Análisis de la incorporación de iniciativas productivas sustentables en pueblos sojeros de la pampa húmeda CHENA, Alejandra Noemí y CALVO, Silvana. Cátedra de Sociología Rural, Agroecología y Extensión. Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario Este trabajo busca identificar las principales fortalezas y debilidades para promover e implementar iniciativas que sean sustentables económica, ambiental y socialmente y analiza las formas de generar modos más inclusivos y mayor participación para viabilizar mejor la implementación de los proyectos. Esto significa iniciativas productivas que se auto-sostengan en el tiempo, que a la vez que preserven el medio ambiente respeten pautas culturales y sociales. Estas propuestas deberían ser capaces de incluir principalmente a quienes queden afuera del circuito sojero y hacer atractivo el lugar para desacelerar o eventualmente revertir el proceso de despoblamiento de pueblos rurales. Para esto es necesario primero entender la evolución histórica de la pampa húmeda argentina, o dicho de otra manera, la Argentina rural pampeana y su desarrollo e identificar las principales problemáticas que circundan la reversión de este proceso. De esta manera se pueden comprender las fortalezas y debilidades que se identifican a la hora de proponer iniciativas sustentables como una forma de re-crear y de re-vivir espacios rurales en la región y hacerlos inclusivos. El trabajo recopila la experiencia de actividades de investigación aplicada y extensión llevadas a cabo desde la Cátedra de Sociología Rural, Agroecología y Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario. Tiene dos desafíos, uno identificar y analizar las fortalezas y debilidades para aceptar propuestas alternativas como posibles y sensibilizar acerca de otras concepciones de Desarrollo. Al mismo tiempo se propone desarrollar estrategias sustentables en los actores rurales como propuesta alternativa e inclusiva ante la sojización masiva. Para la experiencia empírica se implementaron talleres con técnicas participativas como iniciativas comunitarias 1 productivas basadas en conocimientos tradicionales que acentúan la identidad territorial y generan una producción diferenciada. Estas nuevas propuestas resisten la imposición masiva del monocultivo de soja como protagonista de un boom económico con altos márgenes de rentabilidad. Situación de contexto La Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario está ubicada en el corazón de la Pampa Húmeda. En Argentina, y especialmente en esta región hubo una política activa desde mediados del XIX hasta los años sesenta del siglo XX de localización de inmigrantes principalmente provenientes de zonas rurales europeas. Este territorio es una gran llanura fértil en donde la diversificación de producciones y el enriquecimiento por la diversidad cultural concedieron un perfil próspero. Desde las décadas del setenta y ochenta la sojización devino en masiva en la pampa húmeda debido a los grandes márgenes de rentabilidad. Esto por un lado trajo como consecuencia altos índices de crecimiento económico debido a la elevación de los indicadores de ingreso. De hecho, la Pampa Húmeda ostenta indicadores económicos que posiciona a la región dentro de las áreas más desarrolladas. Al mismo tiempo devastó los patrones sociales, productivos y medioambientales que construyeron el desarrollo de los pueblos rurales del la región pampeana. Así, quedaron afuera quienes no tienen acceso a participar de este nuevo modo de producción. Es así que, lejos de reflejarse en un Desarrollo Sustentable ambiental, económica y socialmente, generó disparidades y produjo un quiebre en la estructura social tradicional así como el despoblamiento de pueblos rurales que están en severo proceso de desaparecer. Sin embargo, la inclusión de proyectos alternativos tiene una aceptación dispar. Esto puede ser debido a la creencia predominante de que nada puede ser comparable a la rentabilidad de la soja y a la apuesta al modelo de desarrollo que sostiene el “efecto derrame” como único probable. 2 La Pampa Húmeda ostenta indicadores económicos que posiciona a la región dentro de las áreas más desarrolladas. El monocultivo de soja y la labranza cero en la región de la pampa húmeda desalojaron gran parte de las zonas rurales impulsando la migración rural urbana y generando transformaciones en las estructuras productivas de base familiar. La privatización del ferrocarril, el cierre de numerosos ramales y el deterioro de rutas que dejaron en cierta situación de aislamiento a numerosas localidades acentuaron el retraimiento o bien quebraron la estructura de las actividades productivas tradicionales de la provincia de Santa Fe. Según el Censo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos – INDEC en el 2010, de los 61 pueblos santafesinos que tienen menos de 450 habitantes, 57 redujeron su población en las últimas décadas. Hay numerosas localidades que en este marco corren serios riesgos de extinguirse y pobladores que no tienen oportunidades en estos pueblos. 