MAYO. Una mirada íntima: miniatura de Don Fernando de Aguilera.

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PIEZA DEL MES
MAYO 2010
UNA MIRADA ÍNTIMA:
MINIATURA DE
DON FERNANDO DE AGUILERA
Días 1, 8, 15 y 22 de Mayo a las 12:30
por Andrea López Azcona
Ventura Rodríguez, 17
28008 Madrid
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON
FERNANDO DE AGUILERA
LA POLÍTICA DE ADQUISICIONES DEL MUSEO CERRALBO
Texto: Andrea López Azcona
Coordinación: Cecilia Casas Desantes
Maquetación: Gráficas Pedraza
© Museo Cerralbo, 2010
N.I.P.O. 551-10-008-0
La colección del Museo Cerralbo se concibe como un
conjunto cerrado en el que los nuevos fondos se orientan a
enriquecer y a contextualizar el legado del fundador. En este
marco, cobran especial interés recientes adquisiciones
vinculadas a la familia del Marqués, como la reciente donación
de un retrato de doña Matilde de Aguilera y Gamboa, obra de
Federico Madrazo, Inv. 28025, por parte de don Jaime
Parladé, marqués de Apezteguía; o la compra en el año 2000
de un retrato miniatura de don Manuel de Aguilera y
Contreras, Inv. 28014.
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
La miniatura que ahora presentamos, Inv. 28847, ha
ingresado en el Museo Cerralbo gracias a la generosa donación
en 2010 de don Carlos de Aguilera, conde de Fuenrubia.
LA CASA CERRALBO
La villa de Cerralbo, situada en las proximidades de
Ciudad Rodrigo, aparece ligada a una saga de nobles
pertenecientes al linaje de los Pacheco, los Nieto de Silva, los
Moctezuma y los Aguilera. El primer señor de Cerralbo fue
Esteban Pacheco, casado con Inés Pérez en 1373 (1), al que
Enrique II de Castilla concedió el señorío de la villa en 1379.
Casi dos siglos más tarde, en 1533, el VI señor de Cerralbo,
Rodrigo Pacheco Ossorio de Toledo, recibía del Emperador
Carlos V el título de I marqués de Cerralbo, premiándole así
por los servicios prestados en tierras de Alemania. Los
posteriores marqueses de Cerralbo hicieron suyo el lema de la
casa, “Muera la vida y viva la fama”. Destacan los éxitos
alcanzados por Juan Pacheco Ossorio, II marqués de Cerralbo,
que como gobernador y capitán general de Galicia defendió
la plaza de La Coruña frente al asedio del pirata Drake en
1592; los de Rodrigo Pacheco Ossorio, III marqués de
Cerralbo, virrey de Nueva España entre 1625 y 1634; y los de
Juan Antonio Pacheco Ossorio Toledo y Córdoba, IV marqués
de Cerralbo, virrey de Cataluña entre 1675 y 1676.
En el siglo XVIII se asiste al fortalecimiento de la Casa
Cerralbo. Así, a los títulos de marqués de Cerralbo, conde de
Villalobos y conde de Alba de Yeltes, ya reunidos en la figura
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de Fernando Nieto de Silva Pacheco y Ruiz de Contreras, VI
marqués de Cerralbo, se suman los marquesados de Almarza
y de Flores Dávila y los condados de Fuenrubia, de Casasola
del Campo, de Peñalba, de la Oliva de Gaytán y de Foncalada,
de los que fue beneficiario Manuel-Isidro de Aguilera
Moctezuma-Pacheco y Galarza, XIII marqués de Cerralbo.
Manuel-Isidro de Aguilera casó en 1780 con María Josefa
Joaquina de Contreras y Vargas, que aportó a la casa el
marquesado de Campo Fuerte y el condado de Alcudia, este
último con Grandeza de España. De esta unión nacieron
nueve hijos, de los que el primogénito Manuel María de
Aguilera y Contreras, falleció soltero el 27 de junio de 1803.
