosméticas.
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