Nos asomamos a la Obra Pontificia DE LA PROPAGACION DE LA FE núltimo domingo de octubre pe el e qu ió lec ab est XI Pío En 1926 o Mundial de las Misioing om “D el ia les Ig la a tod en se celebrara de la ntificia de la Propagación nes”, en favor de la Obra Po usa os a amar y apoyar la ca lic tó ca los a r ve mo ra pa Fe, misionera. ad y de la solidaridad cid oli cat la de a est “fi ta es Desde 1943, ngo ña como DOMUND (de DOmi pa Es en oce con se l” rsa ive un n ado a identificar y difundir aú ud ay ha re mb no te Es . ial) MUND su mensaje — una llamada y s, tro so no tre en da na jor más esta ilidad de todos los cristiaab ns po res ún com la re sob de atención funda mundo — ha calado en la pro l de ión zac eli ng eva la en s no nera de nuestro país. sensibilidad y tradición misio ¿Qué es e l El día en DOMUND? que la Igle versal reza sia unip o r lo s m isioneros y colabora camente e con ellos económin frecuencia su labor, que con los más po se desarrolla entre bres. ? DOMUND tólica l e é u q r a c ¿Po la Iglesia El 37% de en los 1.100 tery lo constitue misión, que derritorios d la entrega de los penden de y de la solidaris misionero s Iglesias consolidad de la dadas. ¿Para qué el DOMUND? El 37% de la Iglesia católica lo constituyen los 1.100 terrritorios de misión, que dependen de la entrega de los misioneros y de la solidaridad de las Iglesias consolidadas. ¿Cómo se distribuye el dinero?. Cada año los Directores Nacionales de OMP se reúnen en Roma para determinar la distribución del dinero recaudado entre proyectos que han sido solicitados por los misioneros. Paulina Jaricot, impulsora de esta Obra Universal Nació en el año 1799 en el seno de una familia de ricos fabricantes de seda , formada por el matrimonio Antoine Jaricot, Jeanne Latier y sus 6 hijos. Antes de cumplir 17 años, Paulina decidió renunciar a todo tipo de riquezas y vivir en sencillez. Conocía las inmensas necesidades de las misiones del Asia oriental por su hermano Fileas, seminarista en París. Sintió deseos de hacer algo. Así, una tarde de invierno en la que sus padres estaban jugando a las cartas, tomó una de la mesa y con genio creador empezó a escribir las líneas generales de una asociación a favor de las misiones.: hizo grupos de diez personas, cada una de las cuales se tenía que comprometer a formar un nuevo grupo de diez, cada diez grupos de diez formaron un grupo de cien, y cada diez grupos de cien uno de mil; la cuota semanal era de cinco céntimos por persona y había un jefe de grupo cada diez miembros. Su plan tuvo un gran éxito, más de lo previsto. Implicó a todo el que tenía cerca, y creó grandes ramificaciones de solidaridad. Fue precisamente con los más necesitados de su época, los obreros de las fábricas, con los que quiso compartir su experiencia religiosa y con los que organizó colectas, rompiendo todo tipo de barreras sociales y de clase. Pobres que ayudan a pobres, gentes de culturas y naciones diferentes en comunión, con la idea de traspasar fronteras y crear cadenas de oración y solidaridad. Necesitaba desarrollar algo fundamental. Le faltaba una apertura y finalidad universal, que aunque estaba de forma implícita, no alcanzaba la ruptura de límites sociales y geográficos con los que ella soñaba. Lo que había sido concebido para ayudar a Asia Oriental tenía que ampliarse hacia una cooperación misional abierta a todo el mundo y a los misioneros de todos los países. Para ello, un grupo de sacerdotes y seglares se reunieron el Lyon. Decidieron que fuera la comunidad católica la que sostuviese las misiones y decidiese a qué misioneros socorrer; que fueran las gentes buenas que tienen fe en el Dios de justicia, libertad, fraternidad y amor para el mundo, las que ayuden material y espiritualmente al apostolado misionero. Murió en el año 1862 en la más absoluta de las miserias, traicionada por un administrador que se quedó con todo el dinero y generó una serie de deudas. En el año 1922, el movimiento iniciado por paulina , fue declarado por el papa Pío XI como Obra Pontificia. Hoy, esta obra, sigue eliminando fronteras, con el propósito de responder a las necesidades de una misión universal que se empeña en regalar la Buena Noticia del Evangelio a los pueblos más necesitados, para ponerla a su servicio y contribuir con su luz a la construcción de un mundo más justo y humano, plenamente acorde con los designios de Dios.