Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. 4. THC: droga o medicamento. Determinación analítica M.a Luisa Gil del Castillo, J. Antonio Noguera Velasco, Pedro Martínez Hernández Laboratorio de Toxicología. Servicio de Análisis Clínicos. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia 4.1. Cannabis sativa La planta del cáñamo Cannabis sativa, parece ser que se conoce desde hace unos 8.000 años, ya que en documentos chinos de estas fechas se mencionan y desde muchísimo tiempo se han utilizado sus fibras para fabricar cordel, ropas, calzado y papel, sus semillas como alimento y su resina por su poder curativo. En 1948 la Organización Mundial de la Salud, OMS, llegó a la conclusión de que el uso de la cannabis era peligroso desde todo punto de vista, ya sea físico, mental o social. El cáñamo es una planta herbácea, dioica (tiene flores masculinas y femeninas en pies separados) de cosecha anual, perteneciente a la familia de las urticaceas originarias de Asia central. Es una planta muy resistente, puede medir de 1 a 7 metros, presenta tallos acanalados con hojas palmeadas y partidas, de forma lanceolada con bordes serrados, número impar de lóbulos, que puede variar de 5 a 11, exudan una resina que las hace pegajosas al tacto. Las flores son apetalares, con coloración entre verde y amarillo, pudiendo ser masculinas o femeninas. Los sexos de las plantas se diferencian por el examen de las flores; así en las plantas masculinas las flores, que pueden apreciarse a simple vista, se agrupan en racimos. Las flores femeninas, son casi invisibles y se agrupan en espigas. El fruto, cañamones, tiene forma globular, de unos cinco milímetros de diámetro de color marrón grisáceo, se emplea en alimentación, especialmente de aves y para extracción de aceite (1). El principio activo de estas plantas es el tetrahidrocannabinol, THC, cuya concentración varía según las partes de la planta y también de unas plantas a otras. En estos productos del cannabis, su principio activo o riqueza en cannabinoles va a estar directamente en proporción con la parte de la planta que se utilice, ya que la cantidad de cannabinoles se presenta en la en el siguiente orden: flores, hojas, tallos, raíces y semillas (1). 4.2. Química y propiedades de los cannabinoides Los cannabinoides son sustancias que suelen tener una estructura carbocíclica con 21 carbonos y están formados generalmente por tres anillos, ciclohexeno, tetrahidropirano y benceno. Los principales cannabinoides son 9-tetrahidrocannabinol ( 9-THC o THC), 8tetrahidrocannabinol ( 8-THC), cannabidiol (CBD) y cannabinol (CBN). Otros cannabinoides presentes en la planta son el cannabicromeno (CBC), cannabiciclol (CBL), cannabigerol 31 Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. (CBG), monometileter del cannabigerol (CBGM), cannabielsoina (CBE), cannabinodiol (CBND), cannabitriol (CBT), dehidrocannabifurano y cannabicitrano, que aparecen en cantidades diferentes según la variedad de cannabis sativa valorada. El ácido cannabidiólico, que tiene actividad antibiótica, es un constituyente importante del cáñamo del tipo fibra (2). El 9-THC es el cannabinoide con mayor potencia psicoactiva. Presenta propiedades hidrofóbicas, por lo que es muy soluble en lípidos. Esto hace que su distribución en el organismo y su eliminación presenten diferencias con lo descrito para otras drogas de abuso. El 8-THC tiene un perfil farmacológico muy parecido al del 9-THC, aunque sus efectos son mas débiles. Sólo aparece en algunas variedades de la planta y su concentración es muy pequeña en comparación con la del 9-THC (3). El cannabinol (CBN) también tiene propiedades psicoactivas, que son aproximadamente una décima parte de las descritas para el THC. Los cannabinoides son sustancias que suelen tener una estructura carbocíclica con 21 carbonos y están formados generalmente por tres anillos: ciclohexeno, tetrahidropirano y benceno. El cannabidiol (CBD) es un compuesto bicíclico, al estar el anillo de tetrahidropirano escindido. Figura 1. Estructura química de los cannabinoides naturales más importantes. 