375893. . Cuarta Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXXIV, Pág. 163. JUNTAS DE CONCILIACION, OPINIONES DE LAS. Si se notifica a las partes, por los estrados de las Juntas de Conciliación, la opinión de las mismas, y dicha autoridad declara consentida esa opinión, para todos los efectos legales, aquélla tiene la categoría de un laudo ejecutoriado, y la Junta de Conciliación y Arbitraje agravia al interesado, si oficiosamente ordena que el negocio vuelva a la Junta de Conciliación, para que se notifique personalmente a las partes, pues de este modo priva de sus efectos legales a una resolución ya consentida; y si en el amparo respectivo no se otorga fianza para obtener la suspensión, esto no implica un cambio en la situación jurídica, pues aunque el procedimiento siga adelante, no es sino la realización de actos que tienen su origen y fundamento en un acto cuya subsistencia está subordinada a la constitucionalidad o inconstitucionalidad del mismo, de modo que en caso de prosperar el juicio de garantías, todo el procedimiento derivado del acto considerado lesivo de garantías, debe nulificarse por efecto de la sentencia que concede el amparo; por otra parte, las Juntas de Conciliación y Arbitraje no tienen facultades para revisar la legalidad del acuerdo de las Juntas de Conciliación que declaró que está consentida su opinión, porque aparte de que esto no constituye parte de la ejecución, lo único que está sujeto a la jurisdicción de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, es el uso de las facultades jurisdiccionales de que está investida la Junta de Conciliación, de conformidad con el artículo 506 de la Ley del Trabajo. Amparo en revisión en materia de trabajo 9963/41. Jiménez C. Victoriano. 1o. de octubre de 1942. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Roque Estrada. Relator: Hermilo López Sánchez. -1-