Revista Dental de Chile 2001; 92 (2): 15- 18 Autores: Reporte Clínico Seguimiento a Largo Plazo de una Fractura del Tercio Medio Radicular Long Time Follow-Up of a Root Fracture of Middle Third of the Root Eugenia Henríquez D’Aquino (1) Ricardo Jorquera Gallardo (1) (1) Académicos Area de Odontopediatría. Facultad de Odontología Universidad de Chile. Dirección de los autores: Avenida Santa María 571, 2° piso, Area de Odontopediatría. Resumen Se reporta el caso de una fractura horizontal del tercio medio radicular en un incisivo superior. El tratamiento involucró el reposicionamiento y fijación del diente lesionado y el tratamiento endodóntico con Hidróxido de calcio. Se describe la exitosa curación de la línea de fractura y la importancia del seguimiento por 7 años de este caso. Summary A case of severe root fracture of middle third of the root in an upper incisor is reported. Treatment involved the repositioning and fixation of the injured teeth and endodontic treatment with calcium hidroxide. Its describes the sucessful healing in the fracture line and the importance of the long time follow-up of seven years of this case. Key Words: Root fracture, Calcium Hidroxide Introducción Cualquier impacto violento y repentino que afecta a piezas permanentes jóvenes y a sus estructuras de soporte suele ser muy destructivo, debido a su proceso de formación. Las caídas durante el juego, accidentes de tránsito y deportes son la mayor causa de injuria; sus consecuencias en la mayoría de los casos son fracturas coronarias y los dientes más afectados son los incisivos centrales superiores (1-2). Pero también existe en menor proporción un grupo que es afectado por fracturas radiculares, que constituyen una entidad aparte, difícil de abordar desde el punto de vista biológico y funcional(1-3). Es por ello que mostramos un tratamiento para fracturas del tercio medio radicular, basado en el uso de hidróxido de calcio, poseedor de excelentes propiedades biológicas y regenerativas(68-13). Presentando en este artículo el caso de una lesión radicular del tercio medio tratada hace 7 años con pronóstico reservado en un comienzo, y su seguimiento durante este período. Las fracturas radiculares tienen una forma compleja de recuperación debido a que involucra al diente en su totalidad. Los dos mayores problemas son la ubicación del trazo de fractura y la invasión bacteriana del mismo(5). La fractura radicular en dientes permanentes ocurre en individuos jóvenes de sexo masculino, entre un 0.5 a 7% de los casos y el grupo etáreo más afectado es de 11 a 20 años, generalmente se le asocia con fractura del proceso alveolar en conjunto con otros dientes y se clasifican de acuerdo al sector involucrado: tercio apical, medio o coronal(1) . El tratamiento, evolución y pronóstico de las fracturas radiculares va a depender de múltiples factores, pero la fractura localizada en el tercio medio conforma una lesión difícil de tratar, sobre todo en niños que presentan piezas erupcionadas inmaduras, debido a lo cual tenemos que buscar alternativas que nos limiten el daño y permitan una recuperación biológicamente satisfactoria. El diagnóstico de ellas está basado en la movilidad clínica, desplazamiento del segmento coronario, palpación suave sobre la raíz y el estudio radiográfico. La reparación depende del grado de separación de los fragmentos, movilidad y localización de la fractura, y según la severidad del daño podemos efectuar las siguientes consideraciones: lesiones menores que curan con tejido duro; lesiones moderadas que causan daño pulpar cicatrizando con tejido conectivo, y las lesiones severas, que dan como resultado necrosis pulpar sin unión a nivel de la fractura(1-3-9). Las fracturas radiculares pueden ser del tipo transversal u oblicua, sencillas o múltiples; completas o incompletas; esta fractura en sí misma establece en la raíz una solución de continuidad que compromete cemento, dentina, pulpa y periodonto; afectando más a la dentición permanente(1-15). Los principales signos y síntomas son dolor espontáneo y exacerbado a la presión, la movilidad es anormal no transmisible al ápice, extrusión dentaria variaVolumen 92. Nº2 - Página 15 ble, contacto prematuro que altera la oclusión y laceración de tejidos blandos. La fractura usualmente es el resultado de un impacto