Al día siguiente, le sucederá su hermano Fernando como XV
marqués de Cerralbo.
EL
PERSONAJE
RETRATADO:
DON
FERNANDO
DE
AGUILERA Y CONTRERAS
Fernando de Aguilera y Contreras nació en Madrid el 20
de agosto de 1784 y falleció en la misma villa el 2 de mayo de
1838. Casó en Madrid el 26 de diciembre de 1807 con María
de las Angustias Fernández de Córdoba y Pacheco, pero el
matrimonio no tuvo sucesión, pasando a heredar su hermano
José. A lo largo de sus 53 años de vida, don Fernando supo
conciliar su condición de noble con una intensa actividad
política y con su interés por la educación, la ciencia y el
progreso, aspectos que permiten considerarle como un claro
precursor del XVII marqués de Cerralbo, don Enrique de
Aguilera y Gamboa.
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UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
Noble de alta alcurnia, Fernando heredó la totalidad de
los títulos nobiliarios de sus padres y fue miembro de las
Órdenes de Alcántara, de San Jenaro, del Espíritu Santo y de
la Corona Verde de Sajonia, y Presidente del Consejo de las
Órdenes Militares. A estos méritos se suma la concesión de la
Cruz de Carlos III y del Toisón de Oro, que avalan su firme
adhesión a la monarquía y su labor al servicio del Estado. Inicia
su carrera militar en 1800, ingresando en la Guardia de Corps,
cuerpo de élite responsable de la escolta del Rey (2). Este hecho
parece responder a una tradición familiar, por cuanto sus
hermanos menores Domingo y Gaspar también ingresaron en
dicho cuerpo. En cuanto al primogénito, Manuel María,
conocemos por el uniforme que viste en el ya mencionado
retrato miniatura custodiado en el Museo Cerralbo que formó
parte de los Húsares de la Reina María Luisa.
Manuel María de Aguilera y Contreras. Museo Cerralbo, Inv. 28014.
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
Durante la Guerra de la Independencia, la participación
de Don Fernando en la lucha contra los franceses fue
destacada, ocupando los puestos de presidente de la Junta
Provincial de Salamanca y de jefe militar de la Provincia (3).
Los sacrificios del marqués de Cerralbo durante la contienda
fueron reconocidos públicamente por el rey Fernando VII, que
en 1819 da muestras nuevamente de su confianza al designar
a Cerralbo como Embajador Extraordinario en Sajonia, para
acordar su matrimonio con la princesa María Josefa Amalia.
Un año más tarde, en 1820, estalla el pronunciamiento
del coronel Riego en Cabezas de San Juan, punto de partida
del llamado Trienio Liberal. A fines de 1820, el Gobierno
Provisional nombra a Fernando de Aguilera Jefe Político de la
Provincia de Madrid, cargo que con seguridad continúa
desempeñando en 1823. Como máximo responsable político
de Madrid, defiende a la nueva monarquía constitucional, y
lucha con fuerza contra los grupos antirrealistas que por aquel
entonces frecuentaban las tribunas públicas. En este sentido, se
ha de mencionar el bando hecho público el 27 de diciembre
de 1820, por el que prohibía las reuniones en las sociedades
patrióticas si no habían recibido su previo consentimiento (4).
Al margen de sus tendencias políticas, que oscilan entre
un liberalismo moderado y un realismo reformista, Fernando
de Aguilera se revela como un hombre profundamente
humanista. Así, fue socio fundador del Ateneo Científico,
Artístico y Literario de Madrid, y sin duda uno de sus
miembros más ilustres si consideramos que formó parte de la
delegación organizada en abril de 1820 con el objeto de recibir
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
y hacer socio del Ateneo al coronel Arco Agüero. Además, en
1818 constituye junto con el conde de Altamira y los
marqueses de Montemar, de Medinaceli y de Villahermosa la
Junta Protectora de la Enseñanza Mutua, que persigue
implantar en España este moderno sistema pedagógico.
