un mes, e ra.; ÍHOVINOIAEI, trüaestre, I Ift li«KrIokndItBOta. iS-*; PMOorreuptnsal.so "flXTRANJuaO i- DITRAMAR, NUESTROS GRABADOS. LA GRUTA DE E G E R U . ;' Se halla esta gruta en territorio del Palatinado, Dábase este nombre á dos Estados de Alemania; Palatinado, en alemán Pfah, era el nombre que en BU origen se daba á los castillos imperiales que se levantaban en diferentes puntos del Imperio germánico, donde residían los emperadores ordinariamente para mantener el orden con su presencia. Después se llamó Palatinado á dos Estados del imperio que en 1620 formaron uno solo, y para distinguirlos llamábase á uno alto Palatinado ó Palatinado de Baviera, y al otro bajo Palatinado ó del Ehin. El primero de los citados territorios comprendía 650 hectáreas, y en 1807 contaba 283.800 habitantes. 151 bajo Palatinado formaba p.irte del circulo electoral del Ehin, y situado á. orillas de aquel rio: tenia una extensión de 1.219 kilómetros cua orados y 303.000 habitantes. Los tratados de paz firmados en París en 1814 y 1815 restitujeron A Alemania las porciones del Palatinado, situadas en la orilla izquierda del Ehin, y pasaron al dominio de Baviera, Prusia y el Hesse-Darmstadt. En aquel territorio se halla la gruta famosa de Egeria, rica en estalagtitas y estalagmitas, y cuyo origen mitológico aumenta el atractivo que_ aquel delicioso y pintoresco sitio tiene para el viajero. El POIVO ATMOSFÉRICO. , El aire, aun estando límpido y puro, encierra innumerable cantidad de corpúsculos extremadamente tenues, y que la vista percibe Con toda claridad en un rayo luminoBO. Hágase brilhir una luz eléctrica en una habitación oscura, y E« verá flotar en el rayo brillante dol »rco voltaico una verdadera nube de partículas que ee agitan apreta das unas contra otras. Estos cortÚBCulos aéreos nan sido examinados frecuentemente por los fisiólogos. M. Pasteur y M. Pouchet, en particular, los han sometido á una profunda investigíieion microscópica, pero sus estudioa tenian por objeto, sobre todo, examinarlos bajo el punto do vista de los organismos que pued a n contener. iCuál es el peso del polvo contenido en un volumen de aire det e r m i n a d o , en circunstancias meteorológicas diatintaaí íGvhi 68 la naturali na de su NÚM. 351. KABRID, YIERNES 17 DE MARZO DE 1876. ASO I L xiVfeSXííXJOOIOM.—MOXS.^S-ilXí.AJD.- loa sometemos á nuestros lectores acompañando algunas consideraciones complementarias. El aparato que hemos dispuesto para nuestro ensayo, se compone de un aspirador que hace pasar lentamente el aire exterior á través de un tubo Liebig, que contiene agua químicamente pura, y después, á través de otro tubo en U, que encierra cierta cantidad de algodón pólvora. El aspirador permite medir con exactitud el volumen del aire aspirado. El primer experimento se verificó el 28 de Julio do 1870 en el centro de París y en una ventana del laboratorio de la Union Nacional. El tiempo era puro y el aire límpido. Habla llovido ligeramente la víspera y los corpúsculos aéreos parecían deber encontrarse en la atmósfera en débil proporción. En el espacio de tres dias hicimos pasar á través de La esfera de agua y del tubo de algodón pólvora un metro cúbico de aire atmosférico. Terminada la operación, nos asaguramos, disolviendo el algodon-pólvora en el éter, de que todo el polvo habla sido retenido por el agua á través de la cual habían pasado. Este agua fué evaporada á 100° centesimales en una cápsula de platino muy ligera. El residuo pesó O gr., 0060. Después de ocho dias, de tiempo seco, en Julio de 1872, observamos qne un metro cubico de aire en París contenia O gr., 023 de polvo. En circunstancias atmosféricas normales de Junio á Julio de 1870 y de Abril á Noviembre 1872, las cifras obtenidas han sido de O gr., 006, O gr., 0075, O gramos, 00,8, etc. La cantidad de rnaterias sólidas contenida en un metro cúbico de aire en París parecen variar de O gr., 006 á 0 gr., 023. Para apreciar el valor de estas cifras, tomaremos por mínimum la cifra G gramos, 006, y consideraremos una ni asa de aire de 5 metros de espesor sobre la extensión del Campo de Marte, que tiene 500.000 metros cuadrados de superficie. Un volumen semejante en tiempos oriCIBAS luiíí. rx&ioBico: Cafios, • iJriBcipal, Madrid. Se sniscríbe e tocias U í lilireríad y éD la AdmÍBistrucioB. Se iseertan anuncios y comtiniotidc normales, no encierr» menos de 15 kilogramos.de corpúsculos atmosféricos. Coando se examina con el microscopio el polvo recogido en la forma que dejamos indicada, se ve que está formado de restos de todas las sustancias que se utilizan en una gran ciudad; partículas de madera, de tejidos, almidón, fragmentos de carbón, de piedra, etc. Si se les mide con un micrómetro de vidrio, en el cual un milímetro se halle dividido en 100 partes iguales, se verá que su diámetro llega á veces á */io de milímetro cuando pertenecen á sustancias vegetales, y de '/loo á Viooo de milímetro cuando proceden de sustancias minerales. Los corpúsculos suspendidos en la atmósfera no permanecen en ella sino bajo la influencia da la agitación del aire. La atmósfera deja caer constantemente un verdadero sedimento; nosotros hemos procurado medir en cierto modo la importancia del fenómeno. Los experimentos se han hecho iSimuItáneamente en Pr.rís y en el campo. En las dos localidades que habíamos elegido, fueron expuestas al aire sobre un techo de 10 á 15 metros de altura, dos grandes hojas de papel encolado de 1 metro cuadrado de superficie, dejándolas allí durante una noche completamente serena. A la mañana siguiente, al salir el sol, pasamos un pincel sobre estas hojas de papel, y recogimos una pequeña cantidad de polvo atmosférico, cuyo peso calculamos enmtdio miligramo próximamente. Por este método es inevitable alguna pérdida. Las cifras obtenidas, solo dan un mínimun de Ogr., 0015 y O gr., 0035. Si tomamos por término medio una cifra de O gr., 002 de sedimento caido en el espacio de doce horas sobre una superficie de un metro cuadrado, tendremos que la cantidad total de polvo que cae durante veinticuatro horas sobre la superficie del Campo de Marte es de 2 kilogramos. El polvo atmosférico recogido por el aspirador ó depositado espontáneamente, ha sido analizado y ae na visto que contiene de 25 á 34 por 100 de materias orgánicas que arden brillantemente, y de 64 á 75 por 100 de materias minerales. El análisis hecho sobre algunos miligramos de estas sustancias no podia ser completo; sin embargo, hemos observado en las cenizas la presencia constante de sales solubles que encierran cloro, ácido sulfúriío y huellas de ácido nítrico y de amoniaco. Para confirmar estos resultados, hemos examinado el polvo recogido i cierta altura, y especialmente á 60 metros en una de las torres de Nuestra Señora, donde no habla penetrado nadie después de muchos años. Los escalones estaban cubiertos de una capa de polvo gris muy tenue de 1 milímetro de espesor por lo menos. Este polvo no podia haber sido llevado allí sino por el aire á través de las estrechas aberturas de las ventanas, y su cemposicion es igual á la de los corpúsculos suspendidos en la atmósfera. Hecho el análisia de cinco gramos de este polvo, se observó que contenia en números redondos una tercera parte de materias orgánicas, otra de sílice y otra de materias solubles en el agua ó en el ácido clorldrico, y entre estas haremos notar la presencia de 7 por 100 de óxido de hierro. ^rtf'"' " ••:' Hace mucho tiempo que hemos creido poder atribuir á este metal un origen cósmico; perO esta conjeturaexigiaobservaciones más completas. Después de los interesantes estudios de M. Nordenskiold que ha encontrado gran cantidad de polvo ferruginoso en los ventisqueros polares, creemos • que se puede afirmar que una parta de los corpúsculos aéreos flotantes enj,la atmósfera proceden deles eepacios planetarios. •" Indudablemente no es posible hacer afirmaciones absolutas acerca del valor real del fenómeno. Cierto es que una parte del polvo es arrastrada por el viento á un punto del globo para trasportarla después á otros parajes. Pero aun considerada bajo este pnnto de_ vista, esta cuestión no deja de aparecer como una de las que hacen un papel real en la física del globo. Está probado que las corrientes atmosféricas, como los rios de nuestros continentes, arrastran en su curso un verdadero sedimento; en el primer caso, es olvo que cae de is corrientes gaseosas; en el segundo M polvo de arcilla y de arenaque se precipita de la masa líquida. El estudio del polvo atmosíérico es mucho más importante q u o lo que generalDiente se cree. Nosotros n o s felicitamos si hemos logrado hacer alguna luz acercade este íe- E constitn- «LonquímlcatTalea son las cuestiones que no hablan sido tratadas hasta ahora, y que nosotros hemos intentado resolver. Nuest r o s resultados han sido objeto de una nota quo M. Dumas pre •entó á la Acade mia de ciencias de París, y hoy -S:ifc3í.iosiíj<:o. Bómano. 3. Tiasuidiw, I-.a G|:-iita. d o E g r o r i a , . 804 FL Ayer fué un dia de gloria para la tribuna española. El ilustre orador, el gran repúblieo D. Emilio Castelar alzó su voz elocuente en defensa de los iumortáles principios del derecho y de la justicia, eik pro da la ^ n t a es asa de la libertad. Nunca se habia remontado el genio ríe la elocuencia i la sublime altura á que le alzó ayer el insigne campeón de la democracia; nunca resonaron en aquellas bóvedas tan conmovedores acentos. Todo prestaba fuerza á la oratoria del Sr. Castelar: la justicia de la causa que defendía: el genio incomparable del orador; su ciencia profunda, la sinceridad de sus sentimientos, la pureza de la frase, la voZ; d gesto, los ademanes, todo arrebataba y conmovia á un tiempo mismo, suscitando en la mente y en la conciencia de los oyentes pensamientos elevados y sentimientos profundos. No es solamente la elocuencia del Sr. Castelar una suave música que recrea el ánimo; no es solo la oratoria del ilustre diputado un panorama ezpléndido donde se ostentan todas las flores de la \ fantasía y todos los aromas del sentimiento: es todo eso y mucho más que eso, porque aquellas frases magníficas, aquellos períodos majestuosos, «stán inspirados por una idea nobilísima, por un sentimiento augusto, por una pasión sublime, por el amor á la patria y á la libertad, por el aliento poderoso y fecundo de los principios de la democracia. _ E! Sr. Castelar ha prestado ayer un gran servicio á su país y ha trazado una página inmortal en la historia de la elocuencia. Eeoiba nuestro ilustre colaborador y amigo el «ntusiasta salude que desde nuestra redacción le enriamos. IA1I!7AS. Voy á contribuir con mi ovalo al desarrollo de la poesía al aire libre, obsequiando á los lectores de EL ÜLOBO con el siguiente soneto que dedica un señor de J. M. de L., de Manila, al ejército ex p«dicionariü de Filipinas. "jA dó, españoles, vais el terso acero...» {A debaii es dicción de cocinero) "... cual rayo vengador en nuestra mano, enhiesta la cabeza, el rostro ufano.» (iPero cuya cabeza, ciudadano?) "... y de herido león el mirar fiero.» (Porque se ha descubierto, y es sabido, quft hay vista miope y d« león herido). "El pecho levantado á impulso mero del fuego patrio del altar cristiano qne hasta el recluta torna en veterano, capaz de conquistar al orbe enteroí» (Influencias del mero). "El mar pregunta, la robusta frente subiendo de la espuma sobre el campo..." (A un joven subteniente) "... á las huestes que cubren la ribera; «y alzando el real pendón resplandeciente...'! (De la ribera á la pared de enfrente) "... ^or todas le responde así Malcampo: ii.\ hacer "Joló" escabel de esta bandera," (Como dijo Alejandro allá, en Farsalia: HlMudiaonos, á hacer gárgaras á Italia!)" El señor ministro de Fomento ha dispuesto invitar á la prensa,—según dice un colega,—á subir al tablado dispuesto para ver la entrada de S. M. y del ejército. El ayuntamiento de Madrid obsequia á las tropas del campamento con 20.000 chorizos,tíOOarrobas de vino y 40.000 cigarros. Ya verán ustedes como hay periódico que trastorna astas noticias. Al decir de un periódico, son tantos los preparativos de festejos de todas clases que se están haciendo en esta capital, que ha habido necesidad de hacer venir obreros de Cataluña y Valencia. Además se cree que en la sedion de hoy se votará definitivamente el mensaje. Un administrador de loterías huyó de Barcelona hace unos dias, tomando solo, por salir de apuros, de la administración 20.000 duros. Ya ven ustedes como el caso llega de que le toque el premio al que no juega. * Parece que el arco de la calle Mayor costará solamente 5.000 ó G.OOO duros. _ Bien lo vale, porque es mudejar, como dijo un diario. Ponderando la afluencia de forasteros en Madrid con motivo de las próximas fiestas, decía anoche un sugeto: —Somos tantos los haáipedes y huéspedas en mi casa, que cuando la patrón» entra en alguna habitación para llamar á uno, siempre salen seis ó siete agarrados. Leo en un anuncio: "Piano de ocasión vertical." Hasta hoy la ocasión no habia sido más que calva. * » J gnhiaios por la falta de espacio....i "Todos los qne tengan qneestablecerpuestos..." " Ya ayrr tarde pudo el Sr. Fosada Herrera, que «iká muy aliviado, salir á paMo.., (The Bpoea.) ¡Verse agobiado por falta, tener que establecer puestos, y poder PoaaJa Herrera va ayer tarde ir á paseo! Si esta lengua es castellana no lé á que ilamau flamenco. ffiLOBO. El ministro de Instrucción pública ha dirigido una carta al señor marqués de Molins, tomándole por uno de los siete ú ocho sabios de España, y pidiéndole permiso para ofrecerle las palmas de oficial. Anoche decia un envidioso, leyendo la noticia: —¡Le declaran virgen de instrucción pública! Y un cantador granadino anadia: —Lo mismo me pasaba á mí en Parí é Francia; en cuanto abria la boca ya eztaban tooz loz franceze Ique ze hayaban prezente, tocándome laz parma. José Huertas. APUNTES PARLAIIEIITARIOSSesión del dia 16. Aunque el señor presidente ya sale, según se dice, el señor Elduayeu, vice, preside interinamente. Un Sr. López y López y López, presenta una manifestación en contra de los fueros de las Provincias Vascongadas. Jura un par de señorea diputados. £1 Sr. Taviel de Andrade quiere hablar para alusiones inferidas en la víspera. £11 Sr.Aurioles (Rasúmen).—Señores íy la Santa Sedeí i Y el proyecto oonstitucionalí i Y el señor SagasCa? (Y el 8r. Moyauo'!... Hé dicho. £1 Sr, Sagasta.—Loa principios del Sr. Cánovas son pentacrósticos ininteligibles: por eso no los entiendo. {Humores en la derecha.) Varios señores.—Nosotros sí; nosotros sí. ün redactor de un diario ministerial, hablando «oto.—¡Qué obadiencia! ¡Qué cohexion! ¡Qué unidad! Un presbítero. —lEeligioBa? JSl Sr. Sagasta.—Si no representáis el sufragio universal ¿qué representaisí Los de la izquierda.—Eso, eso, que digan lo que representan. Les de la derecha,—Representamos... representamos... m Sr, Sagasta.—Dónde está el derecho de sucesión, len los ascendientes ó en los colaterales'? Un diputado en ¡mmeras nupcias, á otro idem. —(tColaquó?) A'l interpelado.