NOTAS Y DISCUSIONES théorie de fobjectivité en histoire et dans les scien- conocí gracias a Fdo. Aguiar quien realiza en ces sociales, en G. Simmel: Les problémes de la la UhIED un trabajo de doctorado sobre elección philosophie de 1 histoire, edición al cuidado de R. social. Boudon, París, P.U.F., 1984. 29. Que para todos sea posible ser atendido en 26. Ver nota 16. la sanidad pública no significa que sea posible 27. Intervención de Popper en debate del Sim- atender a todos en esa red sanitaria. Para detall e s posio de Burgos (1968), en Ensayos de Filosofía de sobre esta noción, véase Elster: hogic and Society, la Ciencia, Madrid, Tecnos, 1970. 1978, y Making sense of Marx, p. 44, donde se rela 28. En lo que sigue nos fijamos en los traba- dona este tema con la noción de contradicción so jos de Elster, «La posibilidad de una política ra- cial y algunos aspectos que considera recuperables cionah>, recogido en L. Olivé (comp.) (op. cit.), del razonar dialéctico. p p . 1 3 2 -176, traducción de Adriana Sandoval, y s u 3 0 . T é r m i n o q u e h a b l a n d o d e m a r x i s m o n o s comentario a las propuestas de van Parijs y van hace recordar, aunque no se refiera al tema aquí der Veen de transición capitalista al comunismo estudiado, el muy recomendable libro de Fco. m e d i a n t e e l s a l a r i o u n iversal garantizado (ttuniver- F d e z . B u e y : C o n t r i b u c i ó n a l a c r í t i c a d e l m a r x i s m o sal grant») recogido en Theory and Society, 15 cientifcúta, Barcelona, Edicions Universitat de (1986). Algunos de estos últimos materiales los Barcelona, 1984. Del análisis a la pragmática. Las nuevas ínfulas de un viejo estilo JULIO SEOANE El primer objetivo de Rorty es la filoso- R o r t y m i s m o h a s e ñ a l a d o q u e c o n l a fía analítica. No creo que haga falta de- a p a r i c i ó n e n e l p a n o r a m a f i l o s ó f i c o d e c i r q u e e s t a f i l o s o f í a h a c o n f o rmado el pensadores como Rawls, Khun o Se pensamiento americano desde los años llars el positivismo ha culminado y se treinta, de tal forma que todo filósofo ha evaporado (la situación de Rawls es podría hacer suyo el canto que se deja reveladora para Rort y , p o r q u e e s l a a d leer en la introducción a Consequences misión de un interés por problemas of Pragmatism «en un principio todos que no se plantean desde la óptica de fuimos positivistas». Con todo, sería la filosofía analítica y ni siquiera son absurdo suponer que este modo de en- propios de la filosofía puesto que frentarse a la filosofía fue uniforme y Rawls ha interesado a sociólogos, juris poco ajeno a disidencias; en verdad, la tas, etc.): «[] la filosofia analítica cul historia del positivismo es la historia de mina en Quine, el último Wittgenstein, una forma de pensar que cuanto más Sellars y Davidson, lo cual es decir que profundizaba en sus propuestas y pro- se trasciende y cancela a sí misma»;1 y blemas, más tendía a formar nuevas esto no es casual puesto que el prejui propuestas y problemas que llevaban a cío rigorista de este tipo de reflexión fi elaboraciones cada vez más alejadas losófica imponía unos márgenes tan es del ideal del «análisis del lenguaje». No trechos al concepto de racionalidad ha sido un movimiento estático, sino, que, como dice Putnam, no daban camuy al contrario, un pensamiento tan . bida ni a la posibilidad de crear una fi dinámico que ha llegado a socavar sus losofía analítica. cimientos. La f loso fía y el espejo de la naturaleza ISEGORÍA 13 (19915 175 NOTAS Y DISCUSIONES es, en buena parte, la recusación de la uno de los últimos y no menos impor filosofía analítica principalmente por tantes mentores)4 y la puesta en claro ser realista, esto es, por creer que exis - d e l o q u e d e b e m o s t e n e r e n c u e n t a a l a t e n e n t i d a d e s e n l a r e a l i d a d q u e s e c o - hora de pensar «de nuevo». Es el gran rresponden con las que su quehacer almacén donde Rorty recupera fuerzas halla; de este modo considera que exis- y argumentos cuando la crítica le ago t e n v e r d a d e s e x t e r i o r e s a nuestras pro- bia. Quine y Sellars demuestran ya que pias construcciones intelectuales y que explicamos un lenguaje en referencia a un buen análisis y depuración del len- nuestras creencias: es imposible especi guaje posibilita que éste se refiera di- ficar un punto arquimédico no inten rectamente a esas verdades.2 Éste es el cional y alejado del lugar donde nues mito del conocimiento como espejo de tro particular lenguaje se desarrolla, si la naturaleza que viene generado por queremos que éste se refiera al mundo; una veta «positivista» que Rorty sitúa pero Rorty siempre les termina echar en su comienzo en Descartes. Aquí em- do en cara su excesiva vinculación con pieza la gran crítica del pragmatismo preocupaciones tradicionales: buscan rorlyano al positivismo; para ello se no sólo una manera de contrastar la ayuda de lo que llama la otra gran co- teoría con el mundo, sino una razón miente de la filosofía contemporánea, para creer que perseverar en ella da el e s t o e s , l a h e r m e n é u t i c a . L a h e r m e n é u - mejor c o n o c i m i e n t o d e l a r e a l i d a d . s tica (hay que decir que su comprensión Para Rorty, Davidson no tiene esas pe por parte de Rorty es muy particular) gas cuando muestra que explicamos un es, frente al realismo positivista, negad- lenguaje en referencia a lo que hace va en tanto considera que la ocupación mos, es decir, que el concepto de ver c i e n t i f i c i s t a e s u n i d i r e c c i o n a l y e q u i v o - dad es parcialmente autorreferencial: cada: el lenguaje crea metáforas y con se trata de «explicar la verdad en térmi ellas realidades que pueden multiplicar- nos del lenguaje que se conoce».6 se, pero, sobre todo, que se hacen de- Aquí se encuentran ya las dos gran pendientes de nuestra actividad dentro des críticas que, haciéndose a la filoso del lenguaje.3 En algún momento, fía analítica, se hacen, o se intentan ha Rorty se pregunta por el vínculo que cer, a toda la filosofía occidental, y ver pueda unir a Heidegger y Derrida, y tebran el origen del pensamiento de contesta que éste no sería otro sino el Rorty. Se trata de la c r í t i c a a l c o n o c i