010-11 Entrevista 28/3/05 09:04 Página 10 [ www.estrategiafinanciera.es ] Entrevista EDUARDO BALLARÍN FREDES Y ANTONI SUBIRÀ I CLAUS Profesores del IESE y expertos en estrategia corporativa “La reducción de costes no lo es todo en la deslocalización” Cuando una empresa decide trasladar una parte de su cadena de valor a otra zona geográfica no debe buscar sólo los costes más bajos, sino también la ubicación más apropiada para realizar mejor su actividad, donde existan buenos profesionales y donde se disponga de un entorno de trabajo adecuado a sus necesidades , Verónica del Río San Millán Fotos: J.M. Miranda Ficha Técnica AUTORA: del Río San Millán, Verónica TÍTULO: “La reducción de costes no lo es todo en la deslocalización” FUENTE: Estrategia Financiera, nº 216. Abril 2005 LOCALIZADOR: 10 30 / 2004 Estrategia Financiera RESUMEN: ¿Por qué decide una empresa trasladar su actividad a otra zona geográfica?, ¿cuá- les son los factores que ha de analizar? y ¿qué pasos debe seguir para deslocalizar? Estas son algunas de las preguntas que se plantean cuando se habla de la deslocalización y a las que dan respuesta en esta entrevista los profesores del IESE Eduardo Ballarín y Antoni Subirà, expertos en estrategia corporativa. Para enfocar la deslocalización como una decisión estratégica, no basta sólo con buscar una ubicación en la que los costes sean más bajos, sino también ahi que saber obtener ventaja de la evolución y de los valores del lugar en el que la empresa se instaló inicialmente. Además los directivos de la compañía deben estar abiertos a captar capacidades de todas partes del mundo. Éstas son algunas de las claves para afrontar con éxito este proceso, según estos expertos. DESCRIPTORES: Entrevista, dirección financiera, planificación estratégica, estrategia corporativa, deslocalización, offshoring, localización, reducción de costes, gestión de costes, I+D. Nº 216 • Abril 2005 010-11 Entrevista 28/3/05 09:04 Página 11 Entrevista Eduardo Ballarín Fredes y Antoni Subirà i Claus Profesores de IESE unque la deslocalización (offshoring) no es un fenómeno nuevo, sí que ha cobrado un gran protagonismo en los últimos tiempos. La globalización económica ha obligado a las empresas a buscar una mejor posición competitiva y, por ello, cada vez son más las compañías que optan por trasladar una parte o la totalidad de su actividad a otra zona geográfica. La elección de la ubicación se ha convertido, por tanto, en una decisión estratégica muy importante para las empresas y un factor determinante de su propia evolución. Eduardo Ballarín y Antoni Subirà, profesores del IESE y dos expertos en estrategia corporativa que han analizado el offshoring, ofrecen una perspectiva diferente de este proceso que acapara cada vez más atención. Estos expertos consideran que hablar de deslocalización es enfocar este fenómeno desde un punto de vista negativo y muy limitado, por lo que se muestran más partidarios a utilizar el término localización para referirse a una “variable estratégica de las empresas”. Desde este punto de vista, Ballarín y Subirà explican los motivos que llevan a una empresa a desplazar una parte de su cadena de valor a otro lugar, las claves para que este proceso se realice con éxito, e insisten en que la reducción de costes no debe ser el único factor a tener en cuenta a la hora de elegir una nueva ubicación. A ¿Por qué decide una empresa trasladar una parte o la totalidad de su actividad a otra zona geográfica? Uno de los motivos más aparentes es la diferencia de costes entre países, pero este no es el único factor. Cuando una empresa decide instalarse en un lugar es porque sabe que allí encontrará recursos de todo tipo, recursos humanos, proveedores, contratistas, etcétera, que le van a permitir desarrollar más eficazmente una parte del negocio. Es un fenómeno que existe desde siempre en las empresas cuando alcanzan un determinado tamaño y es un proceso por el que se convierten en multinacionales. Se ha caído en el error de considerar este fenómeno desde el lado negativo de pérdida de puestos de trabajo y enfocarlo como deslocalización, en lugar de hablar de localización como una variable a decidir por las empresas. Sin embargo, se han hecho estudios que demuestran que, en determinados casos, la deslocalización es Antoni Subirà, (izquierda) y Eduardo Ballarín, (derecha). un proceso de “ganar-ganar”; es decir, que 3.000 ingenieros