Los hermanos Ferragamo, con Ferruccio, padre de Olivia, al frente, forman hoy la empresa que su padre tanto soñó y han levantado un auténtico imperio, presente en 100 países OLIVIA FERRAGAMO TERCERA GENERACIÓN DEL LEGENDARIO APELLIDO DE LA MODA, NOS INVITA EN FAMILIA A SU CASA DE CHELSEA, UNO DE LOS BARRIOS MÁS CHIC DE LONDRES 6 Fundó la firma su abuelo Salvatore Ferragamo, un humilde zapatero italiano que se convirtió en el preferido de las estrellas de Hollywood Olivia, que trabaja en el mundo de la moda, está casada con Marco Muzzo, un hombre de finanzas, y son padres de gemelas: «Esta ciudad es mi segundo hogar. Mi madre nació aquí» Foto de familia de Olivia Ferragamo con su marido, Marco, y sus gemelas en el salón de su casa londinense, presidido por un cuadro del artista colombiano Fernando Botero (sobre la chimenea). Al lado, fachada de la casa, de construcción típicamente londinense 7 El color es protagonista de la decoración, con formas minimalistas y superficies de luz, como las obras de Helidon Xhixha. «Soy una gran apasionada del arte moderno», admite Olivia, a la derecha sonriente en el salón. «Vivo en una callecita muy silenciosa donde no pasa casi nadie y sigue habiendo vecinos ingleses» «Soy una amante de los colores y he insistido mucho en el del salón porque le da una luz estupenda que me recordaba un poco al cielo, que aquí escasea, aunque, en los últimos años, ha mejorado» O LIVIA Ferragamo es la tercera generación de la famosa dinastía de moda que un día, allá a principios de los años veinte, fundara su abuelo Salvatore Ferragamo, un zapatero de un pueblo cercano a Nápoles que se convirtió en el preferido de las estrellas de Hollywood. Conocida es la relación que la Casa Ferragamo —Johannes Huebl, marido de Olivia Palermo, es imagen de la última colección— tiene y ha tenido con el mundo cinematográfico: desde los famosos zapatos rojos creados para Audrey Hepburn a los diseñados para Madonna en la película «Evita» (1996), por no decir que el patriarca se ocupó del calzado de todo el reparto de «Los diez mandamientos», de Cecil B. DeMille. «MIS ABUELOS VIVEN A LA VUELTA DE LA ESQUINA» Olivia nos ha recibido en familia en su casa de Londres, concretamente en Chelsea, en compañía de su marido, Marco Muzzo, un hombre de finanzas que trabaja en la (SIGUE) 9 En la otra página, Olivia en el comedor junto a la cocina, donde hay zona de estar. Al lado, detalle del servicio de mesa. «No importa lo que decidas hacer en tu vida, lo importante es intentar hacerlo mejor que nadie» «En mi familia somos personas con los pies en la tierra, que trabajan duro y mantienen la hu- 11 mildad, con valores de otros tiempos» «City». El matrimonio tiene dos gemelas que hoy centran su vida y a las que Olivia dedica todo su tiempo. Está muy unida a su padre, Ferruccio Ferragamo, presidente del Grupo, que, junto con los hermanos de este, forman hoy la empresa que tanto soñó Salvatore, el patriarca, y han levantado un auténtico imperio que está presente en 100 países. Por amor, y también por el trabajo de su marido, Olivia cruzó el Canal de la Mancha para volver a vivir con Marco y las niñas en la capital europea de la moda y las finanzas: «Mi madre es de Londres y mis abuelos maternos siguen viviendo a la vuelta de la esquina». «CERQUÍSIMA DE KINGS ROAD Y DE FULHAM» —Olivia, ¿te costó mucho aclimatarte a vivir en Londres? —Adoro esta ciudad. Es mi segunda casa y estoy encantada de haber vuelto a vivir aquí. Me satisface que mis hijas estén en una gran ciudad de mentalidad abierta y con las mejores escuelas del mundo. Por otra parte, mi madre nació aquí y mis abuelos maternos siguen viviendo a la vuelta de las esquina, además de todos mis tíos y primos por parte de mi madre. —El barrio no puede estar mejor. —Vivo en una callecita muy silenciosa donde no pasa casi nadie y sigue habiendo vecinos ingleses. Está cerquísima de Kings Road y Fulham Road, donde están todas las tiendas a las que voy casi siempre en mi Pashley (histórica bici inglesa). Todo lo que pueda necesitar lo encuentro al girar la esquina. Es el barrio que conozco mejor. 