deseo de poetizar la filosofía; de ellos miento y la crítica a la verdad. toma Rorty su crítica al positivismo y al realismo que comporta, pero él no Acerca del conocimiento desea poetizar la filosofía, sino, al me nos en un principio, politizarla, darle En La filosofía y el espejo de la natu una función social dentro del deseo de raleza7 elabora Rorty todo un programa los fundadores del pragmatismo ameri- de crítica a la epistemología moderna cano. que sitúa como iniciada por Descartes. Con Quine y Sellars entra en crisis el El libro resulta una destructora crítica concepto de verdad que el análisis sos- de la teoría del conocimiento y no tan tenía, con Davidson lo debemos aban- to del conocimiento mismo, en la me donar. Este último e s e l g r a n h é r o e d e d i l o q u e p a r e c e d e s p r e n d e r s e d e s u s Rorty, que considera su obra como la premisas que no existe algo así como liquidación definitiva del paradigma conocimiento a secas o, cuando menos, h e r e d a d o ( d e l c u a l e l m i s m o R o r t y f u e n o e x i s t e e n la modernidad. Desde Des 176 ISEGORÍA 13 (1991) NOTAS Y DISCUSIONES canes asistimos a la unión del conocer establece es interna y no causal, se es y del discurso que habla sobre el cono- tablece entre lo explicado y la explica cer, de forma tal que resulta imposible ción sin tener por qué suponer que una hablar de conocimiento sin hacer, al causa a la otra. Es así que la búsqueda mismo tiempo, una epistemología. Es de entidades ocultas que actúen de cau evidente que esto pudiera resultar así sa de la realidad no es otra cosa que un también en otras épocas de la historia ídolo filosófico. No existe una teoría de la humanidad (o, incluso, que sea propiamente descriptiva que pueda ser connatural al modo de pensar hurra- o b j e t o d e l a c a l i f i c a c i ó n d e v e r d a d e r o 0 no), pero lo característico de la era mo- fals o n e u t r a l m e n t e ; e n v e r d a d , l a d e s derna es el modo en que el conocí- cripción se une a la reflexión moral (a m i e n t o -o su teoría- e s c o n c e b i d o , e s l a s e x i g e n c i a s d e l m a n t e n i m i e n t o d e l a decir, el considerar que el conocimien- vida práctica, al lenguaje «que se cono to es un «espejo de la naturaleza», y ce») y no nos permite pensar que las que la tarea encomendada a todo dis- verdades son clasificables según su ma curso que hable sobre el espontáneo re- yor o menor proximidad a la realidad: flejo que la mente humana concede al tienen valor en tanto son efectivas? mundo es la de pulir de forma tal el «La palabra conocimiento no parece espejo, que sus imágenes sean idénticas ría digna de que se luchara por ella si a l o r i g i n a l . E l m o d e l o c a r t e s i a n o q u e n o f uera por la tradición kantiana de se toma como el condicionante de toda que ser filósofo es tener una "teoría del epistemología moderna, lleva a pensar conocimiento" y la tradición platónica que el conocimiento sensitivo es la de que la acción que no está basada en base del verdadero saber racional, que el conocimiento de la verdad de las pro no sería sino la sensación recubierta de posiciones es itracionalN,tQ sin tales tra un revestimiento lingüístico que la in- diciones deberíamos considerar el co trod u c e e n e l j u e g o d e l a s i n t e l i g e n c i a s n o c i m i e n t o m e j o r s e g ú n l a s u g e r e n c i a h u m a n a s . D e e s t a f o r m a , e l i n t e r é s s u - rortyana: una forma de arreglárnoslas premo que se concibe desde la Ilustra- en el mundo, donde la objetividad no es ción hasta nuestros días es cómo poder el encuentro con la verdad, sino más especular sin alejarnos del fundamento bien conformidad con normas de justi -s e n s i b l e - d e n u e s t r a e s p e c u l a c i ó n . f i c a c i ó n . C o n f o r m i d a d q u e n o e s b a s e Las estructuras que nuestro conocí- de las prácticas de justificación aun miento crea para dar cuenta del mundo cuando sí las configure (al cabo, es una son análisis que forman entes inexis- de las justificaciones posibles); pero en temes que se supone subyacen a la rea- la medida en que no existe un vocabula lidad. Pero tal suposición no deja de río de vinculación privilegiada con la ser una hipótesis indemostrada e inde- realidad (ya hemos visto que es ficticia mostrable; «la reclamación de conocer la imagen de que la realidad achoca» nuestras facultades cognitivas o la na- con nuestro cuerpo e imprime una ima turaleza del lenguaje es no menos "me- gen que se expresa en el lenguaje y se t a f í s i c a m e n t e d o g m á t i c a " q u e l a d e r e - corresponde de forma fiel con ella), no conocer que el intelecto activo se pare- podemos considerar que la objetividad ce al divino en ser actus purus».$ La ex- pueda existir, ni siquiera que la verdad plicación da una comprensión de los pueda ser considerada. t t Ni existen me h e c h o s ( n o s h a c e e n t e n d e r u n a s i n f o n í a c a n i s m o s n e u t r a l e s p a ra conocer, ni tam o un libro o un hecho determinado), poco nada ajeno a las imágenes y metá pero la conexión que tal comprensión foras que nuestro mismo lenguaje crea. ISEGORÍA 13 (1991) 177 NOTAS Y DISCUSIONES Acerca de la verdad ción de metáforas determinadas y de imágenes lingüísticas específicas la que La diferencia entre el ultimo filósofo determina las herramientas con las que a n a l í t i c o , e l q u e a g u a n t a t r a s v a r i o s h e m o s d e a c o m e t e r e l m u ndo: «Decir años de críticas internas, y Rorty es la que deberíamos abandonar la idea de q u e h a y e n t r e a l g u i e n q u e t o m a e n s e - la verdad "ahí fuera" esperando ser des rio la pregunta «¿existe realmente cubierta no es decir que hemos descu aquello de lo que hablamos?» y otro bierto que la verdad no está "ahí fue q u e n o . t 2 S i h e m o s v i s t o q u e e l p r o b l e - rá". Es decir, que nuestros propósitos ma de la verdad es un absurdo típico serían mejor servidos si cesáramos de de una época determinada y que no ver la verdad como una materia pro existe una verdad extraña a la propia funda, como un asunto de interés filo elaboración que el conocimiento del sófico».t7 La historia de la verdad se hombre realiza, debemos