de software de EEUU se vayan a India no necesariamente significa una pérdida en términos de creación de riqueza para EEUU si se dan las condiciones suficientes para que la gente que deja de ejercer esta actividad de menor valor añadido se canalice hacia otras de mayor valor añadido. ¿Qué medidas se pueden tomar en los países desarrollados para combatir este fenómeno? Aunque no hay recetas, los gobiernos deberían poner las condiciones para que en sus países se puedan desarrollar actividades de alto nivel, en las que son únicos, y por tanto, no pueden hacer otros. Si se pusieran las condiciones para que las actividades que generan poco valor y que, por tanto, no implican salarios altos, se quedaran en el país de origen, simplemente lo que se estaría haciendo es impedir que este país progresara. Hay que hacer fuertes inversiones en formación y educación, en Investigación y Desarrollo (I+D), y, sobre todo, fomentar más la investigación en las empresas. En general, tiene mucho que ver con la formación científico-técnica de los jóvenes; por eso hay que tener gente con una muy buena formación. En España, se ha avanzado muchísimo en este tema y tenemos un sistema universitario que ha evolucionado enormemente bien. Otro factor clave es el conocimiento de idiomas. ¿Qué factores influyen en el offshoring? La localización de las actividades de las empresas tienen una variable estratégica muy importante y los efectos de la ubicación no son solamente costes, sino muchos más. Estos efectos son, además, dinámicos, porque los países evolucionan. Hay empresas que están muy ancladas en sus antiguas decisiones y otras que han sabido obtener ventaja de la evolución del lugar en el que se han instalado en un momento determinado. Una empresa inteligente utiliza los lugares donde, por razones históricas, se situó para aprovecharse de su evolución. Por ejemplo, hubo un momento en el que parecía que todo lo que era transmisible electrónicamente se podía hacer en cualquier parte. Pero no siempre es así. Hay actividades más difíciles de deslocalizar como la fabricación de grifos, porque se precisan diseñadores, hay que ser un experto en la mecanización del bronce y hay que encontrar subcontratistas que te hagan unos aparatos de superficie de altísima calidad, etcétera. Por tanto, enseñar todo este proceso a un trabajador es mucho más difícil que enseñarle a ser obrero de una fábrica de producción de PC’s, donde hay una cadena de montaje automatizada. ¿Cuáles son los pasos a seguir para deslocalizar? Nosotros recomendaríamos a la empresa que sus futuras ubicaciones las analizaran como una decisión estratégica, no w Nº 216 • Abril 2005 Estrategia Financiera 11 010-11 Entrevista 28/3/05 09:04 Página 12 Entrevista Eduardo Ballarín Fredes y Antoni Subirà i Claus Profesores de IESE w sólo en función de costes, sino también en función de otras muchas variables. La reducción de costes no lo es todo, aunque significa actuar sobre el denominador. Por tanto, no es que no sea importante, sino que las empresas también han de actuar sobre el numerador, es decir, ¿dónde haremos la actividad de generación de nuevos productos mejor?, ¿dónde encontraremos a los especialistas que nos abrirán un nuevo campo para esta línea de productos?, ¿cómo serán de flexibles aquellos que tendrán que convertirse en los responsables de la actividad?, ¿qué fácil es entenderse con los trabajadores locales?, ¿cuánto nos costará controlarlo todo?…Este tipo de variables también hay que tenerlas en cuenta a la hora de ubicarse. Si la deslocalización es de cierta importancia, hay que dedicar a un ejecutivo propio de la empresa, de alto nivel y con experiencia, para que estudie este proceso. Además, la cultura de la organización es muy decisiva para decidir cómo y a dónde ir. Por ejemplo, cuando Bimbo empezó a vender en Chequia, el propio fundador de la compañía se fue a recorrer los supermercados para ver qué compraba la gente. ¿Qué cambios implica la deslocalización en el modelo de gestión de la compañía? Hay que tener en cuenta las características peculiares de cada sitio y que no sólo se localiza una parte de la cadena de Éxitos y fracasos de la deslocalización a deslocalización es un fenómeno muy complejo y difícil de manejar, que requiere realizar un análisis pormenorizado no sólo de las ventajas, sino también de los inconvenientes de trasladar la actividad a otra zona geográfica. También