El mismo año, la reina gobernadora María Cristina le nombra
Caballerizo Mayor, ejerciendo un importante papel en la
profesionalización de la veterinaria (6). En 1834, también por
su condición de Grande de España, recibe el nombramiento de
prócer del reino, precedente del actual cargo de senador.
El Museo Cerralbo conserva un retrato de gran formato
de Fernando de Aguilera y Contreras, Inv. VH 0496, firmado
por Vicente Carderera en 1833 En él, el XV Marqués se cubre
con amplia capa de la que pende una fusta, en alusión a su
cargo de Caballerizo Mayor. Sobre una silla situada a la
derecha, descansa una casaca militar ornamentada con diversas
condecoraciones, como la banda de la Orden de Carlos III o
la cruz de la Orden del Espíritu Santo (7).
EL RETRATO EN MINIATURA: NOMENCLATURA, MATERIAS,
TÉCNICAS Y USOS
Fernando de Aguilera y Contreras. Vicente Carderera. Museo Cerralbo,
Inv. VH 0496.
Las inquietudes sociales del marqués se hacen extensivas
al ámbito de la sanidad. El “Diario de Madrid”, en su edición
del 13 de septiembre de 1820, lo cita como integrante de la
Junta Municipal de Sanidad. Poco resta que añadir acerca de
los méritos de Fernando Aguilera, que en 1833 pasa a ocupar
la presidencia de la Real Sociedad Económica Matritense (5).
8
El arte del retrato en miniatura mantiene su vigencia en
Europa desde el siglo XVII, para extinguirse en la segunda
mitad del siglo XIX debido a la aparición del nuevo retrato
fotográfico. Etimológicamente, el término miniatura procede
del latín miniare, derivado de minio, el mínimo, que significa
pintar figuras de pequeñas dimensiones. Vemos, por tanto, que
un primer rasgo definitorio de las miniaturas es su pequeño
tamaño, lo que exige el desarrollo de una técnica muy delicada,
ya que las figuras están concebidas para ser vistas desde cerca.
En un sentido estricto, el término miniatura se reserva
para las pinturas de pequeñas dimensiones realizadas a gouache
sobre vitela y sobre placas de marfil. En efecto, aunque las
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UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
pinturas de pequeñas dimensiones pueden utilizar distintos
procedimientos pictóricos y soportes, autores como Carmen
Espinosa Martín utilizan el término miniatura de forma
restrictiva, refiriéndose a los retratos realizados al óleo sobre
naipe, cobre, madera u otros materiales como “pequeños
retratos, retraticos o retratos de faltriquera”, a los que se suman
las pequeñas pinturas realizadas sobre esmalte y sobre placas de
porcelana (8). Por otra parte, se ha de considerar que dentro
de las miniaturas tienen cabida escenas religiosas, alegóricas y
de género, batallas, láminas botánicas o paisajes, si bien más de
dos tercios de la producción corresponden a retratos, de ahí la
frecuente identificación del término miniatura con retrato en
miniatura.
Dibujo para miniatura. Museo Lázaro Galdiano. Inv. 8660.
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
Hacia 1520, aparecen las primeras miniaturas no
inscritas en libros. A pesar de esta nueva independencia, su
técnica estará próxima a la de la iluminación, siendo la práctica
de la acuarela y del gouache sobre vitela la más difundida. La
vitela queda desplazada a mediados del siglo XVIII por un
nuevo soporte, el marfil. El empleo del marfil como soporte
para la pintura de miniatura se debe a la pintora veneciana
Rosalba Carriera (1675-1757). En España este nuevo arte
comienza a introducirse a partir de 1760, coincidiendo con la
subida al trono de Carlos III, y la consiguiente llegada de
miniaturistas italianos.