concluir con presta mejor a ser una historia de las una de las más típicas ideas de Rorty: metáforas que una historia del descu l a v e r d a d s e r e a l i z a d e s d e e l m i s m o l e n - brimiento. guaje.t3 No hay una verdad ajena al El lenguaje ha de tomarse como un hombre porque no existe una repre- conjunto de herramienta s a l t e r n a t i v a s y sentación del mundo que no la comen- no como piezas que se juntan y dan la ga en sus intereses; frente a la verdad correcta y exacta réplica del mundo. Es como correspondencia entre la prole- tas herramientas son metáforas que rencia emitida y la cosa, Rorty opone crean imágenes y modos de aproxima una correspondencia en un sentido tri- ción a la realidad diferente: no es que vial: es verdad si funciona.t4 Desde este varíe el mundo y con él la verdad, sino punto de vista, ni el mundo, ni nuestro que nuestro acercamiento a él puede gi conocimiento de él son independientes rar en una dirección totalmente pue de nuestros intereses y asunciones; «la va.l$ Lo verdaderamente importante es cuestión sobre si considerar la verdad mantener los niveles conversacionales, como "correspondencia con la reali- puesto que es por ellos que se derivan dad" o como "garantía de asertabili- f o r m a s ó p t i m a s d e m a n e j o d e l a r e a l i dad" es la cuestión sobre si tratar el dad; la función del lenguaje es posíbili lenguaje como una representación o tar que los individuos puedan habérse como un juego».15 No es necesario ad- las con un mundo social y natural con venir que Rorty se inclina por la segun- ciertas garantías de éxito: «emitir sen da opción que trata a la verdad como tencias es una de las cosas que la gente propiedad de las afirmaciones y no de hace para dar cuenta de su entorno».t9 lo afirmado.'(' La cuestión sobre la ver- Por esto, los lenguajes son «hechos an dad es una cuestión sobre el modo de tes que fundados y la verdad es una uso del lenguaje dentro de la especie propiedad de entidades lingüísticas»,20 y humana, y si aceptamos la posición no por ello tiene menos pregnancia ya rortyana, deberemos de acceder a con- que, aunque «formada», está haciendo siderar al lenguaje como el instrumento posible la vida de los hombres; el len por el que los intereses y objetivos de guaje no representa el mundo, sino que los hombres se especifican y planean hace verdad una determinada creencia, caminos y justificaciones que los hagan y en este hacer verdad se inscriben to efectivos y con cierta pregnancia. Y no das las relaciones humanas que, por significa que la verdad se encuentre en 'mor de la estabilidad de estas verdades e l l e n g u a j e , s i m p l e m e n t e q u e e s l a c r e a - contingentes, tienden a perpetuarse. 178 ISEGOR(A 13 (1991) NOTAS Y DISCUSIONES Como se puede apreciar, bien por el vos para caer en la «desesperación» y análisis de la teoría del conocimiento, hacernos intuicionistas o emotivistas. bien por la exposición de la verdad, Contra las segundas argumenta Rorty Rorty confl u y e c a b e z o n a m e n t e a i d é n t i - q u e p e c a n d e « p o s i t i v i s t a s » , e s t o e s , cas conclusiones: no es preciso pulir el que intentan buscar una verdad que le lenguaje como antes se creía necesario gitime nuestras morales y políticas sin pulir la mente. Rorty en este punto tie- caer en la cuenta de que la autoreferen ne muy en cuenta que de los pasados cialidad del lenguaje, entre otras cosas, intentos que ponían la teoría del cono- crea metáforas adecuadas a un momen c i m i e n t o e n e l n i v e l d e l a b ú s q u e d a d e l t o y l u g a r. modo fiable de reflejar el mundo, se ha Es peculiar que ante esto, Rorty, pasado con la filosofía analítica a un como dice Bernstein,22 no deba ser intento de hacer que el lenguaje sea lo acusado ni de historicista (porque no m á s i s o m o r f o p o s i b l e c o n e l m u n d o e x - cree en una teoría de la historia), ni de terior, con lo que si bien ya no existe nihilista (puesto que a lo largo de toda un reflejo mental que corresponde a la su obra da valores fácilmente percepti r e a l i d a d , e s c i e r t o q u e s e i m p o n e u n a b l e s -l o s d e l a s s o c i e d a d e s l i b e r a l e s suerte de isomorFía más fuerte aun que y nos insta a defenderlos), ni de relati la del espejo en la que ni siquiera cabe vista (en tanto que cree en la verdad el cambio de perspectivas.zl aunque sin títulos honoríficos de obje M a s n o p o d e m o s d e c i r q u é e s l a r e - t i v i d a d y e t e r n i d a d -l a v e r d a d e n s e n alidad independientemente de nuestros tido pragmático es tan vinculante i n t e r e s e s d e m a n e j a r n o s c o n e l l a . P o r « c o m o c u a l q u i e r o t r a » -) , n i d e e s c é p aquí se afirma que no existe una ver- tico (ya que no cree que exista una ver dad «ahí fuera». Y no podemos expli- dad incognoscible).z3 «El pragmatista car el cómo el lenguaje relata el mun- desea definir tanto el ideal epistemoló d o , d a n d o c o n e l m o d o e n q u e c i e r t a s g i c o c o m o e l é t i c o -la verdad tanto sentencias pueden ser verdaderas, sino como el Bien- en términos de conti mostrando cómo, con nuestro compor- nuar en la presente línea tanto como tamiento, nos ayuda a arreglárnoslas podamos antes que en términos de co c o n e l m u n do. Aquí se afirma la con- r r e s p o n d e n c i a c o n a l g o e x t e r n o » ; 2 4 p o tingencia. Entre ambas afirmaciones se demos creer en algo y justificarlo, pero sitúa el «giro lingüístico» que Rorty ya no con razones, sino con redescrip está presto a abrazar. ciones nuevas de la realidad que se muestran más adecuadas. Con una La conversación social nueva apologética. De este modo, la justificación no Es este decidido enfrentamiento con puede ser ya una especial relación en las tesis realistas lo que permite a tre ideas o palabras y objetos, sino una Rorty soslayar las morales de corte consecuencia de práctica social. Es un analítico y enfrentarse a las continenta- mito el derivar comportamientos desde les. A las primeras les acusa de hacerse principios universales, ni éstos son po intuicionistas o emotivistas ante la im- sibles, ni el individuo puede proceder posibilidad de encontrar una verdad ex- de tal