—(Colaterales, es una figura geométrica). El Sr. Sagasta declara que es monárquico por ser liberal, y para hacer desaparecer á los republicanos como en Italia, Ixiglaterra y Portugal. El Sr. Cánovas declara que no hay texco escrito sobre las abdicaciones. Un.oyente.—(No lo he leido, no lo he leido). £1 señor presidente del Consejo,—Si la minoría no ha entendido mis argumentos, la mayoría los ha comprendido muy bien. La malaria.—¡Muy bien! ¡Muy bien! La minoría reconocida.—Usúmaudo. Continúa el Sr. Cánovas hacieudu crónicas de la guerra civil. EL Sr. Sagasta.—Pero díganos algo el Sr. Cá novas del deraciio hereditario. El Sr. Cánovas.—La persona quj quiera saber quién es el heredero de la corona, vea quióu lleva el título de princesa de Asturias. (A Igunas cabezas se mueven, en señal afirmativa; otras permanecen inmóviles í^ensando en la prpfundidad del argumento.) Jíl Sr. Castelar JUl general Ileina.—\V,% verdad! Los Sres. A Ibáreda, Pidal, navarro Rodrigo y otros, felicitan al orador. Un ministerial de pocos me«íS.—iQié lástima de chico! ¡Si faelra de la situación como nosctros!... * José Huertas. D. Alejandro de Castro pide la palabra, á consecuencia del incidente antea promovido por el señor De Blas, y el Sr. Presidente dijo que, á pesar de haber dado por terminado el incidente, la equidad aconsejaba permitiese al Sr. Castro usar da la palabra. El Sr. CASTRO empezó por manif ;star que le extrañaba la pregunta del Sr. De Blas, y añadió que él quiere se discuta dicho reglamento, y se verán las razones morales que lo motivaron. El Sr. DE BLAS manifestó que sa habia limitado á eeñítlar los hechos y pedir documentos, y que no habia impúgnalo ni hecho c irgos al ^eñor Castro, pues no le habia nombrado siquiera ni inciden talmente. El Sr. CASTRO manifestó que la pregunta del Sr. D.i Blas, -ana vez que iniciaba una cuestión, era grave, y de aquí la necesidad que él tenia de ocup¡»rsB de ella. El fcñor marqués viudo de INICIO presentó al Senado una exposición del cabildo de León para rcütableciüiienco de la unidad católica, que pasó á la comisión de peticiones. Se leyó un dictamen y quedó sobre la mesa. Leido el art. 80 del reglamento, se procedió á la reunión de secciones, suspendiéndose la sesión á las tres. Las secciones del Senado han nombrado para la comisión de contestación al discurso de la Corona á los señores siguientes: Primera sección: D. Antonio Hernández Amores. Señor conde Casa-Valencia. D. Juan Ribo. D. Alejandro Llórente. Señor conde de Bernar. Señor conde de Bañuelos. Súñor co'.ide de Tejada de Valdosera. La tercera sección ha nombrado además para la comisión de presupuestos, en reemplazo del señor D. Emilio Sancho, á l3. Joaquín Saavedra Balgona. Terminados estos nombramiento? se volvió á abrir la sesión á las tres y veinte minutos, dando cuenta do ellos »! Sanado, y después de aprobados, se levantó la sesión á las tres y madia, quedando como orden del dia para mañana la discusión del dictamen leido por la comisión da actas. CONGRESO. Extracto de la sesión del 16 Marzo de 1876. PEESIDKNCIA DEL SEÑOR ELDUAYKN. Abierta la sesión á las dos y media, se leyó y aprobó al acta del dia anterior, haciendo varias diputados diferentes preguntas al gobierno y pro; sentando un señor diputado una exposición contra lo» fueros. Acto continuo juró uu señor diputado, y pasando á la orden del dia, el Sr. Andrade pidió la palabra para una alusión personal, no habiéndosela concedido el señor presidenta por no constar en el acta dicha alusión. El Sr. AURIOLSS, de la comisión, contesta al Sr. Sagasta. (Los señores ministros de Graciay Justicia, Gobernación y preslden«e del Consejo ooapan el banco azul; escaso número de diputados ocupan los escaños; las tribuaaí! completamente llenas.) El Sr. A'irioles hizo ligera^observaeiones acerca de nuestras relaciones con la Santa Sede, y refiriéndose á los ataques que el Sr. Sagasta habia dirigido al gobierno por la tiránica dictadura que, según él, venia éste ejerciendo á pasar de hallarse abiertas las Cortes, dijo que era muy diferente la dictadura que el gobierno venia ejerciendo desde que las Cámaras se hallaban abiertas de la que éste habia ejercido en períodos anteriores; tanto era así, que, á su entsndef, no merecía esta el nombre de dictadura, pues que, en realidad, no era más qne una simple suspensión dé garantías, y añadió que aún resaltarían más las ventajas de esto si se comparaba con la que el Sr. Sagasta inauguró después del suceso del 3 de Enero. Felicitó después al gobierno, diciendo que habia merecido bien de la patria, pues habia logrado reCDEIPOS CBLEGISIADORES. unir las Cortes antes de la terminación de la guerra. El Sr. S.\GASTA: Después de lo mucho que SENADO. molesté ayer vuestra atención, no pienso abusar hoy de la benevolencia del Congreso; pero no pueSutracto de la sesión del dia 16 de Marzo, do dejar pasar desapercibidas algunas indioacio PKESIDENCIA DEL MASQUES DE B A B Z A K A . L L A . N A . nes del señor presidente del Consejo de ministros, Ss abrió á las dos y media de la tarde con asis- y poner un correctivo á la inmoderación con que á mi moderación correspondió S. S. Y» traté las tencia de bastante número de senadores. Leida el acta de la última sesión, iué aprobada. cuestiones en la elevada esfera de los principios, y (El señor conde de Toreno ocupa el banco mi- si en al gun momento de mi perora cion pude emplear algunas frases encaminadas más que á otra cosa á nisterial.) El Sr. DE BLAS preguntó á la mesa por qué entretener al auditorio, ni por el ¡,oao ni por mis no se habia nombrado ta comisión que, en unión ant'tcedentes podían tomarse á mala parte y con de la de diputados, ha de entender en »1 nombra- vertirse, de cuestión de principios, en cuestión miento y separación de ministros del Tribunal de personal. Siento que no se encuentre en su banco el señor presidente del Consejo de ministros, porCuent.ts. que no oyendo mis palabras, pudiera interpretar El señor PRESIDENTE contestó que se estaba mal mi pensamiento. tratando con la otra Cumara y con el gobierno paNo hay necesidad en nuestro campo de znrcir ra hacer el nombramiento de común acuerdo. (£1 señor ministro da Estado ocupó asiento jun- voluntadeii, porque ,estam os perfectamente unidos. Si el Sr. Cánovas estuviera entro nosotros, en lo to á su compañero el de Fomento.) £1 Sr. DE BLAS dio las gracias al señor presi- cual nos honrarla mucho. S. S. seria eljefe (Ocu dente y pidió la palabra para manifestar al señor pa su asiento el seUor presidente del Consejo de ministro de Estado que señale los antecedentes y ministros): pero por hoy como ninguno de los que condicione.? de las personas nombradas eu el de- aquí estamos nos encontramos al nivel de 8. S., creto del domingo último, y que examine los ex- somos todos iguales y la soberanía corresponde á pedientes formados por la ordenación de pagos de todos. Por mi psrte me contento con ser uno de tantos, satisfecho con el cariño y consideración dicho ministerio. El señor ministro de ESTADO manifeslió que que me tienen todos mis compañeros. Pero esto es complacerá á S. S., y dijo que en Enero de 1876 pequeño para S. S., y paso á ocuparme de otro el Sr. de Castro puso á la firma de S. M. la ley de asnnto. Nos explicó el señor presidente del Consejo una arreglo de la carrera consular, pero que ésta no ae publicó porque era como una especie de reglas pa- teoría de derecho hereditario, en la que no pude ra el ministro, y estas reglas no hay obligación de seguirle porque en algunos puntos no le comprenpublicarlas, paes solo sirven para resolver mejor dí, aunque tuve ocasión de convencerme que había aquí algunos más inteligentes aun que S. S., que las cuestioiiea que están á su cargo. Dijo además el señor ministro da Estado que ha eran los que le aplaudían; porque suele ser más dado cuenta á las Cortes, que se ha publicado el difícil entender que decir lo incompreisible. Se ocupó también el Sr. Cánovaaen examinar el decreto el domingo último y que los expedientes que pedia el Sr. De Blas se presentarán al Senado. sufragio, y lo hizo en términos tales, que me daba El Sr. DE BLAS dio las gracias al señor minis- lástima, haciéndome recordar las hijas de Lot, tro de Estado, y terminado este incidente juraron que se burlaban de su padre después de haberle emborrachado. En uija Cámara, señores, producto varios señores senadores. del sufragio universal, Jie puede hablar así de ese sufragio? (Vano» señores: Sí, sí.) Pues si el sufragio universal no os da representación ninguna, iqué representáis aquí? Para negar el valor de lo que uno representa aquí, es menester abandonar antes estos escañus. iQaé autoridad, qué íuersa, qué repreBentacion podéis tener, si anuláis]... El Sr. VICEPRESIDENTE (Elduayen): Contódere V. S. que tiene la palabra para rectificar, y no para dirigirse á la mayoría. El Sr. SAO-ASTA: Es verdad, pero no puedo menos da corresponder á sus interrupciones. El señor Cánovas, con una superioridad que yo le reconozco, ha querido negarme la competencia para entender en cuestiones de derecho político; yo se la doy en todo: así es que cuando le oigo hablar da asuntos concernientes á la guerra, me parece un militar distinguido, aficionado á la jarispradencia; y cuando le veo ocuparse de cuestiones de derecho, me parece un juriaconsulto eminente, aficionado á las C08S8 militares. Se nos ha hablado aquí de la abdicación de doña Isabel 11, como si las abdicaciones fueran una cosa irrevocable. Pues qué, Felipe V, el fundador de la dinastía de los Barbones en España, ¡,no abdicó la Corona en su hijo? fcY qué sucedió cuando murió el hijo? Que la Corona volvió al padre. Yo pregunto de nuevo al señor presidente del Consejo de miniatros: Si D. Alfonso XII desapareciese, lo que Dios no quiera, de la tierra, ¿quién le sucedería en el trono? jSus ascendientes, ó sus colaterales? Pues hasta este punto, hasta el punto do no poder contestar á una pregunta tan fácil, ha llegado S. S. con la teoría que ha establecido. Y no se crea (y digo esto por si algunas palabras un poco veladas se referían á mi persona) que vengo á defender el derecho de nadie. Yo que contribuí á la revolución de Setiembre, y que cada vea estoy satisfecho de ello, no he de venir k sostener un derecho por ella destruido: es más: si la revolución de Setiembre derribó los poderes públicos entonces constituidos, yo no he de querer que vuelvan aquellos poderes. Pues bien, y concluyo sobre este punto; puesto qne la manera da suceder al trono está en las Constituciones, y hoy no hay Constitución, yo digo que esa derecho no puede trasmitirse más que por las leyes de Partida ó por el derecho común. El Sr. Cánovas interpretó mal mis palabras sobre la guerra. Yo dije que el gobierno habia sido afortunado en la cuestión de la guerra, y le felidté sinceramente, añadiendo qne la ^ e r r a se hubiera terminado antes sin el advenimiento de cierto suceso político. En esto no hay ningún cargo para el gobierno. Cuando ocurrieron los sucesos de L i tar y Lírca, los carlistas estaban esperando aquella batalla como decisivo. Los jefas del carlismos» habían comprometido á no dejar llegar al ejército á Pamplona, y los soldados carlistas estaban dispuestos á marcharse á sus casas si sus jefes no cumplían lo prometido. Nuestros generales asegurab.an al gobierno qne la operación se baria sin dificultades y que los carlistas no resistirían en ninguna parte, y así sucedió; pero un incidente desgraciado, de esos que no deben ocurrir en las guerras; una sorpresa á las docs del dia, en medio d»l cuartel general da todo el ejército liberal, malogró aquella gran expedición. Cuando los carlistas estaban dispuestos á arrojar las armas, se encontraron con que lo que creian una derrota podían considerarlo como ana victoria, y desapareció el desaliento que «ntrtf ellos habia empezado á cundir. Por lo que respecta al Centro, cuando se hizo la restauración no habia más que pequeñas partidas, y el mismo general Jovellar nos aseguraba que podían extinguirse con grupos de tropas liberales. Así se hubiera hecho, y entonces las tropas todas hubieran acudido á Cataluña, con lo cual la guerra no hubiera llegado á fines del verano pasado. Esa era la opinión de loa generales; y S. S. me ha da permitir, por más que tenga en mucho su autoridad, qne dé más autoridad á la opinión da los generales. Pero hay más: es que el mismo gobierno creyó que con la batalla que habia comenzado iba á conseguir completo triunfo sobre los carlistas. Por eso mandó allí al rey, y yo recuerdo que los arcos de triunfo que todavía se conservaban en Madrid desde la entrada del rey, se conservaron, en la idea de que iban á servir cuando el rey volviera como pacificador. Y aun después de aquel desgraciado accidente que dio aliento á los carlistas, la guerra pudo concluirse antes, si no se hubieran interrumpido las operaciones por apelar á ciertos medios pacíficos qfte él gobierno empleó. tNo recordáis que después de aquella-batalla estuvo nuestro ejército más de tres meses sin moverse, esperando las negociaciones que el gobierno tenia pendientes con Cabrera? iNo recordáis que el mismo Cabrera tuvo que decir que sus negociaciones no surtían efecto, porque debian ser simultáneas con la actividad del gobierno para atacar á los carlistas? Y voy á otro punto. El Sr. Cánovas no hizo justicia al gobierno de 30 de Diciembre, negando que se condujera con gran abnegación. [Es que aquel gobierno, que disponía del telégrafo, de los gobernadores civiles, de muchos militares, de muchos capitanes generales, y que contaba además con el apoyo de todo lo que era liberal en este país, no podía hacer nada? jOree S. S. que el gobierno que tenia estos elementos podia haberse visto desamparado en absoluto por todo el mundo? Mala ide» tiene S. S. de este país; y teniéndola, guárdese de lo que mañana le pueda suceder con cualquier perturbador del orden. Además, el Sr. Cánovas sabe que no es verdad que aquel gobierno no procediera con absoluta abnegación; S. S. más qne nadie criticó y se opuso al movimiento de Sagunto porque temia que si salía mal, podía hacer imposible después la solución que él deseaba; porque temia que si el gobierno llegaba á oponerse, podía no venir D. Alfonso por entonces; y tanto se creía qne esto pudiera suceder, que se quiso transigir con el gobierno y se le propuso continuar^ oiciéndole que solo se quería cambiar la situación interina por una definitiva, y que todo podía quedar lo mismo hasta que el príncipe Alfonso viniera á España. (El señor presidente del Consejo de mmtitros: iCuándo y quién?) La víspera de formar mi- 305 DIARIO ILUSTRADO. nisterio: los mismos generales que se sublevaron contra aquel gobierno; y además se prueba por los mismos telegramas délos genéralos Martinez Campos y Jovellar. El señor presidente del Consejo de ministros nos amenazó ayer con publicar algunos documentos... (EI señor presidente, del Consejo de ministros: No es eraoto; he hablado de documentos publicados.) Pues vengan esos documentos en que se publica el aserto dn S. S.; porque si no, yo solemnemente digo á S. S. que no es verdad. Al ocuparse el