Alabanzas a varias voces Felipe Santos, SDB Hubieras podido, Señor, crear una sola flor y sembrarla por todas las superficies del mundo. Hubieras podido también poner las mismas hojas en los árboles y hubieras podido elegir un solo verde para todos los prados, las plantas y dar el mismo marrón como color al otoño. Pero has pintado el mundo en mil colores diversos. Lo que haces con la hierba, que ayer no existía y mañana se quemará, lo haces mejor todavía con el hombre que es tu hijo. Nos has querido diferentes como los colores que cantan en los vitrales. Todos diferentes, cada uno único, pero todos juntos, entramos en la armonía de tu proyecto, como en un mismo cuerpo, con miembros diversos. Y cuando respondemos a la llamada que nos haces, cantamos con las flores, las hierbas y los pájaros, nuestra acción de gracias.