modo en tanto no existen valores terna que se corresponda con las refle- tales como la racionalidad o el desintexiones morales; cuando no existe ya in- : rés al margen de los patrones educatiterés en encontrar esa «visión divina» vos y, en definitiva, «la aplicación de tídel mundo, entonces no tenemos moti- tinos honoríficos como "objetivo" y ISEGORÍA 13 (1991) 179 NOTAS Y DISCUSIONES "cognitivo" no es nunca más que la ex- sonas»Z8 y estos compromisos no son presión de un acuerdo».ZS Y no un con mayúsculas; pero, porque Sócrates acuerdo consensuado bajo un lenguaje no pueda responder a Trasímaco no se con reclamaciones universales o mer- sigue que éste esté dejado de los com ced a la racionalidad del ciudadano, promisos sociales. Comunidad es com sino entre individuos que han de ha- promiso contingente, pero no por ello b é r s e l a s c o n l a r e a l i d a d y o p t a n p o r f a l t o d e fuerza. una determinada manera y no por otra, Frente a la justificación por el cono que les condicionará sin hacerles creer cimiento se impone la justificación que es la única alternativa posible. La conversacional que haría justicia al es apuesta se media con la historia que tablecimiento de las metáforas en el acaece en un momento dado. Es con- mundo. En el lado opuesto está la con tingente. frontación que haría neutral cualquier Es evidente que tal contingencia so- evaluación (tanto científica como mo lamente es posible dentro de las demo- ral o penal). La confrontación es la hi cracias occidentales, por lo que se nos postatización de una teoría del conoci está exigiendo la opción por un «noso- miento por la cual se ha optado, es el tros» muy determinado,zb que si evita tradicional deseo de sustituir la insegu la acusación de decisionismo, es por= ridad de la conversación por la estable que desde el principio se nos ha dicho confrontación con los hechos. Pero tal q u e s o m o s h i j o s d e u n a d e t e r m i n a d a s ustitución no deja de ser arbitraria.29 visión del mundo que es la única que Una vez que hemos rechazado la no nos dice que no hay tradiciones y que ción de validez absoluta no me parece lo mejor que podemos hacer es dejar muy descabellado que, como Rorty proliferar las redescripciones del mun- hace, se deba admitir que los cambios do. Bien es cierto que mitigar el deci- no se dan por convicción racional, sino sionismo con algodones historicistas, por valores externos. Una convicción aunque perfumados, no es solventarlo, (como es la de la confrontación) que pero, al cabo, creo que ésta no es peor puede ser justificada por cualquiera, solución que pretender optar por un que incluso personas malvadas se pue consenso racional o por una supuesta de argüir que entran en su aceptación, naturaleza común (a esto, Rorty agrega no es capaz de dividir y señalar la so que es, como se verá, la única forma de ciedad que nos interesa y por ello tiene defender hoy el liberalismo con ganan- poco interés.30 Y lo que es peor, se pue tías). La posición rortyana se ve clara de argüir que no tiene excesivo valor en lo que él llama el ejemplo clave de para defender el liberalismo que es el l a s m o d e r n a s t e o r í a s s o c i a l e s : a n t e A u s - verdadero propósito del programa ror witch no se p u e d e d e m o s t r a r l a b a j e z a t y a n o . A l n o e x i s t i r u n a v e r d a d e x t e r n a moral y lo poco acorde de tales accio- que guíe nuestras creencias y discusio nes con la humanidad, es preferible in- nes, se ha de admitir que el convenci tentar convencer -a u n c o n t r a m p a s - m i e n t o r a c i o n a l s e s u s t i t u y e p o r l a p e n de que es una posición menos ventajo- suasión apologética; si «son imágenes sa que su opuesta. En último término, más que proposiciones, y metáforas la objetividad se ha de reemplazar por más que afirmaciones, lo que determi la solidaridad en una comunidad: éste na la mayor parte de nuestras convic es el único origen de nuestras verdades ciones filosóficas» 3t y sociales, enton sociales.27 Las sociedades no son cuasi ces «no hay una manera clara de dibu person a s , s o n « c o m p r o m i s o s e n t r e p e r - jar la línea entre persuasión y fuerza, y 180 ISEGOR(A 13 (1991) NOTAS Y DISCUSIONES d e e s t e m o d o t a m p o c o u n a m a n e r a c l a - podrán aprender algo importante. Pero ra de dibujar una línea entre una causa no aprenderán una verdad filosófica, ni del cambio de una creencia que sea tampoco una verdad religiosa. Simple también una razón y una que sea una mente obtendrán algunas indicaciones "mera' causa».32 de lo que deberían tener en cuenta al preparar su próximo experimento. Aun La nueva sociedad liberal que nada más que eso sobreviva a la era de las revoluciones democráticas, La libertad, que es el valor consustan- es posible que nuestros descendientes cial a las sociedades modernas fue, recuerden que las instituciones sociales repito, en el decir de Rorty debemos pueden ser vistas como experimentos i m p e r i o s a m e n t e d e f e n d e r -, e s e l r e - e n e s f u e r z o s c o o p e r a t i v o s y n o c o m o conocimiento de la contingencia, es intentos de encarnar un orden univer decir, el integrarse dentro de la historia sal ahistórico».34 Y es esto lo que hace que hace inválida una fundamentación superflua cualquier ciencia que intente c o n v a l o r e t e r n o . L a d e f e n s a d e l a s d e - e s t a b l e c e r u n o r d e n i n m u t a b l e -o « s e m o c r a c i a s o c c i d e n t a l e s ( a l m o d o d e u n g u r o » -. «burgués postmoderno») necesita de la El objetivo a conseguir es la anula invención de nuevas metáforas más ción de estas matrices disciplinares que q u e d e u n a f u n d a m e n t a c i ó n . < E l p r a g - aseguran el acuerdo. Aquí ha de entrar matismo es antitético con el racionalis- la idea rortyana de que es el poeta me mo ilustrado, pero el mismo ha sido jor que el filósofo el que con su crea hecho posible solamente por el racio- ción de imágenes y metáforas nuevas n a l i s m o i l u s t r a d o y a h o r a s i r v e c o m o -s u a c t u a c i ó n c o m o g e r m e n d e p r o l i vocabulario de un maduro liberalismo feración de discursos- ha de ocuparse ilustrado.» 