Tercer Trimestre —Segundo sábado— 11 de julio La grandeza de un príncipe (Crecimient o crist iano) Propósito del programa Enseñar que somos príncipes y princesas del reino celestial y, al igual que Jonatán, debemos mostrar en nuestras vidas los frutos del Espíritu. Al director Este programa se puede realizar con entradas y salidas. Entregue a cada participante una tarjeta con la cualidad que debe resaltar para que la peguen en un lugar visible. Recomendaciones Prepare marcadores bíblicos en forma de arco y entréguelo a las primeras personas que asistan, (ver imagen de la p. 119) Colocar el nombre de la programación de forma visible al público. RECURSOS ESCUELA SABATICA – www.escuela-sabatica.com La grandeza de un príncipe 117 Introducción El príncipe Jonatán es recordado por muchos de nosotros por ser el mejor amigo del rey David. La relación entre ellos se utiliza frecuentemente como un verdadero ejemplo de amistad. Sin embargo, pocas veces se resaltan las demás cualidades mostradas por este futuro rey, que a pesar de su muerte a temprana edad, mostró actitudes que de ponerlas en prácticas, nos pueden ser útiles para vivir una vida en armonía con Dios y el prójimo. Jonatán no era cualquier príncipe, su grandeza residía en que contaba «con la ayuda de Dios» (1 Samuel 14: 45). La primera vez que la Biblia menciona a Jonatán, el pueblo de Israel estaba en guerra con los Filisteos. Él tenía bajo su responsabilidad a mil hombres de guerra, y dirigido por Dios inició la batalla. Cumpliendo con las costumbres de la época, el hijo mayor del rey había desarrollado las habilidades para ser el sucesor. Pero, lamentablemente, su historia no termina así. Como veremos más adelante, este elegido de Dios mostró en su vida sumisión a la voluntad divina y por eso tenemos la esperanza de que podremos conocerlo cuando vayamos al cielo. Les invito a disfrutar de nuestra programación. Primer participante (Fe en Dios) Imagínate tu ciudad rodeada de un innumerable ejército enemigo y equipados con armas tecnológicas. Los soldados de tu país están dispuestos a luchar pero no tienen armas. Algunos de ellos, llenos de temor, se esconden en las cuevas y los otros huyen hacia las ciudades vecinas. ¿Qué harías tú? Fue en esta situación que Jonatán descendió al campamento enemigo a luchar. La fe fue una de las cualidades mostradas por él. Su razonamiento fue: «Pues no es difícil para Jehová dar la victoria, sea con muchos o con pocos» (1 Samuel 14: 6). Igual que Jonatán debemos tener fe en las promesas de Dios. Cantemos el himno 285 (243 himnario viejo). Segundo participante (Capacidad de decisión) Jonatán era una persona decidida. En dos ocasiones toma la iniciativa para enfrentarse a las dificultades, a diferencia de Saúl, su padre, quien en medio de la guerra solía permanecer inmóvil. Él no se dejó intimidar por el ejército enemigo, ni se desalentó por la actitud de su padre o por la poca fe de los soldados. Dios había prometido luchar en su favor y él se aferró a esa promesa. Vamos a postramos y pedirle al Señor que nos ayude a ser decididos y firmes para su gloria. Tercer participante (Humildad) ¿Qué harías si eres el próximo jefe de un departamento y de repente aparece un joven que muestra mejores habilidades que tú? ¿Cómo reaccionarías si en poco tiempo se ha ganado el corazón de todos? Vamos a leer 1 Samuel 18: 1-4. Jonatán se desprende de sus ropas e instrumentos reales; todos ellos son símbolos de la autoridad que posee. Con su actitud reconoce la victoria alcanzada por David y lo honra. Debemos aprender a aceptar que hay personas con más habilidades que nosotros y que ocuparemos un segundo lugar. La humildad mostrada por el príncipe, solo se pueden comparar con la actitud mostrada por Jesús hacia la humanidad caída. Cuarto participante (Amigo leal) La amistad de David y Jonatán nos permite apreciar su carácter desinteresado, de afectos verdaderos y profundos. Con su ejemplo nos enseña que la amistad va más allá que la expresión de sentimientos y compartir momentos felices. RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © 118 PROGRAMAS PARA LA ESCUELA SABÁTICA Incluye ayudar de forma literal, aunque esto implique un peligro para nuestra propia vida, como sucedió con él, al interceder ante su padre por David. Queremos darle la bienvenida a cada uno de ustedes a la casa de Dios y que podamos ser leales a nuestros amigos. Ahora escucharemos una música especial. Quinto participante (Empatía) Vivimos en una sociedad donde la capacidad de mostrar interés y dolor por la situación de los demás parece estar desapareciendo. La Palabra de Dios nos manda a ponernos en los pies de los demás. Esta fue otra cualidad mostrada por Jonatán. Cuando David estaba triste porque Saúl quería matarlo, el príncipe se identificó con su dolor, lloró con él y lo consoló. Mira a tu alrededor, ¿quiénes necesitan de tu comprensión, amor y ayuda? Ser sensible al dolor ajeno es muestra de que Cristo mora en nosotros. El misionero nos habla de _______________ Sexto participante (Respeto hacia su padre) Jonatán sentía un profundo amor y respeto por su padre, a pesar de que con su actitud egoísta estuvo a punto de matarlo en dos ocasiones. No usó esta situación como una excusa para abandonar a su padre. Nosotros también debemos honrar a nuestros padres, y esto implica que tenemos que mantenernos a su lado en medio de cualquier crisis que ellos estén atravesando. Es necesario cumplir con nuestras obligaciones económicas y emocionales con ellos sin importar la clase de persona que sea. El Rumbo trata de ______________________ . Séptimo participante (Sentido de j usticia) El sentido de justicia en Jonatán lo llevó a interceder por David ante su padre. Cuando Saúl ordenó a sus oficiales que le quitaran la vida a su rival, este le recordó a su padre todas las obras buenas realizadas por su amigo y de esta forma pudo ablandar el corazón endurecido del rey. Desde un punto de vista humano, Jonatán tenía más ventajas estando su amigo muerto; sin embargo, luchó por preservarle la vida. No permitas que el amor a los bienes de este mundo te impida practicar la justicia. Quedamos divididos en clases. Conclusión (Aceptar la voluntad de Dios) (Música especial). Aceptar la voluntad de Dios es algo difícil para los seres humanos, principalmente cuando ella no está en armonía con los planes que nos hemos trazado. Jonatán aceptó el plan de Dios para él. (Lea en voz alta i Sam. 23: 16-18). No le importaba ocupar el segundo lugar, a pesar de que según las leyes terrenales él debía ser el primero. Todos nosotros somos príncipes y princesas del reino celestial. Debemos, al igual que Jonatán, mostrar un espíritu sumiso, pero con firmeza de carácter a fin de no ceder a las presiones que ejerce la sociedad para que violentemos los mandamientos de Dios. Hemos de apoyar a los elegidos de Dios y ser leales a nuestros padres y amigos. Himno final Nº 259 (Nº 267, himnario antiguo). Oración final www.escuela-sabatica.com La grandeza de un príncipe 119 RECURSOS ESCUELA SABÁTICA ©