señor presidente del Cqjisejo de ministros de la ingratitud de que aquel gobierno habia sido víctima, trató de particulariz»rla cuestión. Cuando uno habla con carácter general, no tiene nadie derecho á hacer suposiciones particulares. Yo hablé de Li ingratitud de aquellos con cuya lealtad debíamos contar, psro i. nadie aludí. ¿Qué se ha propuesto S. S. al decir que yo quise atacar á un diputado que no está aquí? Por lo mismo que no está aquí, yo nunca le hubiera atacado; y dispense S. S. que le diga que esto es poco digno de S. S. y de nadie que se estime. Si S. S. quiso suponer ó hacer una provocación, yo le diré que no la he hecho, pero que si la provocación viene, sabré cómo la he oe recibir, y en todo caso será responsable de ella el señor prasidonte dt4 Consejo de ministros. No me he convertido en acusador: el dia que lo haga, crea S. S. que no me he da asustar de los acusados. Otro cargo aun más grave me ha hecho S. S., suponiendo que yo habia pronunciado palabras imprudentes á fin de debilitar la monarquía, y preguntaba: les monárquico el Sr. Sagasta? Sí: lo soy tanto por lo menos como S. S., y puedo decir por hoy que más, porque he dado más pruebas que S. S. de ello, defendiendo la monarquía cuando habia peligro en defenderla. Creo que hubiera hecho lo mismo 8. S. si se hubiera encontrado en mi situación; pero no creo que hubiera hecho más que yow Soy monárquico porque soy liberal, porque creo que la monarquía es la institución que mejor garantiza la libertad, siempre que la monarquía se considere como hermana gemela de la libertad. Da esta manera desaparecen los peligros que tiene la monarquía, y de esta manera desapa recetan en España los republicanos, como desapa recen en Italia. N*die echa de menos la república en Bélgica, Holanda, Inglaterra, Portugal y Alemania, porque hay la convicción de que la monarquía ne puede vivir sin la libertad. Procuremos nosotros con hechos asegurar esta convicción, y la dinastía de D. Alfonso quedará perfeotamsnte consolidada. En una ocasión no lejana, y dirigiéndome á ua alto poder del Estado con todo el respeto debido, decia yo: esta situación, por el origen que tiene, por el nombre que lleva, por las circunstancias que la han trnido, por las f uerzar que la solicitan, y hasta por la atmósfera en que vive, necesita para afianzamiento apoderarse de los elementos conservadores. Mis palabras no fueron oidas, y aquella Bituacion se derrumbó. Pues con el mismo respeto que entonces, y empleando las mismas palabras, puedo decir á esta situación que necesita apoderarse de los elementos liberales y vivir de la libertad. Yo creia entonces que era necesario dar garantías al orden, y ahora veo que lo que se necesita ea dar garantías á la libertad, que el orden y la libertad mutuamente deben apoyarse, como que son cosas iguales en todos los países bien organizados y lealmente regidos. El presidente del Consejo de ministros contestó á la pregunta del Sr. Sagasta sobre la sucesión á la corona, diciendo, como ayar, que las abdicaciones espontáneas eran definitivas, y que el derecho marcaba esa sucesión. Rschazó algunas palabras d«l Sr. Sagasta, y dijo que ni él ni nadie niega á ningún diputado el derecho de tratar todas las cuestiones que estime convenientes. Afirmó, que examinó como una tesis los orígenes de la soberanía, y al hablar de ellos habló por incidencia también del sufragio univ¿rsal, bajo el punto de vista de querer hacer da él el punto exclusivo del origen de la soberanía; afirmación que combate S. S. y combatirá siempre, porque una cosa es aplicar el sufragio á la elección dtí una Cámara sola que comparte con el rey los poderes y con otra Cámara, y otra cosa es tener por única fuente de poder el mismo sufragio universal. Refiriendo al hecho histórico acerca de la abdicación de Felipe V, dijo que si el Sr. Sagasta hubiera leido los documentos y las opiniones de los teólagos, sabría que el parecer de los hombres más importantes de aíjtiella época era que aquel rey tenia derecho á reinar, y que era nula la abdicación hecha á favor de su hijo, según declaró el Consejo de Castilla, decidiéndose entonces el rey á ocupar nuevamente el trono. Al ocuparse de la cuestión de la guerra dijo que ignoraba las manifestaciones de los generales que habia indicado el Sr. Sagasta, psro lo único que podía decir era que los generales á quienes habla consultado le hablan contestado lo contrario de lo dicho por el orador de oposición. Negó que las operaciones se hubieran suspendido desde el dia del advenimiento de D. Alfonso por pactar con los carlistas, y que lo único que se tizo fué fortificar las posiciones ocupadas, no presentándose batalla alguna, según acuerdo que adoptaron lo» generales mis distinguidos, uno de los cuales está dispuesto á declarar que la guerra no podia haberse terminado con los recurso» de que disponía el gobierno del Sr. Sagasta. Dijo que el gobierno envió al Norte, cuando el levantamiento del sitio de Pamplona, al rey don Alfonso XII para levantar el espíritu de las tropas, no para que alcazara una victoria. Añadió que de la quinta de los 125.000 hombres que sacó el Sr. Sagasta, solo consiguió que se alistaran unos 38,000 hombres, y que el pensamiento del gobierno en la cuestión de la guerra era reunir medios tales que no pudieran resistir los carlistas. Declaró que el dia 3 de Enero solo exigía que se suprimiera del programa del gobierno el nombre de república, y que se titularadé salvación social, pues tenia la convicción de que con este carácter Bolo era posible la dinastía de D. Alfonso XII. Dijo que no habia puesto en duda las ideas mo- nárquicas del Sr. Sagasta, porque al fin ha hecho algo en favor de la monarquía, por más que el 3 da E'icro transigió con la repúblic:». El Sr. SAGASTA: Cuando dije que no era verdad, no me referia yo á las palabras del señor Íiresidente del Consejo, sino á los documentos que eyó, y en los cuales podría estar S. S. equivocado. Pero aparte de esto, mi pregunta está por contestar; se me dice que sucederá aquel á quien de derecho corresponda. ¡.Dónde está el derecho, en qué Constitución está marcado? ¡Derecho hereditario! Yo sabia lo que ocurrió en la abdicación de Felipe V, sin que S. S. lo repitiese, y precisamente todo aquello viene en contra de lo que aquí está pasando.' Si aquel Consejo de Castilla creyó que la abdicación era nula porque no hablan tenido parte en ella la» Cortea, ¿qué vida tiene la abdicación de que aquí se trata? iNo esperáis que mañana pueda haber aquí |otro Consejo de Castilla, que por no haber intervenido las Cortes declare nula esta abdicación? Si el Consejo de Castilla quiso que volviera al trono el rey Felipe V, en aquel hecho desaparece el derecho hereditario y entra á f aucionar la soberanía nacional, apoyada en aquel caso por el Consejo de Castilla, con el nombre de razón de Estado. Vea, pues, el señor presidente del Consejo cómo no ha contestado á mi pregunta, que no tiene oontestacion mientras S. 8. no se salga del terreno en que ha colocado esta cuestión. No entro ea la discusión da lo que á S. S. le han dicho los generales y de lo que me dijeron á mí: si á mí me dijeron una cosa y a S. S. otra, lo siento por los generales. La batalla doSomorrostro no fué perdida, como ha dicho S. S.; en las medallas que los soldados llevan sobre su pecho, consta como ganada: para no perder batallas exigimos nosotros al país tres quintas, una de ellas de 125.000 hombres, de los cuales tomaron las armas 85.000; no sé qué se habrá hecho de la mitad de estos hombres, puesto que S. S. dice que no hay bajo bandaras más que 45.000: quizás hayan muerto, porque yo he visto muchas_ veces figurar el nombre de los batallones provinciales en los más heroicos hechos de la campaña: los que na estén bajo banderas estarán bajo la tierra y Dios habrá recogido en su seno aquellas nobles almas. Para concluir: nosotros no negamos nada que pueda consolidar la monarquía; queremos, por el contrario, darle por base la victoria, por cimiento la soberanía nacional, y por garantía la libertad. Me parece que esta base es más firme que la de los dos documentos que habéis discutido. _ El señor presidente del Consejo rectifica, y empieza á hacer uso de la palabra el Sr. Castelar. Remitimos á nuestros lectores el discurso qu» publicamos en el Suplemento. nOTIClÁS DEL EXTRANJERO. DKSFAOHOS TS L Z a s Á T t OOS. Versalles 15.—M. Ricard, ministro del Interior, ha sido norabpad<i seoador inamovible. Montevideo 15.—El dictador Latorre ha dirigido al ministro de Relaciones exteriores del Brasil, informándole que el mantenimiento de las buenas relaciones entre la república del Uruguay y el Brasil tiene para el gobierno de la república un interés espacial. P a r í s 15.—En la Bolsa se han cotizado: 3 por 100 francés, 66,85; 5, 104,25; exterior español, 20 V«j interior, 17 ' / j ; consolidados ingleses, 94 Vs. En el Bolsín se han hecho: Exterior español, 17 Vi»; interior id.. 16 7,5. Londres 15.—Un gran número de objetos artísticos, procedentes de Italia, han sido remitidos á la Exposición de Filadelfi». Un solo buque lleva más de 1.400 objetos procedentes de aquella Península. Roma 15.—Se ha organizado ya en esta capital, siguiéndose el ejemplo de Milán, una sociedad para la cremación de los cadáveres. Las autoridades eclesiásticas recomiendan la inhumación como más conforme con la tradición católica. La salud del Papa continúa siendo muy buena. Berlín 15.—La prensa alemana aplaude en general el lenguaje pacífico del programa del gobierno francés. Un periódico ministerial dice que solo con la moderación, los republicanos franceses podrán conservar la confianza de Europa. Fabra. Un telegrama de Berlín participa que el tribunal de Editado, fundándose en los resultados del proceso Arnim ha decidido que el ex embajador sea perseguido por delito de alta traición. El Senado de Bucharest ha aprobado la tarifa de aduanas, modificada por la Cámara. También ha aprobado el proyecto de un empréttito provisional de 16 millones de francos, fijando el tipo de 80 para la «misión del empréstito de f erre-carriles, cuyo total es de cuarenta y dos y medio millones. Un telegrama de Ragusa anuncia que Liubibratich, Petrovioh, Faeller Cesari y otros insurrectos, hablan sido presos por los austríacos en Vignam, pequeña población turca inmediata á Imosché. Han sido conducidos á Lieja. Alejakitch ha tomado el mando de la partida de Liubibratich, y continuará ejecutande su plan de campaña. Noticias del Ciiro recibidas por el telégrafo, participan que los abisinios han atacado por dos veces el campamento atrincherado de los egipcios de Goorah, siendo rechazados con pérdidas considerables. NOTICIAS GENERALES. La Gaceta de ayer publicó el siguiente despacho telegráfico: "Santander 15, 11 30 n.—Madrid 15, 11 50 n.— Gobernador presidente Consejo ministros y ministro Gobernación: S. M. recibió en corte ayer, y hoy ha visitado los hospitales en que hay enfermos y heridos del ejército. Después na ido al Sardinero y á Torrelavega, de donde ha regresado á las siete y cincj de esta noche. En la estación le esperaba un inmenso gentío, que le ha acompañado y vitoreado hasta su alojamiento. Después de la comida ha recorrido la población, siendo vitoreado calurosamente en to das partes. Mañana á las nueve y media saldrá para Paleucia.ii PAGOS.—La Tesorería central, satisfará hoy las facturas de cupones de bonos del Tesoro de la primera emisión, vencimiento de 30 de Junio de 1875, señaladas conlos números del 801 al 808 de presentación, y 201 á 203 de sorteo para el pago, importantes 13.350 pesetas; y las de la segunda emisión é igual vencimiento, señaladas con los números del 186 al 200 de presentación y 88 á 100 de sorteo para el pago, importantes 14.085 pesetas. —La dirección de la Caja general de Depósitos ha acordad» los pagos que se expresan á continuación para mañana, de diez á dos de la tarde: Atrasos.—No depositados, segundo semestre de 1871, núm. 5.218; primer semestre de 1872, número 2.291; segundo semestre de 1872, números 1.475, 1.838 y 1.842; primer semestre de 1873, números 1.959, 1.985 y 1.966; segundo semestre de 1873, números 2.058, 2.096, 2.120, 2.127 y 2.128; primer semestre de 1874, números 1.914, 2.001, 2.009, 2.011, 2.012 y 1.965; segando semestre de 1874, númuros 1.490, 1.501, 1.586, 1.608, 1.610, 1.611 y 1.612; primer semestre de 1875, números 146, 235, 810, 843, 882, 1.035, 1.062, 1.063, 1.064, 1.065, 1.066, 1.067, 1.075, 1.076, 1.077, 1.078, 1.079, 1.080, 1.081, 1.082, 1.083, 1.105, 1.237, 1.2.39, 1,291, 1,347, 1.3R3, 1.369, 1.384, 1.394, 1.406, 1.412, 1.415, 1.419, 1.423, 1.424, 1.425, 1.427, 1.437 y 1.438; segundo semestre de 1875, números 21, 22, 32, 33, 36, 42, 192 y 364, 682 y 687. Depositados, primer semestre de 1372, número 3.710, segundo semestre de 1872, núm. 39; primer semestre de 1875, números 219, 245 y 433; segundo semestre de 1875, números 72, 91,103,150,180, 236, 247, 248, 271, 275, 292, 330, 362, 364, 365, 366 y 371. Beños del Tesoro, primer semestre de 1874, número 4.094; segundo semestre de 1874, números 183 y 198; primer semestre de 1875, números 38, 73, 87 y 115, Resguardos amortizados, sorteo de 30 de Junio de 1873, núm. 471; sorteo de 30 de Junio de 1874, números 99, 434, 487 y 488; sorteo de 30 de Junio de 1875, números 118 y 316. / , Algunas máquinas exploradoras han recorrido ya la vía férrea desde Vitoria á Irún. A San Sebastian han llegado wagones cargados de material para la recomposición de la vía, y probablemente ayer habrá comunicado ya telegráficamente aquella estación con las intermedias y con Francia. " »*, La Academia de San Fernando ha declarado que no há lugar á la admisión de ninguno de los proyectos presentados para la construcción del mausoleo destinado á encerrar los restos mortales del ilustre marqués del Duero. «*, Noticias de Canarias que alcanzan al dia 8 de este mes: El 7 hubo besamanos y una gran parada en Santa Cruz de Tenerife en celebración de la paz, con algunos otros festejos. La Legalidad de las Palmas ha sido denunciado . Según Las Palmas, son muchas las remesas de tabaco canario que piden varias casas de Cádiz, Sevilla y otros puntos de la Península. »% Pivrece que entre las instrucciones que ha dado el gobierno al cónsul de España en Bayona referentes á la concesión de indultos, hay la de que se exija á los jefes y oficiales que han servido en la facción ó hubiesen ejercido cargo civiles en el campo enemigo, que soliciten por escrita el indulto del gobierno. ,*, Ss han recibido en Madrid despachos telegráficos de la Habana, anunciando el apresamiento del vapor filibustero Octavia por el buque de nuestra marina de guerra lleman-Cortés, en las aguas de la gran Antilla. / , La aduana de Algeciras ha declarado legal y conveniente la detención del faluohoinglés Francisco J J , apresado por la escampavía Centella. Ha puesto á disposición del comandante de marina en dicho puerto A cuatro marineros españoles que iban á bordo sin documentos que les autorizaran para ello. propicia para dar un golpe de mano á la benemérita Guardia civil, pues al pasar