«David Bowie fue un destacado miembro de la aristocracia rock. Bruce Springsteen es el mejor intérprete de mi generación» Fotografía: Gorka Rubio En 2012 me concedieron la Médaille de Vermeil de la Ville de Paris (la categoría más alta de esta distinción). Fui el primer músico americano en recibir ese honor, en una ceremonia presidida por el alcalde Bertrand Delanoë. Fue emocionante y además la medalla es de color verde, mi preferido. Y el pasado noviembre me nombraron Chevalier des Arts et des Lettres. Estados Unidos es mi país, pero París es mi ciudad. Mis raíces culturales son americanas, pero tienen también un poco de Europa: Rimbaud o Cervantes; ¡yo también lucho contra los molinos! Estoy en un terreno intermedio entre franceses y americanos, una especie de optimista deprimido. ¿Qué ha perdido y ganado dejando Nueva York por París? Nueva York fue una gran ciudad donde ser joven y salvaje y París es una gran ciudad para ir envejeciendo y haciéndose más sabio. Las dos son similares, ambas tienen cualidades internacionales que yo necesito. Y no soy nada nostálgico de Nueva York y América. No creo que perdiese nada dejando EEUU; de hecho, creo que gané una segunda parte de mi vida y de mi carrera. Cuando me paran los turistas para preguntarme una calle parisina o me paseo en moto me siento feliz. ¿Ve diferencias entre el público europeo y el americano? Los fans son una maravilla vayas donde vayas, pero como me veo más con mi público europeo no sé muy bien qué responder. En todo caso, cuando actúo en los EEUU y vienen a verme los viejos fans, que comprenden todas las letras, es muy gratificante. ¿Dónde y cómo vivió los ataques de París del pasado noviembre? Actuábamos en el sur de Francia y nos informaron al bajar del escenario. Llamé a casa para ver si estaban bien y después fue muy difícil volver a escena para los bises finales, pero lo hicimos. Comunicamos a la audiencia lo que pasaba e interpretamos “Zona Cero”, que compuse después del 11-S neoyorquino. Fue un momento horrible, pero seguimos dando conciertos que se convirtieron en un cierto bálsamo ante aquella barbaridad. ¿Una opinión sobre las políticas occidentales en Siria, Irak, Libia…? No culpo de esos ataques a las políticas occidentales, sino a los asesinos que apretaron los gatillos y explotaron las bombas que mataron a gente inocente. 1 8 zazpika Tras tanto tiempo en tierras francesas, ¿conoce su música popular o rockera? Por supuesto, ¡llevo aquí 25 años! Me encantan Francis Cabrel, Gainsbourg y muchos otros. ¿Es cierto que un día se topó con Lou Reed en el Pont Neuf del Sena? Así es, Lou iba vestido todo de negro, como un cura. Pasó una mujer y le hizo una reverencia. ¿Le conocía? Suele interpretar «Walk on the Wild Side». Le conocí y fue muy generoso conmigo a comienzos de mi carrera. Y esa canción es un himno neoyorquino con el que me siento relacionado, aunque yo nunca llegué a ser una super estrella Warhol. Conoció también a David Bowie. Sí, coincidimos varias veces en los años 70 y quise que produjera mi segundo disco, pero no pudo ser. Era un artista original, elegante y amable, un destacado miembro de la aristocracia rock. Su muerte me pilló desprevenido, pero él fue el hombre de las sorpresas. Aunque creo que trató de decirnos algo con su último disco “Blackstar” o una canción como “Lazarus”. El concierto de Donostia fue el primero que dimos tras su fallecimiento y lo homenajeamos versionando “Héroes”. Con quien mantiene más amistad es con Bruce Springsteen, quien le invita a escena cuando actúa en París. Es mi amigo y soy su fan. Le conozco desde 1973, nacimos el mismo año, venimos de la costa este de Estados Unidos y compartimos influencias musicales: la gran época de Beatles o Beach Boys, que sonaban siempre en la radio. Y a los dos nos apodaron al principio «el nuevo Dylan», aunque no nos parecíamos nada a su estilo. He cantado con Bruce en sus conciertos europeos y el cantó en “Everything I Do (Leads Me Back to You)” del disco “Selling the Gold”. Siempre que le escucho en un concierto aprendo algo. Es el mejor intérprete de mi generación. Dijo sobre ‘The Boss’: «Si nos comparan, lo único que puedo decir, con amplia e irónica sonrisa, es que mi primer álbum era mejor que el suyo». ¡Probablemente sea cierto, pero no sé si él estará de acuerdo! Bruce le puso una sonrisa al rock and roll. Patti Scialfa, mujer de Springsteen, participó en