3 Mapa Conceptual El mapa conceptual se focaliza en definir dos conceptos claves de la problemática. Por un lado discute la concepción de Desarrollo Rural observando la evolución y la diferenciación con crecimiento económico y las concepciones clásicas de desarrollo. Por otro busca entender qué significa rural, ruralidad y quienes son considerados neo rurales para entender los actores que tienen lugar en los pueblos rurales objeto de estudio. La distinción entre desarrollo y crecimiento se inscribe en un viejo debate. Sin embargo, ese discernimiento nos parece siempre actual en la medida en que él es presentado como el núcleo duro que diferencia el pensamiento del desarrollo de aquel de la escuela neoclásica. La diferencia reside, fundamentalmente, en el hecho que el crecimiento es una parte indispensable, pero insuficiente del desarrollo. Las teorías del desarrollo remarcan el hecho que, a pesar de las apariencias de una correcta complementariedad, existen contradicciones profundas entre esas dos concepciones. Para lograr el desarrollo es preciso articular el crecimiento de los volúmenes de producción económica, medido por los índices de producción y, más precisamente, por las variaciones del producto interno bruto, a la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población actual y futura, a la reducción de las desigualdades socioeconómicas y a la protección del medio ambiente. Si nos propusiéramos a entender los fundamentos de la teoría del crecimiento, constatamos la negativa misma de los preceptos del desarrollo. El pensamiento desarrollista, le atribuye al Estado un papel esencial en las inestabilidades de la economía de mercado. Las nociones sobre desarrollo, sin embargo, están continuamente siendo reformuladas, además de suscitar polémicas. Esas reflexiones toman diferentes direcciones, a ejemplo del rechazo completo del pensamiento desarrollista, a la manera de una “contra-ideología” del desarrollo, y las formulaciones alternativas, cuyo abordaje mas reciente enfatiza la idea de sustentabilidad del desarrollo. Sachs (1993) sintetiza las cinco dimensiones de la sustentabilidad que deben integrarse a la estrategia del desarrollo: social, económica, ecológica, espacial y cultural. En su abordaje, la ecología es uno de los aspectos, de entre otros, a ser considerado. Esa dimensión de la sustentabilidad exige la articulación de varios factores, tales como: el conocimiento de los diversos ecosistemas y su potencial racional uso, la limitación del consumo de combustibles fósiles y los recursos no renovables, la difusión del reciclaje de recursos y la conservación de energía, la intensificación de la investigación para obtener tecnologías no contaminantes y más eficientes en el uso de los recursos y, finalmente, la creación de reglas que hagan hincapié en la protección del medio ambiente. Para Sachs (1995), la idea de la planificación del desarrollo, espacio donde las estrategias deben ser negociadas entre los actores sociales, lleva, inevitablemente, a la fractura con la prioridad de la dimensión económica. El pensamiento de Ignacy Sachs se inscribe entre los abordajes territoriales del desarrollo del final de los años 1970. El estudio de Houée (1982) revela que las primeras generaciones del desarrollo local están conectadas, sea a la medida del programa denominado Renovación Rural coordinado por 4 DATAR a partir del final de los años 1960, sea el de los Planes de Organización Rural que acontecieron entre 1970 y 1983, o, aún, a los “contratos de países” implantados desde 1975. Para Jollivet (1985), la concentración importante de las acciones de desarrollo local en el medio rural se debe, en gran medida, al movimiento migratorio en dirección al medio rural que comenzó en el año 1960. Durante la década siguiente, el modelo de análisis predominante es aquel de la urbanización del campo, que viene acompañado por la negación de la noción de rural. Las ideas, más o menos, asociadas de continuum urbano-rural y del fin de lo rural ganan más adeptos entre los intelectuales y los responsables para la elaboración de las políticas de ordenamiento territorial y desarrollo rural. Algunas experiencias pilotos de desarrollo local comenzaron a ser tímidamente organizadas