12 Por amor, aparte de por el trabajo de su marido, Olivia se instaló en Londres, una ciudad a la que se ha aclimatado a la perfección. Izquierda, sonriente junto a Marco. Arriba, el arte moderno tampoco falta en este rincón de la casa. Derecha, Olivia, protagonista de una imagen que bien podría servir para un catálogo de moda de Salvatore Ferragamo «MI HERMANA VIVIA ES PINTORA» —Tu casa está llena de color. —Soy una amante de los colores y si he insistido mucho en el del salón es porque proporciona una luz estupenda que me recordaba un poco al cielo, que aquí escasea, aunque, en los últimos años, ha mejorado. Me gusta mucho Andrew Martin, donde he comprado algunas piezas que faltaban para decorar la casa. Soy una gran apasionada del arte moderno y una incondicional de las obras de la galería Contini UK, en Mayfair, el corazón de Londres. Me encanta, sobre todo, Botero. Mi hermana Vivia es pintora y hace unos retratos maravillosos. —¿Cuáles son tus lugares preferidos? —Wild at Heart para las flores; el restaurante La Famiglia, que está detrás de mi casa, además del típico pub inglés The Pigs Ear. Me encanta el «sushi» y hay un restaurante en Knightsbridge que se llama Chisou. Me gusta también mucho la comida «thai» de Suksan. Tradicionalmente los domingos vamos a comer a la que considero la mejor hamburguesería de Londres, Byron Burguer, o al The Henry Root, de clásica cocina inglesa. «MI PADRE, MI REFERENCIA» —¿A qué te dedicas? —Con veintidós años empecé a trabajar en Conde Nast, hasta que tuve que trasladarme a Roma por el trabajo de mi marido. Comencé en «Brides Magazine» y luego pasé a «Vogue», donde desempeñé el cargo de «senior account manager» para Europa durante seis años. Fue una experiencia maravillosa que espero poder retomar en cuanto mis hijas sean un poco más mayores, porque es un trabajo que me apasiona enormemente. —¿Qué piensas cuando ves la familia que has formado? —Que es el regalo más grande que la vida me ha podido dar. No pensaba que se pudiese amar tanto. Nuestra abuela Wanda nos regaló una vieja baldosa que era muy especial para mi abuelo Salvatore que originalmente tenía escrito: «No hagas daño, que es una pena. No hagas bien, porque no sirve». Mi abuelo lo corrigió y encima escribió: «No hagas mal, que es una pena. Haz bien, aunque no sirva». La guardo con inmenso orgullo, el mismo que siento por pertenecer a una familia tan maravillosa como la mía. Somos personas con los pies en la tierra que trabajan duro y mantienen la humildad con valores de otros tiempos. No importa lo que decidas hacer en tu vida, lo importante es intentar hacerlo mejor que nadie. —En los prolegómenos de la entrevista hablabas de tu padre con admiración. —Es mi punto de referencia. Es un hombre de grandes principios con una calma y una sabiduría interior increíbles. No me hacen falta muchas palabras para saber lo que quiere. Me basta con mirar a sus grandes ojos verdes. Lo dicen todo. LA TOSCANA, LUGAR DE REUNIÓN FAMILIAR —¿Qué rasgo definirías de tu carácter? —Soy extrovertida y me encanta estar con gente. Me encantan los colores, los contrastes y reírme. También los animales, estar al aire libre y hacer deporte, como pilates, yoga, polo o ciclismo. Tengo mucha determinación, aunque en ocasiones peque de tímida. Me gusta mucho el orden y no soporto el desorden. Soy feliz cuando estoy descalza con amigos después de un partido de polo alrededor de una bonita fogata, con un buen asado y una buena botella de vino, preferiblemente del Borro. —Tenéis un lugar de reunión familiar en la Toscana. —El Borro es un lugar de ensueño. Un oasis en medio de las colinas tosca(SIGUE) Su abuela Wanda Ferragamo, que ha cumplido noventa y cuatro, es la auténtica alma de la familia, que durante más de cinco décadas ha llevado las riendas de la empresa «Mi abuela nos ha regalado una baldosa a todos los nietos que era muy especial para mi abuelo Salvatore. En ella dice: “No hagas mal, que es una pena. Haz bien, aunque no sirva”» 13 VESTUARIO INTERIOR: SANDRO PARIS/JOYAS: ALEMANDARA–MADEINLIDIA En la actualidad, hay cerca de setenta descendientes del fundador entre las distintas generaciones que trabajan en la empresa. La cuarta la forman sus más de sesenta bisnietos Izquierda, Olivia en un puesto de flores que hay muy cerca de su domicilio. Arriba, el dormitorio principal. Abajo, Olivia en la inauguración de una tienda Ferragamo. Derecha, Salvatore, el fundador, el zapatero de las estrellas, rodeado por las hormas de madera con las medidas y el nombre de las estrellas de Hollywood 14 nas con un pueblo medieval pintoresco rodeado de viñedos a solo cuarenta minutos de Florencia. Somos muchísimos. He perdido la cuenta. Mi padre tiene cinco hermanos lo mismo que yo. Toda la familia se reúne una vez al año y es precioso. Realización y texto: NANÁ BOTTAZZI Fotos: PEPE BOTELLA/MATTIA BETTINELLI (casa) Arte moderno: CONTINI GALLERY UK Decoración: FABRIZIO COCCHI Trajes y complementos: SALVATORE FERRAGAMO Decoración de mesa: ZEPTER Maquillaje: PABLO ARDIZZON Flores: WILD AT HEART-LONDON