Consejo de la Magistratura Comisión de Disciplina Buenos Aires, 15 de junio del año 2004 DICTAMEN Nº 61/04 VISTO: El expediente Nº 38/2004, caratulado “Cámara Federal de Apelaciones de San Martín - Remite copias ‘Ramírez Sosa, María Domitila s/ exposición (J. F. Penal Nº 2 de San Martín)’”, del que RESULTA: I. Se presenta ante la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, la señora María D. Ramírez Sosa para denunciar al titular del Juzgado Federal de Ejecución Penal Nº 2 de San Martín, Dr. Suárez Araujo, quien le habría dispensado un trato incorrecto, al señalarla con el dedo índice y decirle que no era necesario que requiriera al Cónsul paraguayo para obtener una audiencia en su juzgado. Relata la denunciante que en dicho juzgado se encuentra radicada la causa por secuestro de uno de sus hijos; que concurrió a la audiencia con su esposo y con otro hijo suyo, que se quejó al juez de que trataba mal a su madre, que los trataba “como si fueran delincuentes”; que el magistrado conminó a su hijo a retirarse o llamaría a la Policía. Agrega que, luego de que se fuera su hijo, se retiraron del despacho y que al bajar la escalera se descompuso; le subió la presión, por lo que personal del juzgado llamó un médico que la medicó y recetó reposo. II. La Cámara del fuero, por resolución del 30 de enero del año 2003, dispuso dar vista al magistrado para que informe acerca de los hechos denunciados, la que habría de hacerse efectiva al término de la feria judicial. III. Al contestar la vista, el magistrado expuso que le había expresado a la denunciante que para ser atendida no necesitaba requerir la audiencia del modo en que lo hizo, que bastaba solicitarla por mesa de entradas. Que durante la audiencia la persona que acompañaba a la denunciante y a su esposo, presumiblemente el hijo, se dirigió a él subiendo el tono de su voz por lo que pese a reclamarle que respetara su investidura y no haberlo hecho, “por sentirse agraviado” lo intimó a retirarse bajo advertencia de que lo haría retirar por la guardia, luego de lo cual se fue voluntariamente, siguiendo la diligencia con el padre. IV. El secretario de actuación dejó asentado (fs. 13) que el nombrado hijo de la denunciante se habría conducido en forma incorrecta hacia el magistrado, por lo que éste le recomendó la debida compostura con la advertencia de que si no lo hacía debería retirarse del despacho. Dice el secretario que al retirarse del despacho la denunciante comenzó a gritar y a golpearse por lo qe requirió auxilio médico. V. Con fecha 26 de febrero del año 2004, la alzada relacionó lo expuesto y la conversación mantenida entre el magistrado y los presentantes, así como la terminante negativa de aquél de haber tenido un trato descortés. Entendió que debía darse por concluidas las actuaciones y con cita de los artículo 7, 12 y 13 del reglamento, decidió remitir lo actuado al Consejo de la Magistratura. El Comité creado por resolución Nº 252/99 lo asignó a esta Comisión de Disciplina. CONSIDERANDO: 1º) Que el trato incorrecto a las partes y sus letrados constituye una infracción disciplinaria cuyo conocimiento compete a la Comisión de Disciplina (artículo 14, apartado A, inciso c de la ley Nº 24.937 -t.o. por decreto 816/99-), más allá de que cualquier violación a las reglas de urbanidad implica un comporatamiento inadmisible en un magistrado. 2º) Que el Reglamento de Informaciones Sumarias y Sumarios Administrativos para el Juzgamiento de las Faltas Disciplinarias de los Magistrados del Poder Judicial de la Nación ha previsto la práctica de una información sumaria a fin de determinar la verosimilitud de los hechos contenidos en una denuncia; la que se hizo efectiva a través de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín- en su carácter de tribunal de superintendencia-, si bien no recabó mayores antecedentes sobre la cuestión que motiva las actuaciones, solicitó al magistrado que informe sobre el contenido de la denuncia, quien acompañó copia del acta labrada por el secretario de actuación en la que dejó constancia de las expresiones vertidas por uno de los partícipes de la audiencia concedida por el Sr. juez, que habrían llegado a molestarlo al punto de requerir del autor su retiro del despacho. 3º) Que la expresión consignada por el secretario mencionado indica que Consejo de la Magistratura Comisión de Disciplina el hijo de la denunciante, presente en la audiencia referenciada, se refiere a que se habría dirigido “en forma incorrecta” (sic) hacia el magistrado, sin que sea posible evaluar la entidad de las expresiones que aquel hubiere utilizado. El Dr. Suárez Araujo manifestó a que el hijo de la Sra. Ramírez Sosa habría elevado el tono de voz, lo que habría motivado su observación (“lo llamara a la reflexión”) sin que el aludido cesara en el modo de dirigirse al juez, por lo que al sentirse “agraviado” el magistrado le habría indicado al secretario que requiriera a la guardia el desalojo del hijo de la denunciante, lo que no fue necesario por retirarse por su voluntad. 4º) Que no existen otros elementos para discernir si los hechos ocurrieron como lo relata la denunciante o como lo expresa el magistrado, en buena medida sostenido por el secretario de actuación; no es posible discernir tampoco acerca del contexto de la situación ni la intensidad de las expresiones que llegaron a “agraviar” al magistrado, ni surge de las actuaciones que éste tuviera una personalidad determinada que le impusiere considerar agraviante cualquier expresión subida de tono de un eventual interlocutor. Por ello, la Comisión de Disciplina DICTAMINA: Proponer al Plenario del Consejo de la Magistratura la clausura del procedimiento por no existir mérito para continuar con las actuaciones (artículo 13, inciso b del Reglamento de Informaciones Sumarias y Sumarios Administrativos para el Juzgamiento de las Faltas Disciplinarias de los Magistrados del Poder Judicial de la Nación) y su consecuente archivo. Hágase saber y regístrese. Fdo. Dres. Carlos A. Prades - Bindo Caviglione Fraga - Ricardo Gómez Diez Lino E. Palacio - Victoria Pérez Tognola - Juan Carlos Gemignani (por sus fundamentos) - Jorge Yoma. Ante Mí: Dra. Adriana Gómez González