horizontal. Las fracturas del tercio medio y apical toman un curso oblicuo, las de la zona cervical se hacen más perpendiculares a la raíz. Las fracturas radiculares necesitan un estudio radiográfico muy acucioso para asegurar la detección real de la línea de fractura(1). El impacto frontal tiende a llevar el fragmento coronario hacia palatino, provocando el estiramiento o sección del tejido pulpar. Los factores al momento de la injuria que afectan el pronóstico son: el desarrollo del conducto radicular (ancho del ápice) y el grado de desplazamiento del fragmento coronario(1-15). La terapia dependerá de dos situaciones: seccionamiento pulpar o infección bacteriana. Si ocurre lo primero se formaría un callo dentinario entre los dos fragmentos con aposición de cemento en la periferia, proceso que perdura por varios años(9). Si la pulpa está seccionada, la revascularización de la parte coronaria debe producirse antes de que cure la fractura; esto puede acontecer de dos formas: una es que la pulpa apical aporte las células que invaden la pulpa coronaria o bien estas pueden provenir del ligamento periodontal (14-16). Si se afecta la pulpa coronaria en este proceso la curación es imposible y da por resultado la acumulación de tejido de granulación entre los fragmentos radiculares. La presencia de pulpa no vital está asociada con reabsorción ósea y radicular en la línea de fractura, hay aumento de la movilidad, no hay respuesta a test de vitalidad, pudiendo sufrir coloración de la corona. Las infecciones agudas o formaciones de tractos fistulosos son raras, pero cuando se presentan complican severamente el pronóstico de la pieza dentaria (1-14-15). Un elemento importante que produce una gran curación en este estado evitando o eliminando la infección bacteriana y la promoción de la cicatrización tanto ósea como dentaria, es el Hidróxido de Calcio (13), que ha sido un material usado ampliamente en Odontología durante muchos años, empleado en terapias endodónticas debido a una serie de atributos ventajosos como: Tener actividad antimicrobiana, inducir la formación de tejidos duros y controlar la inflamación y reabsorción radicular (8). El éxito de su acción radicaría en su alto pH y la liberación de iones hidróxilo al medio, su flujo es muy importante al ser usado como sellante debido a que penetran en las irregularidades y ramas del conducto radicular. Es sabido que los iones hidróxilo son capaces de difundir profundamente en la dentina (2-12-13). Heithersay (1975) recomienda el hidróxido de calcio para grandes lesiones periapicales, siendo muy útil para evitar una complicación en el proceso de cicatrización como es la Reabsorción Interna, que se produce debido a la infección bacteriana de los túbulos dentinarios que comunican áreas necróticas y vitales de la pulpa(1). En los conductos tiene una acción bactericida no específica, por su alcalinidad destruye membranas celulares y proteínas estructurales. Los microorganismos son destruidos a pH 9,5, sobreviviendo unos pocos a pH 11 o mayor(6-8-10-12). Durante la irrigación del conducto, el hidróxido de calcio pasa al periápice, produciendo un cierto grado de inflamación, favoreciendo la organización de las fibras periodontales y la creación de nuevo cemento y hueso alveolar (8). Parece ser el único capaz de inducir mineralización por contacto directo, los iones calcio se incorporan al tejido mineralizado, vía sanguínea, esto indica que es un iniciador y no un sustrato reparador, liberando iones hidróxilo al aumentar el pH (8-12) . Neutraliza reacciones ácidas producidas por el proceso inflamatorio (Heithersay, 1975) y del ácido láctico secretado por los osteoclastos, esto evita la destrucción de los tejidos mineralizados; se especula además que ejerce efecto mitogénico y osteogénico, es ideal por su alto pH para la fosfatasa alcalina, cuyo pH óptimo es 10.2(8-13). Heithersay en 1975 opina que los iones calcio pueden reducir la permeabilidad de nuevos capilares, lo que permite la concentración de iones calcio en los sitios de mineralización(18). Caliskan usó el hidróxido de calcio en dientes con lesiones apicales por un período de 2,5 años, los resultados obtenidos lograron un 80% de curación total y un 7.6% de curación incompleta(2) . El éxito de la terapia intrarradicular varía entre 68% a 