por una estrechk calleja una de las parejas, le hicieron varios diiparoB. Acudieron en socorro de los acometidos algunos guardas del campo, y hubo muchos tiro», pues los agresores eran en bastante número. A media noche el alguacil de Ruzafa y on guarda rural fueron á Valencia para dar cuenta de lo que ocurría, presentándose al jefe de la ronda nocturna de orden público, quien marchó inmediatamente al sitio de la ocurrencia con algunos agentM. Por fortuna, la traidora agresión de que fué objeto la Guardia civil no produjo desgracia alenn», y con el auxilio de los agentes de orden púbUoo y guardas municipales de Ruzafa, dio una batid* é hizo un reconocimiento en las casas sospechosas, lo que dio por resultado detener á doce sugetos, qna fueron encerrados en las torres de Serranos, 7 recoger bastantes armas y municiones, entre ellas siete ú ocho fusiles de aguja y varios efectos procedentes de la Guardia civil. • Se instruye la correspondiente sumarla. ,*, "Llama la atención el grun número de mendigos que de algún tiempo á esta parte sa ven por las calles de Barcelona. Los niño», harapienéñ, cuando no desliados y descalzos, componen la mayoría; los lisiados que intentan mover á compasión, mostrando sus imperfecciones, no escasean, y muchos ancianos recorren penosamente la ría pública. Creemos que nuestra autoridad local está en el deber de procurar asilo á tanto infeliz, sobra todo cuando la Casa de Cmdad demuestra la prosperidad de su estado celebrando suntuosas fundones en su iglesia y adornando á los monacillos coa nuevos y vistosos trajes." Esto dice la {roceta de Barcelona. ,*, Cero y van mil. El ilustrísimo señor obispo de Vich se ha negado rotundamente á cantar el Te Deum por la terminadon de la guerra, contestando á las pmdentes instancias de las autoridades municipales, de un modo que desdice hasta cierto punto del alto carácter de que está investido, y ha circulado á lo que se dice una orden á sus subordinados para que se abstengan de cantarlo en todas las iglesias de su vasta diócesi. £1 ayuntamiento de Vich, ante estas negativas, acudió á la autoridad militar de aquella plaza, y el deseado Te Deum cantóse oficialmente sn la iglesia de los Trinitarios por el clero castrenas, ante una esncurrencia numerosa de paisanos 7 fuerzas militares. .% En junta de tejientes de alcalde qaed¿ acordado ayer tarde, que el precio del asiento en los ómnibus que hagan la carrera entre la Paerta del Sol y el campamento de Amaniel y vice-versa, sea el de 6 reales, y la carrerra de los carruajes de plaza 10 por una ó dos personas. / , Hemo» recibido el correo de la Habana, qne alcanza al 25 del mes pasado. En las Villas, reinaba gran actividad en las operaciones militares. La columna del batallón de las Navas dispersó el 16 en Potrero Hayagan nna partida. Un convoy que salió el 19 de Paso Real eicoU»do por 100 hombres de Cárdenas y 50 de las Navas, fué atacado por 400 insurrectos, qne fueron rechazados con pérdid.\ de nueve muertos, ooirriendo por nuestra parte dos muertos y nueve heridos. Él mismo día dispersó la columna Canellaa, después de dos encuentros, á una partida de 30 6 49 ginetes, causándole algunas pérdidas. Otra partida fué también dispersada con varias pérdidas por caballería de milicias de Güines. Diez y seis guerrilleros batieron el 17 en el ingenio de San Francisco á una partida de 40 ó 60 ginetes, hiriendo á uno y cogiéndoles siete caballos. La columna de Cárdenas destruyó cinco campamentos. El batallen de Ñapóles hizo A los rebeldes cuatro muertos y varios heridos, teniendo por su parte un capitán y tres soldados muertos. La segunda guerrilla de Santa Clara batió el mismo dia el enemigo, resultándole nn oficial herido, y 30 hombres del batallón de Borbon con los voluntarios de San Gil dispersaron otra partida, haciéndole dos heridos y destruyendo un campamento. El 19 batió el comandante Canella8,-en jurisdicción de Cienf uegos, A la partida montada del titulado brigadier Inglesito, dejando el enemigo en el campo cuatro muertos, 7 llevándose infinidad de heridos, entre estos dos oficiales. Por nuestra parte dos soldados heridos. La presencia en las Villas del general enjefe, aunque de breve duración, habría de imprimir mayor actividad á las operaciones. De los departamentos Centr,%l y Oriental no habia noticias. / , Parece que se repartirán 8.000 billetes de la plaza de toros entre el elemento militar, A quien en primer término están dedicadas todas las marnifestaoiones por el restablecimiento de la paz. ,% Parece que ascienden A más de 2.500 carlistas los sometidos á indulto desde qu» el consulado de Bayona les dio conocimiento de las últimas disposiciones dictadas por el general Quesada. / , Hablando de un hecho qne llamó la aten/ , Hasta el dia 22 del actual pueden los que ción en las Provincias Vascongadas, dice La Abequieran remitir aun algunos objetos A la Exposija Montañesa, de Santander: "El origen de la cuestión desagradable á que nos ción de Filadelfia entregarlos en el ministerio de referimos, ocurrió en Bilbao: pajceeo que se atri- Fomento, para que salgan eon destino A aquel pnnbuye á una inscripción colocada en uno de los ar- to en el vapor-correo que zarpará de Cádiz el 30 cos de triunfo levantados para recibir al monarca, del corriente. en la que se leia: AI señor de Vizcaya, y la cual / , Los periódicos de Sevilla refieren el sifué mandada variar ó suprimir de (irden superior. guiente admirable rasgo de cariño maternal: Sucedióse á esto la colocación de otras en favor de "En la quinta que comprendió A los hombres de los fuero» que fueron arrancadas, según nos dicen, veintidós A treinta y cinco años, salieron soldapor los soldados, siguiéndose como consecuencia dos dos hijos de una gitana del barrio de Tri«sf. el conflicto que pudo tener mayores proporciones." conocida por La Maceta. Esta mujer, * P"»"f 4^ contar más de sesenta y dos años de edad, no qm,% El 14 del actual ocurrió nn hecho muy es caudaloso en el pueblo de Ruzafa (Valencia). Dos so separarse de sus hijos, y con ello», Testid* de parejas de la Guardia civil hablan ido á bus- hombre, emprendió 1.» marcha par* la» provincias car á un desertor, y separadamente recorrían, al del Norte, y da su lado no se ha apartado ni un efecto, las calles de la población. Varios hom- solo instante. Si los muchacho» salían A oparabres reunidos en un cafetín se presentaron en ade- ciones, con ellos iba 1» madre, y «mad* de ima man sospechoso, y una de las parejas procedió á navaja prometía degollaí, »i cai* «1 »u» manos, A quien tocase A un solo cabello de aquellos va registrarlos, quitándole» algunas armas. Habia anochecido ya, y sin duda dreyeron los criminales dazos de sus entrañas. Afortanadamente, los Otoqne se albergan en aquel punto que la ocasión era eos han salida ilesos; pero nuestra heroína ao h% M i 9%iOB<». l > I á J t I O IXiTTffniJüMlí S06' dejkdo de lanzar ocntrcntee sarcasmos ó indirectas de las del Padre Cobos á los carlistas de ambos Bexcs de aquellas tierras. Cosa de gusto nos dicen ne eran loa apostrofes con que La Maceta hacia larde de sus settimientos maternales y liberales. En cuanto & SQ modo de vivir, no ha dejado de ser tan ipdustrioso como el que en todas las cireunstoncitis practícala raza egipcia. Ella se hizo e«atin.cra y lavandera, sin perjuicio de confecoionxt ricos buñuelos, tcao lo cual era comprado y consumido por los individuos del batullon, que en realidad la han mantenido, y A. los cuales ha prestado muy stñalados servicios, por lo que de todos h» sido respetada y querida; y cuando el provindal entre en Stvilla, tan valerosamujer volverá ik pisar su país natal, donde será justo que se le aignifi lUe t<ida la admiración que se merecen sus aobles sentimientos y patriótica conducta. a ,*, En la capitanía general de Aragón se ha empezado'á conceder licencias por un mes para dentro del distrito á los sc^ldados de los cuerpos que lo Kusiní cen, i razón ríe 32 por batallón y 16 pot regimiento da caballería ó artillería montada. li» mayor parte de los cuerpos del distrito proceáea. de los ejércitos de operaciones. PeríodoB ha tenido en que faltabafel aliento á sus oyentes, que le seguían con anhelo, mientras su voz parecía cobrar al final más fuerza y vigor que tuvo al principio. A las sois, el orador ha pedido un descanso.» *.* Za Época excita el celo del señor alcalde de Madrid para que disponga que se adxirnen é ilu' minen todoa los huesos á la calle, los dias da fiasta nacional. / , En la imprenta del periódico el Aviso da Santander se han tir.-vdo por encirgo de alganas importantes personas de aquella población, echeata mil impresos con el lema de ¡A bajo los fueros! . »*» El general Pavía hablará mañana para aluait nes personales y para esplioar bu acto del 3 d9 Enero. La Gaceta da hoy publica una real orden del ministerio de Fomento, autorizando k D. Fermín de Muguiro y Azcárate para que aproveche las aguas del rio Tajo en el riego de 1LI finca titulada Villamejor, término de Araujaez. El gobierno ha reiibido ayer los sigaientes telegramas: Granada, 16, 15 t.—Acaba de hacer su entrada el batallón reserva núm. 10, en medio del mayor entusiasmo, habiendo sido recibido por la diputación, aj[untamieuto y corporaciones, á las que se ha asociado la población entera sin distinción de clases, que han aclamado al rey y al ejército pacificador. Comisiones de la diputación y este ayuntamiento, así como de Loj», Almuñecar, Motril, Iznayor, Montefrio y otros se disponen á salir para Madrid arpiados del patriótico deseo de asociarse al regocijo nacional por la paz, y de felicitar respetuosamente á S, M. el rey y su gobierno. San Seba»tian_ 16, 9 35 m,—El servicio de víajetos entre Madrid y Hendaya, por el camino de hierro, quedará restablecido en esta línea á partir del 20 del corriente, según comunicación del jefe de explotación que recibo eu este momento. Falencia 16, 7 t.—Madrid 16. 9-31 n.—El ministro de la Guerra al preaideuto dul Consejo do ministros: Según he avisado á V. E., á las nueve y medía de la mañana salió S. M. de Santander, siendo taÍ»AH, pesetas 387.322,91. ludado en todas las estaciones del tráusito por un Exutencias en granos: en diferentes clases, 11.404 numeroso público ¿vido de conocerle y aclamarle. &Bega8. A las cinco y media de la tarde lia llegado el Inversión de los fondos: premio al escuadrón de rey á esta ciudad, cuyas autoridades le recibieron Mballerla del Bey, pesetas 25.000; pago de las en el confin de la provincia, y el general Martínez medallss concedidas á Teruel, 714,75; gastos de Campos en la estación del ferrocarril. La poblapersonal y material, 46.353,94; en el Banco de Bs- ción de Falencia ha tributado al rey iuequívocas p«!U, 267,781,37; depf^sitos especiales, 12.568,39; demoetraciones de entusiasmo, así como al ejércartera al cobro, 34.904,46; total, 387.322,91. cito. Expedientes de indemnización por daños persoFalencia, IS, 30 t.—Madrid, 16, 9n,—El goberlU^tB (á herederos de jefes, oficiales, soldados y nador al presidente del Consejo de ministros: •oluntarioe fusilados por los carlistas) presentaEn medio de un gentío inmenso que es agolpaba doB hasta U fecha: siimero de expedientes, 180; á su paso, ha verificado S, M. el rey su entrada en importe, 5.460,00 pesetas. esta capital & las cinco y veinticinco minutos de ,*, Entre los cuadros que han sido presentados esta tarde, siendo recibido con ardientes muestras i la Exposición de Bellas Artes, figuran dos ta- de cariñoso entusiasmo y aclamado frenéticamenl a f a w ^ jéren Mtista Sr. Solar, del género de na- te por los habitantes de esta poblaei on y de los pneUoa de la provincia, que hacienda . alarde de tualeM mnert*. ' su entrañable amor al soberano, ha engalanado el •*• Ayer llegó * esta capital una sección del tránsito con vistosas colgaduras y preciosos arcos, eaerpo de ingenieros y seis cañones con destino al arrojando por los balcones palomas, composicionei parque, de los cogidos á los carlistas. poéticas y coronas. El rey ha sido saludado con no interrumpidos vivas, dándolos también á la paz, ,% El general Martínez Campos ha salido á al ejército y armada. Yenta de Baños, donde se incorporará á S. M. S. M. se dirigió á su llegada á la santa iglesia %* El general Loma llegará hoy ó mañana & catedral, donde se cantó un solemne Te Deum, al que han asistido corporaciones, autoridades, de«•ta capital. ' pendendas del Estado y comisiones de los pueblos de la provincia. Se dirigió después al palacio episDe La Política: n£l diseorso del Sr. Castelar se niega á todo ex- copal, donde tenía preparadas sas habitaciones, y tracto. No parece sino que esta tarde ha querido en el cual tuvo efecto una numerosísima recepción. Mcederae cu la ostentación de su maravillosa elo«MDcia. ,*, El periódico La España hn sido conden.v do& cincuenta dias de suspensión. Sentimos el percance de nuestro colega. ,«*• Ayer salieron para Cádiz, por orden superior, 30 hombres y ocho mujeres custodiados por UkOaardia civil. ,*, De los datos presentados al C o n ^ s o por él stñor ministro de la Gobernación relativamente á los bienes embargados i. los carlistas, resulta: _ Destierros y embargos acordados por dicho miaisterio en 1874, 1.659; Ídem id. en 1875,10.188; totul, 11.847. Embargos realizados, 3061. Propuestos por los gobsrnadores y no realizados 1874, 5.793. So han levantr.do hasta hoy: en 1874, 51 destierros y 74 embargos; total, 122. En 1875, 4G9 destierros y 274 embargos; total, 743. En 1876, 24 destierros y 38 embargos; total, 62. Total de deski«Rc>B, 544; id. de embargos, 383; total genenl,927. rtoductos obtenides de los embargos hasta la jo8 pasear á los demás presos: el que deseaban ver nanea se paseaba. _ Sospecho que la cárcel de Mirecourt ha di», haber sido reedificada ó restaurada por lo menos. La in' comunicación era un triste calabozo, húmedo y mal alumbrado. Una estrecha reja dejaba jpenetrar algos rayos de luz. La ventilación era casi nula, y el sol nunca penetraba hasta allí directamente. Aquella cautividad malsana y aquella forzosa inacción eran un suplicio para el obrero que tenia la costumbre de vivir en el campo , y de trabajar ¡Qué miradas tan elocaentes se dirigieron los sin descanso. Además, ya sa dejaba sentir la llegada del invierno, y tenia frío. Los tormentos IB interrogatorio de Michaud se verificó por morales que esperimentaba le consumían igualaera fórmula para convertir la detención en pri- mente, y cuando se quejaba de su desgraciada suerte su calabocero le contestaba: —iTeneis mas que declarar? ¡Cantar de plano y AlTolverála cárcel, el sargento caminó más deepado. Había visto á Magdalena que esperaba 01 pondrán en comunicación, y podréis ver á vues' «B m. poeeto. ,, , . . j - • • i tra esposa y á vuestros hijos! —Fuei bien, sí; qaiero verlos. ¡Diré (j^ue soy IbkKlAlena se dominó lo bastante para dirigir 4 •B marido nna sonrisa. Y además, con la mirada culpable! Pero iKtmta reoobgaba sa v&lor y qoetia. demoa>.Hfffi^«i»w fiialo. última eqierauza da loa dea: trar que era inocente. For lo demás, soa antece' r)ltMKiM> eaviaba besoí á su padre. Fe- deatea hablaban ewW^TOn —Pedid informes,,—decia,—á Burdeos á Tou, — - , JÍlitt, parecja,pensar: —lAkJ 1% yo fuese grande, yo te pondría en li- louse, y á todas las demás poblaciones donde he trabajado. ¡Todos dirán aua Juan Michaud no Mrta^padrel Bi >M WBtemplaba cen agradecidos ojos, y Uora- paede ser un asesino ni un ladrón! Se enviaron exhortes y llegaron de todas partes • • "WTOiide la cabeza con aire de desesperación. Por oB, la triste comitiva desapareció por la los mejores informes. No solamente se habia distinguido en caida población por su conducta ejemJ^£f*?i . '?