Mensaje del Dr. Javier Domínguez del Olmo, Oficial Nacional de Programas del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México (UNFPA) en la Conmemoración del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes. El 31 de octubre de este año la población mundial alcanzará los 7 mil millones de habitantes, casi la mitad de esta población tiene menos de 25 años de edad y uno de cada cuatro es un adolescente o un joven. Lo anterior representa la más grande generación de jóvenes y niños que se ha registrado en la historia de la humanidad. Se estima que la gran mayoría de los adolescentes ya son sexualmente activos antes de cumplir los 18 años de edad. En el caso de América Latina y El Caribe, alrededor del 65% de los adolescentes no usaron protección anticonceptiva en su primera relación sexual. Cada año dan a luz 16 millones de adolescentes en el mundo. El 90% de estos embarazos ocurre en países en desarrollo. En los países de América Latina y el Caribe, se estima que el porcentaje de embarazos no planificados varía entre 25% y 50%. Cabe resaltar que estos niveles son más altos que los estimados para países como la India, Indonesia y Pakistán. La mortalidad materna es la expresión más clara de las desigualdades que aún persisten entre las regiones y los países del mundo, así como entre las entidades y los municipios dentro de un mismo país. A nivel mundial, cada año mueren más de 536,000 mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parto. Cabe subrayar que las complicaciones del embarazo son la mayor causa de muerte entre las mujeres de 15 a 19 años en países en desarrollo. Un reto de gran magnitud es hacer posible que las mujeres posterguen la edad al primer embarazo. El logro de este reto implicaría salvar muchas vidas. Una mujer adolescente tiene el doble de probabilidades de morir debido al embarazo o el parto, que una mujer mayor de 20 años. Para las menores de 15 años, el riesgo de morir es 5 veces mayor que en mujeres adultas. En México, uno de cada 5 habitantes es adolescente (19.5%), si se suma la población joven (de 20 a 24 años de edad), el porcentaje asciende al 28 por ciento. Con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2009, se sabe que: a) la proporción de mujeres jóvenes que tienen una vida sexual activa ha aumentado de una de cada cinco en 1987 a menos de una de cada tres en 2009; b) seis de cada 10 adolescentes no hacen uso de ningún método anticonceptivo en su primer encuentro sexual; c) la edad promedio al uso del primer método anticonceptivo generalmente es posterior al primer hijo; d) uno de cada cuatro embarazos entre las adolescentes no fue planeado; e) uno de cada diez embarazos no fue deseado; f) los mayores niveles de demanda insatisfecha se ubican en la población adolescente en comparación con todos los grupos de edad y con el total nacional (24.6% entre las adolescentes unidas y 9.8% del total nacional; 14.7% entre las adolescentes sexualmente activas y 6.6% del total nacional). El escenario anterior impone considerables retos para el logro de los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio y para el efectivo aprovechamiento del bono demográfico, es por ello que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), está colaborando en más de 150 países en el mundo con una amplia gama de aliados, que incluye a los propios jóvenes. Las acciones del UNFPA promueven la realización de inversiones estratégicas orientadas a la atención de las necesidades de los adolescentes y jóvenes desde un enfoque de derechos humanos, interculturalidad e igualdad de género. Las estrategias del UNFPA se derivan de su Marco de Acción sobre Adolescentes y Jóvenes, el cual establece 4 componentes clave: 1) Impulsar la elaboración o adecuación de políticas y marcos normativos para adolescentes y jóvenes que consideren la dinámica demográfica y la reducción de la pobreza; 2) Apoyar intervenciones de educación sexual basadas en la igualdad de género y en el desarrollo de habilidades para la vida; 3) Impulsar modelos innovadores para asegurar el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva amigables para los adolescentes; y 4) Facilitar la participación de los jóvenes en el diseño de políticas públicas, así como en todas las fases de los procesos de planeación y ejecución de estrategias e intervenciones orientadas a esta población. Las cuatro directrices incorporan acciones para fortalecer las capacidades personales e institucionales y el liderazgo juvenil en distintas áreas, particularmente para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Las acciones del UNFPA incorporan enfoques interdisciplinarios y multisectoriales, con participación de la sociedad civil, de los padres y madres de familia, incorporando distintas técnicas que incluyen componentes lúdicos y artísticos (como la danza, la música, la radio, el teatro) y nuevas tecnologías (como las redes sociales y el Internet). Quisiera finalizar esta intervención, felicitando a todas las organizaciones que están impulsando esta importante iniciativa de la que mucho nos complace ser parte, esperando que esta conferencia de prensa sirva como un llamado a la acción para redoblar los esfuerzos para la prevención de los embarazos no planificados entre la población adolescente a través de la concertación de esfuerzos intersectoriales, de fortalecer la educación de la sexualidad y de incrementar la calidad y cobertura de los servicios para los y las adolescentes. A nombre del Fondo de Población de las Naciones Unidas reiteramos nuestro compromiso con los adolescentes y jóvenes, así como nuestra convicción de que las inversiones que se realicen en esta población repercutirán el bienestar de muchas generaciones futuras. Muchas gracias.