33 N a d a m á s l e j o s d e l a i d e a d e d a r « a l t e r n a t i v a s s o c i a l e s » . L a i d e a que conformó la modernidad, pero que Rorty tiene del poeta como creador también, en origen, nada más acertado de nuevas metáforas ha pasado por dis p o r q u e , e n m i o p i n i ó n , d e b e m o s a d m i - tin t a s e t a p a s ; 3 5 d e s d e e l c r e a d o r q u e tir que el liberal que la modernidad tra- c o i n c i d í a d e f o r m a m a r a v i l l o s a c o n u n jo había de integrarse en la historia y arreglo pragmático de la sociedad des f o r m a r s o c i e d a d e s d o n d e s u l i b e r t a d d e l a n a d a , h a s t a e l d e m i urgo desarrai fuera defendida a ultranza: era un li- g a d o d e l o s o c i a l q u e u t i l i z a s u c a r i s m a b e r a l q u e f o r m a b a s o c i e d a d e s c o n t i n - para dar un giro a las metáforas mora gentes. les y políticas. El final de la aventura Incluso Rorty llega a decir que lo que ha sido el internar al poeta en la priva caracteriza precisamente a las demo- cidad individual a través de la figura cracias modernas es su matiz experi- del «ironista» y dejar el comportamien mental; las sociedades, los modos de to social en una posición poco dada al organización colectiva han de tomarse cuestionamiento y revolución de los como experimentos que pueden o no conceptos y metáforas establecidas.3ó ser exitosos, pero que, al igual que su- De cualquier forma es constante en cede en la ciencia, no tienen consigo Rorty la idea de que existe un creador ninguna certeza y sí ganas de conseguir o una función creadora de los hombres su objetivo; valga aquí una extensa cita: que actúa al modo de una hermenéuti «Jefferson y Dewey describieron Améri- c a p r a g m á t i c a q u e c o n s i d e r a l o s d i s c u r ca como un "experimento". Si el experi - s o s y s u i n s t i t u c i o n a l i z a c i ó n e n s o c i e mento fracasa, nuestros descendientes dades como societas, es decir, como un ISEGORÍA l 3 (1991) 181 NOTAS Y DISCUSIONES grupo de personas unidas cada una con tes a los desacuerdos filosóficos sobre sus individuales intereses que intenta- la naturaleza del individuo como Jeffer rán conseguir, y cuyo cemento o agluti- son lo era sobre las diferencias teológi nante es más bien la urbanidad (las re- cas acerca de la naturaleza de Dios»;38 Blas pragmáticas y convenciones que de hecho no se necesita una filosofía permiten la convivencia) y no la ley especial, ni siquiera una filosofía para u n i v e r s a l y s e g u r a . Ni que decir tiene dar con una buena política. Se puede que las teorizaciones políticas se han ser buen ciudadano sin ser un conoce dirigido siempre hacia lograr una uní- dor de la ñlosofia. Aun con todo, queda versitos (que observara a las sociedades por saber entonces si la ironía es un como grupos unidos por mutuos finte- ejercicio connatural aunque innecesa reses y en vistas a un fin común) y que río a los hombres o si en próximas l a t e o r í a d e l c o n o c i m i e n t o a p o r t a b a i m - obras Rorty le reserva algo de m á s f u s portantes materiales en tanto era en re- te y talante. loción con ella que podía imaginarse a l g o a s í c o m o u n f i n c o m ú n y u n f i n t e - La tradición recuperada rés compartido por todos los indivi duos. Aquí la práctica se legitima por ¿Cómo queda la filosofía analítica? su reconstrucción racional, mientras Desde La f losofía y el espejo de la natu que en la interpretación hermenéutica raleza, Rorty ha mostrado que la ¡ma la práctica se determina por la elección gen que profesa el análisis es un au de los elementos, con lo que son siem- toengaño enganchado en metáforas pre la segura fundamentación y el filo- propias de nuestra tradición de pensa sofar socrático los que enfrentan la ba- miento, sus problemas son creados y talla.37 pueden ser disueltos (al menos eso cree Es por esto que la apología es prefe - Rorty que hace); pero ¿después qué? rible antes que la imposible racionali- Ahí es donde comienza el problema tal d a d s o c i a l , q u e n o s o n n e c e s a r i a s n o - y como Bernstein ha intuido.39 Rorty dones filosóficas para criticar el mun- podría haber optado por una solución a do y, por último, y paradójicamente, lo Dewey y decir qué es lo mejor y lo que el filósofo se puede olvidar de la peor de una sociedad moderna, qué es realidad puesto que, al cabo, cualquier bueno o malo; pero, aunque sugiere ciudadano a buen seguro que lo puede que la sociedad ha de ser conversación hacer tan bien como él. Esto último es y no consenso, no da el establecimiento l a p o s i c i ó n q u e R o r t y s e ñ a l a e n s u ú l t i - liberal deseable. El h a b e r e l e g i d o e s t e ma obra como «ironista». El «ironista», camino es lo que le lleva a la figura del el filósofo rortyano, puede poner en «ironista» y a no saber cómo se pue duda la naturaleza del hombre que de relacionar la filosofía con la política c o n f o r m a l o s a c u e r d o s s o c i a l e s , p e r o , -s u f i l o s o f í a c o n l a p o l í t i c a q u e é l d e p o r e s o m i s m o , n o s i r v e p a r a p r o m o v e r s e a -. ¿No es Rorty el más analítico una sociedad democrática puesto que por confiar tanto en la ciencia y sus su función es crítica y no constructiva. tecnologías, sobre todo sociales, que no Por ello, Rorty propone que se sea «iro- c r e e q u e l a f i l o s o f í a d e b a d e c i r n a d a y nista» o filósofo en privado y en la vida así dejar a la sociedad moderna y cien p ú b l i c a i n t e n t e m o s s e r b u e n o s c i u d a d a - tífi c a a s u l i b r e a v a n c e ? E l m i s m o n o s nos sostenedores de nuestras democra- :comenta que la filosofía analítica ha cías: «como ciudadanos y como teóri- quedado hoy en un «estilo» por el que cos sociales podemos ser tan indiferen- se reconocen los autores que proceden 182 ISEGORÍA 13 (1991) NOTAS Y DISCUSIONES de esa corriente, en una unidad socio- plantear la filosofía y el del filósofo lógica: el modo de escribir y de «señali- todo rigor y no injerencia en lo social zar» problemas de la generación que se dentro de su laboratorio de análisis del ha educado dentro del análisis. Y como lenguaje. continúa diciendo, «el estilo analítico Al final, el pragamatismo