*^1> 1*»« •• <»rr<^ *1 punto. plar, sí no por actos de probidad y aun de heroís" r?A"f^''*'* ' '*• imit, la familia del preso Tomo al mismo punto, esperando siempre, aun- mo. La duda penetró eu el ánimo del juez. La juitieia hubiera deseado encontrar otro culpable. Le a s e inútilmente. buscaba, pero en vano. For esto fué el sumario Mickaud no volvió á salir de la prisión. Mudalena solldtó permiso para verle y le fué tan lento. Al fin quedó terminado, y pasó á la Audiencia Mgado. El robo había acempi^do al asesinato; peMM «1 la caía de la víetina todos los muebles de Nanoy. Habia hartas pruebaí en contra del «•tUwB abiertos y desoorri^adoi todoa los csjo- procesado para ()ue se le pusiera eu libertad. £1 MS. No kabia quedado duaeío. Anselmo, rico y negocio fué enviado al tribunal de Epinal. »Ta>*, debia tenerlo. HaeU u inponia qno la haLa incomnnicacioQ habia terminado. Magdale\¡m mió robada una respetable cantidad. aa ebtuvo permiso para viiitar á su marido. No quiero deacriblr lui trasportes de alegría. P w la parto posterior de la cárcel ee alsaa alI eeaaa baataoto altas: Macdalona alquiló una Los niños estaban I0601 de placer. Magdalena •UMMieat .'^la de una do ollas, deide la cual se veia el no le caneaba de mirar á Juan, y le decía: \ de la prisión. Desde allí reían ella y raí hi—iPobre Jaanl ¡Cnanto hai debido padeoerl FOLLETINi EL JURAMENTO DE MAGDALENA. En la Bolsa de ayer volvió i. descender el consolidado interior, habiendo muy pocaa operaciones, que se publicaron í 11,il 1/2, iO, 45 y 42 1/2 al contado; i. 17, 50, 55 y 52 1/2 í fiu de mes, y á 17,05 A fin del priSximo. El exterior se publicó á 17,75, 70, 65, 90 y 85 al contado. Los Bonos del Tesoro tuvieron la preferencia de mejorar y se publicaron á 53,25. 58,00 y 10 los de la primera emisión y á 57,75, 85, 58,00 y 57,95 La de la aeguada. Las obligaciones del Eftado por ferro-carriles sostuvieron los precios délos dias anteriores, y sa publicaron á 30,90 y 31,00 las vieja»; á 30,00 y 30,05 las da Diciembre del 74 y á 29,80, G5 y 80 las nuevas. Las acciones del Banco de Espaíia, mejorando cada día, «e publicaron í 178,5o y 25. tnlar con misa mayor y sermón, y por la tardo completas y reserva. A las ditz habrá misa mayor con sermón, que predicarán: •n la Capilla d« Palacio, D. Misiiel de Rojas y Pacheco, y en San Sebietidn, D. Bernardino Quejido. Continúm oelebrAndoaelaa novenas del p.atriarea San José, en las ijlesias anunciadas los dias anteriores, Por 1» tarde habrá pjoroicioj con Miserere, y sermón en el Colegio de Miflaa de Leganés, Concepción Gerónima, Calatravas. San Antonio del Prado, Jesús Nazareno y Capilla de la V, O, T. de Sao Francl^oo; y por la noche en el oratorio del BspírituSanto, San Lorenzo, Caballero de Gracia, San Pascual , Siin Pedro, Ijoreto y Santias'). Vuitadf, la corte de iíaricc-^aaitra, Sei^oridelos Desamparados en Monserrat, ó la, de la Flor de Lis en Santa María, rJlS,i.--CriTUACÍOB DBSCrrENTOS, Cupones de los tres últiuios semestres, 67 ly2. Id. exteriores no convenidos, 68, Id. id. convenidos, 48. Id, bonos del último semestre, 22 1/2. V.ilores amortizados, 29 1/2. Carpetas, .SO. • Después de la hora oficial fuero'i casi nulas las tran«.lociones y tendían á declinar Jos cambios, y por la noche, en el Bolsin, siguiendo la misma marcha, se hacian operaciones i, 17,40 y 42 1/2 á íin de mas, y á 17,55 y 57 1/2 á fin del iiróximo. I9TIIIENT0 BIBLIOGRÁFICO. Mlñíh Di» 15. Dia 16. ifentepori)¿n»»!Si>or 100..,.; '.735 Eíifci.per;aoaoxtetltiríI 8 ¡jWii<; I 17 75, Eülotss hip. del a<moo de Bspnto. 2.» '¡iiie ; 1C3 W •• Ka. de! 'Per, d e K.WOrs, 3poir ÍOO Ini. aLr.:i!. • 67-75 ' Wch,j!i, ei? «aBtídriíolpíoaeílWi... 53-00 Carpeta» proTisSoí.Alííids Denos dei'i'e'!.. ' IX) fn]: id. U. fii peaneSaai. ', 00-00 í ¿ e s a . al portador <ie ía Caja d e Bes) >' CO-QO i Srafi. d e 1." d e AbtU d e iSStt, d e 4.000 ris.. ? 00-00 5 IdoE, deSlde AfOíkodel852.de2.iJ00ra,, t CO-CO i í d e m do 1,' d» Julio do 1888, d e Z.C5G r - . . . í OC-GC ' ObraBPÚb,dfl.*deJBUodBl868de5!,000rí, 00-00 i ProvinofelsB do Kísatld, fl poy 100 sjtíi;,;,,. Í (W-On ; O U I B . í o a . ji:>r ÍCTr'i-catrllen. da 2.C30 r » . . , J 31-00 Idemld. üaeTai ...\ 00-00 Idea de20.000 rs ¿ 0000 loslGsai d«l Biuiee do iKPKtUk .{ 178 OO. 17-42 17-85 102 M 67-60 58CO OO-OO OO-CO 60-00 0O.C0 30-00 00-00 00-00 00-0(1 Bl-CO 29-80 3010 178 00 ESPAÍÍA. /' Ouetaria! Cuenta que presenta á los suscritores y al público la comisión que ha promovido en nombro del partido liberal de Guipúzcoa una suscricion para aliviar en lo posible las desgracias que han esperimontado durante el largo asedio y bombardeo de aquella heroica plaza sus esforzados defeosores.—San Sebastian 1." de Enero de 1876.—Imprenta de Juan Oses, plaza de la Constitución, 7.—1 folleto en 4,° mayor da 24 púgs. OABtBtOB. Londres, & 90 dias f neta, 48,65. Paria, & ocho dias vista, 6,06. PROBLEMA SE AJECREZ. NEGRAS. Refutación que hacen el ayuntamiento y voluntarios de la invicta villa de Hernani de las falsas y calumniogas aseveraciones que el Sr. Peris Mencheta ha diri«;ido á la misma en su carta del dia 1.° de este año, publicada en ba Gurrapondevcia de ICepafía del dia 6 de Enero de 1876,—1 folleto en 4." de 40 págs., sin pié de imprenta. La cruz del hdhito, drama on tres actos y en verso, original de D. Benito Mas y Prat, estrenado en t i teatro de Cervantes, de Sevilla, en la noche del 29 de Enero de 1876, con extraordinario éxito.—Sevilla: imprenta de Girones y Orduñ».—1 vol, en i." de 97 pigs. .» má la S i i má,._ « 1 ADVERTENCIAS. A e o m p a ñ a . a l n ú m e r o <lo h o y un. S u p l o m o n t o c o n e l d l i i s e u r s o p r o n u n o i a c l o a y e r o n e l «.Jong-rc« o p o r e l e m i n e n t e o r a d o r D . JSmilio C a s t e l a r , s i n a l t e r a r p o r esto e n n a d a el proeio d o v e n t a d o lo» ej empl aras. * ... — . - • * ]EIsta A . d x n i n Í s t r a o i o n . e a p e r a d e los corresponsales^ vendedoréis, que p a r a ro^fularizar sus trabajos y liacor las comprotoaciones oportunas, s e s i r v a n i-omitir e l 1." d o c a d a m e s , n o t a d e u u e w t i ' a s r e m e s a s eii todo el m e s anterior. SAHTO DEl Dli. San Patricio y San Teodoro. / OtTLTOB. Se cana el Jubileo de Cuarenta horas en la iglesia de San Patricio, calle del HumlUadero, donde se celebrará & su ti- —¡Bah!—respondía éste con febril alegría,- -todo está concluido, ¡Ya puedo abrazaros! Veinticuatro horas después era trasladado á Epinal. Magdalena se fué á Epinal. Allí obtuvo nueva licencia para ver á su esposo todas las mañanas, y para llevar una vez á la se mana á sus hijos. Era á mediados de Enero. El tribunal no empezaba á ejercer sus funciones hasta primeros de Marzo. Falt.%ban seis semanas. Se aprovechó este tiempo para preparar la de fensa. Michaud habia recurrido al mejor abogado de la población. Era un hombre de corazón y de talento al mismo tiempo. Habia acogido la defensa con entusiasmo y estaba seguro del triunfo. Focos días antes de comenzar la vista, Juan cayó gravemente enfermo. Magdalena habia «MTMta a^Balla enfermedad. La debilidad de su marido y sa aspecto cadavórieo la annnoiabatt mu^o tiempo hacia. £1 temperamento de Michaud no podía reiistíc tan duras pruebas. , Hubo necesidad de dejar para más adelante la vista del proceso. El acusado fué trasladado á la enformeria: su mujer podía visitarle dos veces al día. Una hermana de la caridad le asistía también, Fara poder consagrarse con más libertad al cuidado del enfermo, Magdalena puso á su hija en un convento y á su hijo en un colegio. Esto la acarreaba muchos gastos. Fara poder sufragarlos pasaba la noche trabajando. Se temía por la vida de Michaud. El mismo tuvo conciencia del peligro que corría. La muerte le espantaba. —¡Si muero no me juzgarán!—decía.—¡Moriré deshonrado! ¡Dejadme vivir. Dios miol Dios escachó su mego, pero laoonvalecencia fué larga y dolorosa. Se trataba de una de esas afecciones del hígado producidas por los pesares y la prisión. Habia l l e { ^ o 1« primavera: el enfermo ueceaitaba espacio y sol. La libertad, loe goces de BLANCAS. Juegan las blancas y dan mate en tres jugadas. TEATROS C O M E D I i . — A l a s ocho y me- ESLAVA.-A las ocho. — dia.—Función 177 d e iib jno. A boneSoio de D. Simón —Timo 3."- Tret piia al Aseasio. — ¿a c^hra tira al patí.—-Baile.— Xo mainá mmte.-Bastade táprimas, política. - Baile. — A rrepentidos á tiempo. — Baile. — Bvtnat V A R I B D A D B S . — A l a s ocho y media. — Él manojo de noche». Sr. D. Simón. eaodrragos.—Mdsvale ma- MAKTIN. — A las ocho. — fia que fiierza.— Huyendo Paiion V muerte de Jesús. del pfregil...—Ya pareció NOVEDADBS.-A las ocho y r.l padre. media.—TVmn/o de la íibertad sobre el carlismo. EOMBA.—A las ocho y media.—/«erar con fueso. la familia; hé ahí lo que necesitaba. Su pecho estaba sediento de respirar el aire del país. Al abrirse los tribunales á primeros de Junio, Michaud estaba bastante débil. ¿Podría soportar 1.18 fatigas y emociones de la vista? El médico creía que no y aconsejaba una nueva próroga. Pero el acasado> recobrando sus fuerzas.'^te la posibilidad de su excarcelación: —¡Noi—exclamó.—Basta de priaíon. Quiero que me juzguen. VI. EL TRIBUNAL. Todos los tribunales se asemejan en su exterior. El Síklon, más largo que ancho, de alta techumbre, está empapelado de celor oscuro. Hállase dividido en dos partes casi iguales por una doble barandilla de encina tallada. Junto & ella est^u los buicos de los testigos. En la PACt&aittierlo.r del aalou, y á mano izquierda, se colocan los jurador: á la derecha el defensor y detrás de él el acusado. _ Algunas veces toman asiento al lado de éste algunos parientes suyos. En el estrado se sientan el fiscalá un lado y el escribano á otro: en el fondo, y bajo un crucifijo, está sentado el tribunal. Detrás de é-5te hay algunas sillas que se reservan para las personas importantes de la poblacicn que quieran asistir á la vista. Cuatro ó cinco puertas dan fácil acceso á otras tantas salas destinads^s al tribunal, los jurados, el abogado, el fiscal y los testigos. De trecho en trecho están colocados loa ugiereS y los gendarmes. El público llena el salón. Era aquel dia de mercado. La concurrencia era, como decimos, numerosa, y se componía, no solamente de los cariosos de Epinal, sino también por los de Vittel. Carlos Deslyi. (ConUnuard.) SUPLEMENTO AL NUMERO 351. SUPLEMENTO A E L GLOBO. DISCUESO pronunciado el dia 16 de Marzo en el Congreso de los Diputados, POR DON EMILIO CASTELAR. SEÑORES DIPUTADOS: La discusión del mensaje tiene siempre la importancia que le da el ser exámon de la politica realizada y proemio de la política sucesiva. Sucede con las discusiones del mensaje, lo mismo que sucede con las discusiones de actas. En ninguna parte se prolongan el tiempo que so prolongan en España. Débese lo uno á los errores congénitos á nuestra manera de elegir las Cortes; y débese lo otro á los sucesos magnos ocurridos en el interregno parlamentario. Jamás fueron estos sucesos tan excepcionales como en esta época: Repúblicas que caen y Monarquías que surgen; golpes de Estado y pronunciamientos militares; dictaduras sin origen cierto y sin objeto conocido; eclipses de la libertad y suspensión de las garantías constituciotiales; abdicaciones no realizadas con arreglo á derecho; alteración en la manera de suceder á la Corona, principio que nos ha costado veinte años de guerra civil en este siglo; proyectos constitucionales presentados por procedimientos extraordinarios; sucesos y cambios que exigirían, para discutidos con calma, no el espacio restricto de un discurso, sino el espacio de la influencia que han de tener en nuestra tormentosa vida, y de las páginas que han de ocupar én nuestra larga historia. Concentraré, pues, todo mi discurso en el examen de la situación presente, para demostraros que, siendo esencialmente restauradora, nos extravía por el "camino de la reacción, sembrado en todo tiempo de pavorosos abismos. Mi convicción más íntima es que España necesita una política á la par gubernamental y democrática. Mi convicción más íntima es que esta política'gubernamental y democrática no puede realizarse sino desarrollando los principios de la revolución de Setiembre, asegurados por un Gobierno popular y fuerte. Hemos salido de estos principios, y hemos entrado en una serie de avputurae ain término, 6, cuyo fin preveo y presiento otra serie do catástrofes sin remedio. No temáis por esto que encienda loa ánimos y agite las pasiones. Acostumbrado da antiguo á la vida pública, conozco hasta dónde alcanza la responsabilidad de los partidos y de los estadistas; y no me propongo tanto luchar, con ellos como luchar con sus teorías y con sus sistemas. Resuelto á proceder en la oposición cual si todavía estuviera en el gobisrno, ¡ah! no os pasmaré por los arrebatos de la pasión, prefiriendo á ellos los cálculos de la prudencia. Acompañado tan solo de un amigo leal, esta tribuna me parece como el escollo de un gran naufragio, y desde su cima solo descubro playas enemigas. Mi soledad me impone el deber de practicar todos mis derechos, depóiúto sagrado recibido de mis electores, á ellos reversible, íntegro y, si es posible, acrecentado. Pero no temáis que al defender mis derechos desconozca los vuestros. Casualmente hoy solo podemos aspirar en nuestra situación al predominio de los poderes parlamentarios sobre todos los poderes públicos. Cuando estas puertas se abren; cuando esta tribuna 86 levanta, salta inmediatamente á la vista la Imposibilidad de erigir sobre el movimiento de tanta vida y sobre el oleaje de tantas ideas, poderes permanentes y eternos. Decidid en buen hora cuanto queráis; pero no limitéis mi palabra, bastante limitada ya por el respeto que me debo á mi mismo y por el respeto que os debo á vosotros. Yo he visto á los Diputados de la mayoría do hoy levantarse en los bancos de la minoría de ayer, defendiendo causas que entonces parecían imposibles y agitando banderas que entonces parecían su» darios. Que digan si en nuestros combates no los trató siempre con la moderación que cuadra á la fuerza. Igual tolerancia os pido; me la debéis por mi derecho, y la merezco por mi historia. Me encuentro en singularísima posición esta tarde. Todo el mundo sabe mi contradicción irreconciliable con la política del Sr. Presidente del Consejo, y todo el mundo sabe también mi admiración inextinguible por sus facultades y por sns talentos. Crecidos en una misma aula, «ienipre que en nuestra juventud debíamos