4.3. Metabolismo los cannabinoides Cuando los preparados de la Cannabis sativa L. (hachís, marihuana) se consumen en forma de cigarrillos son absorbidos por los pulmones, junto con los otros componentes del humo. La entrada del THC en sangre y la posterior distribución en tejidos son muy rápidas y presentan una cinética similar a la obtenida tras su administración intravenosa. La máxima concentración de THC en sangre se alcanza antes de que finalice el consumo del cigarro. La ingestión de los cannabinoides por vía oral da lugar a unos niveles plasmáticos de THC inicialmente más bajos que cuando se toma por inhalación. Por vía oral su biodisponibilidad se ve reducida por su sensibilidad a la acidez del jugo gástrico, por el metabolismo hepático e intestinal, así como por su acceso a la circulación enterohepática (4). Por tanto, hay que ingerir una cantidad mayor de THC por esta vía para conseguir el mismo efecto fisiológico que por la respiratoria y además conduce a unos niveles plasmáticos mucho mas erráticos que los observados después de fumar. Sólo un 3% del THC presente en sangre está en forma libre. 32 Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. Dada su elevada hidrofobicidad se une a diferentes componentes plasmáticos. Un 9% está unido a las células sanguíneas. Otro 60% lo está a las lipoproteínas plasmáticas y el resto a albúmina. Esta misma propiedad explica su rápida penetración en los tejidos, sobre todo en aquellos que están altamente vascularizados: pulmón, hígado, riñón, corazón, estómago, bazo, tejido adiposo marrón, placenta, corteza adrenal, tiroides, pituitaria y glándula mamaria. Posteriormente pasa al tejido adiposo, que junto con el bazo son sus principales depósitos tres días después de su ingesta. La droga puede tardar varias semanas en ser totalmente eliminada tras el cese de su administración (5). Su retención en estos reservorios hidrofóbicos amortigua la penetración del THC en el cerebro, donde su concentración y la de sus metabolitos es más baja (suele ser un 1% de la concentración plasmática máxima) (4). El THC y su metabolito, el 11-hidroxi-THC (11-OH-THC) son los que en mayor proporción se acumulan en los tejidos. Una parte del THC aparece conjugada con ácidos grasos, sobre todo en la fase final del almacenamiento. La paulatina liberación del THC, desde estos almacenes tisulares a la sangre, lentifica la caída de los niveles plasmáticos de este compuesto, tras el cese de su administración. Esto prolonga su presencia en sangre y la posterior entrada al cerebro, lo que podría explicar las dificultades para identificar un síndrome de abstinencia a esta droga, tras la suspensión de su administración (4). La eliminación del THC se produce principalmente mediante sus metabolitos en heces (un 68%) o en orina (12%), aunque también lo hace a través del pelo, la saliva y el sudor. La mayor parte del metabolismo ocurre en el hígado, aunque también puede producirse en otros órganos como el pulmón y el intestino. En orina se detecta la presencia de 11-OHTHC y hay una elevada concentración de ácido THC-11 oico, ambos en forma libre o conjugada. La concentración de este ácido no muestra una correlación apreciable con la cantidad presente en sangre, aunque los resultados son más precisos cuando lo que se comparan son los logaritmos de estas concentraciones (6). Los metabolitos de los cannabinoides son eliminados en forma de ácidos libres o conjugados con glucurónico. Estos últimos se almacenan en el cuerpo durante períodos relativamente prolongados de tiempo y pueden llegar a ser detectados en la orina varias semanas después del consumo de los cannabinoides. 