rortyano es, creo, un buen estilo. El ésprit de pone nuevos modos de actuación a una c o r p s e n t r e l o s f i l ó s o f o s a n a l í t i c o s e s t r a d i c i o n a l postura ante la filosofía. La saludable y útil».40 Este estilo es el po- idea de Rorty es que el filósofo hoy no der analizar problemas, el poder cons- es sino la preocupación por poner la t r u i r a r g u m e n t o s a f a v o r o e n c o n t r a d e g u i n d a e n e l p a s t e l q u e h a n elaborado algo sin significar una realidad anterior los sociólogos, los historiadores, los an a ese algo ni tampoco, como nos mues- tropólogos, etc. No necesitamos más tra el «ironista», posterior. teoría porque los problemas que tene Creo que Rorly es u n b u e n c r i t i c o d e m o s a h o r a p r e c i s a n d e s o l u c i o n e s c o n la tradición en la que se ha educado, cretas y «experimentales», que se dan mas sigue preso en ella, en ese miedo a mejor usando un poco más de reporta dar el salto al vacío que puede ser la je periodístico: «Nociones como "dere c r e e n c i a -y p r o f e s i ó n d e f e - e n l a s c h o s d e l h o m b r e " , " p l u s v a l í a " , " n u e v a s metáforas que el lenguaje crea. Bien es clases sociales" y otras han sido indis cierto que en la oída cotidiana el ciuda- pensables para el progreso moral y po dano pragmático no pone reparos a co- lítico. Pero no estoy convencido de que mulgar con ideas contingentes que fun- actualmente necesitemos de semejantes cionan como verdades tradicionales, nociones».42 Si el «ironista» es un inú pero el fil ó s o f o , e n l a i m a g e n q u e e l p o - t i l s o c i a l y e s m á s f r u c t í f e r o a t e n d e r a sitivismo creó de él, no puede darse a los periodistas, novelistas o antropólo tales alegrías si no es, claro está, en su gos, no veo problema en arrinconarle y privacidad. El ésprit d e c o r p s a n a l í t i c o , p o n e r n o s e n m a n o s d e l a l i t e r a t u r a o l a hoy, según Rorty, es la posibilidad de la política a la hora de dar con nuevas re reflexión con rigor aun sabiendo que descripciones; pero, si la experimenta los filósofos «inventan problemas y ción social ha de ser también enseñan programas de nono» y que se caracteri- za de nuevas generaciones y no mera zan por no necesitar «saber de antema- propuesta de metáforas, entonces creo n o c u á l e s s o n n u e s t r o s p r o b l e m a s y n o q u e n o e s t a r í a d e m á s q u e el rigor críti n e c e s i t a r p r o v e e r c r i t e r i o s d e i d e n t i d a d c o d e l « i r o n i s t a » -l a t r a d i c i o n a l f u n que nos digan si nuestros problemas ción del filósofo- tuviera fuerza y es son los mismos que sus predeceso- pacio para presentar sus quejas. Aun r e s » ; 4 1 e s c i erto que esto parece in- c u a n d o s ó l o f u e r a p o r n o p e r d e r a l v i e negable, corno también ofrece pocas jo cascarrabias, vale la pena dejar dudas el paralelo entre este modo de abierta la puerta del laboratorio. NOTAS 1. Consequences of Pragmatism, University o f n o s i e m p r e t r a n q u i l a s e s c a p a z d e i g n o r a r y n o Minnesola Press, 1982, p. XVIII. Junto a este pro- r e s p o n d e r a e s t o s n u e v o s p l a n t e a m i e n t o s q u e a ú n ceso está la importación de la filosofía continental considera en la periferia de la ocupación filosó y la aparición de nuevas preocupaciones como. fica. puede ser la feminista; pero, bien es cierto que la 2. Quien desee un excelente esquema de cómo filosofía analítica acostumbrada a bregar en aguas se desarrolla esta crítica en el libro citado, puede ISEGORÍA / 3 (19911 183 NOTAS Y DISCUSIONES consultar el capítulo titulado «Philosophy in the orígenes del análisis se sitúa en el deseo de Moore Conversation of Manldnd» incluido en R.1. Berns- d e e s t a b l e c e r u n s a n o s e n t i d o c o m ú n a n t e l a s p a tein, Philosophical Profiles, Oxford, P o l i t y P r e s a , r e c e q u e c o m u n e s e x c e n t r i c i d a d e s d e l o s m e t a f í s i 1986, cap. I. coa de su tiempo que dudaban de las sillas donde 3. Cuando el positivismo se planteó su acerca- se apoyaban o del suelo que curiosamente no les miento a la realidad lo hizo a través del análisis llegaba a recoger. del lenguaje que es donde se suponía que ésta se 13. Para esto es inevitable la referencia a «The p r e s e n t a b a a l m u n d o d e l o s h o m b r e s ( e n c l a r o e n - World Well Lost» en Coruequences of Pragmatism. frentamiento al análisis de las cosas mismas o de Es muy revelador, asimismo, el artículo titulado l a s c o s a s h i s t o r i a d a s q u e e r a n l a s o t r a s d o s g r a n - «Is There a Problem about Fictional Discourse» des corrientes filosóficas de la época). Ésta es la incluido en el mismo libro. línea de Rorty que, con la filosofía hermenéutica, 14. Dewey creía que el fin del conocimiento no también critica el lenguaje positivista y deja paso era la búsqueda de una certidumbre intelectual, a un pragmatismo que hace suyo el ya irrenuncia- sino más bien un establecimiento que se hace ver ble «giro lingüístico», si bien comprendido de dife- dad en el rendimiento que dé; James consideraba rente manera. que la verdad era lo que podía producir y susten 4. Ver su The Linguistic Turn, University of Chi- tar d e f o r m a e x i t o s a u n a c r e e n c i a . L a i d e a s e g ú n cago Presa, 1967. la cual verdad es lo que funciona, como se puede 5. Cfr. «Transcendental Argumenta, Self-Refe- o b s e r v a r , e s t á e n l o s o r í g e n e s d e l p r a g m a t i s m o rence, and Pragmatism» en P. Bieri, R.P. Horst- q ue Rorty abraza. Éste trata de tener un claro ob mann and L. ICrüger (eds.) Trascendental Argu- j e t i v o : l a m á x i m a p r e d i c c i ó n , s i m p l i c i d a d ( ] d e menta and Science, Dordrecht, D. Reidel Publis- l a s t e o r í a s , p e r o n o i n m i s c u i r s e e n e l m o t i v o q u e hing Co., 1979, 77-1 0 3 , p . 