es importante enfocarlo desde una perspectiva dinámica, ya que las empresas deben realizar una evaluación permanente de sus ubicaciones. Los casos que se detallan a continuación son un claro ejemplo de cómo estos factores son claves para determinar el éxito o fracaso de una estrategia de deslocalización. L • La reducción de costes no lo es todo: Volkswagen decidió trasladar una parte de la producción del Ibiza a Bratislava porque los costes laborales allí eran más bajos. Sin embargo, al cabo de unos meses, descubrió que lo más importante no era el coste de hora trabajada, sino el coste de coche producido. Al final, devolvió la producción a Martorell. • • 12 La dinámica del lugar: Hewlett Packard en los años 80 se instaló en Tarrasa con un taller de montaje de plotters porque encontró un sitio que tenía mano de obra relativamente barata y suficientemente hábil para hacerlo bien. En un momento determinado, descubrió que no tenía demasiada ventaja montar plotters en Tarrasa, sin embargo, encontró una fuente de personal joven y muy bien entrenado, por lo que hizo evolucionar su actividad para obtener ventaja estratégica de la nueva situación. La compañía decidió trasladar el headquarters de la división de plotters de grandes dimensiones a Sant Cugat. Ahora allí no se fabrica nada, pero se toman las decisiones de nuevos productos, de control de calidad, de dirección de la investigación, de fabricación en Singapur,... No todo es deslocalizable: Durante el boom de la transmisión de datos e imágenes, en pocos meses se instalaron en Barcelona tres empresas de diseño para automóviles: Audi, Renault y Volvo. Audi se instaló en Sitges porque buscaba a unos diseñadores que vivieran en una zona de altísima calidad de vida y buen clima, mientras que Renault quería que sus diseños reflejasen el ambiente estético que se respiraba en esos momentos en Barcelona. Por último, Volvo pretendía dar a sus diseños “más alegría de vivir”, por lo que se instaló en la zona modernista de Barcelona. En todos los casos, el requisito era disponer de un enorme tubo con cables para poder trabajar online con sus colegas de otros centros. Pero los tres fabricantes de automóviles querían el ambiente y esto es algo que no es transferible. Estrategia Financiera valor, sino también todo lo que rodea a esa parte de las actividades. Si se deslocalizan unas actividades muy core de la compañía, habrá que replantearse muchos efectos. Si realmente se quiere que se tomen decisiones importantes en esos lugares, todo el proceso cambia. Si se toma la alternativa de tener ejecutivos del país de destino, hay que plantearse que a estos ejecutivos no se les puede cortar la carrera y hay que admitir que un día ese ejecutivo de otro país estará dirigiendo una parte importante de las actividades de la empresa. No todo es cuánto le cuesta el ingeniero europeo y cuánto le cuesta el indio, por ejemplo. Hay otro tipo de consideraciones, como el riesgo de transferir tecnología que a la compañía le interese tener en propiedad o hasta qué punto esa parte de la actividad de su cadena es susceptible de ser copiada. Las empresas que saldrán más beneficiadas de la posibilidad de moverse por todo el mundo serán las que, de una manera más sincera, sepan captar capacidades de todas partes. ¿Se presenta la deslocalización como la mejor salida para las empresas que estén en crisis o tengan malos resultados ? La empresa en crisis es muy difícil que se salve con la deslocalización. Porque este proceso requiere un gran esfuerzo, que unas veces será financiero y otras no, y un gran apoyo de sus directivos para hacerlo bien. Quienes realmente sacan provecho de tomar decisiones correctas de localización son las empresas que van bien. ¿Las pequeñas y medianas empresas también pueden beneficiarse de la deslocalización? Las empresas medianas y pequeñas no han de querer estar en todas partes, pero en su mente sí que tienen que tener una amplitud de miras que vaya más allá de su país de origen; como mínimo, la Unión Europea. Porque, además, en muchas actividades el mercado interno no da para llegar a ese punto al que hay que llegar. Hay muchos ejemplos de empresas medianas y pequeñas que les ha ido bien, como Indo, que tiene dos fabricas en China. Además, algunas de ellas hoy se han convertido en grandes multinacionales, como Gallina Blanca, que cuenta con actividades en más de 10 países. 9 Nº 216 • Abril 2005