95%, pero otros reportes indican que en la periodontitis apical tiene un éxito bajo, según Cvek(6) en un trabajo realizado en 1974, la regresión de lesiones apicales y cierres radiculares tuvo éxito en un 90% de los casos. Este material es simple de preparar, reabsorbible, muy útil en odontología pediátrica, insoluble en agua y algo en glicerina, se le agrega sulfato de bario para elevar la opacidad(2) . El hidróxido de calcio es soluble y debe ser reemplazado cada 3 meses hasta comprobar la curación de los tejidos óseos y periodontales(15). Caso Clínico Paciente de 11 años de edad, sexo femenino, acude en julio de 1992 a nuestro Servicio de Traumatología de la Facultad de Odontología, relata haber sufrido un golpe en sus piezas dentarias anteriores un mes atrás, y tratada en otro servicio odontológico. Al examen intraoral se observa la pieza 8 ligeramente desplazada en sentido incisal, además presenta una ferulización con hilo de sutura, movilidad extrema, dolor y Volumen 92. Nº2 - Página 16 Foto 1 Foto 2 Revista Dental de Chile fístula activa en zona vestibular. Radiográficamente presenta: fractura radicular del tercio medio, desplazamiento de fragmentos y zona de osteolisis a nivel de la zona de fractura (Figura 1 ). La condición que presentaba la paciente en su incisivo central superior derecho era de muy mal pronóstico por el tiempo transcurrido desde que se produjo la lesión. Pero por razones sicológicas, estéticas y biológicas se decide mantener en boca la pieza dentaria el mayor tiempo posible. Para lo cual se indica un tratamiento en base al uso de hidróxido de calcio. Se procede a anestesiar y reubicar la pieza dentaria tratando de reunir en la mejor forma los fragmentos dentarios desplazados, se feruliza rígidamente con alambre y resina compuesta a las piezas dentarias vecinas por un período de 2 meses y se realiza un tratamiento endodóntico (Figura 2) que consistió en: Trepanación, lavado e irrigación con suero fisiológico e hidróxido de calcio en polvo disuelto en suero. Y sellado de conducto con pasta de hidróxido de calcio solo hasta el rasgo de la fractura. Se controla la paciente a la semana siguiente y se observa desaparición completa de la fístula vestibular y mejoramiento de las condiciones locales; a los 2 meses se procede a retirar la ferulización, no se observa movilidad y se cambia el relleno de hidróxido de calcio del conducto del fragmento incisal; se deja en observación por 2 meses, donde se cambia por tercera vez el relleno del conducto, sólo hasta el tercio medio (Figura 3) . Se controla radiográficamente cada 2 meses y cuando se observa regeneración ósea y tisular a nivel del rasgo de fractura, se procede a tratar endodónticamente la pieza dentaria en forma convencional, con conos de gutapercha, pero rellenando el conducto sólo hasta el tercio medio (Figura 4). A los 3 años se observa desaparición completa de las lesiones dentarias, cicatrización por tejido conectivo a nivel del rasgo de fractura. El fragmento apical se encuentra sin lesión ósea, ni periodontal, observándose una calcificación intraductal (Figura 5). El control de los 7 años denota una curación definitiva de la pieza dentaria, y sólo un leve cambio de color a nivel coronario (Figura 6). Foto 3 Foto 4 Foto 5 Foto 6 Discusión La fractura radicular en su parte media por su gravedad, debería ser de tratamiento inmediato, como lo señala Tiafas(14). En el caso particular de nuestra paciente que acude un mes después de producido el accidente, el tiempo transcurrido empeora notablemente el tratamiento y pronóstico del diente fracturado. Según Andreassen(1) este tipo de lesiones que involucra toda la pieza dentaria acude principalmente a un servicio de urgencia de un hospital, relegando a las otras lesiones dentarias a clínicas privadas. Esta visita inmediata se da por razones de signos, síntomas o problemas estéticos que llegan a ser visibles (2). Luego de efectuar los exámenes radiográficos de rigor primero debe procederse a reducir la fractura reposicionando los fragmentos lo mejor posible y luego a remover la pulpa del fragmento coronario, debido a sus condiciones clínicas y además a que es la primera que experimenta un proceso de necrosis(1-2-6). Para preservar la vitalidad del fragmento apical y de los tejidos periodontales cercanos al rasgo