El marfil, al que Rosalba denominaba fondelli, tenía
inicialmente hasta dos milímetros de espesor. Posteriormente,
llegó a cortarse tan fino o más que un pergamino, lo que lo
convirtió en un material extraordinariamente translucido. Las
placas de marfil eran adquiridas en comercios especializados,
pudiendo optar por el formato cuadrado, oval o circular. La
preparación del soporte incluía el blanqueamiento por calor y
la eliminación de las asperezas naturales y de la grasa por medio
de limas y de soluciones ácidas. El miniaturista procedía, a
continuación, a esbozar el dibujo, para lo que se distinguen
dos técnicas en la ejecución del dibujo. La primera consiste en
el trazado del diseño directamente sobre el soporte de marfil,
utilizando una punta de plata, estaño o plomo. La segunda
implica el trazado previo del dibujo en soporte papel, para
familiarizarse con los rasgos del modelo y con su expresión.
Este dibujo previo solía hacerse a escala mayor que la de la
miniatura.
Una vez determinada la composición general y los rasgos
del rostro del modelo, los dibujos se reducían de escala, bien
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UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
mediante un pantógrafo o a través del cuadriculado de
reducción, para después ser trasladados a la plaqueta de marfil,
mediante hojas de calco. Otro sistema era copiar el dibujo
aprovechando la transparencia del marfil, y trazar los
contornos con un lápiz, o como ocurría más a menudo, con
la ayuda de un pincel y acuarela ligera. Una vez concluido el
dibujo, se procedía a la aplicación del color, mediante la
técnica del gouache que permite obtener un efecto liso, apenas
empastado. Las primeras capas de color sobre el marfil se
disponían en superficies largas y libres, con un color líquido
que creaba el fondo para una pintura más precisa. Para
conseguir fondos y vestidos, el artista aplicaba al principio una
capa amplia y la igualaba con una estructura hecha de trazos y
pequeños puntos, que permitía crear los detalles y los efectos
de sombreado. De la misma manera, el modelado del rostro
comenzaba por la aplicación de una base de color transparente.
Es en las carnaciones donde la técnica del punteado o pointillé,
consistente en la creación de un juego de yuxtaposición y de
fusión de los colores a partir de la unión de puntos, alcanza su
máxima expresión. Se observa, en líneas generales, que en las
obras de mayor calidad el punteado no es apreciable a simple
vista, aunque también se debe tener presente el cambio
estilístico que se opera hacia 1780 en las miniaturas de autores
como el sueco Peter Adolph Hall, que consiste en el empleo de
un trazo más vigoroso y rápido.
Atendiendo a la funcionalidad del retrato en miniatura,
se ha de subrayar que frente al carácter público del retrato de
gran formato, destinado a mostrar la grandeza y el poder del
personaje, el retrato en miniatura se concibe como un objeto
destinado a las “miradas más íntimas” y, por ello, tiene como
principal función el reconocimiento de los rasgos del retratado.
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
La miniatura se afirma progresivamente a lo largo del siglo
XVIII como el medio más difundido para conservar los rasgos
del ser querido, poseyendo un sentido familiar, amatorio o
conmemorativo. El miniaturista Jean Baptiste Isabey los
bautiza, incluso, con el nombre de “retratos de consuelo”, pues
permitían mantener vivo el recuerdo del ausente. Por su
carácter portátil, las miniaturas se vinculan desde el reinado
de Luis XV a elementos de adorno personal. Las encontramos
así en joyas como botonaduras, brazaletes, agujas de corbata o
grandes medallones, y en otros accesorios como son las
tabaqueras, los estuches o los carnés de baile.
María Josefa Joaquina de Contreras y Vargas. Agustín Esteve. Museo Cerralbo.