en medio rural. Mathieu (1990) observa que la ideología de la urbanización del campo, que concibe el espacio como un continuum, comenzó a perder su influencia al largo de la década de 1970. Su agotamiento se debe al peso político de las teorías que insisten sobre las discontinuidades. Las nuevas concepciones de Desarrollo así como las nociones de Neoruralidad suman al territorio una diversificación de actores como así también de interrelaciones. Las concepciones actuales de Desarrollo Rural lo sitúan en un espacio integrado, con territorios heterogéneos pero con identidad espacial y un proyecto compartido, incluyendo, además un concepto ampliado de lo rural (Schejtman y Berdegue, 2004). La idea de Nueva Ruralidad surge a principios de la década de 1990 en algunos medios académicos como un concepto abarcativo, con el fin de promover una agenda de investigación interdisciplinaria e interinstitucional sobre las relaciones entre los macroprocesos globales y los procesos territoriales (Perez y Fara, 2006). La Nueva Ruralidad tiene como objetivo identificar “nuevos” hechos sociales a la vez que repensar los “viejos procesos y fenómenos” (Riela y Romero, 2003: ). Otros por su parte, argumentan que se refiere al surgimiento de un nuevo paradigma que dejaría sin valor las 5 viejas concepciones de rural en el análisis que hacen las Ciencias Sociales. Al mismo tiempo se diferencia entre rural y ruralidad, uno como espacio geográfico y otro como modo de vida. Las nuevas ruralidades desafían las ideas tradicionales de Desarrollo que asocian lo urbano con mejor calidad de vida, proponiendo nuevas iniciativas que resultan en una experiencia integral y cuyo efecto derrame dista de lo económico para focalizar en la sustentabilidad social (Chena, 2010). Jean (1989:287-88) habla de dos tendencias una que hacía referencia al fin de lo rural, sin embargo él sostenía la otra que entendía que la categoría conservaba su especificidad. Bryan Mills (2000) argumenta la imposibilidad de definir lo rural aunque sin abandonarlo, mostrando las contradicciones de algunas caracterizaciones especialmente aquellas estadísticas y demográficas o las que hablan de la industrialización como característica de las ciudades y la agricultura del campo ya que se dan casos inversos. Mills también habla de las comunicaciones y de quienes teniendo un trabajo en la ciudad viven en el campo. “El campo es en muchas instancias meramente una ciudad con un montón de pasto” (MILLS, 2000: p.4) o sea que sería una categorización visual. Murdoch y Marsden (1994), desde el constructivismo entienden que tanto los conceptos de rural y de ruralidad son realidades virtuales o construidas, lo que los posmodernos llaman hiper-realidad. Los autores trabajan en localidades inglesas, a las que consideran como lugares de encuentro de redes de relaciones sociales con límites geográficos laxos. También estos autores hablan del fenómeno de la contraurbanización Aunque sin hacer referencia a la nueva ruralidad, o a los neo-rurales, de hecho están mostrando una población rural de tipo inédito que crece constantemente en poder. Giuliani (1990), caracteriza a los neo-rurales como migrantes voluntarios. Su referencia empírica analiza el caso de la periferia carioca con ciudadanos dedicados a tareas productivas no tradicionales. Además de fondos económicos cuentan con capital cultural y social. En Argentina, un segmento de ingresos medios-altos parecería querer construir un espacio rural con características propias como podría citarse no solamente los barrios privados y countries del conurbano bonaerense sino la supuesta creación de pueblos que 6 si bien tienen acceso abierto centralizan o están destinados a agrupar estos nuevos lugares. De esa manera existe una diferencia con los neorrurales franceses quienes tienen formas de producción familiar y en muchos casos agrícolas. Jean (1989: p.298) reseña el caso francés de comunidades aldeanas como formas de nueva ruralidad, presentándolas como nuevas alternativas sociales y culturales para personas que de otra forma no tendrían acceso. Referencia empírica La investigación sigue una metodología cualitativa en donde la información es relevada a través de las técnicas de grupos de discusión y sociogramas. El primer trabajo que se hizo fue convocar al estudiantado para que intervengan en la realización del estudio y se los sensibilizó y entusiasmó acerca de la experiencia de aplicar sus conocimientos de una disciplina biomédica para interactuar con profesionales de Ciencias Sociales y trabajar juntos con la comunidad. En realidad se hizo hincapié en que no se trataba de transmitir conocimientos