Juan Manuel Domínguez Andrade * E n una reunión de trabajo con uno de los principales empresarios de la naciente industria de biocombustibles, pregunté sobre el uso del piñón como materia prima para la producción de etanol. Inmediatamente, pensé que había cometido un error de gran magnitud y reformulé mi pregunta esperando esta vez corregir mi primer descuido. Sin embargo, el empresario me informó que realmente esto no había sido un error, debido a que el piñón si es de utilidad como materia prima para la producción de aceite vegetal, y posteriormente para la de biodiesel. En la actualidad, el resto de esta planta que no se desecha, también se utiliza para la producción de etanol. De hecho, de acuerdo a los resultados experimentales el rendimiento del piñón es mucho mayor en la producción de etanol que en la producción de aceite vegetal para producir biodiesel. Al igual que en este caso existe un gran número de productos agrícolas que se utilizan de forma innovadora en la producción de biocombustibles. Este artículo presenta una breve descripción de las principales materias primas de origen agrícola, que corresponden a tecnologías de primera generación, utilizadas para la producción de biocombustibles en el Ecuador. Además, resalta la importancia de nuevos proyectos para la obtención de biocombustibles, que buscan un aprovechamiento más eficiente de los recursos utilizando toda la biomasa. Esto permite no solo la generación de combustibles líquidos a partir de productos agrícolas, sino también la producción de energías como por ejemplo, la energía eléctrica. Actualmente, la industria de biocombustibles se encuentra en la búsqueda de una utilización óptima de la biomasa de aquellos productos agrícolas que corresponden a tecnologías de primera generación1. Se investiga además para dar paso al uso de tecnologías de segunda generación que podrían incluir el uso de desechos agrícolas, residuos forestales y biomasa vegetal. Biodiesel: nuevos productos con importantes ventajas Recientemente, el piñón y la higuerilla están siendo considerados como alternativas para la producción de biocombustibles, específicamente biodiesel. Esto, debido a importantes fluctuaciones en los precios de las materias primas utilizadas tradicionalmente en su producción, por ejemplo la palma africana, que han originado la búsqueda de otros productos agrícolas más convenientes en términos de rendimiento, costos y especialmente, evitar la competencia con la industria de alimentos. En Ecuador, la disponibilidad de la higuerilla y el piñón facilitarían su uso con las mencionadas tecnologías. En los años 2001, 2004 y 2005 los cultivos de higuerilla se encontraban localizados principalmente en las provincias de Manabí y Guayas en una extensión de aproximadamente 2.545, 1.230 y 1.900 hectáreas, respectivamente. Por otro lado, el piñón que crece de una forma silvestre se encuentra en provincias como Manabí, Loja, El Oro y Guayas. Su siembra para usos diversos está siendo considerada, por ende aún no existe información oficial acerca de la cantidad de hectáreas cultivadas de este último producto agrícola. Adicionalmente, el piñón está siendo promovido como insumo para la extracción de aceite requerido en la producción de biodiesel. Las principales ventajas de este producto agrícola radican en que no compite con la industria de alimentos, no desplaza otros cultivos y crece en lugares donde las precipitaciones son irregulares. En Ecuador, la producción de biodiesel se ha basado tradicionalmente en el uso de la palma africana. La superficie cultivada de palma africana asciende a 207.285 hectáreas, distribuidas entre la Costa y el Oriente. En el Gráfico 1, se puede observar que la producción de * PhD en Economía Agrícola por la Universidad de Minnesota, Profesor de ESPAE y Ex Viceministro de Agricultura y Ganadería 1 Los biocombustibles de primera generación utilizan materias primas de uso alimentario y tecnologías de proceso como la fermentación en su producción. Los biocombustibles de segunda generación se obtienen a partir de materias primas que no tienen usos alimentarios y semillas oleaginosas no comestibles que se producen por vías convencionales y por medio de procesos termoquímicos. (Fuente: Biopact) 4 Abril - Junio 2011 palma africana, se concentra en cinco provincias. La provincia más importante es Esmeraldas que registra más del 60% de la producción total, seguida por las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Sucumbíos. A pesar de su relativa abundancia, su uso en la producción de biodiesel afectaría la capacidad de la industria en general, y especialmente la industria alimenticia, para ser sustentable. Cabe destacar que la palma africana es insumo básico para productos alimenticios como el aceite vegetal, para productos farmacéuticos como la glicerina, entre otros. Gráfico 1. Distribución de las plantaciones de cultivos de Palma Africana Fuente: SIGAGRO Etanol y las potencialidades del sector cañicultor Recientemente se están desarrollando diversos proyectos de inversión privada que vinculan la obtención de otro importante biocombustible, el etanol, al proceso de producción de azúcar. Estos proyectos contemplan la creación de ingenios azucareros en lugares estratégicos del país. Un ingenio tiene capacidad para producir muchos coproductos o sub-productos del azúcar2 . La capacidad instalada que se crea en los ingenios, permite aprovechar las condiciones de mercado, sobre todo fluctuaciones de los precios, para pasar de la producción de azúcar a la de alcohol o viceversa. Por este motivo, la mayoría de los nuevos proyectos incluyen plantas alcoholeras en la estructura del conglomerado. Esto implica un gran esfuerzo de implementación de la investigación y desarrollo tecnológico que debe ser sostenido en un esquema de trabajo multisectorial, debido a que las potencialidades para la diversificación que posee la agroindustria cañera se derivan precisamente del volumen de subproductos que la agroindustria genera durante el proceso de producción de azúcar. En Ecuador, la caña de azúcar es uno de los principales productos agrícolas en volumen de producción y número de hectáreas cultivadas. La superficie cosechada de caña de azúcar en el año 2010 fue de 80.000 hectáreas, de las cuales el 60 % son de propiedad de los cañicultores, mientras que el 40 % restante pertenece a los ingenios. El Gráfico 2 muestra la evolución de la superficie destinada a este cultivo desde el año 2000. Aproximadamente, el 56% de la superficie sembrada, es destinada para la producción de azúcar, el 37% es destinado para la producción de panela y aguardiente, y el 7% es destinado para la elaboración de etanol. 