Inv. 01735
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
De la amplia difusión de las miniaturas son testimonio
los retratos de gran formato. La tendencia a introducir un
retrato dentro de un retrato se hace frecuente en el periodo
comprendido entre 1770 y 1830. En el retrato de doña María
Josefa Joaquina de Contreras y Vargas, Inv. 01735, obra de
Agustín Esteve, la XIII marquesa de Cerralbo ornamenta su
busto con un medallón con una miniatura infantil, que
corresponde con seguridad a uno de sus hijos, tal vez al propio
Fernando.
UNA
MINIATURA
DE
FERNANDO
DE
AGUILERA
Y
CONTRERAS
La miniatura objeto de nuestro estudio muestra al XV
marqués de Cerralbo, tal y como se señala en la inscripción
que figura en el reverso “Dn. Fernando de Aguilera/ M’. de
Cerralbo/ por José Bouton”. Los rasgos juveniles de don
Fernando, que por aquel entonces debería rondar los veinte
años, son perfectamente reconocibles en aquellos rasgos ya
maduros que retrató Vicente Carderera. Don Fernando viste
de civil con frac de color oscuro, chaleco blanco y camisa de
cuello levantado con pañuelo blanco anudado, enmarcando el
rostro. Estas prendas, así como el peinado con cabello corto
creando un ligero tupé, responden a la moda inglesa que
impera en Europa desde fines del siglo XIX y que mantiene su
vigencia en España desde 1800 y hasta 1820 (9).
Aunque la obra está, en general, bien conservada, se
aprecian pérdidas de capa pictórica en distintos puntos, que
permiten observar la delicadeza y la transparencia propia del
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Martín Miguel de Goicoechea. Francisco de Goya y Lucientes.
Colección particular.
soporte de marfil. La miniatura de Fernando es sin duda obra
de excelente factura. De este modo, y si la comparamos con la
de su hermano Manuel María, obra de autor anónimo, se
puede apreciar que está elaborada con un punteado minucioso,
con el que se crea el sutil efecto de sombreado de la incipiente
barba, que, por el contrario es más artificioso en la miniatura
de Manuel María. Asimismo, el cabello resulta ligero y
vaporoso, en contraste con los rígidos mechones del anterior.
Centra nuestro interés, además, la delicadeza del color y la
intensa mirada del joven Fernando, que refleja las inquietudes
de las que haría gala a lo largo de su vida y que otorga al
retratado la tan ansiada impresión de “viveza”, siempre
indicativa de que nos encontramos ante un miniaturista de
primer orden.
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UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
Retrato en miniatura de Fernando de Aguilera y Contreras (detalle).
Joseph Bouton. Inv. 28847.
Retrato en miniatura de Manuel María de Aguilera y Contreras (detalle).
Inv. 28014.
Firma de Joseph Bouton (detalle). Inv. 28847.
La obra está además firmada en el lateral derecho del
anverso por Joseph Bouton, célebre pintor y miniaturista,
activo en Francia, España e Inglaterra.
Joseph Bouton nació en Cádiz en 1768, donde su padre
el miniaturista Guillaume Bouton se había instalado. En 1775,
la familia regresa a Francia y Joseph, alumno de su padre,
comienza a exponer en la Academia Real de Toulousse. En
1789 ingresa en la Académie Royal de París. Expone en el
Salón del Louvre desde el año 1791 y hasta 1798, dando
muestra de su progresivo afianzamiento como artista.
En 1802 se traslada de nuevo a España, permaneciendo
en nuestro país hasta la invasión francesa de 1808. En 1804
retrata a la Reina María Luisa junto al busto en piedra de su
esposo Carlos IV (10). Un año más tarde, en 1805, pinta
nuevamente a la reina María Luisa, esta vez acompañada del
infante Francisco de Paula. Este retrato, desaparecido durante
la Guerra Civil, le valió su nombramiento como pintor de
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
cámara del Rey, aunque a título honorario y sin sueldo.