sino de intercambiar experiencias en donde cada miembro de la comunidad desde su lugar hace aportes que sirven para la construcción colectiva de un conocimiento que beneficie a todos. Mientras se difundía la actividad en las comunas seleccionadas se trabajó en el entrenamiento de los estudiantes y en el armado de los talleres que se iban a dar en las localidades. Los talleres consistieron en un primer lugar en una presentación multimedial de la problemática. Luego se hizo un diagnóstico a través de un sociograma administrado a cada uno de los participantes para evaluar la percepción inicial y ver de qué manera veían los intervinientes el mapa de actores rurales en su micro región. Una vez organizados los grupos de trabajo dentro de la universidad, se contactaron a presidentes comunales para organizar las actividades. Los actores rurales que intervinieron fueron Colectivos: gubernamentales y no gubernamentales 7 Individuales productores, ex -productores y actores no-agrícolas El trabajo empírico analiza la experiencia teniendo en cuenta diferentes ejes temáticos Respuesta de los presidentes comunales a la convocatoria Las dificultades, en mayor medida, tenían que ver con los momentos en los que se planteaba la convocatoria. Todos respondían que si podían reunirse pero luego de las elecciones. Esto estaba referido al abocamiento de las autoridades comunales a los periodos pre electorales. Por otra parte, en muchos casos no fue fácil ubicarlos o en caso de hacerlo, no mostraban un interés contundente, de hecho formulaban una serie de preguntas que daban cuenta de un desinterés o un descreimiento hacia estas técnicas participativas. En caso de aceptar las propuestas, era necesario persuadirlos de la viabilidad que tenían estas técnicas comunitarias alternativas a la soja. Otra dificultad que surgió a la hora de proponer estas actividades fue el impedimento por parte de autoridades superiores de participar. “No te metas”. Algunos querían participar pero luego no podían por impedimentos de autoridades superiores. Un número interesante de los presidentes comunales se mostraron entusiasmados. Respuesta de la gente a la convocatoria La problemática más común a la hora de trasmitir la convocatoria a los habitantes tiene que ver con un descreimiento en estas actividades, es decir, de qué forma se puede desafiar los altos márgenes de rentabilidad de la soja mediante el implemento de estas técnicas participativas sustentables. Esto se explica mediante un desconocimiento y una confusión en los conceptos de crecimiento económico y desarrollo, es decir, se cree que 8 es este crecimiento económico el generador de cambio y satisfacción de las necesidades auténticas “efecto derrame”. Además se descría al principio en la universidad, que era considerada una institución aislada y lejana, pueda resolver las problemáticas de una comunidad. Las preguntas se reiteraban en “¿Quiénes son? ¿Qué sabe esta gente?” También muchos decían no tener tiempo o decían que si pero luego no concurrían. En este sentido al trabajar luego con organizaciones de base el proceso se comenzó a revertir y actualmente existen propuestas para trabajar de manera conjunta sobre productos con identidad territorial que sumen a la construcción de una marca de calidad de la micro-región. Conocimientos sobre las palabras claves que constituyeron la temática inicial de los talleres En los talleres, se abordaba conceptos ejes de la temática como ser Desarrollo, ruralidad, neoruralidad y neorurales, entre otros, justamente porque se detecta el desconocimiento de muchos de ellos y la confusión en muchos otros. Quienes los conocen creen que se aplica en otro lado por ejemplo en Europa. No existe una diferenciación clara entre: Desarrollo, Crecimiento, Desarrollo Rural y menos entender la noción de Desarrollo Rural Territorial. En el caso de algunos presidentes comunales entendían los conceptos por haberlos aprendido en algún evento del tipo “encuentro de ciudades” o “encuentros sobre desarrollo local” pero igualmente se les hacía difícil aplicarlo a su lugar. Es más remarcaban la imposibilidad de aplicarlo por causa de los otros actores sociales que comparten el territorio. Atribución de responsabilidades Los entrevistados atribuyeron las responsabilidades de las problemáticas locales casi exclusivamente a políticas del estado central y muy en segundo lugar a los estados subnacionales. Las asociaciones de la sociedad civil en muchos casos limitaban su accionar 9 a defender los derechos sectoriales pero generalmente afirmaban que se encontraban restringidas por el escaso apoyo del gobierno nacional “sin el cual no se puede”. En