LA VIDA EN LA BONDAD NUEVE MEDICINAS QUE PUEDEN SALVAR ESTE MUNDO 1. ARMONÍA Una persona que va del extremo a extremo, por ejemplo trabaja mucho o come mucho, tarde o temprano perderá la salud. Una persona armónica no elige entre el trabajo y la familia, gula y hambre, forma y contenido, práctica y teoría. Tal persona siempre sabe los límites y siempre está satisfecho. Los científicos han demostrado la influencia del psique a la salud física de uno. Todos los psicólogos del mundo dicen que una persona sana es una persona armónica. “La tranquilidad del espíritu-un regulador del equilibrio en todo el organismo de la persona. El equilibrio del espíritu ayuda a establecer el equilibrio en el cuerpo o la armonía, o sea la salud.” (Elena Rerich). “La música, la cual tú quieres extraer de tu interior suena cuando las cuerdas no están ni flojas ni muy tensas, sino justamente en el medio.” (Budda, el camino intermedio). 2. LA ALEGRÍA Una persona que coge la alegría en el mundo exterior se llama un consumidor. Tal persona siempre se encuentra en una persecución a los disfrutes sensuales. Si ella de pronto se priva de los disfrutes, entonces en seguida empieza a experimentar el pesimismo y la depresión con todas las consecuencias negativas para la salud. Una persona que coge la alegría dentro de sí se llama un optimista. Un optimista siempre está feliz, ya que su felicidad es inagotable y no depende de las circunstancias externas. Todos los médicos dicen que la persona que experimenta la felicidad y alegría está menos dispuesta a las enfermedades que una persona que siempre está triste y eternamente insatisfecha. Un buen humor y la risa se recomiendan como una medida preventiva para las enfermedades cardiovasculares. La ausencia de alegría en la vida genera muchas enfermedades. Entre ellas todas las enfermedades de la sangre, incluida la anemia, problemas con las arterias, infarto de miocardio, infecciones víricas y incluso la catarata, la cual aparece de la incapacidad de mirar hacia el futuro con alegría. “De igual modo que un reno no ve el agua en un pozo cubierto de hierba, la busca en otro sitio, la entidad viviente cubierta de cuerpo material, no ve la felicidad dentro de sí y la busca en el mundo material” (Shrimad-Bhagavatam 7.13.29). 3. LA MORAL La moral influye directamente a nuestra salud, acerca de esto, desde los tiempos inmemoriales, hablaban todas las Escrituras Santas del mundo. Por ejemplo, en La Biblia, a Jesucristo le preguntan acerca de un hombre ciego de nacimiento: “¿Quién haya pecado, él u 1 sus padres, que haya nacido ciego?” (Juan 9:1-3). De esto no cansan a hablar todos los clarividentes, clarioyentes e inteligentes. “Un médico podría decir a un paciente: usted tiene un ataque de fama o anemia del egoísmo, o las piedras de la traición, o el picor de los rumores, o el golpe del odio” (Elena Rerich). Pero el médico no tiene tiempo para predicarnos los principios de la moral. De esto nos debería decir en la infancia. Pero usted puede objetar que hay mucha gente que está haciendo el mal y se siente de maravilla. A esto se puede responder de la siguiente manera: “No envidies a la fama de un pecador, ya que no sabes cuál es su fin”. (Libro de la sabiduría de Jesús, el hijo de Sirach. IX, 14). 4. LA SATISFACCIÓN “Mejor es ser humilde de espíritu con los mansos que dividir el despojo con los que a sí mismos se ensalzan” (Proverbios 16: 19). Las encuestas de los longevos dicen que a todos ellos les une solamente el único pensamiento: “Yo aceptaba el mundo tal como es él” (según la información de S. N. Lazarev “El diagnosis del karma”). Pero esto no significa una total indiferencia a lo que está pasando. Simplemente esto significa que la gente con tal filosofía, está chocando con las dificultades y problemas de la vida, no experimentan los estados destructivos tales como la crítica, el pesimismo, la depresión, el odio, la ira y otros tipos de agresión al respecto hacia sí mismos y al mundo exterior. Innumerables son las enfermedades generadas por estos estados de la conciencia. La filosofía de la vida “no eches de menos aquello que no tienes, pero alégrate de lo que tienes” permite a la gente estar satisfecha y optimista en la medida de lo posible (mantener la salud) ante todas las circunstancias de la vida. “El hombre debe estar satisfecho con lo que le regala la providencia, ya que la insatisfacción nunca aporta la felicidad. Quien no controla sus sentidos no será feliz, aunque se convierte el amo de los tres mundos” (Shrimad-Bhagavatam 8.19.24). 