13-Jul-2009 (CCPM) Colegio de Contadores Públicos de México A.C Retención sobre intereses, tasa 4.9% C.P.C. MANUEL TAMEZ ZENDEJAS Todas las empresas deben financiar su operación a través de dos posibles fuentes: el capital y la deuda. En principio, se debe mantener un sano balance entre estos factores para aprovechar al máximo el apalancamiento y disminuir el costo del capital. En el mundo actual, el dinero no tiene limitantes, pues se ha encontrado en él un campo fructífero para crecer, conglomerarse, diversificarse, y traspasar fronteras nacionales en cuestión de segundos. Es por esto que el dinero no tiene nacionalidad; sin embargo, sí un costo. En cualquier definición que se pueda encontrar de interés, se le otorgará la acepción de “el precio del dinero en el tiempo”. Los inversionistas extranjeros deben considerar el costo impositivo que tendrán en cada país por los ingresos que de ellos obtengan. En el país, la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) establece que serán contribuyentes los residentes en el extranjero, respecto de los ingresos procedentes de fuente de riqueza ubicada en México. En particular, cuando los extranjeros invierten a través de deuda en el país por la cual recibirán un pago de intereses, éstos se encontrarán gravados aquí. Es natural pensar que un inversionista entregará su capital a quien mayor rendimiento le pague, considerando también la menor retención por impuestos posible. En este sentido, el artículo 195 de la LISR establece distintas tasas de retención de ISR sobre los intereses pagados, las cuales van de 4.9% hasta 40%. Como se puede apreciar la tasa del 4.9% es la menor a la que se puede tener acceso, incluso en los Convenios para Evitar la Doble Imposición (CDI) que México tiene celebrados con otros países. La fracción II del artículo antes mencionado, así como el artículo 22 de la Ley de Ingresos de la Federación para 2009, establecen que los intereses gravados al 4.9% serán los siguientes: a) Los provenientes de títulos de crédito colocados entre el gran público inversionista en México, así como la ganancia proveniente de su enajenación. b) Los percibidos de certificados, aceptaciones, títulos de crédito, préstamos u otros créditos a cargo de bancos, sociedades financieras de objeto limitado, sociedades financieras de objeto múltiple y organizaciones auxiliares de crédito. c) Los colocados a través de bancos o casas de bolsa en un país con el que México tenga en vigor un CDI. d) Los pagados a entidades de financiamiento residentes en el extranjero en las que el gobierno federal participe en su capital social, siempre que sean las beneficiarias efectivas de los mismos y se encuentren inscritas en el registro que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) mantiene para estos efectos. e) Los pagados a bancos extranjeros que se encuentren inscritos en el Registro de Bancos, Entidades de Financiamiento, Fondos de Pensiones y Jubilaciones y Fondos de Inversión del Extranjero que el SAT mantiene. Es importante mencionar, que en algunos casos, para tener derecho a aplicar esa tasa, se deben cumplir ciertos requisitos formales establecidos en la LISR y en las reglas de carácter general que expide el SAT (Resolución Miscelánea Fiscal). Por todo lo anterior, siempre se debe tener en consideración qué tasa de retención será aplicable a los intereses que se paguen al extranjero, pues como se aprecia, existen razones económicas, de negocio y fiscales que hacen que varíen estas tasas y, consecuentemente, es un elemento determinante para que una empresa mexicana pueda buscar financiamiento del extranjero con un menor costo total. El dinero no tiene limitantes, pues se ha encontrado en él un campo fructífero para crecer, conglomerarse, diversificarse... *Integrante de la Comisión Fiscal Internacional. El artículo expresa la opinión del autor. consulta.fiscal@colegiocpmexico.org.mx