reducido a una escama que fácilmente pasa inadvertida. Lo mejor para examinarlos es practicar un corte sagital en la línea media de las frondes, y así también se ponen de manifiesto los demás e l e ­ mentos que sirven para determinar la especie, aunque no tenga esporogonios. No comprende este género más que las tres especies antes mencionadas. Clave para la determinación de las especies del género Pellia. / Sección de la nervadura con estrechas bandas de refuerzo en las l paredes celulares; cofia sobresaliendo del involucro; estrato ] interno de la cápsula con engrasamientos anulares y semianu1 ( lares 2 J Sección de la nervadura sin engrosamientos de refuerzo; cofia f incluida en el involucro; paredes capsulares sin engrosamien\ tos anulares ni semianulares. • • P. Fabbroniana (pág. 352). Involucro reducido a una escama casi horizontal; planta paroica P. epiphylla (pág. 349). Involucro en forma de un tubo corto inclinado hacia el ápice de la fronde; planta dioica P. Neesiana (pág. 351). ¡ Pellia epiphylla (L.) Lindb. ( = Jungermannia epiphylla L.). Céspedes extensos, de color verde oscuro, más rara vez de color verde claro, siempre negros al desecarse, aplanados sobre tierra húmeda, esponjosos en las formas hidrófilas, viviendo casi exclusivamente en terrenos silíceos. Frondes postradas o ascen­ dentes, de 2 — 6 cm. de largo y / — 2 de ancho, algo frágiles y carnosas ordinariamente, onduladas, de borde más o menos sinuoso, nervadura poco prominente por la cara ventral y nada saliente por la dorsal, con refuerzos en las paredes de sus células, que ordina­ riamente son 10 — 15 en sentido vertical. Paroica. Verrugas anteridiales generalmente numerosas y más o menos próximas a la flor femenina. Involucro en forma de escama, sobre una suerte de bolsa oblicua hacia adelante, en cuyo fondo están los arquegonios; cofia grande, rosada, tubular en la parte inferior, ensanchada en el extremo y sobresaliendo mucho del 1 2