contender sobre un problema fllosófl€0, literario 6 histórico, le dejábamos la parte más ardua, sin discutir jamás su superioridad sobre todos nosotros. Si las causas políticas, si los pleitos políticos pudieran confiarse á un abogado, como los pleitos particulares, yo confiarla el mió, yo confiaría mi causa al señor Cánovas, seguro de ganarla. En esta contienda , si alguna vez soy vencedor, atribuidlo á la superioridad de mi causa, y no á la superioridad de mis medios. Si él •íence, atribuidlo, no á la excelencia de sus ideas, sino á la inmensidad de su talento. Ayer oia yo asombrado, cuando la guerra civil aún retumba en nuestros oídos, la teoría de la superioridad del cabecilla que esgrime sus armas, sobre el ciudadano que ejerce sus derechos. En mis largas meditaciones sobre la patria, me apena que, habiendo entrado toda Europa en período de paz relativa hasta las naciones más revolucionarias, nosotros nos consumamos en una guerra civil permanente como las naciones más desgraciadas, como Turquía ó como Polonia. Aun dando á nuestro carácter nacional toda la responsabilidad que le pertenece, no se explica satisfactoriamente este fenómeno. Yo sé que España es uu pueblo enamorado de lo imposible; que su historia parece una leyenda; sus hechos realizados, irrealizables; sus cruzadas, sus descubrimientos, una fantástica epopeya. Pero sé también que este amor á lo imposible nos da la intransigencia propia de nuestro carácter, y nos condena, más que á vivir la vida moderna, á morir como en la Edad-media, contando muchos héroes, muchos mártires, pero pocos, muy pocos ciudadanos. Esto proviene de nuestro temperamento revolucionario, que nos condena á la guerra; y la guerra nos incapacita pera la libertad, porque ha de ser siempre una fuerza opuesta á otra fuerza, un despotismo opuesto á otro despotismo. Y lo que más siento en la política de restauración, es que, apareciendo en su aspecto externo como una política conservadora, sea an su fondo, por las amenazas á principios invencibles, una política esencialinente revolucionaria, puesta que tiende hacia la causa ocasional de todas las revoluciones, hacia el antiguo régimen, hacia el antiguo absolutismo. Vamos á probarlo. Como la fuerza es una y se convierte en calor, en electricidad, en magnetismo, en vida; la idea es una también y se convierte en leyes é instituciones. Ahora hian; ¿ouói oo lo idpa canital de nuestro siglo? La idea de la soberanía popular; la idea do que las naciones se rigen por sí mismas, y de que no hay derecho anterior á su derecho, ni soberanía que pueda sobreponerse á su soberanía. Ese principio de la inmanencia de la soberanía en la sociedad lo penetra todo, lo invade todo, á despecho de las falsas combinaciones de las escuelas doctrinarias. Ese principio arrancó á los Stuardos, representantes de la tradición religiosa y monárquica en Inglaterra, de su Trono de derecho divino, para lanzarlos al panteón del Vaticano, cementerio de los dioses caldos y de las ideas muertas. Ese principio ha devorado en Francia á tres grandes dinastías: la dinastía de la historia, la dinastía de la revolución y la dinastía de la conquista. Eso principio ha descompuesto la máquina más grande de autoridad que vieron los siglos; el imperio austríaco, obligado á devolver su patria á los venecianos, su independencia á los húngaros, su autonomía á los eslavos. Ese principio ha penetrado hasta las regiones asiáticas del Imperio turco, y ha constituido la Grecia libre, que cambia de Reyes como una República de Presidentes; la Rumania, que en quince años ha cambiado de jefes como los Estados-Unidos; la Servía y Montenegro con sus Príncipes constreñidos á la guerra y amenazados de un nuevo destronamiento. Ese principio se extiendo desde el Misisipí hasta el estrecho de Magallanes en todo el territorio de América. Ese principio ha borrado la marca del derecho divino de la frente del Emperador de Alemania, y le ha obligado á^ cumplir el testamento del Congreso revolucionario de Francfort, y la idea de la democracia do su patria, destruyendo reyes tan legítimos como como el de Hannover, y mermando reinos tan históricos como los de Baviera y Sájenla. Ese principio, es el principio, en cuyas bases se funda la ilutre dinastía de Saboya; os el principio que ha lanzado al destierro, de donde no volverán jamás, los Lorenas de Toscana, los Estes de Módena y los Borbones de Ñapóles y Parma. Ese principio ha resonado hasta en el suelo sacro de Roma, y se ha oido hasta en el foro desierto, y ha entrado á través de los sepulcros y de los altares, sin que pudiera detenerle ni el rayo de la excomunión, ni la sombra su- blime que proyecta sobre la conciencia humana la tiara de los Pontífices: que la sociedad, la naturaleza destruyen los poderes permanentes, sustituyéndolos con poderes más ó menos revocables por el derecho y la voluntad de los pueblos. Todos aquellos que crean que los poderes se forman fuera de la sociedad, en el seno de Dios ó délos siglos, pertenecen, quieran ó no, alas escuelas monárquicas; todos aquellos que crean que los poderes se hallan esencial é inmanennentemente en la nación, pertenecen á las escuelas democráticas. Por eso hay una contradicción invencible entre los poderes históricos y los poderes verdaderamente nacionales. En España ha penetrado el principio de la soberanía nacional en los comienzos del presente siglo. Los poderes históricos corren á Bayona á saludar á un soldado de fortuna; los poderes históricos ponen on mano de ese soldado sus diferencias de familia; los poderes históricos ciñen al hijo de la plebe con la corona inmortal de San Fernando y Carlos V; los poderes históricos abandonan el territorio naciobal á su avara mano; los poderes históricos felicitan al vencedor en Valencey, como si en vez de matar españoles degollara las reses de sus ganados; y mientras tanto la protesta popular se escribe en las Cortes de 1812, protesta escrita con sangre en las paredes y en las calles de la villa inmortal del Dos de Mayo, protesta escrita con sangre en las piedras humeantes y en los muros sagrados de Zaragoza y de Gerona. Esta diferencia, Sres. Diputados, esta diferencia entre Bayona y Madrid, entre Chambord y Valencey y Zaragoza y Gerona, no es una mera diferencia artística, no es una mera diferencia estética, no es una mera coincidencia histórica; es una demostración lógica, dialéctica, providencial, divina, de que los poderes históricos ceden y mueren, mientras los poderes populares se resisten, se adelantan y se imponen. Yo no acostumbro á discutir de mala fe, ni desconozco la fuerza de los argumentos. Es verdad, y en esto tenia razón el Presidente del Consejo de Ministros, es verdad que el pueblo español asoció á su poder soberano el poder histórico; es verdad. Pero se cumplió una ley de la lógica que quiere que el términn sno-undo de una serie se carezca al antecedente; una ley de la historia que quiere que no vayamos á saltos; una ley de la naturaleza que quiere que todo organismo proceda de otro organismo semejante; una ley lógica que quiere que la idea sea instinto eu la naturaleza, sensación en la sensibilidad, noción en la inteligencia, idea concreta en la rnent» antes de ser realidad, y práctica y verdad en lu historia. Pues bien; el principio de la soberanía nacional fue instinto en 1808, sentimiento en 1820, noción en 1836, ideal en 1854, y realidad y vida y práctica ó historia en 1868, en que expulsados los poderes históricos, los sustituimos por la soberanía de la nación. ¡La revolución de Setiembre! Es usual renegar de ella y maldecirla; pero cuando se considera que abrió nuestra conciencia á la libertad religiosa, que asoció nuestra vida al movimiento moderno, que reedificó, que levantó la tribuna volcada, que pasando los mares devolvió la dignidad de hombres á setenta y seis mil esclavos, no puede el ánimo dejar de bendecirla y aclamarla como la explosión más brillante del genio nacional, y como él período más fecundo de la patria historia. ¿Y cuál era el principio capital de la revolución de Setiembre? Una política ciega, ciega de soberbia, creyó que podía disponer á su antojo de la prensa, de la tribuna, de las Curtes, hasta que la nación indignada se levantó desde Cádiz hasta Santander para reivindior la suprema y definitiva dirección de sus destinos. ¿Cómo habéis procedido enfrente de este hecho capitalísirno que debia desarrollarse y proseguirse? Habéis levantado la restauración. Vuestro concepto del Estado, del poder, del juramento, de la justicia, de la Iglesia, de la Monarquía, de los partidos legales ó ilegales, del partido carlista, del partido liberal, corresponde á los conceptos del antiguo régimen. Así, el primer Ministerio de D. Alfonso XII ha restaurado la idea de la Constitución interna, perdurable, natural, mantenida por el último-Ministerio de Doña Isabel II. ¡Constitución permanente! ¡Constitución natural! Lo permanente es el movimiento: lo natural es la renovación. Pero se me dirá que se ha sostenido el principio de la coexistencia perdurable de las Cortes con el Rey. Pues yo digo que siempre, cuando el Rey ha sido fuerte, las Cortes han sido débiles; sobre todo, no han 307 querido las Cortes desde el siglo XVI los Reyes históricos. No quería las Cortes aquel que ahogó á los Comuneros en sangre y amenazó á los Proceres de Castilla con arrojarlos por la ventana de su magnífico alcázar de Toledo; no jueria las Córtes'aquel que decapitó al Justicia, solo justiciabl -. por Aragón y sus representantes; no quería las Cortes aquel que expulsó sin consultarlas á los moriscos de España, contestando además á las quejas de los Diputados aragoneses con el más soberano desprecio; no quería las Cortes aquel que disolvió el brazo militar de Valencia en el castillo de Monzón; no quería las Cortes aquel que legó la Corona española, sin oírlas, á la dinastía de Francia; no quería las Cortes aqaal que" abrogó la Constitución interna de Aragón y de Castilla invocando por único principio su autoridad absoluta, y por único derecho el derecho de conquista; no quería las Cortes aquel que solo las vio cuando le juraron Príncipe de Asturias, y que nunca más volvió á verlas en todo su reinado; no quería las Cortes aquel que las reunió para deelarar á la Purísima Concepción patrona de España, y no las consultó para celebrar el pacto de familia; no quería las Cortes aquel que cedió el territorio nacional á los Bonapartes; no quería las Cortes aquel que rasgó en 1814 la Constitución de 1812, y que trajo la infame intervención extranjera de 1823: que los nombres de Lauuza, de Padilla, de Torrijos, de Riego, escritos con letras de oro que parecen letras de fuego en el templo de las leyes, están ahí para decir á los venideros la ineitluguible saña con que han perseguido siempre los representantes de los poderes históricos á los inviolables representantes de los pueblos. La teoría de la Constitución interna se ha restablecido tan solo para recordarnos que nacemos sujetos á los poderes históricos, como podríamos nacer sujetos á las enfermedades y á la muerte. Así se ha restablecido la práctica del juramento. ¡Ah, Sres. Diputados! No os quiero recordar cómo procedimos nosotros con vosotros, y cómo procedéis con nosotros vosotros; no os quiero recordar que había generales alfonsinos borrados de las escalas de ascensos, arrancados de su carrera militar, privados de su misera paga, destituidos de sus honores y de sus condecoraciones, v anjiel Gobierno renoDucanoae que tanto maldecís y renegáis ^es devolvió todos sus honores, todas sus condecoraciones, todos sus títulos; se los devolvió diciéndoles {El Sr. Reina pide la palabra para una alusión personal): la República respeta todos los derechos; pero respeta sobre todo la san\a intimidad de vuestra conciencia. (El Sr. Reina: Es verdad.) Y me habéis hecho pasar á mí por las horcas caudinas dol juramento. Yo he jurado; pero Dios, que me habéis •bligado á invocar, y que se asoma al fondo de la conciencia, sabe que es eterna, que es irrevocable, que durará tanto como mi vida la fidelidad á grandes instítucioones, que estarán vencidas, pero que no están ni deshonradas ni muertas. Si; Dios ha visto eso, per© también ha visto que habéis exigido el juramento tan solo para dar á ciertos poderes un carácter divino y para demostrar al mundo que de esos poderes es un mayorazgo la conciencia humana. Y lo que digo del concepto del juramento, digo también del concepto de la justicia. La revolución de Setiembre puede en esto levantar muy alta la cabeza. La revolución suprimió los fueros privilegiados, la previa autorización para proceear á los funcionarios, la corruptela de lo contencioso-administratíTO, fundando la iuamovllidad judicial. Y esta inamovilidad fué tan fuerte, que pudo pasar sin conmoverse por uno de los periodos más agitados de nuestra historia, por la crisis que acompañó ala fundación de la República. Cuando las últimas Cortes Constituyentes se congregaron, todos nuestros ministros de justicia interpusieron 8U autoridad entre las impaciencias de la mayoría y los derechos de la magistratura. Y habéis venido vosotros á restaurar lo contencioso-administrativo, la amovilidad judicial, y á destruir el Jurado; colocando á nuestro pueblo en grado inferior á los pueblos de Portogal, de Italia, de Rusia, con decir «1 mundo que no puede distinguir el bien del mal, ai calificar el robo ó el asesinato, ni ejercer la divina facultad de la conciencia, ni llevar el atributo de la justicia. Así, no me extraña que habiendo restaurado el antiguo concepto de la justicia, hayáis restaurado también otra concepto más absurdo aún. el concepto de la legalidad 6 ilegalidad de los partidos. Yo no conozco teor« 30« más peligrosa; las ideas son ¡5 verdaderas ó falsas, pero no son ni legales üi ilegales. La legalidad se refiere siempre á los actos: el pr^rtido más conservador puede ser «n partido ilegal si apela á las sublevacicncs; el partido más avanzado puede ser un partido legal si en el reposo se mantiene y á la legalidad se somete. Las leyes, los partidos, son organismos que la sociedad conoce, pero qae no conocen las leyes. No hay ninguca ley hecha para los partidos. Las leyes se liacon para los Ciudadanos, y en todas las leyes modernas reina el principio de igualdad, á todos los ciudadanos aplicable. No podéis arrancar á ninguno de ellos el derecho, pertenezca al partido que quiera. Las leyes de casta? se han acabado para siempre. Si negáis á los partidos sus derechos, debéis eximirles de sus deberes, del deber de pagar tributo, del deber de servir en el ejército; porque el derecho y el deber son recíprocos. Y al condenar como facciosas ciertas nobles aspiraciones, debéis condenar á sus representantes en este sitio. Ya sabéis lo que yo represento. Ya sabéis lo que yo quiero. Si lo que yo quiero, si lo que yo represento es faccioso, ¿por qué no me arrancáis de este asiento, y por qué no me arrojáis de este Cuerpo? Y no se concibe que yo no sea faccioso y lo sean aquellos que me han trasmitido sus podares para defender sus ideas en este sitio y representarlas