4.4. Efectos farmacológicos de los cannabinoides Aunque la mayor parte del conocimiento actual sobre los mecanismos de acción de los cannabinoides se ha desarrollado en modelos animales, los efectos finales de estos compuestos en el humano difieren de los efectos que pueden observarse en animales, en especial los conductuales y psicológicos. Los cannabinoides presentes en el humo de la marihuana provocan un amplio rango de efectos somáticos en el humano, en el aparato cardiovascular (taquicardias supraventriculares y alteraciones en el ECG), aparato respiratorio (efectos irritativos, a pesar de las propiedades broncodilatadoras de los cannabinoides (7), y en el ojo (efectos irritativos debidos al humo y disminución de la presión intraocular). La exposición crónica produce, además, alteraciones endocrinológicas (estimulación potente de la liberación de ACTH y secundariamente corticosteroides, reducen TRH, T3 y T4, GH y PRL; disminuye la FSH, LH y prolactina) y metabólicas. 33 Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. Los efectos conductuales de estas drogas en el humano varían en función del estado previo del sujeto y de sus expectativas, y van desde la euforia y sensación de bienestar hasta el desarrollo de patologías psiquiátricas, síndrome amotivacional (8); a dosis bajas son de tipo depresor, pero se convierten en excitatorios tras estímulos mínimos, y que a dosis altas, los efectos predominantes son claramente de tipo depresor, comprobándose que se origina confusión y dificultad de la memorización de tareas sencillas (9). Sistema biológico Efecto agudo Base funcional CEREBRO — cognición — psicomotor > 24 horas — bilateral flujo sanguíneo (frontal, ínsula, giro o cingular) RESPIRATORIO — broncodilatación — leve obstrucción desconocida desconocida CARDIOVASCULAR — taquicardia — desmayo — infarto miocardio — vagal — velocidad sangre cerebral desconocida ENDOCRINO — LH, testosterona, progesterona, prostaglandinas — conducta sexual desconocidas — adrenalina y noradrenalina — corticosterona 4.5. Conducta adictiva de los cannabinoides Los cannabinoides actúan en el sistema nervioso a través de receptores CB-1 específicos de membrana. Estos receptores están situados en neuronas de muchos circuitos encefálicos, incluyendo el sistema de recompensa cerebral. Este sistema es clave para entender la conducta adictiva, y de él forman parte las neuronas dopaminérgicas mesotelencefálicas, así como algunas neuronas peptidérgicas, de entre las que destacan las encefalinérgicas (10). Los cannabinoides, al igual que el resto de las drogas de abuso, activan las neuronas mesotelencefálicas y disminuyen el umbral de recompensa cerebral. Del mismo modo que la cocaína, los opiáceos o el etanol, estos compuestos inducen conductas de autoadministración en animales de experimentación y provocan condicionamiento de lugar preferencial. La administración crónica de cannabinoides provoca tolerancia y dependencia, e induce neuroadaptaciones en el circuito de la recompensa que son idénticas a las inducidas por la principales drogas de abuso y que se pueden poner de manifiesto mediante el cese de la administración de estos compuestos (síndrome de abstinencia comportamental y bioquímico específico) (11). Los cannabinoides actúan sinérgicamente con el sistema opioide endógeno (12), en especial con el sistema encefalinas-receptor-F-opioide, lo que les permite actuar como factores de vulnerabilidad en el desarrollo de la conducta adictiva. La existencia de una 34 Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. interacción opioide-cannabinoide permitirá abrir nuevas puertas terapéuticas para la adicción a heroína y a etanol. 