XLVIII ESTÁ PERMITIDO REGALARLE AL PROFETA (BP), Y ASIMISMO A BANU HÁSHIM Y BANU AL-MUTTALIB... (2349) Yuwayriah, la esposa del Profeta (BP), informó que el Mensajero de Allah (BP) entró en su casa y le dijo: «¿Hay algo para comer?». Ella respondió: "No. ¡Por Allah! ¡Mensajero de Allah! No tenemos otra comida que un hueso de cabra que le dieron a mi sierva liberada como sadaqah". Dijo: «Traédmelo que de esta forma sí es lícito para nosotros». (2350) Este hadiz ha sido transmitido también por Al-Zuhrî con la misma cadena de transmisores. (2351) Anas ibn Mâlik relató: "Barîrah le regaló al Profeta (BP) un pedazo de carne que le habían dado a ella como sadaqah, entonces él dijo: «Esto es una sadaqah para ella y un regalo para nosotros»". (2352) 'Â’ishah relató que le dieron al Profeta (BP) carne de vaca. Dijeron: "Esto es una sadaqah que le dieron a Barîrah". Dijo: «Esto es una sadaqah para ella y un regalo para nosotros». (2353) 'Â’ishah relató: "Por Barîrah (hemos conocido) tres dictámenes (de la ley islámica) (98). La gente le daba sadaqah y ella nos la regalaba. Le mencionamos esto al Profeta (BP) que entonces dijo: «Eso para ella es una sadaqah y para nosotros un regalo, luego comedla (que es lícita)». (2354) Este mismo hadiz ha sido transmitido bajo la autoridad de 'Â’ishah a través de otra cadena de transmisores. (2355) Otro hadiz como éste ha sido transmitido por 'Â’ishah con esta variación: «...y para nosotros ella es un regalo». (2356) Umm 'Atiyyah relató: "El Mensajero de Allah (BP) me envió un poco de carne de carnero como sadaqah y yo le mandé algo de ella a 'Â’ishah. Cuando el Mensajero de Allah (BP) llegó a lo de 'Â’ishah dijo: «¿Tienes algo (de comer)?» Ella dijo: 'No, excepto lo que Nusayba (kunya de Umm 'Atiyyah) nos envió del carnero que le habías mandado'. Dijo: «De esta forma sí es lícito para nosotros»". (98) Barîrah era la esclava de un judío quien le había prometido la libertad si pagaba cierta cantidad de dinero. La joven fue a 'Â’ishah quien estuvo de acuerdo con pagar dicha cantidad, pero luego el judío, que era muy codicioso, puso la condición de tener el derecho a heredarla en caso de muerte (de la esclava). 'Â’ishah consultó al Profeta (BP) sobre este pedido que él calificó de injusto afirmando que el derecho a la herencia es del dueño del esclavo o del que lo haya liberado. El segundo dictamen legal se produjo en virtud de que, cuando Barîrah era una esclava, estaba casada con otro esclavo llamado Mughiz, pero al ser liberada su matrimonio se disolvió automáticamente. Él la quería mucho y estaba disconforme con la nueva situación. El Profeta (BP) le pidió que se casara nuevamente con él, pero ella preguntó si era una orden o un consejo, ya que en el primer caso ella lo haría inmediatamente, y si no ella prefería no volver a casarse con él. Por esto los sabios de la escuela hanafí opinan que cuando una esclava es liberada el lazo matrimonial se rompe y ella es libre de volver a casarse con su esposo anterior o con otro, para la escuela shafi'î en cambio este derecho sólo es válido cuando el esposo es también esclavo. El tercer dictamen es que la cualidad de una cosa cambia al cambiar de dueño. Si bien Barîrah recibió la carne como sadaqah ella era libre de darla como un regalo.