en las esferas de la legalidad. Mientras los partidos, durante el régimen de la unión liberal, se encontraron todos aquí representados, marchó regularmente la máquina parlamentaria. Pero en cuanto se trató de proscribir más tarde al partido democrático con vejámenes más ó menos ingeniosos, proscribiendo sus reuniones electorales, empezó la época del retraimiento, y con la época del retraimiento el período de las revoluciones. Por eso, desde entonces, todos los Gobiernos han tenido empeño en evitar las abstenciones. Pero vosotros habéis tenido ei empeño contrario, el empeño de provocarlas, y habéis alcanzado ol retraimiento universal de los partidea. Nueva restauración y nueva coincidencia entre el término del reinado de DoBa Isabel II y el principio del reiuado de D. Alfonso XII. Y mientras de esa suerte hafeeis perseguido ¿ los partidos liberales, habéis acariciado al nartido carlista. La nrueba evidente <lo este aserio mío se encuentra en que uno de los jefes más ilustres y más reconocidos del partido radical vaga todavía en el destierro, privado de su familia y de su patria, mientras Lizárraga se ha paseado á sus anchas por toda Es paña, y Cabrera ha recibido condecoraciones y premios. Yo no desconozco los servicios prestados por Cabrera á la paz con solo negarse á prestar su brazo á ¡a causa de Carlos Vn. Pero yo os digo que podia y debia aconsejar una conducta patriótica á su antiguo partido sin necesidad de abandonarlo en las postrimerías de su vida. Y vosotros no teníais necesidad tampoco de colocar al general que fusiló los 22 milicianos de Calanda y abogó el resto en las aguas del Ebro; al que fusiló á los 96 sargentos de MaeUa; al que consumó el inmecso sacrificio de los prisioneros del Pía del Pon, bajo el riente cielo de las costas del Mediterráneo, donde todo convida á la alegría de vivir; al que, si fué gran guerrillero, fué también gran azote de nuestros padres, no debíais colocarle hoy, repito, al lado del Duque de la Torre y del Duque de la Victoria. El espíritu liberal de la nación se alarma viendo impresa, normano de Cabrera, al frente de vuestra política, la divisa del carlismo, y todo el mando cree que procedéis de esa suerte porque deseáis allegaros las únicas muchedumbres monárq^iicas que hay ca nuessro suelo, las muchedumbres carli«taR. Y en vista de esto, no me extraña, no me íuede extrañar, el concepto que tenéis de la Iglesia. Un orador asombroso, el Sr. Moreno Nieto, ha declarado que su ideal de relaciones entre la Iglesia y el Est;ido se encontraba en la historia déla Edad-media. Cualquiera que no le conociese como yo, creería que trataba de restaurar aqu'I poder relig-ioso, verdadero poder político, que tenia porcayado el cetro y por altar el feudo. Todo el movimiento de la historia moderua ha consi.stido en oponerse á csfi teocracia, y eu erigir .'?obre sus restos una gran sociedad exenta de supersticiones y dotada con el vivo sentimiento del progreso. Me diréis que proclamáis la libertad religiosa es vcrda.d: pero la proclamáis como una cntelechia sin realidad alguna en la vida. Libertad religiosa, quiere decirlibi^rtad de pensamiento. ¿Y que habéis hecho ' de la prensa? Quiere decir libertad de la ciencia. ¿Y qué habéis hecho de la Universidad? SUPLEMENTO Á EL GLOBO Quiere decir libertad de enseñanza. ¿Qué habéis hecho de los catedráticos? Quiere decir matrimonio civil. Lo habéis subrogado al matrimonio religioso. Es más: habéis abolido ciertos matrimonios á titulo de sacrilegos, con una ceguera incomprensible; y al proceder así, habéis dado efecto retroactivo á las leyes, y habéis herido á seres inocentes, á iomaculados hijos, condenándolos por el mero hecho de nacer, y por el delito de haber nacido, á la peor de las orfandades, á la orfandad do la honra. Pero se ha hecho más, Sres. Diputados, se ha hecho más. Esa teocraciar implacable ha entrado en los cementerios, sublimes como los templos; se ha dirigido á las tumbas, henchidas de los misterios de la eternidad y rodeadas por el respeto de todos los pueblos conocidos y hasta en los pueblos salvajes; ha escarvado aquella tierra consagrada por las oraciones y por las lágrimas; ha extraído los huesos por donde corrió la luz de) pen-samiento, el fuego de las pasiones, la electricidad de la vida, y los ha arrojado á los muladares y á los es'tercoleros, como si fueran restos de perros; los ha arrojado al olvido, donde no puedan recibir el culto de la muerte, que es tam bien el culto de la inmortalidad y sus inefables promesas; y haciendo eso, la teocracia implacable ha herido la santa maternidad de la naturaleza y ha usurpado el inapelable juicio del Eterno. ¡A.h! ¡Maldita intolerancia religiosa! ¡Mil veces maldita intolerancia religiosa! No le basta con habernos arrancado aquella gloriosa raza judáico-española, que ha dado á Spinosa y á Manin, quizás el primer fllósolo y quizás el primer patriota de la historia moderna; no le basta con haber expulsado aquella raza de agricultores que derramaron por las tostadas costas del Meditarráneo la abundancia y la vida; no le basta con habernos aislado de la comunicación con el espíritu moderno, reduciéndonos al aislamiento y asemejándonos al personaje simbólico de Calderón, que miraba y envidiaba la libertad del ave, del pez, mayor ciertamente que la nuestra; no le basta con haber encendido la guerra civil y haberla alimentado, porque la teocracia sola ha llenado de cadáveres los abismos de MonteJurra y la sima de Guadalmes: ella, la^teocracia sola, ha teñido de sangre el Nervion y el T*:.»*-'..-. , «1 rr.,-•-•» j - o l T o , . , a„rXk1i>i>nn^o ooto odio de unos partidos contra otros partidos, los cuales se combaten con la injuria y la calumnia y ol exterminio; vertiendo este odio, esta guerra, somcjante al odio y á la guerra de las especies inferiores, se ha dirigido á las tumbas, y ha llevado á las regiones de la paz, de la única paz perpetua, el furor de sus rencores y da sus venganzas. Pero señores, no es de extrañar, no puede extrañarme esto de las autoridades religiosas , cuand» lo han hecho también las autoridades civiles. El Sr. Ministro de la Gobernación ha debido saberlo y ha debido evitarlo. Pero lejos de evitarlo, ¡ah! lo ha alentado. ¿No saben los Sres. Diputados lo que cuenta este folleto que voy á entregar á la consideración del Congreso? Había en San Fernando un presbiteriano inglés, el cual, en uso de su derecho, había construido en un granero, por no tener otro sitio, una Iglesia evangélica. Este presbiteriano puso el lema de iglesia evangélica á la puerta de su templo, y pidió permiso á la autoridad competente para abrir su iglesia. La autoridad competente le negó el permiso diciéndole sin razón y sin fundamento alguno que era necesario ver si tenia condiciones de solidez y hasta de salubridad la iglesia. La iglesia era sólida y salubre; así lo declarjiban los maestros de obras y los arquitectos; y sin embargo, so borró el lema dn iglesia evangélica, y bastase impidió la inauguración del culto. Este era un atentado; pero el atentado más grave consistía en la manera de llevarlo a cabo. Aquel alcalde insultaba á la religión evangélica en su comunicación oñcia!; aquel alcalde comparaba irreverentemente la magnificencia gótica de nuestras catedrales coa la pobreza del humilde granero: como si no hubiera tanto cristianismo en las oscuras catatumhas como en los bronces, en los mármoles y oa los mosaicos de San Pedro. Aquel alcalde comparaba el rótulo de la iglesia evangélica con el rótulo de una fábrica do naipes ó de una tienda de vino de Peleón. Aquel alcalde hablaba de una supuesta letrina, y se revolcaba en grandes considiiraciones sobre la perturbación que debían los pútridos miasmas á las meditaciones de los prestiberianos. Aquel alcalde, por último, decía que el Dios evangélico le importaba á él tanto como el zancarrón de Mahoma, ó el dios Bra- toridad constituida, se cometió el mayor de hama de la India. los crímenes políticos, se dio el golpe de Es¿Cómo he do extrañar yo la guerra de nues- tado del 2 de Diciembre. tras provincias del Norte? No me extraña que Sin embargo, señores, cuündo llegó el dia en aquel país donde se habla la lengua euska- de las grandes crisis, cuando llegó el dia de ra, en la cual no cabe el espíritu moderno, el la caida del imperio, se hallaba al frente del cura tenga tan gran influencia para arrancar Gobierno un hombre ilustre y austero, que, á los naturales de sus hogares y conducirlos como los antiguos estoicos , creía que la á combatir por ol clericalismo; cuando, en la causa del vencido todavía podia hallar alisla gaditana, en aquella encrucijada de los gún recurso, alguna victoria en el heroísmo continentes, en aquel puerto donde han abor- de la desesperación; y el sufragio universal, dado todas las razas y so han reunido tantas en mi sentir con grande acierto, se opuso á veces todas las naves de la tierra, hay un al- la política de aquel hombre de Estado, amigo calde que injuria los sentimientos religiosos, mió, y teniendo él todos los prefectos, teque maldice la conciencia humana, que blas- niendo él todo el Gobierno, envió á la Cámara fema del Dios evangélico, no sabiendo que representantes que votasen á toda costa la aquel es el Dios de la Biblia y del Evangelio; paz. Y ese sufragio tan ciego, tan abominael Dios del Sinaí y del Calvario; el Dios que ble, al cual habéis antepuesto vuestras facenvia sus ángeles custodios á la cuna de sus ciones, eligió ¿á quién? ¿á un demagogo? No; hijos y que recoge del sepulcro las almas de eligió á un hombre ilustre, á un representansus padres; el mismo Dios que bendijo la vic- te do las clases medias, á un antiguo partidatoria de las Navas de Tolosa, redentora de An- rio de la Monarquía de Luis Felipe; eligió al dalucía, y que dispensó próspero viento á la ilustre Thiers por veintitantos departamentos, carabela de Colon, descubridora de América: aclamándole como la esperanza, como la reel Dios en cuya providencia creen y en cuyo dención , como la salud de la Francia. Ya Verbo comulgan todos los pueblos cultos en quisiera yo que los hijos del sufragio univertoda la redondez de la tierra. sal en España tuvieran la sensatez que nuesLa verdad es que Italia, Prusia, Francia, tro padre tiene al otro lado del Pirineo. Suiza, se ven obligadas á precaverse contra Y luego el sufragio universal se encontró la teocracia, que ha entrado en el período con una cuestión tremenda que no hubieran de un soberbio absolutismo. Pero entre nos- resuelto los grandes hombres de Estado en otros la teocracia es más temible, porque la Europa: se halló con que la Cámara que hateocracia es un Estado, un ejército, y ha roto bia votado era una Cámara monárquica; y el nuestros telégrafos, destruido nuestros cami- sufragio universal, que no quería la antigua nos, talado nuestros campos, incendiado nues- raza representante de los poderes históricos; tras aldeas, como si necesitara, cual los anti- el sufragio universal que no quería á los reguos dioses, de humanos sacrificios: que el presentantes dinásticos de la revolución; el cosmopolitismo reaccionario ha escogido los sufragio universal que no podia quererla dicdesfiladeros de las Provincias Vascongadas tadura napoleónica, fué uiodiflcando poco á como último refugio de su desesperación y poco en las elecciones parciales aquella Cácomo último asidero de su derrota. Pues para mara, por la que al fin se votó y se promulcombatirla y para vencerla no hay más me- gó la República. dio, después de haberla desarraigado con las Decidme si no hay aquí algo que deba bayonetas, que contrastarla con una educa- admirar á las generaciones futuras; decidme ción verdaderamente nacional. si no deben admirar el gran sentido, el gran Pero ¿quépuedo esperar de vosotros, cuan - tacto político de un pueblo. Y el sufragio universal hizo más aún; M do habéis entregado á la teocracia la Universidad? A pesar de todo el movimiento científi- halló dirigido por.uu hombre ilustre, por un co moderno, y contra todo ese movimiento, hombro que tenia grandes sentimientos conhabéis puesto como límite á la ciencia, cual servadores, pero que no quería la República; si en el alma pudiei'a haber columnas de Hér- y aquel hombre con todo el poder en la mano, cules, la Monarquía y la Iglesia; y los ilustres con toda la autoridad á su disposición, fué catedráticos que se han nesrado á reconocer derrotado en su misma patria, en su mismo esos límites, han sido depuestos, perseguidos, departamento, no por su persona, sino por sus desterrados, con verdadero menosprecio de to- opiniones. ¡Ah, Sres. Diputados! Ved lo que es el sudas las leyes y con verdadero escándalo de fragio universal. Ahora ol sufragio universal todos los pueblos. Así es que, abandonados de sus grandes ha elegido una Cámara, la cual fundará y conmaestros los principios idealistas, espiritua- solidará dentro del orden, dentro de la paz, listas ó armóricos de la nueva filosofía, se dentro de la legalidad, las instituciones repunota un movimiento doblemente funesto: el blicanas. Y admiraos, Sres. Diputados, hay •movimiento de la juventud ilustrada hacia el allí un general que no piensa en golpes de Esmaterialismo, y el movimiento délas aldeas y tado, y hay además una clase media ilustre, de los pueblos hacia el clericalismo. Vuestro compuesta dé Casimiro Perier, de Dupont de poder ha vencido, pero la Universidad ha L'Eure y do tantos otros hombres que han muerto. Y cuenta que no tenemos otro minis- prestado grandes servicios á las ideas conserterio tan augusto para oponernos al ultra- vadoras, y que se agrupan al rededor de las montañismo, como el sacerdocio de la ciencia: instituciones y de la República para salvar la que da muy mala idea de nuestra educación libertad de la Francia. ¡Y luego me decís que nacional ver esos curas cabecillas sembrando, es insensato el sufragio universal! en vez de consuelos y oraciones, la desolación Donoso Cortés decía: «Siempre que una y la muerte. Para que en todo sea igual la po- idea ha entrado en el mundo, la Francia se lítica de la restauración, en la enseñanza se ha hecho hombre para propagar esa idea.» La parece á la política del antiguo régimen. Francia so hizo hombro en Cario-Magno para Aquí, señores, para contrastar la revolu- propagar la idea católica; se hizo hombro en ción de Setiembre, se ha querido destruir an- Voltaire para propagar la idea filosófica; se te todo y sobre todo, el sufragio universal, hizo hombre en Napoleón para propagar la llamándole bárbaro y perverso. idea ^-evolucionaría. La Francia ahora no se ¡Pues qué!,si tan malo es, si tan perverso ha hecho hombre en nadie, porque se ha enes ol sufragio universal, ¿cómo nos ha dado carnado en esa grande Asamblea, que está esta Cámara tan excelente, tan liberal, esta dando un luminoso ejemplo á la democracia Cámara óptiipa? de Europa. Comparad con esto, comparadlo Señores, mirad cómo ejerce la Francia el con nuestra íncertidumbre política. sufragio universal. Cayó la Monarquía do Luis No sabemos si nuestra Monarquía es ó n© Felipe, porque la Monarquía de Luis Felipe puramente