4.6. Uso terapéutico de los cannabinoides En nuestro país no está permitido el uso terapéutico del cannabis. Pese a esta importante premisa, sabemos que hay un número importante de pacientes que están consumiendo la sustancia con esa finalidad. Ello tiene sus riesgos, ya que la carencia de control médico y la variabilidad en principios activos de la planta, como no está permitida, tampoco está controlado y estandarizado el porcentaje de principios activos de la planta que se consume en el mercado hacen muy difícil un control suficiente que permita una buena dosificación y un seguimiento de su uso. En Holanda conocemos las dos variedades que se dispensan en las farmacias: Bedrocan y SIMM18. procedentes de las inflorescencias secas de la planta femenina de Cannabis sativa L. En España la composición en principios activos es desconocida, ya que se consigue la sustancia a partir de diferentes fuentes ilegales y sin control del producto. Lo que sí podemos evidenciar es que se desaconseja totalmente el consumo de la resina (en el argot: hachís, chocolate), porque tiene una mayor concentración en principios activos —mayor posibilidad de intoxicación— y también contiene productos que se mezclan con la sustancia y pueden ser muy tóxicos. Las indicaciones no registradas pueden ser: • Náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia anticancerosa (13). • Espasticidad muscular (esclerosis múltiple, lesiones de la médula espinal, trastornos del moviento) (14). • Dolor (15). • Anorexia, en pacientes con sida o enfermedades relacionadas y con terapia antiviral (16). • Epilepsia, en especial el cannabidiol (17). • Glaucoma (18). • Asma bronquial (19). Hay que recordar que el cannabis no representa ningún papel en la curación de estas dolencias. Sólo —en algunos casos y ante el fracaso de los fármacos existentes para abordarlas— puede ayudar a aliviar sus síntomas. Lo más aconsejable es, pese a que no esté autorizado en nuestro entorno, comentar con el médico la posibilidad de consumir el cannabis. También se habla de otras indicaciones, pero no hay suficientes estudios clínicos que las avalen. Es muy difícil establecer una buena pauta de dosificación, ya que estamos hablando de una sustancia con una gran variabilidad. Esta variedad en la dosis dependerá de la calidad y las 35 Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. características de la planta de la que se disponga. Lo mejor es aumentar la dosis poco a poco, esperando encontrar el efecto deseado. Es recomendable obtener siempre la sustancia de un mismo origen, ya que las posibilidades de que la cantidad de principios activos sean similares son más altas. El cannabis medicinal se puede utilizar de diferentes maneras: infusión, inhalación o ingestión. La inhalación es la vía más rápida, porque los principios activos del cannabis van directamente a los pulmones y su absorción es más rápida. Se hace utilizando vaporizadores, que son unos aparatos que calientan el cannabis y hacen que los principios activos se volatilicen y vayan a los pulmones una vez se han inhalado. La diferencia con la combustión (fumar) se basa en que esta segunda opción es más nociva porque están presentes algunos agentes cancerígenos e irritantes para las vías respiratorias. El efecto máximo en la inhalación se produce al cabo de 15 minutos, y la duración es de 2-3 horas (20). 4.7. Pruebas de laboratorio para screening de drogas de abuso Los métodos más utilizados para a el screening de drogas de abuso son los inmunoensayos (EMIT, FPIA), cuali- o cuantitativos. Presentan la ventaja de ser pruebas rápidas y baratas pero pueden dar lugar a falsos positivos. Sustancias de estructura parecida a la droga que estamos analizando pueden reaccionar con el anticuerpo de medida dando lugar a resultados erróneos. Por este motivo y dadas las implicaciones legales que presentan este tipo de análisis, cuando una prueba de screening es positiva debe realizarse un segundo análisis por un método definitivo (cuantitativo) para confirmar el resultado. El método más utilizado para este propósito es la cromatografía de gases/espectrometría de masas (21). Resultados falsos negativos pueden ser consecuencia de la adulteración de la orina con lejía, sal de mesa, incluso la la dilución de la orina con agua. En caso de sospecha debe realizarse una determinación de creatinina en orina (22). Los test de screening en orina (inmunoensayos) pueden detectar metabolitos de THC en los consumidores esporádicos hasta dos-cinco días después de fumar (en algunos casos incluso hasta diez días). En los consumidores