de fractura evitando la exposición al medio, proponemos al igual que Cveck(6-14), un tratamiento regulado de varias sesiones en base al uso de hidróxido de calcio, utilizando su capacidad inductora de tejidos duros(16); este compuesto colocado directamente en el tejido pulpar por su alto pH produce una gruesa capa de tejido necrótico subyacente a él, la inducción de una barrera dentinaria reduciendo el tamaño y volumen de la pulpa. Este efecto secundario de esta sustancia lo hemos atenuado exponiéndola en forma diluida, permitiendo una desinfección del fragmento coronario y el fortalecimiento del extremo apical, esto permite cambios biológicos necesarios para la producción de tejido de reparación aceptable que perdure en el tiempo. El caso clínico expuesto se ha sometido a seguimiento durante 7 años, teniendo un excelente resultado en relación al estado del hueso alveolar marginal y peridentario, ausencias de reabsorciones radiculares e intrarradiculares, ausencia de movilidad llegando a una total normalidad; esto demuestra lo acertado del tratamiento, donde el hidróxido de calcio es fundamental en la recuperación Volumen 92. Nº2 - Página 17 del diente, al igual que Yoshida (1996)(16) que expone un seguimiento de una fractura radicular por 5 años. El uso del hidróxido de calcio fue destacado por Cvek(6) sin tomar en cuenta el status del diente accidentado; usado en dientes sintomáticos, después del drenaje y además en conductos húmedos. En dientes con lesiones periapicales y fístulas, el tratamiento ha llegado a tener un éxito de un 88,4% según Caliskan (1996), evitando la medicación y la cirugía(2) . La formación de una barrera dentinaria en el rasgo de fractura nos permite efectuar un sellado convencional con gutapercha del fragmento coronario, dejando rehabilitada la pieza dentaria. La inmovilización y no la estabilización es necesaria para acrecentar la recuperación; ésta se estableció durante 3 meses, un período establecido por diversos investigadores(15-6-15). La pulpa apical que permanece vital se va estrechando por un proceso de esclerosis que se da en casi todos los casos(5), y que se ve claramente en nuestro caso, en el fragmento apical a partir del 2° año. Tanto o más importante como su rehabilitación en este tipo de lesiones es prevenirlas, controlando factores de riesgo tales como tratar las anomalías dentomaxilares predisponentes, uso de protectores bucales en los deportes y juegos rudos, etc.(1-3). Debido a los cambios que pueden observarse a través de los años, tanto a nivel óseo como periodontal, algunos autores(15) recomiendan un período mínimo de control y observación de 2 años. El seguimiento de este caso que presentamos lo hicimos por un período de 7 años, en el cual hemos podido asegurar completamente el éxito de nuestra terapia, sin registrar complicaciones y constatando clínica y radiográficamente la cicatrización total del tejido óseo y del ligamento periodontal. Una lesión como la que presentamos requiere de una atención inmediata de urgencia, un correcto diagnóstico, un mejor plan de tratamiento, más un riguroso seguimiento por un largo período para efectuar el monitoreo que asegure la salud del diente; al mismo tiempo como vemos el hidróxido de calcio actúa como un excelente material para recuperar los tejidos óseos y periodontales, de bajo costo y fácil manipulación. El tratamiento propuesto para nuestra paciente ha permitido mantener en excelentes condiciones biológicas por un largo período de tiempo una pieza dentaria que en un comienzo estaba destinada a la exodoncia. Bibliografía 1. Andreassen J.N., Andreassen F.M. Dental Traumatollogy. Quo Vadis. Endod. Dent. Traumatol. 1990. 678-80. 8. Foremen P.C., Barnes I.E. A review of calcium hidroxide. International Endodontic Journal. 1990. 23, 283-297. 2. Calistan M.K., Turkûn. M. Clinical investigation of traumatic injuries of permanent incisors in Izmir, Turkiye. Endod. Dent. Traumatology. 1995; 11: 210-213. 9. Gencoglu N. Treatment of root fractured maxillary incisor with thermafil obturator. Endod. Dent. Traumatol. 1993. 9: 249-253. 3. Calistan M.K., Pehlivan Y. Prognosis of root fractured permanent incisors. Endod. Dent. Traumatology. 1996. 12: 129-136. 10. Georgopolou M., Kontakiotis E., Nakou M. 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