hereditaria; no sabemos si es ó no se opuso á la extensión del sufragio. Vino consecuencia de la soberanía nacional. Unas tras de aquella resistencia el sufragio univer- veces nos parece lo primero, otras veces nos sal, y trajo una Cámara llena do grandes parece lo segundo. El Sr. Presidente del Conaspiraciones, pero llena también de grandes sejo ha querido asociar el Re3' al poder consutopifls, coioo todos los sistemas que empie- tituyente, tan solo para evitar un peligro; el zan; y aquella Cámara fué desgraciada, como peligro de que aquí (su franqueza me lo dirá) son desgraciadas las crisis primeras que en- el peligro de que aquí discutiéramos, el peligendran grandes instituciones gro de que aquí votáramos la Monarquía. ¿No Y luego el sufragio universal trajo una os verdad? [Bl Sr. Presidente del Consejo de MiCámara más conservadora, y estando en el nistros: No.) El Sr. Presidente del Consejo cree poder el austero general Cavaignac, el sufra- que nosotros no tenemos autoridad para disgio universal, espantado do las utopias del cutir ni jurisdicción para votar la Monarquía comunismo, se lanzó en brazos del represen- ni la dinastía. {El Sr. Presidente del Consejo de tante de la tradición y de la autoridad dentro Ministros: Es verdad.) de las instituciones revolucionarias. Y allí Pues yo digo al Sr. Presidente del Consehubo un crimen muy grande, que .se ha pa- jo: si aquí hubiera venido una proposición, gado con una expiación muy terrible. En vez ¿qué peligro se hubiera corrido? El peligro de de dejar que el sufragio universal se desar- que se pronunciara un discurso en contra y rollara, puesto que ya se habia aliado con el que recayera una votación. Pues qué, ¿podia, orden y se habia echado en brazos do la au- por ejemplo, decir yo más de lo que ee dice en D I A R I O ILUSTRADO. este admirable discurso por el Sr. Rivero pronunciado, discurso que, si se cree que es desacato que yo lo lea, yo se lo doy á leer á un Sr. Secretario. Si el Sr. Presidente cree que yo puedo leer ó referir unas cuantas palabras de un discurso pronunciado aquí cuando el general O'Donnell ocupaba ese banco y cuando presidia esta Cámara el Sr. Infante, discurso que indudablemente oyó desde los bancos de la derocha el Sr. Presidente del Consejo. ¿Qué más se puede decir que lo que se dijo aquí en tiempo de Doña Isabel II? Y por eso no se conmovió el Trono. Y dijo el Sr. Rivero estas palabras: «Nosotros hemos votado contra la Monarquía, porque creemos que desde el siglo XVI se han perdido los poderes permanentes y hereditarios; nosotros hemos votado contra la dinastía, porque creemos que la dinastía de Borbon ha consumido su vida luchando con las libertades públicas.» iQué más se puede decir? ¿Qué más se puede añadir á esto? Y sin embargo, esto se dijo en una Cámara monárquica, en una Cámara en que habia bastantes más monárquicos que en la Cámara actual. {Rumores. No, no.) Bastantes más monárquicos que en laJCámara ac- tual. {Rumores. No, no.) ¡Si estáis todos infestados del espíritu democrático! {Risas.) ¿Qué más puedo yo decir, Sres. Diputados, que lo que dijo en el penúltimo discurso y en el último, en una Cámara presidida, no recuerdo bien si por el Sr. Castro y Orozeo, pero en fin, en la que ocupaba la Presidencia del Consejo de Ministros el general Narvaez; qué más puedo yo decir que lo siguiente, que dijo el Sr. Donoso Cortés? «Para los poderes antiguos,, todos los caminos conducen á la perdición. Los poderes antiguos, unos se pierden por ceder, otros se pierden por resistir; donde la debilidad ha de ser causa de ruina, allí pone Dios Príncipes débiles; donde el talento mismo. Príncipes entendidos. Para salvar las antiguas Monarquías, no hay un hombre eminente; ó si lo hay. Dios disuelve con su dedo inmortal para él un poco de veneno en los aires. ¿Qué más puedo yo decir que lo que aquel ilustre orador dijo dirigiéndose al Sr. Presidente del ¡Consejo de Ministros? «El destino de la dinastía de Borbon es alentar á las revoluciones y morir á sus manos. Ministros de Doña Isabel II, yo os pido que libertéis, si es posible, á vuestra Reina y á mi Reina del anatema... que pesa sobre su raza.» ¿Podría yo decir más que eso? Decia el Sr. Presidente del Consejo que aqui, antes de las declaraciones que en este Congreso se han hecho ó se hagan, no habia más legalidad que la República federal. Permítame el Sr. Presidente del Consejo que yo conteste esto con razones, á mi entender, valederas. La Constitución del 69, tiene razón S. S., llevaba en sí principios tales, que dentro de ella, la forma sustantiva (y yo estoy conforme con S. S. en que la forma es sustantiva á la esencia de las cosas), la forma sustantiva era la forma que declararon las Cortes radicales el 11 de Febrero de 1873. Esta es la verdad; esta verdad la reconozco, la proclamo, la confieso; y, creo más: yo creo que dentro de esta Constitución, y dentro de esta forma sustantiva, habia más elementos do conservación y de resistencia que en las combinaciones arbitrarias; pero lo que yo niego es que la declaración de República federal fuera una declaración que produjese estado. La del 11 de Febrero lo habia producido; habia producido un Gobierno, unas Cortes, una administración, un ejército: la declaración 309 de República federal nunca produjo estado; no se promulgó en la Gaceta; fué una declaración interior de la Cámara; la República continuó llevando el,nombre de República española. Luego, según la doctrina del Sr. Presidente del Consejo, la legalidad que aquí habia era la Constitución del 69, completada por las declaraciones del 11 de Febrero. {El Sr. Presidenta del Contejo de Ministros: Ya contestará este Diario de Sesiones.) Ahora bien, Sres. Diputados, yo os digo lo siguiente: aquí ciertos sentimientos a n t i guos, ciertas antiguas ideas se han descompuesto, como se dice en estilo hegeliano, no por nosotros, sino por los monárquicos. Si hay un sentimiento que muere, una idea que se apaga, algo de lo antiguo que se vá para no dejar paso al espíritu moderno: pues bien, fundemos en el espíritu, en el espirita moderno, las instituciones, y reconozcamos que todo aquí se renueva y se trasforma, y que solo hay eterno, solo hay permlinente, solo hay inmutable, la esencia de la patria. He dicho. ESTiBLECDOESTO TIFOGRÁnCO SO, l U N BIIUSIDO POH JU8K OATaTABo OuüCa, 0«AM-1 -Utértii. SUPLEMENTO A L NUMERO 3 5 1 . 9±0 ACADEMIA. L O S VASCONGADOS Mt. D. JOSÉ SAJíZ DB DI£G«. TOPÓGRAFOS. Haite el Sí de Ifarso estari abierta U •ktricula tn esta Academia para matri«•lATte i las olues de preparación para la Brixima conTocatoria. Con este motiro re-ordamos al páblico « • e en la anterior todos nuestros alum>«• obturieron plaxa, correspondiendoM« ei nim. 1. Habrá clases teóricas v prácticas explicadas por un oficial del enerpo.. b m b i e n hay alases de preparación ;^aM «I ingreso en las escuelas de ingeniem de eaminos. minas, agrónomos, ment w , arquitectura y para ingenieros miliiMeayBitado Mayor. . 8« remiten prospectos y se admiten m>,SanBemardo,lS,principal. (Ag.) AGl]A DE SANTA LUCIA. Efieai en las irritaciones de los ojcs y ^a» (arpados, manchas, rijas, dolores y lactimeo que se cora en pocos días. Fraseo. 14 rs. y 20 el de doble tamaflo. Farfuuña de Peres Negro. Ruda. 14, Fonte)0s, 6, y Serrano 24 (barrio de Salaman^ (Ag.) uro M A S TOS HELICINA VEGETAL. Curación rápida y segura de toda cla> M de toses por pertinaces y rebeldes que Mkl. curándola catarral en 14 horas. 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Se empieza el repaso para los exáme> nes del las facultades de Derecho, Ciencoaa:i»itA.K L A . I ^ E Í S I X I M I A . ©UCURSAl-! MONTERA 8. cias y Filosofía. y jjara conseguirlo, exigir que las boteUas lleven nuestra firma. Tena hermanoi, en las MADRID. (Ag.) etiquetas y sellos de laere del cierro. i Hay muchos falsificadores. U TENECIÁNA. Libro de aetualidad, con notas, ilustraciones y comprobantes sobre sus antigüedades, sus principales nombres históricos, su literatura eúskara, su bibliografía Tasca, sus artistas y ebras de arte, lu músisa, sus danzas, sus supersticiones, su erganisacion social antigua y moderna, condición de sus respectivas clases, luafuern, carácter que éstos presentan y perturbación de sus partidos actuales, Administración: Ferraz, 12, segundo derecha. GRAN ESTABLECIMIENTO CAFES DE LA COMPAÑÍA COLONIAL. A LOS ENFERMOS Y CONVALECIENTES. AGUA AZAHAR. ACADEMIA para, c a r r e r a s civileai y militares. 8AN BBKNAKDO, 41.-MADBID. Doctor D. Juan J. Basterra. 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Y hasta al punto es evidente lo que expresado, que si no surtiese toD e p ó s i t o de a c e i t e s ñ n o s , a g u a r d i e n t e s , e s p í r i t u s , v i n o s y l i c o r e s queda dos los efectos que se indican se devuelVenta por mayor y menor de vinos de Jerez, Málaga, Burdeos, rom, cognac y licores ve el dinero al interesado. CONTRIBUYENTES. en barriles y embotellados. Preparado por Josefa Martínez. DepóSe reciben para cangear por tituloslos PROCEDENTES DE LAS CASAS DE PRÉSTAMOS Y QUIEBRAS Los mejores vinas de Valdepeñat se hallan en esta casa, por estar en relación direc sito centra], Mayor S(, comercio de sedas ta con los principales cose^iheros de dicho punto. fábricas de corsés. Mdbos empréstito, y se compran al tipo Se vendo ropa «asi nueva hecha en las mejores sastrerías de Madrid. _ . . . _ . . . ,.„_.„ -....— ¡j-y , „ „i r. i - , j En Valencia, farmacia del Sr Fabiá utéM alto de Bolsa. Las operaciones se liGran surtido en toda «lase de prendas de vestir, levitas, fraos, saqués tricot y cas-1 Surtido de los acreditados chocolates y cafés de la Compañía Colonial, «onservas de San Vicente, 22. Precio en toda Espafia, quidan al contado. tor. También se alauilan y cambian. Ipescados, encurtidos y otros artículo». 12 rs. fraseo. SILYA, 22, TIENDA. | Servicio á donuciho. Puerta del Sol, 9, entreauelo, Cuenta más de íi afios de existencia. ! JL Más de las clases generales se han pscato especiales para lait próximas eoaTooatorias. Topógrafos, Telégrafos, etcé- •, Vra, por oficiales de los cuerpos, InieDIRIGIDA POR EL DR. D. VICENTE OLIVARES BIEC. BÍeros militares, caminos, minas, etcéHan principiado los primeros repasos de las asignaturas l.»y 2.* de romano, derecho t * n , etc., per dos ingenieros, uno milinónico, ampliación y disciplina. Continúa laclase de repaso para el grado. Abada, 28 tar y otro de csminos. Especialidad en canónico, eabatleria é infantería, que no se conoce y 31, segundo derecha. aingnn reprobado. Pura más pormenores dirigirse al doctor; pero no «e contestan cartas qne no aoompaflen ellos. Siguen los de Estado mayor, artillería. Administración militar y demás, etcéteM,etc. ESCUELA DK DERECHO GRACIA, 20 PMERACASAENESPAÑACABALLERO^. DEPOSITO DE ROPAS. EN ilCALÁ DE lENARES CAFÉ NERVINO f M Tesde arreglada una buena casa, de (meedeneia particular y rin ningún gravamen. Consta de planta baja y principal eoB buenas habitaciones, patio, cuadra, •onal, huerto y dea pozos con buenas Mfoñ» y exc«lentes vistas. Puede utiliiar•epkra fábrica, industria, renta ó recreo, b n r m a r á n , calle del Barquillo,núm. 27, «aarto principal, de ocho á diez de la iMUen» y de dos á tres de la tarde. 1—a. MEDICINAl. SJECHExo lA EIEGANCIA. llltramarinos Á R A B E EXCLUSIVO S E L DOCTOR M O R A L E S . DS CARLOS PRAST ~ ^ M t Í M de varias clases y sistemas. ftmutu para copiar cartas. 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UR&IMAGA T Cura infaliblemente toda clase de dolor de cabeza, incluso la jaqueca, los acciden6ran stirtido eq comestibles, vinos y licores del reino y extranjero. tes, las congestiones cerebrales. las parálisis, los vahides. la debilidad muscular ó Cajas de dulces para bodas y bautizos, bombones, ramilletes, pastillas y árancrvioHi, general ó local, las malas digestiones, les vómitos, acedías, inapetencia, ar- melos. dores, flato, exceso de bilis, el extreflimiento y demás trastornos del aparato gastroTodos los encargos son llevados á domicilio en carruaje que la casa ha hecho conshepato-intestmal; el histentmo y desarreglos menstruos; la anemia, clorosis, hidro- truir expresamente para este objeto. (Ag.) pesías, diabetep, escrófulas, raíuitismo é intermitentes. Su uso contiene las aplopegias cerebrales, evita las congestiones; es tóiico neurostéiico, altamente higiénico, salutífero por las enfermedades; es tónico neurosténico, altamente higiénico, salutífero por las enfermedades «ue evita su uso diario, y verdadera FÁHACXA para las enfermedades de la niñez. . Infinitas certificaciones de médicos farmacéuticos y particulares, acreditan curaeionea con el Cmfé nervin» rebeldes á todo otro tratamiento. Se vende á 12 y 20 rs. caja, rara veinte y cuarenta tazas, en todas lasprincipalesbo°** y/rpí^erías de Espafia y del extranjero; en los depósitos de Madrid, doctor Simón, M, Mionel, Bqrrell, Blesa, Grau, Villaron, Ortega, Calvo, Hernández, PerezNe- Ciento, 8 rs,—Cincuenta, 5 rs.—Veinticinco, 3 r s . Litografía de Jf. Eodriguez, calle del Arenal, núm. 27, al lado de la plaza de Isagro. Kscolar, üliurrun, Jurt, Peligros. 4; S. Ocaña, A tocha, 63; Villaron, Mesón de Pabel II. (Puertas encarnadas.) i redes, 22, y en las principales farmacias de provincias. Se remiten á proTincias con medio real de aumento, pago adelantado. DEPÓSITO CBNTEAl: LAS COLONIAS, Arenal, 8. T A R J E T A S AX. M I N U T O . DOCTOR H O R A t E S , E S P O Z T M I N A , 1 8 , M A D R I D . (Ag.) B A Z A R DE JUGUETES DE A. VEGA. O a l l e d e Hoirtaleza., ntím. l O . IRUR&C-BAT. tal^ee: D. M. A. Jtaiusátegui, ea Ci^ - G a l o f r o ycempaftia, en Barcelona. Madrid, Buerta*, I), bajo.ibmierda. (Ag.) IMPORTANTE A. ILiO» E N F E R M O S . APROVECHAR lA OCASIÓN. LAMPISTERÍA DE MARÍN, PLAZA DE HERRADORES, 12. — cocina i infini- cuartos: una lata, clases. 2.000 CAJAS de pa.pel COMPAÑÍA encontrarán NAVEGACIÓN. VENID Y VERÉIS. MODO BREVE AL 9. HILERAS BODEGA BE LECANDA PACIFICO. A RIO-JANBIRO. A MOKTSVIDSl/ VilPASAKO, ABIOA, líLAT Ó T BnEHOS'AIKES. <»AI.I.*0. 1.» 1.» Bs. 2675 2911: 2700 2.» a," 2.» Bs. Ks. Rs, •206» 1SÓ3 S441 2060 3<30 T9f» 19«0 117.'¡ 1960 1176 3430 1960 HERPES. 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Rs. 1149 1175 ma 1175 7345 67ÜO Dn catedrático propietario de lengua francesa, en un Instituto suprimido, desea dar lecciones dü esta asignatura en esta corte, advirtiendo que el estudio que ha hecho sobre todas las locuciones peculiares de aquella lengna es tan profundo, que al momento presenta á s u s discípulos su exacta correspondencia española; por ejemplo, Faire bonnemiiuá thou. vaisjeii,. Pasan de dos mil las que trasmito, por vi» de recreo, á los que quieren hablar luego en francés, y lo mismo las quii trasmite á los franceses que quieren expresarse con propiedad y en poop tiempo en espafio!. Los discípulos de este profesor se ahorran tres cosa»; mucha paciencia, tiempo y dinero, porque no necesitan ningún diicionario. Calle de Santa Catalina, núm. 8, cuarto, 4." izquierda, darán razón. 3 2.* 3.» iüOJOÜ! 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