8 La Semana Navarra Reportaje DIARIO DE NAVARRA DOMINGO, 6 DE OCTUBRE DE 2013 Enganchados a Quince vecinos de Etxalar mantienen viva la tradición de pal N el caserío Landaburua nunca hubo escopetas pero tampoco faltaron palomas. Situado a dos kilómetros del collado de Iarmendi, en la divisoria con Sara (Francia), en él Gerardo Danboriena Danboriena se empapó de las nociones básicas de un arte cinegético documentado en Roncesvalles en el siglo XIV. Obnubilado a la luz del hogar por los relatos, detalles y buenas prácticas escuchados de boca de su abuelo y su padre, quedó preso de una habilidad envuelta del halo sentimental de la tradición que cada año se extiende en otoño como las redes al vuelo de Etxalar. “Nos hemos criado aquí”, proclama con una mezcla de orgullo y deber por dar continuidad al legado recibido de sus mayores en el santuario de las palomas conservado desde el siglo XV. A sus 63 años de edad, es el engarce del relevo generacional entre pasado, presente y futuro de una suerte de aficionados a la caza enganchados a la red. E Sopla el viento norte en el día de apertura de la temporada y las hojas caducas caen sobre la carretera que serpentea las estribaciones del alto de las palomeras. A pesar de la mudanza que se adivina en el entorno envolvente, no hay injerencia alguna que trastoque el guión de una modalidad perenne. Parte de los quince vecinos que la conservan se afanan en los preparativos de poleas y postes que soportarán las seis redes de 18 a 22 metros de altura. El semicírculo extendido entre árboles recogerá las piezas que no libren la estrategia de señuelos en forma de paletas lanzadas al vuelo para simular el paso de un ave rapaz, desplegada al sonido de trompeta y banderas de aviso. Las redes forman una ‘u’ entre dos hileras colocadas a ambos lados de torretas o trapak desde las que se otea el horizonte en espera de dar la buena nueva de la llegada de las palomas. La paciencia alcanza el grado de virtud hasta poder avistar el tesoro “Nos hemos criado aquí”, proclama con una mezcla de orgullo y deber por dar continuidad a la tradición el palomero más veterano APEGADOS A LAS COSTUMBRES DE SUS ANTEPASADOS, LOS AFICIONADOS A LA CAZA CON RED EN EL LÍMITE FRONTERIZO DE IARMENDI CONSERVAN UNA PRÁCTICA EXCLUSIVA EN NAVARRA, ACTUALIZADA DESDE EL PASADO MARTES CON EL ARRANQUE DE LA TEMPORADA. TEXTO: NATXO GUTIÉRREZ FOTOGRAFÍA: J.C. CORDOVILLA INFOGRAFÍA: ALFREDO GOÑI Un grupo de voluntarios se afanaba el martes en la preparación de las palomeras del collado de Iarmendi. J.C. CORDOVILLA