Francis School Coquimbo Depto. Lenguaje y Filosofía Profr: Mauricio López Tello Platón: “La Alegoría de la Caverna”.En el mito, Platón relata la existencia de unos hombres cautivos desde su nacimiento en el interior de una oscura caverna. La luz que ilumina el antro emana de un fuego encendido detrás de ellos, elevado y distante. Llegados aquí, Platón, por boca de Sócrates, nos dice que imaginemos entre el fuego y los encadenados un camino elevado a lo largo del cual se ha construido un muro, por este camino pasan unos hombres que llevan todo tipo de figuras que los sobrepasan. Los cautivos, con las cabezas inmóviles, no han visto nada más que las sombras proyectadas por el fuego al fondo de la caverna y llegan a creer, que aquello que ven no son sombras, sino objetos reales, la misma realidad. Glaucón, el interlocutor de Sócrates, afirma que está absolutamente convencido que los encadenados no pueden considerar otra cosa verdadera que las sombras de los objetos. Una vez Sócrates ha comprobado que Glaucón ha comprendido la situación, le explica que si uno de estos cautivos fuese liberado y saliese al mundo exterior tendría graves dificultades en adaptarse a la luz deslumbradora del sol. Incluso, afirma Sócrates, que si alguien intentase desatarlos y hacerlos subir por la empinada ascensión hacia la entrada de la caverna, si pudiesen prenderlo con sus propias manos y matarlo, le matarían. La Teoría de las Ideas en Platón y la Simbología de la Alegoría de la Caverna Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera: Platón distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que llama sensible. La realidad inteligible, a la que denomina “Idea”, tiene las características de ser inmaterial, eterna, (ingenerada e indestructible, pues), siendo, por lo tanto, ajena al cambio, y constituye el modelo o arquetipo de la otra realidad, la sensible, constituida por lo que ordinariamente llamamos “cosas”, y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible. La primera forma de realidad, constituida por las Ideas, representaría el verdadero ser, mientras que de la segunda forma de realidad, las realidades materiales o “cosas”, hallándose en un constante devenir, nunca podrá decirse de ellas que verdaderamente son. Además, sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento o “episteme”, mientras que la realidad sensible, las cosas, sólo son susceptibles de opinión o “doxa”. De la forma en que Platón se refiere a las Ideas en varias de sus obras como en el “Fedón” (el alma contempla, antes de su unión con el cuerpo, las Ideas) o en el “Timeo” (el Demiurgo modela la materia ateniéndose al modelo de las Ideas), así como de la afirmación aristotélica en la “Metafísica” según la cual Platón “separó” las Ideas de las cosas, suele formar parte de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas la afirmación de la separación (“khorismós”) entre lo sensible y lo inteligible como una característica propia de ella. DIMENSIÓN ONTOLÓGICA Y EPISTEMOLÓGICA SÍMBOLOS DEL MITO INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL TIPO DE REALIDAD TIPO DE REALIDAD MUNDO SUBTERRÁNEO MUNDO QUE SE DA A LOS SENTIDOS (o mundo sensible) las sombras en el fondo de la caverna las sombras y los reflejos de los objetos los objetos de la caverna los objetos naturales y artificiales la luz del fuego el sol MUNDO EXTERIOR MUNDO INTELIGIBLE O MUNDO DE LAS IDEAS las sombras y reflejos en el agua de las cosas exteriores las ideas matemáticas las cosas exteriores mismas y, por la noche, la luna y los objetos celestes las Ideas superiores el sol mismo la Idea de Bien conocimiento como subida al mundo exterior TIPO DE SABER OPINIÓN doxa conjetura creencia CIENCIA episteme pensamiento discursivo inteligencia conocimiento o ciencia estricta o filosofía como “ascensión al ser” (al mundo de las Ideas) IMAGEN QUE GRAFICA LA ALEGORÍA DE LA CAVERNA