8 7 . n o s i n d u c e a c r e e r e n e l l a s b u s c a n d o u n a « c o r r e s 6. «Representation, Social Practise, and Truth», pondencia» que diga el porqué del éxito -a l o Plzilosopkical SZUdies, 54 (1988), 215-228, p. 223. Putnam-. T a n s ó l o m o s t r a r c o m o f u n c i o n a n . ¿Por qué el filósofo analítico se pone nervioso ante 15. Cotasequences of Pragmatism, p. 110. esto? Porque es la fragmentación de los lenguajes 16. «[El pragmatismo] dice que la verdad no es y de las verdades sin que quede lugar a una un¡- la suerte de cosa acerca de la cual se esperaría dad de investigación científica y además hiede a tener una teoría filosóficamente interesante. Para metafísica. los pragmatistas "verdad" es el nombre de una 7 . L a f l o s o f t a y e l e s p e j o d e l a n a t u r a l e z a , M a - propiedad que to d a a s e r c i ó n v e r d a d e r a c o m p a r t e dril, Cátedra, 1983. [ ,] Los pragmatistas dudan que haya más que de8. «Trascendental. Argumenta, Self-R e f e r e n c e , c i r a c e r c a d e e s t e c o m ú n d i s t i n t i v o . » I b í d e m , and Pragmatism», p. 81. p. XIII. 9. Para esto ver el artículo titulado «Method, 17. Contingency, Irony and Solidarity, Cambrid Social Science and Social Hope» en Corxsequences ge University Presa, 1989, p. 8. o f P r a g m a f i s m . E n ú l t i m o t é r m i n o l o s t i p o s d e v e r - 18. Rorty en este lugar gusta de parafrasear la dades se determinan por las exigencias del método diferencia entre ciencia normal y revolucionaria -d e c o n o c e r - q u e s e a u s a d o ; c o m o e s o b v i o n o d e K h u n y l o s p e r í o d o s d e c r i s i s y d e e s t a b l e c i hay método inocente que nos presente un juego miento de un nuevo paradigma. En efecto, el dis de verdades indubitables. La verdad es cuestión de tinto acercamiento al mundo establece novedosas metáforas, de imágenes que nos presentan la reali- imágenes y metáforas (dice de distinta forma la d a d p a r a n u e s t r o m e j o r m a n e j o d e e l la; «no hay verdad) que han de inaugurar un período de in nada profundo bajo nosotros excepto lo que he- vestigación «normal» en el que tales imágenes mos puesto nosotros mismos, ni criterio que no pueden cobrar los atributos de una verdad absolu h a y a m o s creado en el curso de creación de una ta y estable. Considera Rorty que se traslada la práctica, ni estándar de racionalidad que no sea noción de «descripción del mundo» desde el nivel una llamada a semejante criterio, ni argumenta- de criterio de las sentencias de un juega de len ción rigurosa que no sea obediencia a nuestras guaje hasta el de los juegos de lenguajes como to propias convenciones», Consequences of Pragma- dos perdiendo, de este modo, el hábito de usar tism, p. XLII, unas palabras y comenzando a usar otras que 10. La filosofía y el espejo de la naturaleza, también describen el mundo. p. 322. 19. Consequences of Pragmatism, p. XVIII. Más 11. Cfr. La filosofía y el espejo de la naturaleza, adelante repite: «el intento de decir "cómo el len p. 327 ss, guaje relata el mundo" diciendo qué hace a ciertas 12. Cfr, «Representation, Social Practise, and sentencias verdad, o a ciertas acciones o actitudes Truth», p. 220. Se puede uno imaginar la desespe- b u e n a s o r a c i o n a l e s , e s , d e s d e e s t a p e r s p e c t i v a , ración y estiramiento de cabellos analíticos ante imposible». Ibídem, p. XIX. alguien que niega esto. Precisamente uno de los 20. Cotttingence, Irony, and Solidcrrity, p. 7. 184 ISEGORIA 13 (1991) NOTAS Y DISCUSIONES 21. De hecho el lenguaje conecta de forma más din las buenas personas de las malas, la clase de férrea que las estructuras de nuestro conocer, el persona que se quiere ser de la clase que no se mundo con nuestro «conocimiento» de él. Las e s - desea ser. Una convicción que puede ser justifica tructuras del conocer imponían, al menos, que el da por cualquiera tiene poco interés.» Contingesxce, espejo por mostrarse de frente estableciera un cru- Irorxy arad So&darity, p. 47. ce de referencias (la inquiera resultaba a la dere- 3 1 . L a f i l o s o f í a y e l e s p e j o d e l a n a t u r a l e z a , p . 2 0 . c h a y v i c e c e r s a ) ; e s t o e s i m p o s i b l e c u a n d o e l e s p e - 32. Contingente, Irony and Solidarity, p. 48. jo y su reflejo se sustituyen por la isomorfía y su 33. Esta cita se encuentra en «The Contingency i d e n t i d a d . C o m o s e v e , e l m i s m o p a r a d i g m a c a n t e - of Community» en The London Review of Books, siano se perfecciona; las criticas elaboradas por 24 de julio (1986), y en su posterior reelaboración Rorty en La filosofía y el espejo de la naturaleza para Contingency, Irony and Solidarffy, Rorty la ha quedan intactas y han de volver a ser aplicadas omitido. (como así hace en el capítulo de su último libro 34. «The Priority oF Democracy to Philosophy» « T h e C o n t i n g e n c y o f L a n g u a g e » ) en este caso de incluido en Merrill D. Peterson y Robert C. Vau depuración de «una imagen gastada». ghan (eds.), The Virgin Statute for Religious Free 22. Véase RJ. Bernstein, op. cit., pp. 39-43. dom, Cambridge University Press, 1988, 257-282, 23. Aun cuando es cierto que Rorty defiende p. 274. una concepción de la filosofía destinada a analizar 35. Analizadas y criticadas espléndidamente tradiciones y, en ellas, dar cuenta de la diversidad por Nancy Fraser en «Solidarity or Singularity. Ri d e v a l o r e s , n u n c a h a c e d e l a h i s t o r i a a l g o q u e a n u - chard Rorty between Romanticism and Techno le la contingencia del presente y la necesidad de cracy», Praxis International, 8, octubre (1988), 257 dar soluciones desde cada momento determinado 272. (soluciones que, si bien no son absolutas, se pos- 36. Para esto que resulta paradójico en quien se tulan para ejercer una coordinación social, y, de propuso dar cuenta, al modo pragmático, de cómo a q u í , q u e n o s e a n t o t a l m e n t e r e l a t i v i s t a s ) p o r l o y q u é p o d í a e l f i l ó s o f o decir que fuera útil a su que considero que se puede acordar en general sociedad, debe verse el artículo de T. McCarthy con la salvación de culpas que Bernstein le dedica. «Ironía Privada y Decencia Pública: el nuevo Prag 24. «Trascendental Arguments, Self-referente, matismo de R. Rorty», La Balsa de la Medusa, 9 and Pragmatism», p. 91. (1988), 53-6 0 . R e m i t o a e s t e a r t i c u l o q u e d a b u e n a 25. La filosofía y el espejo de la naturaleza, cuenta del motivo y el desarrollo de semejante p. 304. Para todo esto cfr. l a s p p . 