LA CULEBRA FANTASMA Capítulo I Llegaba yo del colegio en el coche con mi padre y mi hermano Fernando. Nos paramos. Me bajé del coche e iba caminando hasta la puerta de casa. De repente vi al pie de la escalera una culebra gordita y baja de color gris. - ¡Aaaaaah! Yo empecé a gritar y ella se escapó hacia el césped. Salí corriendo al coche, me monté rápido y cerré la puerta. Lo conté todo. Mi padre Perico y mi hermano Fernando cogieron el gancho y las tenazas de la lumbre y salieron a buscarla. Pero nada. No la encontraron por ninguna parte. Había desaparecido. ¡Qué raro! ¿Sería un fantasma? Cápítulo II - Ssssssssssssssssss… Me llamo Grey. Sí, soy una culebra, pero no siempre lo he sido. Antes era un camaleón y una bruja decidió convertirme en culebra. Por eso soy tan buena camuflándome. - Ja, ja, ja, ja… ¡Qué susto le he pegado a la mocosa! ¡Cómo gritaba! Parecía que había visto al mismísimo diablo. Algún día os contaré mi vida. Capítulo III Pasado el susto, y qué susto, comimos. Mi papá no se lo creía y se reía de mí. Mi mamá le dijo a papá: - Santo Tomás Luego me fui al baño para hacer pis. Cuando terminé me fui a lavar las manos. Al mirarme en el espejo vi reflejada a la culebra que estaba enroscada en el rollo de papel del wáter y levantaba la cabeza hacia mí. Salí corriendo y gritando. Mi padre y mi hermano cogieron el cuchillo y el tenedor y fueron a ver. Pero ya no estaba. La culebra había desaparecido. Capítulo IV No nací de un huevo en un nido de culebras. Nací siendo un niño en una aldea del bosque. Cerca estaban los poblados de los Orcos, los Ogros, los Trolls, los Trasgos y los Cíclopes. Así que si no quería morir no tenía más remedio que saber esconderme. Y terminé haciéndolo tan bien que un día sin darme cuenta me había convertido en un camaleón. Me fui a vivir al bosque cerca de un terreno pantanoso donde había muchos insectos. Pero a la bruja de la ciénaga no le gustaban los camaleones y decidió convertirme en una culebra para que me comiese los ratones de su cabaña cochambrosa. Capítulo V Por la noche me acosté. Estaba nerviosa. No podía dormir. Encendí la luz. Miré al espejo del armario y… - ¡Aaaaaah, la culebraaa, la culebraaaa! Y me fui al dormitorio de mis padres. - ¡Papá! ¡Mamá! ¡La culebra! - ¿Dónde, hija? - En la cinta de la persiana. Salió mi padre en calzoncillos con un zapato en la mano. Yo me metí en la cama con mi madre y me tapé la cabeza con las sábanas. Pero nada de nada. Otra vez había desaparecido el fantasma. Capítulo VI ¿Sabéis cómo me enteré del antídoto para volver a ser niño? Os lo diré. Un día a la bruja se le olvidó llevarse el libro de hechizos. Me subí a una silla y desde allí me deslicé hasta la mesa. Abrí el libro con la cola y busqué el conjuro. Allí estaba junto con el antídoto. Leí que para volver a ser niño tenía que asustar 100 veces a la misma persona. Así que un día de tormenta me dejé arrastrar por una nube negra. Entre truenos y relámpagos caí sobre un tejado y la lluvia me llevó al césped del jardín… Llevo tres. Ya sólo me faltan 97 sustos más. FIN Cuento.- “La culebra fantasma” Autores: Fátima Domingo Holguín y Gonzalo Domingo Holguín Categoría.- Alumnos de Primaria (2º y 5º cursos) Colegio.- Fray Claudio de Trigueros (Huelva) Dirección.- c/ Maestro don Antonio Pérez Ruíz, 104 21630 Beas (Huelva) Tfno.- (madre) 649 46 80 50