2 Entre otros, etanol, aguardiente, sacarosa, residuos de cosecha, bagazo, cachaza o lodo de los filtros, melazas, vinazas y aguas residuales. 5 Gráfico 2. Evolución de la Superficie Sembrada de Caña de Azúcar para Azúcar Evolución de la Superficie Sembrada de Caña de Azúcar para Azúcar ( 2000 - 2010 ) 82000 80000 78000 Hectáreas 76000 74000 72000 70000 68000 66000 64000 62000 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: MAGAP Las zonas de cultivo de caña de azúcar se encuentran ubicadas en las provincias de Guayas, Cañar, Los Ríos, Imbabura y Loja, siendo la Cuenca Baja del Río Guayas el lugar donde se concentra el 92 % de la producción nacional de caña de azúcar para azúcar. El Gráfico 3 muestra una representación geográfica de las zonas donde se cultiva caña de azúcar. Gráfico 3: Distribución de los cultivos de Caña de Azucar Fuente: SIGAGRO 6 Abril - Junio 2011 Estas cifras evidencian la relevancia de este producto agrícola en la economía el país. Sin embargo, de las 675.932 hectáreas con potencial para la producción de caña de azúcar en Ecuador, solo el 20% corresponde a la superficie sembrada. Los proyectos antes mencionados consideran el potencial que tienen las tierras ecuatorianas para la construcción de ingenios y plantas alcoholeras que servirán para satisfacer no solo la demanda nacional de etanol dentro de los planes gubernamentales, sino también, tienen como objetivo la exportación de los excedentes hacia países latinoamericanos como Colombia y Brasil. Además, de explorar las oportunidades que se podrían presentar en ciertos países asiáticos que han reducido tarifas y han impuesto otras limitaciones locales como es el caso de China. Se conoce adicionalmente que Japón e India han fijado objetivos nacionales de sustitución de etanol por gasolina en el orden del 10 y 20% para los años 2012 y 2017, respectivamente. Otra potencialidad del sector cañicultor está relacionada con la identificación de estrategias para el aprovechamiento de la biomasa residual de la caña de azúcar y sus co-productos y sub-productos. Una de ellas consistiría en desarrollar derivados que se puedan insertar en las cadenas de producción y mercados establecidos como la panela, el ron, entre otros. Otra importante estrategia implicaría el desarrollo de nuevas tecnologías de aprovechamiento de los residuos con cuatro direcciones básicas: obtención de energía, obtención de productos químicos, reciclado en la actividad agrícola y utilización en la alimentación ganadera. Los proyectos en esta categoría tienen como objetivo la autogeneración de energía utilizando fuentes residuales y otras biomasas. La biomasa de la caña de azúcar podría ser utilizada para generar 10 veces la electricidad requerida para la operación tanto del ingenio como de la planta destiladora, así como un excedente para la venta en el sistema nacional interconectado (SNI). Esto, sumado a los incentivos estatales establecidos para la generación de electricidad utilizando fuentes renovables no alternativas. En el país existen empresas que actualmente están vendiendo este tipo de energía eléctrica al SNI. Aunque la demanda nacional de electricidad es de 2 GW/año, en la actualidad la cantidad de electricidad utilizando fuentes residuales y de biomasa vendida al SNI representa menos del 1% del total. Este porcentaje podría tener incrementos en los próximos años, convirtiéndose en un aporte interesante al objetivo nacional del cambio de la matriz energética del país. Se debe destacar que la implementación de estos proyectos implicaría un cambio de paradigma pensando en la cogeneración de electricidad para la sostenibilidad de las operaciones con un flujo continuo, utilizando fuentes residuales y de biomasas que antes simplemente se desechaban al medio ambiente. Esto permitiría una reducción sustancial de los Gases de Efecto Invernadero quizás en todo el ciclo de vida de los productos y co-productos controlando para variables como uso de suelo, agua, bio-fertilizantes, entre otras. Esto podría ser fuente de estudio e investigación en el futuro. Hacia una Industria Cero-Desechos Este tipo de propuestas podrían marcar una tendencia para la consolidación de una industria cero-desechos con sostenibilidad en las operaciones mediante la cogeneración eléctrica con fuentes residuales y de biomasas. Adicionalmente, para el desarrollo de estos proyectos se requiere el uso intensivo de grandes extensiones de tierra que oscilan entre las 50.000 y 100.000 hectáreas. Muchos de ellos se ubican en lugares deprimidos como, por ejemplo, en zonas de la Provincia de Santa Elena con indicadores de nivel de pobreza, NBI, desempleo y subempleo muy desfavorables. Si estos proyectos se llegan a implementar estratégicamente en estos lugares podrían tener no solo un alto impacto productivo-ambiental, sino también social. Sin embargo, es necesaria una cuantificación de los impactos sociales en lo que se refiere a la creación/destrucción de empleos y a los impactos culturales. 7