general no había propuestas de desarrollo alternativo. Sin embargo las iniciativas individuales, sobre todo de algunos profesionales interesados en propuestas de neoruralidad presentan particularidades interesantes y se centran especialmente en turismo rural y cultivos no tradicionales que se comercializan a un alto precio. Ideas y propuestas Comunitarias: hay escasas ideas de emprendimientos comunitarios debido a un gran descreimiento en los posibles líderes y por desconfianza en ‘el otro’. Individuales: hay más posibilidades de iniciativas individuales. La comunidad descree y sólo piensa que es posible en casos de profesionales capacitados en otros lados. Por otra parte quienes pueden tener este tipo de propuesta generalmente son profesionales jóvenes capacitados en otros lados que consideran al lugar como una oportunidad en casos alternativa o complementaria con su trabajo o desempeño profesional como actividad principal. Conclusiones Este trabajo presenta experiencias de actividades productivas rurales que al mismo tiempo permitió examinar la inclusión de programas que impulsen este tipo de iniciativas. En un comienzo se registraron dificultades por una suerte de descreimiento generalizado por parte de los habitantes de pueblos rurales y de las autoridades comunales respecto de la viabilidad de una actividad comunitaria alternativa a la soja. Presentando y analizando la experiencia promovida a través de talleres con técnicas participativas como iniciativas comunitarias productivas basadas en conocimientos tradicionales que acentúan la identidad territorial. 10 Ahora bien, ante la pregunta de por qué si se reconoce y preocupa la problemática no hay intentos más frecuentes para intervenir sobre ella. Las principales debilidades fueron el descreimiento generalizado en la implementación de cualquier emprendimiento que no tenga a la soja como protagonista. Otras debilidades identificadas tenían que ver con la fuerte adhesión al concepto clásico de desarrollo y la fuerte convicción del `efecto derrame´ como equivalente a desarrollo. La tercera debilitad importante fue el hecho de atribuir no solamente las responsabilidades sino también las iniciativas a los gobiernos centrales. Contrariamente a lo sostenido por las nuevas tendencias que marcan a la misma comunidad con sus organizaciones como propulsora de los mayores cambios a través de la participación y la construcción colectiva. Finalmente las fortalezas más significativas que se identificaron estuvieron focalizadas en la disposición de nativos de los pueblos rurales residentes en grandes ciudades con grados profesionales. Estos ciudadanos habían migrado a las ciudades en busca de capacitación universitaria o de mejores posibilidades laborales y en general de lo que se supone una vida urbana ‘más confortable’. Con algunas características de neo-rurales, en muchos casos estaban dispuestos a retornar de manera definitiva tomando al pueblo como su lugar de residencia habitual. En otros casos se pensaba mantener la residencia en la ciudad pero con una actividad económica y social que los trajera semanalmente al pueblo. En este sentido la alta profesionalización aún en las disciplinas más diversas es un gran aporte. También la relativa infraestructura que si bien se puede criticar el mal estado en algunas rutas, la región está bien interconectada y posee todos los servicios necesarios. Otra fortaleza es la vinculación de la región con mercados dinámicos y el ejercicio activo de la provincia en comercio exterior además el consumo interno permite la colocación tanto de productos como de servicios de calidad diferenciada. Los resultados obtenidos muestran como en algunos lugares se está trabajando con actividades productivas alternativas las cuales pueden desafiar la percepción de la rentabilidad de la soja como única posibilidad. Los nuevos actores rurales requieren espacios con tejidos sociales más complejos. La experiencia abrió la oportunidad para 11 profundizar la sensibilización de los actores rurales desde lo teórico, haciendo hincapié especialmente en las nuevas concepciones de Desarrollo, más inclusivas y sustentables, y desde lo práctico avanzar en la promoción de productos de calidad diferenciada con identidad territorial y comenzar el diseño de un proyecto de marca colectiva de calidad que pueda actuar como paraguas tanto de emprendimientos colectivos como individuales. BIBLIOGRAFIA ABRAMOVAY, R. Funçoes e medidas da ruralidade no desenvolvimento contemporâneo. Campinas, IPEA, 2000. CHENA, A. Contribuciones de la Sociología Rural al Desarrollo. CEMED. UNL. 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