habituales el test puede ser positivo hasta tres-cuatro semanas de abstinencia. Debido a fluctuaciones en la excreción de THC por el organismo, el test puede variar entre valores positivos a negativos cuando se realizan medidas seriadas durante el período de abstinencia. Esto puede provocar un error en la interpretación y confundirse con una reincidencia en el consumo. En teoría existe la posibilidad de obtener un resultado positivo por la inhalación de cannabis (personas que frecuentan ambientes de fumadores de marihuana). En la práctica esto es muy poco probable, ya que las concentraciones de metabolitos del cannabis en orina en los fumadores pasivos suelen estar muy por debajo del valor umbral establecido para la positividad. 4.7.1. Procedimientos analíticos • EMIT: Ejemplo Flex® THC con reactivos Syva Emit® II Plus en sistema Dimension® Dade Behring. Se basa en la competición por los sitios de unión de un anticuerpo entre la droga de la muestra y la droga munida a la enzima glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PGH) (23). 36 Asociación Española de Farmacéuticos Analistas Modesto Lafuente, 3 – 28010 Madrid Actualidades 2005 .................................................................................. Se utiliza el ∆9-tetrahidrocannabinol unido a la enzima glucos-6-fosfato deshidroganasa y un anticuerpo monoclonal contra el ∆9-tetrahidrocannabinol. La secuencia de la reacción es la siguiente: Ab + THC-G6PDH ➞ Ab-THC + Ab-THC-G-6PDH Glucosa-6-Fosfato + NAD+ THC-G6PDH ➤ 6-fosfoglucolactona + NADH + H+ (absorbe a 340 nm) La concentración de la droga en la muestra determina la cantidad de conjugado de THCglucosa-6-fosfato deshidrogenasa (THC-G6PDH) que queda unido al anticuerpo. El conjugado que queda libre cataliza la oxidación de la glucosa-6-fosfato, con la reducción simultánea de NAD+ a NADH, más rápidamente que lo hace el conjugado unido al anticuerpo. La velocidad de aumento de la absorbancia a 340 nm debido a la formación de NADH está relacionada con la concentración de la droga presente en la muestra mediante una función matemática. THC cutoff de 50 ng/ml • FPIA: El ensayo emplea una curva de calibración memorizada a seis puntos. Los resultados se expresan en términos semicuantitativos en concentraciones. Los elementos en esta reacción de enlace competitivo son: anticuerpo contenido en el reactivo, el antígeno, que es la sustancia que se desea analizar en la muestra y el antígeno marcado con fluoresceína (complejo trazador-antígeno) contenido en el reactivo. Llevando los valores de polarización generados por cada muestra en el ensayo a la curva de calibrado se obtiene la concentración de droga. Una determinación simple de cannabionoides requiere 75 ul de orina humana (24). • CCF: En la cromatografía en capa fina para cannabinoides hay que realizar un tratamiento previo a la muestra y a los controles positivo-negativo. Se preparan concentraciones crecientes del metabolito y se dispone de una referencia semicuantitativa para las muestras, según la intensidad del color de la mancha originada (24). • On Trak: Utiliza un método de inhibición de la aglutinación de látex. En unas placas especiales del sistema, se adicionan con una micropipeta una gota de cada uno de los reactivos, que tienen anticuerpo, buffer y látex; se agitan de 8-10 segundos, se empuja la mezcla hacia la puerta del canal de la placa y se esperan tres minutos. Si hay aglutinación, el resultado es negativo; si tiene apariencia lechosa, es positivo. En este método se realizan también controles negativos (25). BIBLIOGRAFÍA 1. El Dioscórides renovado. Dr P Font Que Labor. Ed 15.a. 1995. 2. Turner CE, Elsohly MA, y Boeren EG. Constituent of Cannabis sativa L. A review of the natural contituent. J Nat Prod 1989; 43: 169-234. 3. Mechulam R, Devane WA, Glaser R. Cannabinoid geometry and biological activity en Marihuana/Cannabioids: Neurobiology and Neuropghysiology. En: Bartke A, Murphy LL (eds). 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