HORA SANTA POR LAS MUJERES EMBARAZADAS ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE JESÚS. Lc 1, 26-38. El sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen prometida a un hombre llamado José, de la familia de David; la virgen se llamaba María. Entro el ángel a donde estaba ella y le dijo: - Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oírlo, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué clase de saludo era aquel. El ángel le dijo: - No temas, María, que gozas del favor de Dios. Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, para que reine sobre la casa de Jacob por siempre y su reino no tenga fin. María respondió al ángel: - ¿Cómo sucederá eso si no convivo con un hombre? El ángel le respondió: - El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios. Mira, también tu parienta Isabel ha concebido en su vejez, y la que se consideraba estéril está ya de seis meses. Pues nada es imposible para Dios. Respondió María: - Yo soy la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu palabra. Palabra del Señor. REFLEXIÓN En esta lectura resalta la disposición total y generosa de María al proyecto de Dios. Asume con amor el ser la Madre del Salvador, vocación y misión de dar vida, vocación y misión de la mujer en el mundo y por ello la humanidad debe mostrarse agradecida con toda mujer Madre. San Juan Pablo II expresaba en su Carta a las Mujeres en 1995: “Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida”. La mujer Madre es testimonio del amor de Dios que es el dador de la vida y la sostiene con su providencia. La mujer que lleva en su seno a su hijo experimenta la inigualable dignidad de formar y dar vida. Ella sustenta al fruto de sus entrañas, le nutre y le protege, y en su momento le enseñará como enfrentar la vida. Pero siempre será parte de ella misma. Así como María acepta la voluntad del Padre y acompaña al Hijo, así pidamos que toda mujer que tiene la dicha de llevar consigo la bendición de un hijo Dios le bendiga con la salud, alegría, sabiduría, con la fuerza y la felicidad de ser Madre. Una mujer Embarazada es una mujer venerable, es una buena noticia para este mundo lleno de tantas desavenencias. Que María, la que llevó la Palabra en su seno, las acompañe en la esperanza de una vida plena en compañía de quienes están por llegar a iluminar y alegrar este mundo con su pureza. PRECES POR LA VIDA: Padre, tú eres la fuente de toda vida. Por Jesucristo, tu Hijo, ofreces la vida eterna a todo el que la desea. Nosotros creemos en esa vida, Padre. Te damos gracias por ella y esperamos con gozo el día en que podamos compartirla contigo. Pero hoy te pedimos por la vida humana creada a tu imagen; la vida de todas las personas del mundo entero. Por tu amor y tu misericordia, santifica y fortalece nuestros esfuerzos por lograr que se respete y dignifique el fundamento de toda vida humana, especialmente por los médicos y legisladores de nuestro mundo. Que tu rostro brille sobre nosotros y que en ti, la humanidad entera encuentre la felicidad y el valor de vivir en ayuda mutua, haciendo de esta vida un anticipo de la vida futura que gozaremos eternamente. Celebrante: El Señor, nuestro Dios, protege a los inocentes y levanta a los que han sido sepultados en la muerte. Hagamos oración por los médicos y legisladores que promueven el aborto, por las mujeres embarazadas y por sus niños que están formándose, por nuestros ancianos y los que se encuentran en agonía, y por los pequeños que han nacido con limitaciones. Que el Dios de la vida, el único que tiene poder sobre la vida y la muerte, escuche nuestras súplicas y atienda nuestra oración. Respuesta: Señor, salva a tu pueblo. Lector: Por los médicos que, contrariamente a su promesa de defender la vida, apoyan y promueven la anticoncepción y el aborto. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Lector: Por los legisladores que, engañados por intereses económicos o bajo la presión de organismos internacionales, apoyan y promueven la anticoncepción y el aborto. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Lector: Por todos aquellos niños que aún se encuentran en el vientre materno, que su dignidad de seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios sea valorada y apreciada. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Lector: Por las madres embarazadas, especialmente las que no son felices, las que han sido mal orientadas o perseguidas; a las que se les ha negado el amor, el cuidado a la compasión que necesitan, para que haya alguien que las oriente y ayude a salir de la crisis en la que se encuentran. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Lector: Por los obispos, sacerdotes y demás pastores y ministros de la Iglesia para que promuevan en sus comunidades los conocimientos y valores en favor de la vida. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Lector: Por los que trabajan en favor de la vida para que sean guiados por la verdad, la justicia, la sabiduría y el amor. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Lector: Que los que han muerto antes de nacer vivan eternamente en el Reino de Dios. Roguemos al Señor. R. Señor, salva a tu pueblo. Celebrante: Sabemos Señor, que existen muchas otras fallas entre la familia humana. No podemos mencionarlas todas. Hoy hemos venido a orar especialmente por todas las intenciones en favor de la vida y ante ti depositamos nuestras inquietudes. Confiamos en que guiarás y fortalecerás a tu pueblo desorientado a fin de que tu obra salvadora se realice plenamente en todos los hombres en estos momentos de la historia. Por Jesucristo Nuestro Señor. ________________________________________ LETANÍAS A JESÚS EN EL VIENTRE DE MARÍA Jesús, maravillosamente entretejido en el vientre de María, R. Ten misericordia de nosotros. Jesús, concebido por el Espíritu Santo en el seno de María, R. Ten misericordia de nosotros. Jesús, revelado por el Padre y concebido en el vientre de María, R. Ten misericordia de nosotros. Jesús, Palabra Eterna, Hijo divino, abrazado por el Padre, en el seno de María, R. Ten misericordia de nosotros. Jesús, Cordero de Dios en el vientre de María… R. Sálvanos, Señor. Jesús, inocente y santo en el seno de María… R. Escúchanos por tu bondad. Jesús, Hijo de Dios y Mesías en el vientre de María… R. Ten misericordia de nosotros. ORACIÓN Padre, tú eres la fuente de toda vida. Por Jesucristo, tu Hijo, ofreces la vida eterna a todo el que la desea. Nosotros creemos en esa vida, Padre. Te damos gracias por ella y esperamos con gozo el día en que podamos compartirla contigo. Pero hoy te pedimos por la vida humana creada a tu imagen; la vida de todas las personas del mundo entero. Por tu amor y tu misericordia, santifica y fortalece nuestros esfuerzos por lograr que se respete y dignifique el fundamento de toda vida humana, especialmente por los médicos y legisladores de nuestro mundo. Que tu rostro brille sobre nosotros y que en ti, la humanidad entera encuentre la felicidad y el valor de vivir en ayuda mutua, haciendo de esta vida un anticipo de la vida futura que gozaremos eternamente. Amén.