bien equipada, así como participar en los procesos que permitan el desarrollo de la sociedad ecuatoriana en general. El capítulo I contiene una reminiscencia de porqué el Ecuador es un país de origen marítimo, esas raíces profundas que obligaron a nuestros aborígenes a mirar al mar de frente y forjaron en el alma de su pueblo, el amor hacia todo lo relacionado con el mar, con razón podemos decir que quienes nacimos en esta bendita tierra, somos de origen marinero. En los capítulos II, III, IV, V, y VI se encuentra registrada una serie de acontecimientos suscitados a través del tiempo en la organización estructural de la Armada del Ecuador, hechos que se relacionan indudablemente con la historia de nuestro país y el rol que desempeñaron los diferentes personajes que conformaron nuestra Institución, buscando permanentemente el desarrollo de la Armada Nacional. Se describe a los principales buques que conformaron las llamadas escuadrillas o flotillas, que en un inicio no eran sino buques de transportes que fueron armados en guerra, para enfrentar las continuas revueltas internas. En el capítulo VII se reseña la situación de la Armada en los años posteriores a la II Guerra Mundial, cuando producto de la participación de la Misión Naval norteamericana, llegaron al Ecuador algunos buques norteamericanos que fueron transferidos a nuestra Armada para el patrullaje de las costas, conformándose una pequeña organización llamada Escuadrilla. La Armada, una vez separada organizacionalmente del Ejército ecuatoriano, inicia un período de desarrollo, tanto en el aspecto profesional de sus integrantes, como en el equipamiento material, con la mentalidad de una Fuerza Naval, componente de un poder naval necesario para el desarrollo del país, así como para la seguridad interna y externa del mismo. El capítulo VIII inicia cuando la Armada al mando del vicealmirante Sergio Vásquez Pacheco, emprende un período de cambios trascendentales en su organización; período que coincide con el Gobierno nacionalista y revolucionario del general Guillermo Rodríguez Lara; se impulsaron cambios que infundieron un nuevo espíritu a los procedimientos de la Institución, orientados a diversos objetivos y políticas. Este período es decisivo para la vida de la Armada del Ecuador, porque se emprendieron acciones que incluyeron construcciones de bases, edificios y otras estructuras físicas; se adquirieron por primera vez buques de guerra y submarinos, construidos especialmente para la Armada, un buque escuela, aviones y helicópteros, se equipó las redes de telecomunicaciones con modernos sistemas de radio, así como se emprendió un importante proceso en la formación del su personal. 18 En el capítulo IX se encuentra una nueva Marina, una Institución que se ha venido preparando profesionalmente para enfrentar los nuevos retos del siglo XXI, ahora conforme lo dispone la Constitución del 2008, el rol de las Fuerzas Armadas ha cambiado y debe afrontar otras tareas a las cuales debe ineludiblemente prepararse y entrenarse para cumplir eficientemente los nuevos retos y enfrentar a un enemigo aparentemente desconocido pero que estaba siempre dentro del país; el flagelo del narcotráfico, la narco guerrilla, el tráfico ilegal de armas, contrabando y otros tantos problemas que actualmente deben combatir los organismos del Estado apoyados por las Fuerzas Armadas; por esta razón se ha incluido la misión, visión y tareas más importantes que realizan cada uno de los repartos y unidades que conforman la Armada, en los diferentes sectores dentro de su organización hasta finales del año 2010.