3 0 1 -3 1 1 . c o n t r a d i c c i ó n . 26. Ver aquí «Thugs and Theorists», Political 37. Para todo esto cfr. La filosofía y el espejo de Theory, 15, 4, noviembre (1987), pp. 564-580. la naturaleza, pp. 289-2 9 0 y C o n t i n g e s x c y , I r o n y a n d 27. Para esto ver «Science a s S o l i d a r i t y » i n c l u í - Solidarity, cap. 3. Se podría decir que los dos tipos d o e n J . S . N e l s o n , A . M e g i l l y D . N . M c C l i s k e y d e c o n s i d e r a c i ó n d e l d i s c u r s o -y d e l a s o c i e d a d (eds.), The Retoric of Human Sciences, Madison, configuran a su vez dos formas de concebir los The University of Wisconsin Press, 1987, pp. comportamientos legitimados dentro de una co 3 8 -5 2 . m u n i d a d p o l í t i c a ; a s í e n t a n t o c o m u n i d a d c o n t e n 28. Esto lo tomo de su Moral Identity and Pri- d r í a d e n t r o d e s í t o d a s l a s a c t u a c i o n e s p o s i b l e s (al vate Autonomy, aún no publicado, p. 7 del manus- igual que la ley científica puede reconstruir pasa crito. do y futuro porque todo tiempo es igual) con lo 29. Cfr. aquí La filosofía y el espejo de la natura- q u e s e r í a f á c i l p r e d e c i r e l c o m p o r t a m i e n t o de to lela, p. 155. Un poco más adelante en la p. 243 dos los individuos y las colisiones entre ellos se d i c e R o r t y : « L a i d e a d e D u m m e t d e l a f i l o s o f í a d e l d e b e r í a n a f a l t a d e c o n o c i m i e n t o -s i e m p r e p o lenguaje como `filosofía primera" nos parecerá drían s e r a r r e g l a d a s ( o c o n d e n a d a s p a r a s i e m equivocada no porque haya alguna otra área "pri- pre)---, m i e n t r a s q u e c o m o s o c i e d a d n o p o d r í a mera" sino porque la idea de la filosofía en cuanto darse tantas alegrías y debería confiar en la «urba dotada de fundamentos es tan errónea como la de nidad» de sus miembros que, al tiempo, no serían que el conocimiento tenga fundamento. Según capaces de conocer todo sobre sus semejantes. El esta concepción, «filosofía" no es el nombre para imperio de la ley tiene sentido si no sólo sirve u n a d i s c i p l i n a q u e a b o r d a c u e s t i o n e s p e r m a n e n - para protegerse, sino para conocer lo permitido y tes [ ] Es, más bien, un género cultural una autorizado -l o p o s i b l e -; el reproche continuo a "voz en la conversación de la humanidad" (en pa- Rorty es de qué modo en una sociedad contingen labras de Michael Oakeshott), que se centra en un te la ley puede cumplir tal función (la respuesta, determinado tema y no en otro en un momento asimismo, es invariable: debemos tomar la ley dado». como si fuera ley inmutable hasta tanto no se 30. «Todas las creencias que son centrales para ofrezca una alternativa). l a a u t o -i m a g e n d e u n a p e r s o n a , l o s o n p o r q u e s u 3 8 . « T h e P r i o r i t y o f D e m o c r a c y t o P h i l o s o p h y » , p r e s e n c i a o a u s e n c i a s i r v e c o m o c r i t e r i o p a r a d i v i - p. 263. ISEGORÍA 13 (19911 185 NOTAS Y DISCUSIONES 39. «Las cuestiones no pueden ser resueltas 40. Consequences of Pragmatism, p. 217. s i m p l e m e n t e a p e l a n d o a p r á c t i c a s s o c i a l e s e x i s t e n - 41. Ibídem, p. 218. tes porque el corazón de la controversia es el serio 42. «Truth and Freedom: A Keply to T. y original conflicto de prácticas sociales compe- McCarthy~, aún no publicado, p. 17 del manus tentes.» Op. cit., p. 51. Grito. Ética y diferencia AUGUSTO KLAPPENBACH No es la primera vez en la historia que Esta misma dispersión puede consti al declive de la metafísica sucede un re- tuir un tema digno de ser tenido en pentino interés por la ética. Cuando al cuenta a la hora de pensar sobre este fin de la época clásica los griegos vie- viejo problema. Tal vez hay que renun ron tambalearse los fundamentos de su ciar de una vez a la búsqueda de res visión del mundo, la filosofía no tardó puestas totalizantes y saludar la presen en orientarse hacia la búsqueda de una te crisis de la metafísica como una respuesta a la única pregunta que no es oportunidad para que la ética encuen p o s i b l e e v i t a r : ¿ q u é d e b o h a c e r ? L a a c - tre su verdadero lugar en el conjunto ción es ineludible, y aunque puedan de la cultura, emancipándose de la ser soslayarse algunas de las cuestiones vidumbre a la que fue sometida du teóricas propias de las épocas que rante muchos siglos por el pensamien Comte llamaría «orgánicas», parece di- to abstracto. Evidentemente -afortuna fícil evitar una reflexión explícita acer- damente- el destino de la moral no ca de la práctica, que se hace tanto depende de las elucubraciones de la éti más urgente cuanto menos puede fun- ca; la filosofía moral sólo puede aspirar darse en metarrelatos universalmente a una modesta reflexión acerca de una aceptados. experiencia constitutiva de la condición Quizá algo de esto sea lo que esté pa- humana que resulta siempre más rica s a n d o e n l a s s o c i e d a d e s p o s t i n d u s t r i a - que cualquier teoría que trate de dar les. Después de un merecido desean- cuenta de ella. so, los temas éticos se han puesto de Pero no por ello resulta ocioso dete moda; proliferan los congresos, semi- nerse a examinar algunos signos de la narios y publicaciones sobre filosofía cultura actual que puedan abrir nuevos moral, aun cuando no resulte fácil en- caminos para este viejo tema. No se contrar algún hilo conductor entre los trata, por lo tanto, de inventar una éti diversos enfoques del problema. Las ca de acuerdo con nuestros gustos sino éticas comunicativas se reparten el es- de preguntarse si no existen razones p a c i o c o n n e o c o n t r a c t u a l i s t a s , n i e t z s - para pensar que en nuestra «forma de cheanos y posmodernos en general, le- vida» pueden encontrarse algunos gér jos de toda posibilidad de encontrar menes de una nueva manera de enten una respuesta común en una época der las relaciones humanas que contri cuya cultura ha estallado en fragmen- buyan a liberar a la moral de algunas tos en ocasiones incompatibles entre sí. tiranías metafísicas, aun cuando estén 186 ISEGOR(A / 3 (1991)