Consolidado en el círculo real, recibe numerosos encargos de
la aristocracia española, exigiendo por un retrato sobre marfil
de tamaño ordinario la elevadísima cantidad de 8 onzas (640
pesetas de oro). En el periodo comprendido entre 1803 y
1808, retrata, entre otros, al marqués de Santa Cruz, a la
marquesa de Camarasa y al duque de Alba. Esta misma
cronología debe darse, por tanto, a la miniatura del marqués
de Cerralbo. El Museo Nacional de Artes Decorativas custodia
un retrato en miniatura femenino, Inv. 5855, en el que la
dama porta un papel con las iniciales “JB”, con las que Joseph
Bouton firmaba, en ocasiones, sus obras. En la colección
particular de Eloy Martínez Lanzas-de las Heras, se conserva
una miniatura de un joven contemporáneo a don Fernando,
pues viste idéntica indumentaria de comienzos del XIX.
Tras abandonar España, Bouton retorna a París, donde
retratará en 1810 al emperador Napoleón I (11). Entre 1809 y
1814 reparte su tiempo entre París y Londres, ciudad en la que
logra reunir una buena clientela, gracias a las relaciones
establecidas en Madrid. De 1816 a 1819 expone en la Royal
Academy de Londres y en 1822, exhibe su obra en el Salón
del Louvre. Joseph Bouton fallece en 1823, a la temprana edad
de 54 años. Durante su corta carrera fue capaz de crear un
estilo propio dentro del arte de la miniatura que presenta como
notas más distintivas la pureza del dibujo, la ligereza del toque
y un cierto aire de espiritualidad, características que
encontramos reunidas en el retrato del joven Fernando.
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
NOTAS
Retrato en miniatura femenino. Joseph Bouton.
Museo Nacional de Artes Decorativas. Inv. 05855.
Retrato en miniatura masculino. Joseph Bouton.
Colección particular de Eloy Martínez Lanzas-de las Heras.
18
(1)
Árbol genealógico de Juan Pacheco de Toledo, II marqués de Cerralbo,
que comienza en Esteban Pacheco, casado en 1373 con Inés Pérez.
Archivo Histórico Nacional, Sección de Nobleza. Signatura: LUQUE,
C.883, D.33. Adviértase que Fernando de Alós y Dolores Duque de
Estrada (2009) mencionan el nombre de Juana Rodríguez de las
Varillas como esposa de Esteban Pacheco.
(2)
Si bien en Los Brizuela, Condes de Fuenrubia y familias enlazadas
(2009) se señala el ingreso de D. Fernando de Aguilera y Contreras en
la Guardias de la Real Persona en 1800, lo cierto es que no será hasta
1814 cuando cambie la denominación de los Guardias de Corps por
la nueva Guardias de la Real Persona.
(3)
Las noticias relativas a la situación de Fernando de Aguilera y
Contreras durante la Guerra de la Independencia proceden de Miguel
Sánchez Herrero (1994), que toma como fuente la Historia de
Salamanca de Manuel Villar y Macías.
(4)
Alberto Gil Novales (1975 y 1986) se refiere a las tendencias
absolutistas del marqués de Cerralbo, aunque no deja de reconocer que
en su época Fernando y sus hermanos Domingo y Gaspar “eran
conocidos como liberales”.
(5)
Fernando de Aguilera y Contreras ingresa en la Real Sociedad
Económica Matritense en 1818. Su madre ya era miembro desde 1806
y en 1820 ingresó su esposa.
(6)
SALVADOR VELASCO, Á. “Albéitares y Mariscales de Número de la
Real Caballeriza”. COLVET Revista de Información Veterinaria,
septiembre 2006.
(7)
Puede encontrarse un estudio pormenorizado de este cuadro en El
legado de un mecenas. Pintura española del Museo Marqués de Cerralbo,
Ministerio de Educación y Cultura, Madrid, 1998.