5. EL CONOCIMIENTO “Hay dos cosas que son realmente ilimitadas: El Universo y la estupidez humana. Aunque del Universo no lo estoy seguro”-bromeaba Albert Einstein. Desde la infancia en casa, en la escuela y durante toda la vida estudiamos diferentes disciplinas. Pero este conocimiento no nos permite adquirir, ni la felicidad, ni la salud. La paradoja consiste en que ni siquiera los médicos son personas muy felices, sanas y longevas. Pues bien, ¿cuál es el conocimiento que al aplicarlo en la práctica le permite a la gente tener la felicidad y salud? Este conocimiento abarca mucho espacio y es ilimitado, y por lo tanto no puede ser expuesto en un pequeño artículo. Al final hay bibliografía recomendada acera del tema. 6. EL AMOR “La gran tragedia de la vida no consiste en que la gente se muera, sino en que la gente deja de amar”-decía Somerset Moem. ¿De qué manera el amor hace un efecto positivo a la salud? Los científicos dicen que en una persona enamorada se observa la secreción de la hormona oxitocina, la cual disminuye el contenido de las hormonas de estrés y disminuye la sensibilidad al dolor. Se segrega la endorfina-la hormona de la tranquilidad. Esta hormona hace que uno siente la paz, la seguridad y se le activa el sistema inmunitario. Por esto hay que simplemente 2 amar. En esto consiste el secreto. Pero hay que comprender la diferencia entre la lujuria y el amor verdadero. La lujuria está movida por el egoísmo, el amor verdadero está movido por el altruismo. La lujuria desaparece tan rápido como aparece y a menudo acaba con riñas, estreses y otras cosas que son destructivas para la salud. Pero el amor verdadero queda con nosotros para siempre. La Madre Teresa decía: “El amor y el cuidado –es la mejor medicina”. 7. LA LIMPIEZA “¡Lave las manos antes de comer!”-así suena el famoso postulado de la salud. Ahora nadie lo va a poner en duda. Pero unos 150 años atrás, cuando el doctor Ignats Zemmelveis de Viena propuso a los médicos lavar las manos antes de hacer cualquier exploración de los pacientes y esto causó una tormenta de los protestantes y ridiculizaciones entre los médicos de Europa. Hoy en día el primer postulado de la salud suena así: “Mantened los pensamientos limpios”. El escritor inglés William Tekerrey nos muestra el poder del pensamiento: “Al sembrar un pensamiento-cosecharás un acto, al sembrar un acto-cosecharás un hábito, al sembrar un hábito-cosecharás un carácter, al sembrar un carácter cosecharás-un destino”. “bienaventurados los que son puros del corazón, ya que ellos verán a Dios” (Mateo 5:1-2) 8. LA COMPASIÓN La compasión es el amor a los que no se merecen (a nuestro parecer) ser amados. Es perdón. En la oración principal cristiana se dice “… y perdónanos nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. En El Shrimad-Bhagavatam se dice: “Oh mi Señor… sus acusaciones no me afectan para nada, y por la compasión hacia ellos yo les perdono, sabiendo que Tú también estás lleno de la compasión hacia todas las entidades vivientes”. ¿“Qué tiene en común la compasión y la salud”?-preguntaréis vosotros. Por ejemplo, uno piensa: “Yo me quiero a mí y a mi familia, y quiero que yo y mi familia seamos sanos y felices. Por esto en mi huerto yo cultivo solamente los productos ecológicos, pero en el huerto al lado son para la venta, allí no importa y por lo tanto se puede echar química”. Otra persona piensa: “Yo quiero y compadezco a todas las entidades vivientes. Yo quiero que todos sean felices, porque me preocupo por el bienestar de todos.”. ¿Qué piensa usted, si en el planeta va a predominar tal tipo de pensamiento, la gente será feliz y sana? 9. EL AMOR A DIOS “Cuando mi alma se desmayaba dentro de mí, el Señor fue Aquel a quien recordé…” (Jonás 2:7). “Qué relación hay entre el AMOR A DIOS y la salud”-preguntaréis vosotros. El AMOR A DIOS es la clave del resto de las medicinas. En un tratado sagrado, “El Bhagavad-Gita”, el Señor dice: “Un yogui perfecto me ve en todas las entidades vivientes, y todas las entidades vivientes en Mí. De verdad, un alma auto-realizada. Me ve al único Señor Supremo por doquier”. Esto significa que la persona que cree verdaderamente en Dios trata de vivir en armonía con el medio ambiente, ya que sabe que el Señor está por doquier. Tal persona trata de ser un optimista, ya que sabe que todo lo que nos venga nos viene por la voluntad de Dios y solamente por el nuestro bien. Tal persona trata de vivir de acuerdo a las leyes de la moral, ya que sabe “lo que siembras es lo que cosecharás”. Tal persona trata de estar satisfecha en la 3 felicidad y aflicción, ya que sabe el principio de causa-efecto. Tal persona tiende al conocimiento, ya que sabe que la bondad no se refleja en el corazón de quien está hundido en la ignorancia. Manifiesta el amor a todo lo vivo, ya que sabe que Dios es amor. Vela por la pureza de sus pensamientos, ya que sabe que los mismos son el principio de los actos. Es tolerante hacia todos, ya que sabe que el Señor también está lleno de compasión hacia todas las entidades vivientes. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA: Los libros de A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada El Bhagavad-Gita, tal como es El Shrimad-Bhagavatam 12 cantos La vida proviene de la vida La Superconciencia La perfección del yoga Karma, la justicia infalible Más allá del nacimiento y de la muerte Volver a nacer Raja-vidya, el rey del conocimiento El viaje hacia el autoconocimiento La ciencia de autorrealización Las enseñanzas de la reina Kunti El Upadeshamrita, el néctar de las instrucciones Shri Ishopananishad, los secretos de otros tiempos Las enseñanzas del Señor Chaitaña El cazador y el sabio OTRA LITERATURA: Biblia Buddismo, el camino intermedio La puerta del dragón, Chen Kaigo y Zheng Shunchao (Versión de Thomas Cleary) 4