Final de reinado: La muerte del primero en plena juventud dejó como reyes de Castilla a Juana y a Felipe, cuando, en 1504, murió Isabel la Católica. No tardaron en surgir los desacuerdos entre Felipe el Hermoso y su suegro Fernando el Católico, que pretendía ejercer el reinado en nombre de su hija, incapacitada para reinar por su locura. Felipe, secundado por gran parte de la nobleza castellana, consiguió que Fernando se retirarse a sus reinos. Fue entonces cuando éste contrajo su segundo matrimonio con la francesa Germana de Foix. La situación se resolvió con el prematuro fallecimiento de Felipe el Hermoso, punto de partida de un segundo reinado de Fernando el Católico en Castilla. Durante él (1512), tuvo lugar la anexión del reino de Navarra. Al morir Fernando el Católico en 1516, la península quedó reducida a dos grandes potencias: Portugal, engrandecido por sus empresas marítimas, sus posesiones africanas y su comerció con ultramar, y lo que empezó a llamarse España, nombre aplicado desde la antigüedad a toda la península Ibérica y que ahora pasaría a denominar el conjunto constituido por los distintos reinos gobernados por un solo monarca, el heredero dinástico de los Reyes Católicos.