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL DE CABRÉ EN LAS EXCAVACIONES DE CERRALBO
GLOSARIO
(8)
En este sentido, interesa señalar que Carmen Martín Espinosa (1999)
dedica un capítulo diferenciado para los pequeños retratos realizados
al óleo, aunque en el capítulo dedicado a la miniatura señala que a
partir de 1700 el término pasa a aplicarse a distintos procedimientos
pictóricos, óleo, esmalte y acuarela.
(9)
Para más información sobre este particular, puede consultarse Modelo
del Mes. Septiembre. Frac neoclásico (2005), de Carolina Notario
Zubicoa.
(10)
En Juliette Martin-Bouton y Robert Mesuret (1960) se señala que la
obra pertenece a la colección particular de la Condesa de Mille-Ville.
(11)
Ibid. se señala que la obra pertenece a la colección particular de la
condesa de Mille-Ville.
Acuarela
Pintura realizada con colores transparentes, muy diluidos en agua,
que utiliza como soporte preferiblemente el papel.
Enseñanza mutua
Sistema pedagógico, desarrollado por Andrew Bell (1753-1832) y
Joseph Lancaster (1779-1838), en el que los alumnos más
adelantados se convertían en responsables de instruir a sus
compañeros de aulas. Tras implantarse en Inglaterra y Francia,
recalará en España, con el objeto de paliar el problema de la escasez
de docentes en la Enseñanza Primaria.
Gouache
Procedimiento similar a la acuarela, cuyos colores son más espesos
y se diluyen en agua o cola mezclada con miel. A diferencia de la
acuarela, emplea también el color blanco.
Real Guardia de Corps
Unidad de Caballería, perteneciente a la Guardia Real, creada por
Real Decreto de 12 de junio de 1704. La unidad recibía órdenes
directas del Rey.
Vitela
Piel de vaca o ternera, generalmente nonata, que tras ser adobada
y muy pulida, adquiere un grosor mínimo. En particular, este
término se utiliza cuando sirve para pintar o escribir en ella.
20
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
Pantógrafo
Instrumento que sirve para copiar, ampliar o reducir un plano o
dibujo. Consiste en un paralelogramo articulado, con dos de sus
lados adyacentes prolongados. Uno de estos se fija por un solo
punto en la mesa, y en el otro se coloca un estilo con el cual se
siguen las líneas del dibujo, mientras un lápiz sujeto a un tercer lado
traza la copia, ampliación o reducción que se desea.
Punteado
Técnica pictórica vinculada al trabajo de la miniatura, que consiste
en la aplicación de puntos o trazos cortos de color variado,
situándose unos al lado de los otros en sucesivas capas. Se distingue
el pointillé redondo y el pointillé a trazos cruzados o en paralelo.
BIBLIOGRAFÍA
ALÓS, F. de, y DUQUE DE ESTRADA, D., Los Brizuela, Condes
de Fuenrubia y familias enlazadas, Real Academia Matritense de
Heráldica y Genealogía de Madrid, Madrid, 2009.
ESPINOSA MARTÍN, M.C., Iluminaciones, pequeños retratos y
miniaturas en la Fundación Lazaro Galdiano, Fundación Lázaro
Galdiano, Madrid, 1999.
GARNIER, N., PAPPE, B., y LEMOINE-BOUCHARD, N.,
Portraits des maisons royales et impériales de France et d’Europe. Les
miniatures du musée Condé à Chantilly, [Catálogo de exposición]
Somogy Editions d’art, París, 2007, pp. 9-29.
GIL NOVALES, A., Las Sociedades Patrióticas 1820-1823, Tecnos,
Madrid, Vol. I, 1975.
GIL NOVALES, A., El primer ateneo 1820-1823, Madrid,
Ateneo de Madrid, 1986, p. 4.
http://www.ateneodemadrid.com/biblioteca_digital/folletos/Folle
tos-0002.pdf
HIDALGO OGAYAR, J., Catálogo de las miniaturas conservadas
en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, Universidad de
Alcalá de Henares, Alcalá de Henares, 1994.
LEMOINE-BOUCHARD, N., Les peintres en miniature actifs en
France 1650-1850, Les Éditions de L’Amateur, París, 2008, pp. 715.
22
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ANDREA LÓPEZ AZCONA
UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
MARTÍN BOUTON, J., y MESURET, R., De Bouton à Goya:
Cinq miniaturistes à la Cour de Madrid, [Catálogo de exposición]
Musée Paul-Dupuy Impr. Regionale, Toulousse, 1960, pp. 21-41.
CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS
PORTADA. Retrato en miniatura de Fernando de Aguilera y Contreras. Joseph Bouton. Inv. 28847. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotógrafo: Ángel Martínez Levas.
CONTRAPORTADA. Trasera con datos identificativos del retratado
y del autor. Inv. 28847. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotógrafo:
Ángel Martínez Levas.
MARTÍN-VALDEPEÑAS YAGÜE, E., “Relaciones de parentesco
entre los miembros de la sociedad económica matritense en el
reinado de Fernando VII (1808-1833)”, en Espacio, tiempo y forma.
Serie V, Historia contemporánea, Nº 17, UNED, 2005, p. 21.
MARTÍNEZ LANZAS - DE LAS HERAS, E., Colección de
miniaturas Martinez Lanzas - de las Heras.
http://colecciondeminiaturas.blogspot.com/
NAVASCUÉS BENLLOCH, P. de, CONDE DE
BEROLDINGEN GEYR, C., y JIMÉNEZ SANZ, C., El Marqués
de Cerralbo, Ministerio de Cultura, Madrid, 1996, pp. 7-11.
SÁNCHEZ HERRERO, M., “La Casa de Cerralbo en el siglo
XIX”, en Salamanca: Revista de Estudios, Nº 33-34, 1994, pp. 169179.
24
Pág. 6:
Manuel María de Aguilera y Contreras. Museo Cerralbo, Inv.
28014. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotógrafo: Ángel Martínez Levas.
Pág. 9:
Fernando de Aguilera y Contreras. Museo Cerralbo, Inv. VH 0496.
Archivo Digital Museo Cerralbo.
Pág. 11:
Dibujo para miniatura. Museo Lázaro Galdiano. Inv. 8660. Iluminaciones, pequeños retratos y miniaturas en la Fundación Lázaro Galdiano, Fundación Lázaro Galdiano, 1999, p. 99.
Pág. 14:
María Josefa Joaquina de Contreras y Vargas. Museo Cerralbo. Inv.
01735. Archivo Digital Museo Cerralbo.
Pág. 15:
Martín Miguel de Goicoechea. Colección particular.
http://www.espanolsinfronteras.com/imágenes/Índice%20de%20Bi
ografías%20-%20Francisco%20de%20Goya%20-%20Martín%20Miguel%20de%20Goicochea.jpg
Pág. 16:
Retrato en miniatura de Fernando de Aguilera y Contreras (detalle). Inv. 28847. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotógrafo: Ángel
Martínez Levas.
Pág. 16:
Retrato en miniatura de Manuel María de Aguilera y Contreras
(detalle). Inv. 28014. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotógrafo:
Ángel Martínez Levas.
Pág. 16:
Firma de Joseph Bouton (detalle). Inv. 28847. Archivo Digital
Museo Cerralbo. Fotógrafo: Ángel Martínez Levas.
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UNA MIRADA ÍNTIMA: MINIATURA DE DON FERNANDO DE AGUILERA
Pág. 18:
Retrato en miniatura femenino. Museo Nacional de Artes Decorativas. Inv. 05855. Archivo Digital Museo Nacional de Artes Decorativas
Pág. 18:
Retrato en miniatura masculino. Colección particular de Eloy Martínez Lanzas-de las Heras. Fotografía de Eloy Martínez Lanzas-de
las Heras.
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